viernes, 25 de enero de 2013

El lobo ¿solitario?

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/el-lobo-solitario-25-01-2013
La República
La mitadmasuno
25 de enero de 2013
Juan De la Puente
Pedro Pablo Kuczynski (PPK) está en la primera línea de la noticia por dos razones: su abierta oposición a la revocación de Susana Villarán y su apocalíptica predicción sobre que la caída del dólar a S/. 2,30 en el brevísimo plazo de tres meses provocaría la ruina de la economía peruana.
En ambos temas se pone de manifiesto la audacia de un político pragmático y temerario aunque en un caso tenga razón y en el otro no. Su respaldo a Susana Villarán sintoniza con el grueso del humor empresarial y con la mayoría de partidos que consideran de riesgoso para la capital retirar a la alcaldesa de sus funciones. En cambio, su predicción monetaria fue desvirtuada en cinco minutos por economistas de distintas tendencias que demostraron que este año no se replicará la caída de tipo de cambio experimentado el 2012 y que el previsto ingreso de dólares debido a la compra de bonos de la Reserva Federal de EE.UU. no tiene en cuenta la recuperación de la economía de ese país.
PPK vive con dificultad su condición de nuevo lobo solitario. La Alianza por el Gran Cambio (APGC) que el 2011 alcanzó el 18% de votos se ha diluido. Sabe que volver a enamorar al PPC será difícil luego de que Lourdes Flores revelara su deseo de intentar la presidencia por tercera vez, que esta vez tampoco contará con César Acuña de Alianza por el Progreso (APP), quien también ha decidido postular a la presidencia el 2016, y que Yehude Simon (Partido Humanista) parece dispuesto a retornar al centro-izquierda.
No obstante, el lobo es sobre todo un depredador, y el activismo de PPK es propio de uno en peligro. Recoge firmas febrilmente para inscribir a su partido Perú Más en breve plazo; abre sedes regionales y ficha caudillos locales, aunque para ello deba reclutar a personajes reprochados como el general Edwin Donayre; mantiene una activa presencia en la prensa escrita y radial; es un habitúe de las redes sociales; impulsa un instituto para poner en práctica sus ¿ideas? políticas; y se relaciona con gobiernos locales y regionales a través de su ONG Agua Limpia.
PPK sabe que ubicarse entre Toledo y Keiko, como lo hizo el año 2011, será un desafío muy serio. Para el 2016 el espacio de la derecha y del centro-derecha estará más tugurizado. Fujimori, Lourdes, García, Toledo y Acuña competirán con él liderando maquinarias electorales, con raíces sociales unos más que otros, con iguales o mayores probabilidades de impactar en el electorado. Por esa razón, no extraña su guiño al electorado dispuesto a votar en favor de Susana Villarán.
PPK, no obstante, tiene algunos valores que lo convierten en potencialmente elegible para los grandes poderes económicos y los medios de comunicación que interactúan con ellos. Es un envidiable intermediario mediático entre el mercado y la sociedad con orígenes en la empresa. Al mismo tiempo, es polivalente, práctico y multiusos como lo evidencia su reciente incursión en favor de los exportadores; como dice el antiguo merengue dominicano, es apasionado, bueno y adinerado, no habla con el vecino, no gasta y economiza y todo lo resuelve tranquilo. De todos los presidenciables que podrían garantizar la inalterabilidad del modelo económico, es el más confiable y dispuesto.
Sin embargo, PPK es también portador de un virus que afecta el sistema político y contra el cual se pronuncian crecientemente la sociedad y el mercado. Es una de las expresiones más acabadas de la personalización de la política y de las prácticas de tercerización de los intereses privados en los representantes. Este rasgo no acabará con la inscripción de un partido propio, que se presume será de una militancia acotada. En ese sentido, PPK 2016 será la apuesta más arriesgada de una aristo/tecnocracia que colaboró activamente con cinco administraciones, que ingresaron al Estado como capitanes hasta alcanzar el generalato en este y en el anterior gobierno. Ese grupo, que ya gobierna gran parte del Estado, pretenderá en las siguientes elecciones el poder completo. PPK es su buque insignia, su estandarte y su caudillo.

domingo, 20 de enero de 2013

Los nuevos revocadores

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/los-nuevos-revocadores-18-01-2013
La República
La mitadmasuno
18 de enero del 2013
Juan De la Puente
La revocación de la alcaldesa de Lima surgió como una algarada de la extrema derecha contra una izquierda moderada que había tomado el poder en la capital; se convirtió en realidad cuando el grupo revocador se organizó como una coalición de intereses concurrentes que recogió firmas usando dinero y métodos turbios, apoyándose sobre todo en las fuerzas contrarias a las reformas que Susana Villarán impulsa. Los recientes acontecimientos revelan una transformación de la batalla por Lima, que ha dejado de ser una disputa reforma vs. antirreforma y amenaza con diluir inclusive el antagonismo entre la capital y los intereses particularmente mafiosos de los antiguos revocadores.
La campaña por la revocación se ha convertido en una batalla política de cara al 2016, una suerte de primera vuelta adelantada. A la posición favorable al NO de Ollanta Humala y Alejandro Toledo le han seguido las de Pedro Pablo Kuczynski y Lourdes Flores. A favor de la revocación, tácita o expresamente, se encuentran Luis Castañeda, Keiko Fujimori y Alan García.
El escenario que plantean estos grandes actores y electores altera relativamente el tablero que ofreció la segunda vuelta electoral del 2011, con dos hechos: la oposición formal de PPK y Lourdes Flores a la revocación, y el ingreso del Apra a la campaña por el SÍ de modo oficial, abierto y frontal, con el silencio positivo de García.
Castañeda y Fujimori tienen sobradas razones previas para apoyar la revocación. Sin embargo, el Apra pudo haberse colocado de perfil en esta batalla haciendo uso del abstencionismo ejercido en la última elección de Lima donde no presentó candidato y administrando con solvencia la exposición pública de García, quien ejercía una ex presidencia casi perfecta.
Solo se entiende el ingreso del Apra al campo de batalla por una poderosa razón: la trabajosa búsqueda de una coalición en la que parece, por ahora, no podrá embarcar a PPK y a su partido próximo a inscribirse y al PPC, aunque sí a Castañeda y a otros grupos menores. Esta coalición será tal en la medida en que el Apra derrote a la izquierda, gane a Solidaridad Nacional (cuyo candidato obtuvo 9% en las elecciones del 2011) y neutralice o sobrepase a otros dos potenciales candidatos que disputarán el espacio de la centroderecha, PPK y Lourdes Flores.
El Apra triunfante en Lima con la bandera de la revocación suena como una promesa; la derrota de Villarán y sus aliados potenciarían a García y consolidaría el proceso de centralización de opciones políticas en favor de una gran candidatura. Al contrario, la derrota de los revocadores sería la afirmación de un escenario de relativa fragmentación con varias opciones en la derecha y el centro.
El camino escogido es audaz pero riesgoso, sobre todo por la precariedad del SÍ y la orfandad pública de los antiguos revocadores, chamuscados por denuncias y trapacerías. En pocos días el APRA ha desplazado del liderazgo de la revocación al grupo inicial y se ha convertido en el centro, el eje y emblema del SÍ. A ese ritmo, en el imaginario de la disputa, Susana Villarán podría aparecer compitiendo contra el binomio Castañeda/García con resultados de difícil pronóstico.
Al APRA no le fue bien en Lima en los últimos 20 años; no obstante, en el segundo gobierno de García, la capital le ofreció su respaldo cuando las regiones se enfrentaron a él en episodios cruentos como los de Combayo, Bagua y Moquegua, entre otros. La campaña de las siguientes semanas demostrará si el antiaprismo limeño resucita o es una cosa del pasado.
Por ahora, la precipitación de los grandes actores políticos en la campaña por la revocación juega en favor de Susana Villarán porque permite apreciar que tras el deseo de retirarla del cargo están poderosas razones políticas y no las pretendidas ineficiencias de su gestión; es probable que a pesar del refuerzo que ha recibido el SÍ, será más fácil para el NO disputar una batalla auténticamente política.

martes, 15 de enero de 2013

Congreso: tres escenarios y una salida

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/congreso-tres-escenarios-y-una-salida-11-01-2013
La República
La mitadmasuno
11 de enero de 2013
Juan De la Puente
Los caudillos que en las elecciones del 2011 se impusieron a los partidos políticos y destrozaron la institucionalidad que les quedaba, eligiendo personalmente los candidatos al Congreso, acaban de recibir el vuelto. Los parlamentarios, hijos legítimos del matrimonio entre el voto preferencial y la personalización de la política, se han independizado de las estructuras partidarias más rápidamente que en periodos anteriores y han sometido al actual Congreso a trance casi trágico.
Los componentes de esta etapa de la crisis de representación son dos. En lo externo, la crisis de legitimidad que coloca al Congreso ante respaldos mínimos y la crisis interna, que ha esterilizado al Legislativo al extremo de que las principales leyes aprobadas el año pasado fueron por iniciativa del gobierno.
El caso del bono de representación ha llevado la crisis a extremos; el Parlamento podría haber sido tomado por un grupo variopinto y pragmático que estaría tutelando a una Mesa Directiva débil. Este grupo se ha expresado en las palabras de José Luna Gálvez, actual presidente moral del Congreso, quien ha lanzado un desafío violento y peligroso a los ciudadanos: “Si quieren un buen Congreso páguenle bien, si no revóquenlo”, a sabiendas que ambas cosas no son viables ahora.
El Parlamento va camino a convertirse en la principal fuente de precariedad institucional y sus enemigos históricos ya han señalado entre dientes su alternativa clásica, es decir, cerrarlo. Esta opción antijurídica y golpista es todavía lejana, sobre todo porque el país disiente de ella y porque la sociedad no se encuentra como en el pasado presionada por los imperativos falsamente antagónicos de orden vs. la libertad. Sin embargo, vale la pena reseñarla como una alternativa porque corresponde a una visión de quienes consideran que es perfectamente posible una democracia sin Congreso si ya tenemos una democracia sin partidos.
La segunda opción es el de la cólera ciudadana, legítima pero con escasa perspectiva. Tendremos en adelante la exigencia de que todos los parlamentarios se vayan a su casa inscrita en las reivindicaciones sociales y en los programas políticos. Debe reconocerse, sin embargo, que desde hace 20 años el “que se vayan todos” es casi una realidad en el Perú, un país cuya tasa de reelección de parlamentarios (27%) es la más baja de América Latina, de modo que tres de cada cuatro congresistas elegidos son nuevos y eso no significa, necesariamente, que el Parlamento mejore.
El tercer escenario es el de la reforma democrática que debería estar en manos del mismo Parlamento que, dejando de lado su vocación suicida, tendría que abordar los cambios en el sistema político y de elección de representantes atascados desde el año 2001, particularmente la eliminación del voto preferencial, el financiamiento público de las campañas, las elecciones primarias obligatorias, la alternancia de género en las listas de candidatos, la renovación por tercios o por mitades y la reducción de los distritos electorales para hacer más directa la representación.
Es obvio que este Congreso no abordará por sí mismo esta reforma, de modo que la única salida es la gestación de una iniciativa ciudadana que haciendo uso de los mecanismos de participación política que la Constitución reconoce se dirija al pueblo y recabe de él adhesiones firmadas para presentar proyectos de reforma política en el Parlamento. Es cierto que ello tampoco garantiza que el Congreso se reforme; sin embargo, se habrá iniciado un camino de participación y movilización ciudadana que en el mediano plazo logre resolver la crisis de representación y nos devuelva un mejor Parlamento con congresistas más legítimos. En el horizonte esta es la única salida práctica, viable y democrática que por un lado ataje el empeño autoritario que está sembrando un cierre del Congreso en el largo plazo y, al mismo tiempo, permita un horizonte constructivo a la indignación ciudadana.

viernes, 4 de enero de 2013

Partidos, retorno a las regiones

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/partidos-retorno-las-regiones-04-01-2013
La República
La mitadmasuno
4 de enero de 2013
Juan De la Puente
Este año será preelectoral, a pesar de que las candidaturas a las elecciones regionales y municipales recién serán definidas en el primer semestre del 2014. Varios hechos convertirían estos meses en cruciales: el anuncio de la adopción de un mecanismo para concretar el financiamiento público de los partidos, los cambios a la Ley de Partidos y la probable alteración del número de firmas requeridas para la legalización de los grupos políticos. Esta etapa será también escenario de un debate mucho más dinámico sobre el conjunto de la reforma política.
En ese contexto convendría que los partidos nacionales celebren un pacto cuyo propósito sea retornar a las elecciones regionales y locales y no repetir el abandono de esta competencia como en las elecciones del 2006 y 2010. No habrá ninguna esperanza para la reconstrucción del sistema de partidos si junto con las normas que se proponen los partidos nacionales no concretan una firme voluntad de participación, competencia y presencia en el territorio de la República. La primera interrogante de cara a las elecciones regionales y municipales del 2014 es si se frenará la disolución de los partidos fuera de Lima.
El divorcio entre la política nacional y regional/local es creciente. En las elecciones del 2006, los partidos ganaron en 88 (45%) de las 195 provincias, en un proceso en que ya se advertía el avance de los movimientos regionales, los que se hicieron de 74 alcaldías provinciales (38%). En tanto que los movimientos provinciales ganaron 25 alcaldías (8%) y las alianzas electorales 18 (9%). Ese año los partidos nacionales todavía resistían en los distritos, ganando en 839 (51%) de los 1.615 donde hubo elecciones, en tanto que los movimientos locales y provinciales ganaron en 158 (10%), las alianzas electorales en 155 (10%) y los movimientos regionales en 463 (29%).
En las elecciones del 2010, los partidos retrocedieron notablemente, ganaron solo 53 de las 195 provincias, las alianzas electorales en 15, los movimientos locales en 26 y los movimientos regionales más que 100 provincias. Ese mismo año, los partidos solo ganaron en 489 distritos y los movimientos regionales en más de 1.000.
Es también evidente la debilidad de los partidos en los gobiernos regionales. En las elecciones del 2010, el Apra, Somos Perú y Acción Popular ganaron cada uno una región y Alianza para el Progreso 2. Las otras 20 regiones fueron ganadas por los movimientos regionales. No obstante, solo 2 de los presidentes regionales (La Libertad y Lambayeque) se relacionan con su partido nacional.
La necesidad de que los partidos pacten su retorno a las regiones y municipios, no implica una crítica descalificadora de los movimientos regionales. Algunos de ellos, como el de San Martín, para citar un caso, constituyen una vocación de partido regional. La mayoría, sin embargo, resume el mismo vicio caudillista de los partidos nacionales a lo que se suma una falta de visión nacional de la política. En otro ángulo, son élites y son nuevas en el poder regional y local, pero no en la política; sus líderes han pertenecido a partidos nacionales o participado en el proceso político y por tanto cuentan con experiencia previa. También debe repasarse la formación de mayorías. En las elecciones del 2002, solo en 3 regiones los ganadores superaron el tercio de votos. Las elecciones del 2006 y 2010 han ratificado esa tendencia conduciendo a la segunda vuelta regional.
La necesidad de un pacto para retornar el escenario regional y local es parte de la reforma política y va en una dirección distinta al reciente proyecto de ley presentado por el PPC para elevar el número de firmas requerido para los movimientos regionales. En una versión del perro del hortelano electoral, los partidos no pueden impedir la política regionalista si es que no se proponen un ejercicio nacional partidario. Sería riesgoso que la ley fomente un enfrentamiento entre política regional y nacional. En cambio, el camino para un acuerdo de participación está abierto.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Vacas gordas, vacas flacas

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/vacas-gordas-vacas-flacas-28-12-2012
La República
La mitadmasuno
28 de diciembre 2012
Juan De la Puente
Vía su máximo representante, la CONFIEP ha celebrado como todos el estimado de crecimiento de la economía el año 2013 y ha pedido al mismo tiempo realizar las pequeñas reformas porque “la gran reforma tiene muchos años en el tintero”. Entre una y otra afirmación advierto una apreciable distancia, entre el regocijo de la contemplación económica y el abandono del cambio sustantivo, una inexcusable rendición frente a retos que si no se abordan en la época de las vacas gordas tendrán que hacerse con dolor cuando lleguen las vacas flacas.
No es el único caso de preferencia del camino fácil en lugar de las grandes batallas. Gana Perú ha propuesto al cierre de la legislatura un cambio constitucional para aumentar el número de congresistas a 145, repartiendo los 15 nuevos escaños entre las regiones amazónicas. Pocos dudan de que la Amazonía peruana necesita una mayor presencia en el Parlamento; sin embargo, es el Perú el que atraviesa el serio problema de subrepresentación con 150 mil electores por cada congresista, de modo que el parche sugerido implica una evasión frente a la batalla por la gran reforma de la modificación de los distritos electorales y la reinstalación del bicameralismo.
Un tercer ejemplo del facilismo es la iniciativa de ley de la Alianza para el Gran Cambio, teóricamente para fortalecer a los partidos políticos, duplicando el número de firmas requeridas para la inscripción de los movimientos regionales y locales, a los que se les solicitaría el 6% de adherentes del padrón electoral de su circunscripción. Así, por la vía de la anulación de los movimientos en las regiones y municipios se pretende que los partidos recuperen su vigencia, en lugar de abordar con decisión el debate de una reforma política de gran calado.
Las previsiones indican que el Perú no tendrá en los próximos cuatro años problemas de crecimiento, salvo gravísimas externalidades. La información disponible también revela otras fortalezas macro, particularmente el flujo en la inversión extranjera, la disminución de la deuda pública como porcentaje del PBI y el aumento de las reservas internacionales y del ahorro público. Al mismo tiempo es también significativa la reducción global de la pobreza al 27,8% y la ligera reducción de la desigualdad.
La prédica de los shocks a los que nos hemos introducido en las últimas semanas huele precisamente a respuestas coyunturales a problemas estructurales. Es el caso de la demanda del retiro de controles a la inversión privada que amenaza devorarse la Ley de Consulta Previa, las competencias de los gobiernos locales y regionales y la naciente institucionalidad ambiental.
Sería un error apuntar que los problemas del país no son de corto plazo. No obstante, las grandes reformas que se resisten a asumir los actores públicos relacionan impostergablemente el corto y largo plazo. El cómodo respaldo con el que cuenta el gobierno debería servir para trazar algunos cambios de fondo.
En el terreno social los dos más importantes han sido identificados: universalizar las políticas sociales superando la matriz actual basada en la focalización y acelerar la distribución de los beneficios del crecimiento reformando los patrones de inversión pública, un cambio que incluye el sistema de licitaciones y compras públicas y la profundización de la descentralización, a contracorriente de los llamados a la recentralización realizados recientemente.
En el terreno político la reforma nos desafía a grandes respuestas, anotadas desde varios estudios, como más sistema de partidos, más Congreso, más representación, más legitimidad de la representación y más poder de los representados, contra la lógica que pretenden sugerir algunas campañas: Parlamento débil, partidos precarios y representantes ilegítimos.
No nos sobra crecimiento pero nos falta espíritu de reforma, una carencia atribuible principalmente al liderazgo político cuyo facilismo comparten la empresa y los medios. En aras del futuro, precisamente, es preciso evitar la rendición.

viernes, 21 de diciembre de 2012

¿Por qué sube Humala?

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/por-que-sube-humala-21-12-2012
La República
La mitadmasuno
21 de diciembre 2012
Juan De la Puente
El presidente Humala terminará el año con 50% de aprobación de acuerdo a la reciente encuesta de GfK publicada por La República. Desde setiembre, su respaldo ha trepado 13 puntos y 14 desde que en julio decidiera cambiar el Gabinete Valdés, el de la mano dura. Es también estimable que luego de varios meses la aprobación supere a la desaprobación (42%).
La pregunta obligada es por qué sube Humala. El sondeo entrega solo algunas pistas en la línea de que son varias razones y no solo una. Las dos más apreciables son que el Jefe de Estado capitaliza el excelente resultado económico con el que termina este año: 6,3% de crecimiento en lugar del 5,5% inicial y 7,5% de aumento de la demanda; y el momento de unidad nacional que significó la presentación del alegato peruano en La Haya. En conjunto, las relaciones exteriores, los programas sociales, el fomento del empleo y el manejo de la economía son las áreas mejor evaluadas del gobierno, criticadas por porcentajes bajos, de entre el 14% y 26%.
El análisis se complica porque el aumento del respaldo presidencial no se relaciona con el movimiento en alza de otros indicadores de opinión pública. El gobierno es desaprobado con altas cuotas en la lucha contra la delincuencia, el narcotráfico y el terrorismo. Y tampoco mejora la percepción sobre el manejo de la educación y la salud. El único indicador que se ha movido seriamente, no obstante, es el de los conflictos; en julio, un escaso 10% aprobaba el manejo gubernamental de los conflictos sociales contra el 51% que lo cuestionaba. En diciembre y luego de las huelgas de octubre, lo aprueba el 20%, el 28% lo desaprueba y el 46% lo considera regular.
La relativa paz social lleva ya más de dos meses, el gobierno ha podido dormir el conflicto por el proyecto Conga y ha salido hasta ahora airoso de la reforma salarial y pensionaria de las FFAA y de la PNP. Luego, con la ayuda del Parlamento le ha dado un curso a la Ley de la Reforma Magisterial, al Gasoducto del Sur y a la certificación ambiental de la explotación de los recursos naturales vía la aprobación de la ley que crea el SENACE.
En el respaldo presidencial también importa la incidencia de la oposición; Alejandro Toledo tuvo al frente a Alan García, y este tuvo como opositores a Ollanta Humala y a Toledo. En cambio, Humala presidente tiene hasta ahora el silencio de García, el apoyo rezongón de Toledo y la oposición intermitente y focalizada de Keiko Fujimori. Y lo más importante para los efectos de la calle: el gobierno no enfrenta una oposición férrea de los medios, de los movimientos sociales, de la izquierda y de los presidentes regionales, una ausencia que conduce a otra interrogante: ¿El 32% que votó por Gana Perú en la primera vuelta habrá ya consentido el giro de Humala?
Este escenario se ve impactado por una campaña que va tomando forma y que propone remover las trabas que impiden la inversión privada; entre estas aparecen en la primera línea la consulta previa y la fiscalización ambiental, con lo que el mensaje es claro: desandar el camino recorrido, un movimiento que puede devolvernos a la confrontación y a los conflictos cruentos. Habría que recordar que según la Defensoría del Pueblo, de los 168 conflictos activos, 128 son de carácter ambiental (76%).
Esta campaña es extraña aunque explicable; un sector del país considera que ha llegado el momento de imponerle al gobierno una nueva agenda y forzar una vuelta de tuerca en la perspectiva de reducir la presencia del Estado frente al mercado, un error muy grueso.
Las trabas que se requieren remover son aquellas que retrasan la inversión desde la cultura burocrática y de la falta de gestión y no desde la regulación o del reconocimiento de derechos sociales. No deberíamos equivocar el debate ni abandonar la perspectiva de la inclusión; la discusión que necesitamos ahora es cómo encarar el retraso de la inversión pública y de los salarios de los trabajadores públicos, la universalización de los derechos y la reforma para una mayor equidad.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Acabar con la maldición, ya

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/acabar-con-la-maldicion-ya-14-12-2012
La República
La mitadmasuno
14 de diciembre 2012
Juan De la Puente
El Ejecutivo ha remitido al Congreso el proyecto de ley N° 1779 que propone eliminar el voto preferencial en la elección de congresistas e incorporar la alternancia de género en las listas parlamentarias, regionales y municipales. Esta iniciativa se suma a otros proyectos que se debaten en la Comisión de Constitución del Congreso sobre estos y otros temas vinculados a la actividad partidaria. Tratándose de un proyecto del gobierno implica la toma de posición del oficialismo respecto de un tema capital de la reforma política y acerca al Parlamento y al país a una discusión fundamental sobre los partidos, el rol de las mujeres en la política y la calidad de la democracia.
La eliminación del voto preferencial es un desafío complejo. En países con sistemas de partidos fuertes crece la demanda por la supresión de las listas cerradas. En el Perú, sin embargo, el voto preferencial opera como una maldición del sistema político porque debilita a los partidos e introduce cada vez más dinero en las campañas electorales. La personalización de la política y la privatización de la representación no podrán ser revertidas o acaso atajadas si persiste este perverso mecanismo de elección.
Si fracasa la eliminación del voto preferencial tendremos democracia plutocrática para rato. El adjetivo suena paradójico pero desde 1985 el dinero personal es un elemento decisivo de la formación de la representación y en la últimas dos elecciones también el dinero privado/ empresarial. Por esa razón, será difícil, aunque no imposible, que la mayoría de los actuales parlamentarios, hijos del voto preferencial, respalden la supresión de este sistema. Es probable que los partidos organizados aprueben una decisión colectiva previo debate; sin embargo, debe anotarse que buena parte de los actuales legisladores ostentan el título de invitados, una especie de fichaje en una apreciable cantidad de casos debido a su poder económico, propio o prestado.
Se afirma que entre los resistentes a la supresión del voto preferencial se encuentran las 28 parlamentarias. Varias de ellas han señalado que la elección por lista cerrada implicará mayor postergación de género en el Parlamento. Se entiende esta postura sobre todo en el caso de esforzadas militantes de la política de trayectoria impecable en sus partidos y en la sociedad. Sin embargo, debe precisarse que el voto preferencial también redujo la presencia de mujeres congresistas y solo la aprobación de la ley de cuotas para las elecciones del año 2000 permitió incrementar el número de mujeres en el Parlamento. En esa medida, esta podría ser la oportunidad de superar la cuota de mujeres del 30% por la del 50%. En todo caso, en el debate no debería quedar la sensación de que la representación de las mujeres en los cargos de elección popular se garantiza debilitando a los partidos, en una dinámica género vs. partidos.
La eliminación del voto preferencial y la conservación del principio de la alternancia no es la única medida de reforma política. En este punto, inclusive, algunos especialistas recomiendan que se conviertan en obligatorias las elecciones primarias en los partidos, organizadas por la ONPE (Fernando Tuesta) y se adopten normas que impidan el abuso de las cúpulas partidarias y garanticen los derechos de los militantes. Entre las medidas necesarias y urgentes también se encuentran la reposición del Senado, el financiamiento público de los partidos, el cambio en los distritos electorales y la reducción de la fragmentación en el ámbito local. Sin embargo, estos cambios pueden empezar por lo que ahora asoma como lo real y posible.
Al abrirse este debate, por primera vez en 20 años, es conveniente que la discusión no se limite al Parlamento. Es una oportunidad valiosa para que la sociedad civil y particularmente los medios de comunicación demuestren que junto a las críticas a los políticos existe un fuerte compromiso por la reforma. Importan los partidos porque importa la política.

viernes, 7 de diciembre de 2012

La hora de Torre Tagle

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/la-hora-de-torre-tagle-07-12-2012
La República
La mitadmasuno
7 de diciembre de 2012
Juan De la Puente
De cara a la fase oral en el litigio marítimo con Chile en La Haya, la cancillería ha logrado la cohesión nacional en torno a un tema de Estado exponiendo el comportamiento solvente de una diplomacia reconocida en la región por su eficacia y audacia. Este resultado debe ser explicado desde las políticas y desde los actores, es decir, desde la estrategia escogida a inicios del actual gobierno para enfrentar el tramo final del proceso de La Haya.
En esta estrategia le cabe un papel fundamental al canciller Rafael Roncagliolo, un radical concertador que ha llevado a la política exterior su perseverante búsqueda del consenso y del diálogo político. A esta visión se debe sobre todo la vocación de continuación del equipo designado en el anterior gobierno, plasmada en la permanencia en funciones del agente peruano, el ex canciller Allan Wagner, y en la incorporación como coagente de José Antonio García Belaunde, ex canciller de un gobierno al que se opuso el actual partido gobernante que, sin embargo, fue convocado en ejercicio de amplitud y madurez. Torre Tagle también se preocupó por allanar el camino para la incorporación al equipo de La Haya del ex canciller Manuel Rodríguez Cuadros y confirmar al valioso equipo de especialistas peruanos y extranjeros en un signo de coherencia.
Los resultados exitosos de Torre Tagle no se reducen a La Haya; la política exterior peruana comprende elementos heredados de los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García que la actual diplomacia ha sabido conservar, desplegar y proyectar como logros de una década democrática, potenciando aspectos cruciales como la integración profunda con Bolivia y Ecuador, la asociación preferencial con Colombia y Venezuela, y la alianza estratégica con Brasil.
Torre Tagle ha construido asimismo en poco tiempo un activo liderazgo peruano en UNASUR, concebido como un espacio de influencia de un país crecientemente vigoroso a razón del auge económico que experimenta y del entendimiento de su papel en la región. A esta percepción se debe la recuperación de la relación con Argentina y la elevación de la asociación estratégica con Chile a un nivel más alto a pesar del litigio de La Haya, fortalecida por la mutua pertenencia a la Alianza del Pacífico y la práctica de un multilateralismo más activo.
La actual política exterior peruana ha sido criticada por dos grandes giros que protagoniza Torre Tagle que sin embargo están rindiendo sus frutos. El primero es su enfoque de las relaciones con EE.UU. desde una perspectiva de asociación con autonomía, es decir, una activa cooperación en el ámbito financiero, en la lucha contra el terrorismo y contra las drogas, reservándonos una visión propia del mundo y de las relaciones en la región. En esa perspectiva, no debe extrañar que el Perú haya continuado respaldando la demanda para que cese el bloqueo contra Cuba, no se haya plegado a las campañas contra la izquierda latinoamericana y haya votado recientemente a favor de Palestina en las NNUU. Al mismo tiempo, el Perú no se ha integrado a ningún bloque ideológico regional.
El otro giro es el activo respaldo a la reivindicación argentina de Las Malvinas, convertida en una bandera latinoamericana más allá de la posición frente al gobierno de Cristina Kichner, una conducta que le dio al país reconocimiento, autoridad y prestigio. A la distancia, se aprecia ahora como irresponsable la crítica alborotada de algunos sectores internos de la negativa del Perú al ingreso de la fragata inglesa Montrose a aguas territoriales en plena tensión entre Argentina e Inglaterra.
En la perspectiva de los balances a futuro, es probable que no sean recordados los episodios menudos, mezquinos o escandalosos. Es seguro que se recordará a una cancillería que supo transferir con inteligencia a la política exterior el resultado económico y político interno recuperando el prestigio perdido en los años de la violación de los DDHH y la afectación de los estándares democráticos.

martes, 4 de diciembre de 2012

La olla de cristal. Mirko Lauer

http://www.larepublica.pe/04-12-2012/la-olla-de-cristal-nuevo-libro-de-mirko-lauer
El acto se llevó a cabo en el Salón Paracas del Swisshotel ante un nutrido público que abarcó tanto a destacados chefs como a estudiantes de las numerosas academias y escuelas de gastronomía limeñas. Una detallada nota de Federico de Cárdenas
 
Francisco Sagasti, Mirko Lauer, Johan Leuridan, J. De la Puente y Luis Delboy.
El panel estuvo presidido por Johan Leuridan, decano de la facultad de Comunicación, Turismo y Psicología de la U. San Martín de Porres, y por Juan de la Puente, director del Fondo Editorial de dicha casa de estudios, quien hizo referencia a las varias decenas de publicaciones realizadas este año, en el marco de la conmemoración del 50 aniversario de la USMP –que se cerró con la presentación de este libro– y dedicó sentidas palabras a los chefs recientemente fallecidos en un terrible accidente carretero en Ayacucho.
A continuación tomó la palabra el investigador Francisco Sagasti, quien hizo un análisis del libro a partir del estudio introductorio y de algunas de las once entrevistas efectuadas por el autor con algunos de los principales protagonistas de la revolución gastronómica peruana, en la cual destaca que esta se había dado en una confluencia que había abarcado tanto la alta cocina como la cocina popular y que se había tratado de un crecimiento continuo y sin resistencias, que había logrado imponer a la gastronomía como parte de nuestra identidad plural.
Al autor firmando los ejemplares, luego de la presentación
También resaltó que este auge no se encontraba desprovisto de paradojas, como el darse en un país que no ha resuelto los problemas de malnutrición y hambre de una parte de su población. Pasó luego a contrastar la imagen favorable que por doquier genera la gastronomía, la que no logra ser emulada por la actividad minera, pese a que proporciona utilidades muy superiores (en 400%, mencionó) a aquellas derivadas de la cocina.
Habló luego de las actividades paralelas que se desarrollan en relación al auge culinario, como el turismo gastronómico, que conviene incrementar, y sostuvo que en caso de la gastronomía estamos ante una actividad que tiene aún campo para crecer en los próximos 30 años, aunque se preguntó si los 50.000 estudiantes que concurren hoy a los institutos y escuelas podrán encontrar espacio en el mercado.
También de explayó sobre el caso de la quinua, cuyo auge como producto de exportación tradicional ha provocado su desaparición de la mesa familiar en Bolivia, al quedar fuera de alcance del menú familiar por su alto precio. Al final de su intervención hizo entrega a Mirko Lauer de un estudio sobre plantas de la culinaria inca cuyo empleo se ha perdido hoy.
LUIS DELBOY
Amigo de infancia del autor, Delboy mantiene un seguido blog sobre temas culinarios. Destacó la diversidad de puntos de vista recogidos en el libro y dijo que con las entrevistas Lauer había rescatado su antiguo oficio de periodista incisivo, el mismo que le había permitido tratar temas de fondo con los once protagonistas con quienes mantuvo diálogo.
Dijo también que uno de los problemas que enfrentamos en el Perú en la diferencia entre lo que se produce y lo que se cocina, una distancia que apenas había comenzado a descontarse con ensayos imaginativos como la introducción, por algunos meses, del empleo de distintas variedades de papas nativas en los restaurantes. Pues de nada nos sirve –agregó– contar con 1.800 variedades si solo utilizamos unas cuantas.
Finalmente añadió que veía a La olla de cristal como la primera entrega de una investigación en curso y que debería continuar en los próximos años. Y recomendó a los lectores del libro iniciarlo por su segunda parte, es decir, por las entrevistas, para luego pasar al estudio introductorio, que las emplea como insumo y enriquece.
MIRKO LAUER
El autor comenzó agradeciendo a los panelistas y dijo que no había pensado hacer uso de la palabra, pero que se había animado a algunos rápidos comentarios. De La olla de cristal dijo que se trataba de su tercer libro sobre gastronomía y que efectivamente formaba parte de una investigación en curso, pero que sospechaba que su continuación tardaría en llegar. Lo anterior se fundamenta –dijo– en que los cambios generados por la revolución gastronómica han tomado tal rapidez que hacen imposible seguirlos desde un libro y requieren de nuevos instrumentos.
Mirko Lauer, Gastón Acurio y Juan De la Puente
Remontándose únicamente a 2006, cuando inició la investigación para este último libro, dijo que desde entonces las franquicias se han convertido en una ola imparable de la cocina peruana; hizo también referencia al caso de Mistura y la enorme influencia que ha alcanzado en años recientes. Pese a estos cambios, concluyó, el espacio para la investigación sobre la gastronomía sigue siendo inmenso y que no duda de que se trata de un tema que ha llegado para quedarse por muchos años.
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La nota en WillaxTV (aquí).
 

viernes, 30 de noviembre de 2012

Natalia en las alturas

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/natalia-en-las-alturas-30-11-2012
La República
La mitadmasuno
30 de noviembre
Juan De la Puente
 
La violencia y, en general, los malos tratos en la escuela causan la justa indignación ciudadana. Los medios ponen atención con frecuencia en los profesores que, usando la decimonónica pedagogía violenta, reemplazan la persuasión y la motivación por el grito y el miedo, cuando no por el castigo. Asimismo, la sociedad ha empezado a denunciar el maltrato infantil en el hogar aunque todavía persiste esa odiosa cultura de que “nadie más que yo puede tocar (pegar) a mis hijos”.
Pero Natalia Málaga ha sido elevada a las alturas en pocos días merced a la clasificación a campeonatos internacionales de dos equipos nacionales de vóleibol que dirige. La entrenadora criticada por su pedagogía violenta se ha convertido en el paradigma de la enseñanza deportiva y a ella se le adjudica todo el éxito. Con escasa sutileza se disculpa su pedagogía con eufemismos como “estilo particular” o “motivación especial”. Otros alaban abiertamente la necesidad de entrenar/enseñar con “mano dura” en tanto algunos ingresan a la antología: “A las chicas les gusta y se lo agradecen”; “Natalia haz lo que quieras”; “que putee, total clasificamos”; o “que meta cachetadas, si vamos al mundial”.
El resto del trabajo se hace desde la tradicional adulación y por su estirpe más alta, es decir, la prensa y los políticos que siguen aplicadamente el consabido Manual de Santificación de Entrenadores, usado la última vez cuando la selección peruana obtuvo el tercer lugar en la Copa América, en julio del 2011. En aquella oportunidad se festejaron las salidas de tono del entrenador Sergio Markarián, al que se le adjudicó todo el éxito del equipo. No es historia nueva, luego del famoso partido entre las selecciones de fútbol de Argentina y Perú en 1985, donde el peruano Luis Reyna anuló a D. Armando Maradona con métodos vedados, se desató una euforia agresora. Aquella vez César Hildebrandt desafió los vítores con un valiente artículo, “Elogio a la patada”.
Podríamos quedarnos con la idea de que en el Perú las tribunas aplauden lo que sea y que una derrota devolverá a la entrenadora al club de los mortales criticados. Sin embargo, los conceptos vertidos en este caso alcanzan la cultura de la sociedad. Nuevamente se advierte la masiva fascinación por la mano dura y la subordinación de los fines a los medios. Puede entenderse que desde ese pragmatismo buena parte de la población postule el famoso “que robe pero que haga obra”.
Particularmente, no deseo que ella o profesores/entrenadores portadores de esa pedagogía instruyan a mis hijos. Creo peligroso un modelo que considera que el entrenador/docente no necesita capacitarse, que un equipo deportivo es un ejército y que a la cancha hay que salir a matar. La escuela y el deporte están llenos de éxitos conseguidos con la humillación de los dirigidos, donde el que instruye se toma derechos ilimitados sobre los instruidos.
La legitimación de la violencia verbal es parte de la legitimación de la violencia general y del autoritarismo. El 2006, una vasta encuesta a 11 mil personas de 5 mil hogares, en 221 distritos del Perú, realizada por el PNUD para el informe “La Democracia en el Perú” encontró que el 30% creía que la violencia es necesaria para “hacer respetar” la autoridad, porcentaje que alcanzaba al 40% en Cusco, Apurímac, Madre de Dios y en la sierra central. En las mismas zonas, sin embargo, el 40% cree que la violencia es también necesaria para defender al pueblo, se supone del Estado. Según el estudio, el 36% refería que en el hogar donde se formó, el padre imponía las decisiones a golpes, cifra que en los departamentos de la sierra y AmazonÍa bordeaba y superaba el 50%. Más penoso fue saber que en ese momento, el 60% de los entrevistados se declaraba de acuerdo con el castigo físico.
Parece que esta realidad ha cambiado poco. Quienes creen que esto es solo deportivo deberían recordar que no se puede construir democracia desde una cultura autoritaria.