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miércoles, 29 de enero de 2014

Fallo de La Haya es un triunfo. No es salomónico

Declaraciones al programa Ideéleradio de Radio San Borja
28 de enero de 2014
http://www.ideeleradio.org.pe/web/wNoti.php?idN=8986&tip=principal

Ideeleradio.- El fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya que define un nuevo límite marítimo entre Chile y Perú no es salomónico, es un triunfo para el país, afirmó el analista Juan De la Puente, tras considerar que esa resolución se debe analizar desde una perspectiva estratégica, histórica y política.
“Cuando uno va a una corte, sea por razones estatales o privadas, plantea una reclamación y, obviamente, espera ganar, sino no pediría a un tercero el pronunciamiento. Y un tribunal de justicia dio un veredicto, en este caso la corte de La Haya, y, evidentemente, en gran medida ha logrado satisfacer las demandas territoriales de Perú, y desde ese punto de vista hemos ganado”, señaló en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“Yo incluso cuestionaría el concepto salomónico, porque este concepto se adjudica a un bien en disputa que el juez intenta [beneficiar a todos]. Yo no aplicaría el concepto salomónico, este es un fallo muy favorable al Perú, desde ese punto de vista es un triunfo”, puntualizó.
Fuimos por soberanía y no por derechos de pesca
El analista descartó, en ese sentido, que la sentencia deje al país un sabor agridulce porque no acudimos a La Haya por derecho de pesca, sino para reivindicar territorios y soberanía. Pidió al Perú que no imite la postura chilena que centra su posición en minimizar la pérdida de territorio marítimo en base al aprovechamiento económico de la zona.
“He escuchado voces un poco pesimistas, que dicen que Chile ha conseguido 80 millas paralelas y, luego,  el resto equidistancia como que esto nos deja un sabor agridulce. Yo quiero descartarlo, pasaríamos a la historia como el único país de la tierra que va a un tribunal internacional, que consigue el 70% y la gente cree que ha perdido”, declaró.
“Desde la perspectiva histórica y estratégica, el Perú no fue por derecho de pesca a La Haya, fue a reivindicar territorios, soberanía y derechos. Si es que en el razonamiento de la Corte y el razonamiento de la parte chilena hay una valoración tan excesiva respecto al beneficio o no de los pescadores, nosotros no podemos imitar esa lógica”, manifestó.
Ninguna región tiene mar propio
Finalmente, consideró que se debe tomar en cuenta que el mar peruano es uno solo, ya que ninguna ley atribuye un “mar propio” a determinada región, al hacer referencia al malestar de Tacna. Remarcó que el fallo debe ser visto desde una perspectiva estratégica, histórica y política.
“Tenemos en el 52 y el 54 acuerdos de pesca con Chile y, finalmente, el Estado Peruano tiene la obligación de indemnizar y ayudar a aquellas poblaciones que podrían sentirse no beneficiadas, pero que quede claro que hemos ido por reivindicaciones territoriales”, aseveró.
“He escuchado conceptos como que Moquegua tiene más mar que Tacna, perdón, el mar es un solo. Ninguna ley peruana, la Constitución o la ley de regionalización señalan que alguna de las 10 regiones con litoral del Perú tiene un mar propio, entonces hay que razonar desde una perspectiva estratégica, histórica y política”, concluyó.
Reconoce labor del Servicio Diplomático  
La sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el diferendo marítimo entre Perú y Chile favorecerá la popularidad del presidente de la República, Ollanta Humala, estimó el analista político, tras resaltar el rol que cumplió el Servicio Diplomático y, en particular, la labor del excanciller Rafael Roncagliolo en la ratificación del equipo jurídico del Perú en La Haya.
“Es evidente que esto favorece al presidente Humala y para un sector él es un primer ganador en términos personales. No obstante, sería injusto no reconocer que este es un proceso por el cual han atravesado tres presidentes, Toledo, García y Humala y más una institución como la Cancillería y, en esto, en los reconocimientos, no tendríamos que ser mezquinos y [habría que reconocer el trabajo] del Servicio Diplomático del Perú y de los cancilleres que hemos tenido”, declaró en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“Yo creo que el excanciller Rafael Roncagliolo jugó muy bien las cartas de la continuidad, porque en la segunda vuelta electoral jugaron contra Humala y ya de cara al futuro, Humala tuvo el gesto republicano, y en eso Roncagliolo jugó un papel importante de plantear una línea de continuidad, ratificar a la gente y poner como coagente al canciller del gobierno anterior [José Antonio García Belaunde] y vestir mejor el equipo jurídico en La Haya, incorporando también al ex canciller Manuel Rodríguez Cuadros”, puntualizó.
“Hay un momento que es político y emocional que durará aproximadamente dos semanas o tres semanas, pero creo que en esta etapa lo más importante es sentirse más que triunfadores, digamos satisfechos. No vaya a pasar como en otros episodios; ayer viendo un poco la televisión me pareció que era un poco así, que los chilenos estaban haciendo los esfuerzos por no sentirse perdedores, y muchos peruanos estaban haciendo los esfuerzos para no sentirse ganadores, lo cual me parece esquizofrénico”, expresó.
“Hay una segunda parte que es la parte de ejecución del fallo y en esa es una parte que también requiere unidad nacional. Nosotros hemos tenido en este tema diez meses de dura guerra política, una alta polarización y hemos logrado aislar con mucho esfuerzo una especie de consenso para este asunto”, acotó.

viernes, 24 de enero de 2014

Heraldo Muñoz, el nuevo canciller chileno y el Perú

El designado canciller chileno Heraldo Muñoz, que iniciará sus funciones el 11 de marzo con el gobierno de la Presidente Michelle Bachelet es un sagaz político y un hábil conocedor del Perú. Su relación con nuestro país data de los años 70 cuando en su condición de dirigente del Partido Socialista tomó contacto con organizaciones de la izquierda peruana en el marco de la lucha contra la dictadura de Pinochet. Hasta 1986 fue secretario de relaciones internacionales del Partido Socialista, luego fundador del Partido por la Democracia (PDPD) junto a Ricardo Lagos, y miembro del comando ejecutivo del No en el plebiscito de 1988.
Durante los gobierno de la Concertación desempeñó cargos que siempre lo tuvieron cerca de las relaciones peruano/chilenas. Fue Ministro Secretario General del Gobierno (2002-2003) y antes Subsecretario de Relaciones Exteriores (2000-2002), en el gobierno de Lagos. También fue embajador de Chile en Brasil (1994-1998) ante la OEA (1990-1994) y ante las NNUU (2003-2010).
Desde mayo del 2010, fue Subsecretario General de la ONU y jefe para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En esa condición vino varias veces al Perú; una de ellas fue como representante del Secretario General de NNUU Ban Ki-moon a la toma de posesión del Presidente Ollanta Humala el 28 de julio del 2011. Con el Presidente Humala se ha reunido varias veces y ha compartido con él actos públicos. Tuvo igualmente una relación cercana con el canciller Rafael Roncagliolo.
Poco antes de la segunda vuelta electoral del 2011, Muñoz salió al paso de las visiones catastrofistas que auguraban que un triunfo de Humala llevaría al Perú al regazo de Hugo Chávez, Durante un viaje a España declaró que no se debería descartar que el entonces candidato nacionalista Humala pueda convertirse en el “Lula” peruano. Dijo que no creía que las elecciones peruanas puedan tener un “efecto particular” en las relaciones y equilibrios políticos de los países de Sudamérica y aseveró que lo que hay en América Latina es diversidad.
En noviembre del 2012, participó en Lima en la presentación del Cuaderno la Protesta Social en América Latina, documento elaborado por el Proyecto de Análisis Político y Escenarios Prospectivos (PAPEP) de PNUD. Allí dijo que el conflicto social no es negativo y que detrás de estos conflictos hay deterioros reales de la calidad de vida de la gente, que tiene que ver con postergaciones, como la educación, por ejemplo, la carga histórica de la desigualdad.
También estivo en Lima en noviembre del año pasado para presentar el Informe Regional de Desarrollo Humano (IDH) 2013-2014 "Seguridad Ciudadana con rostro humano: diagnóstico y propuestas para América Latina. En esa oportunidad cuestionó las políticas de “mano dura” contra el crimen y dijo que cada país se necesita un Acuerdo Nacional por la Seguridad Ciudadana en el que participen desde los gobiernos y los partidos políticos a la sociedad civil, de modo que la seguridad no se vea politizada y se transforme en una política de Estado.
Muñoz es el canciller ideal para este momento de la política internacional chilena que sin duda será jalonada por el fallo de La Haya, el 27 de este mes. Es un negociador hábil y se relaciona con facilidad con las diversas tendencias de la política regional. Junto a José Miguel Insulza son los chilenos más experimentados en la política internacional; fue facilitador de las consultas sobre la reforma del Consejo de Seguridad (2007-2008) de las NNUU y Presidente del Consejo de Seguridad de la ONU (2004). En el Consejo de Seguridad, también presidio el Comité de Sanciones contra Al Qaeda y los Talibanes (2003-2004). En febrero de 2009, Ban Ki-moon lo nombró Presidente de la Comisión de Investigación sobre el asesinato de la ex-Primera Ministro de Pakistán Benazir Bhutto, responsabilidad que ejerció hasta su término el 15 de abril de 2010.

viernes, 7 de diciembre de 2012

La hora de Torre Tagle

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/la-hora-de-torre-tagle-07-12-2012
La República
La mitadmasuno
7 de diciembre de 2012
Juan De la Puente
De cara a la fase oral en el litigio marítimo con Chile en La Haya, la cancillería ha logrado la cohesión nacional en torno a un tema de Estado exponiendo el comportamiento solvente de una diplomacia reconocida en la región por su eficacia y audacia. Este resultado debe ser explicado desde las políticas y desde los actores, es decir, desde la estrategia escogida a inicios del actual gobierno para enfrentar el tramo final del proceso de La Haya.
En esta estrategia le cabe un papel fundamental al canciller Rafael Roncagliolo, un radical concertador que ha llevado a la política exterior su perseverante búsqueda del consenso y del diálogo político. A esta visión se debe sobre todo la vocación de continuación del equipo designado en el anterior gobierno, plasmada en la permanencia en funciones del agente peruano, el ex canciller Allan Wagner, y en la incorporación como coagente de José Antonio García Belaunde, ex canciller de un gobierno al que se opuso el actual partido gobernante que, sin embargo, fue convocado en ejercicio de amplitud y madurez. Torre Tagle también se preocupó por allanar el camino para la incorporación al equipo de La Haya del ex canciller Manuel Rodríguez Cuadros y confirmar al valioso equipo de especialistas peruanos y extranjeros en un signo de coherencia.
Los resultados exitosos de Torre Tagle no se reducen a La Haya; la política exterior peruana comprende elementos heredados de los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García que la actual diplomacia ha sabido conservar, desplegar y proyectar como logros de una década democrática, potenciando aspectos cruciales como la integración profunda con Bolivia y Ecuador, la asociación preferencial con Colombia y Venezuela, y la alianza estratégica con Brasil.
Torre Tagle ha construido asimismo en poco tiempo un activo liderazgo peruano en UNASUR, concebido como un espacio de influencia de un país crecientemente vigoroso a razón del auge económico que experimenta y del entendimiento de su papel en la región. A esta percepción se debe la recuperación de la relación con Argentina y la elevación de la asociación estratégica con Chile a un nivel más alto a pesar del litigio de La Haya, fortalecida por la mutua pertenencia a la Alianza del Pacífico y la práctica de un multilateralismo más activo.
La actual política exterior peruana ha sido criticada por dos grandes giros que protagoniza Torre Tagle que sin embargo están rindiendo sus frutos. El primero es su enfoque de las relaciones con EE.UU. desde una perspectiva de asociación con autonomía, es decir, una activa cooperación en el ámbito financiero, en la lucha contra el terrorismo y contra las drogas, reservándonos una visión propia del mundo y de las relaciones en la región. En esa perspectiva, no debe extrañar que el Perú haya continuado respaldando la demanda para que cese el bloqueo contra Cuba, no se haya plegado a las campañas contra la izquierda latinoamericana y haya votado recientemente a favor de Palestina en las NNUU. Al mismo tiempo, el Perú no se ha integrado a ningún bloque ideológico regional.
El otro giro es el activo respaldo a la reivindicación argentina de Las Malvinas, convertida en una bandera latinoamericana más allá de la posición frente al gobierno de Cristina Kichner, una conducta que le dio al país reconocimiento, autoridad y prestigio. A la distancia, se aprecia ahora como irresponsable la crítica alborotada de algunos sectores internos de la negativa del Perú al ingreso de la fragata inglesa Montrose a aguas territoriales en plena tensión entre Argentina e Inglaterra.
En la perspectiva de los balances a futuro, es probable que no sean recordados los episodios menudos, mezquinos o escandalosos. Es seguro que se recordará a una cancillería que supo transferir con inteligencia a la política exterior el resultado económico y político interno recuperando el prestigio perdido en los años de la violación de los DDHH y la afectación de los estándares democráticos.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Perú/Chile: La Haya, política y dinero

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/peruchile-la-haya-politica-y-dinero-23-11-2012
La República
La mitadmasuno
23 de noviembre de 2012
Juan De la Puente
Participé en el IV Encuentro de Directores, Editores y Medios de comunicación de Perú y Chile que reunió esta semana en Santiago a los miembros del Consejo de la Prensa Peruana (CPP) y la Asociación Nacional de Prensa de Chile (ANP), con el auspicio del PNUD y de IDEA Internacional, en una jornada de diálogo franco, abierto y maduro que abordó el rol de los medios en el proceso de La Haya que inicia su fase oral en diciembre y culmina con el fallo el próximo año.
Se aprecia en Chile al igual que en el Perú un clima de tensa espera que, sin embargo, no ha reciclado posiciones extremas. Se advierte en la prensa chilena, en público y en privado, un sentido común que sin distanciarse de las tesis oficiales de su país aborda el proceso con cautela, renunciando a la excitación maximalista. Los medios del país vecino hacen un minucioso registro de los movimientos peruanos relevando el tono responsable de las declaraciones de los actores públicos nacionales.
En general, el ánimo jacobino chileno sobre el proceso de La Haya no se localiza en la prensa nacional. Este resultado, siendo provisional, es sumamente válido y expone otros intereses periodísticos que han sido poco percibidos por la prensa peruana. Uno de ellos es el aumento significativo de la inversión peruana en Chile que ha reducido la tradicional asimetría en el flujo de capitales. Las inversiones peruanas en el sur alcanzan ya los $ 7 mil millones frente a los $ 12 mil millones de Chile en el Perú.
En esa dirección opera la acelerada transformación de la cooperación fronteriza; los directores de los diarios Correo de Tacna y la Estrella de Arica revelaron que durante el feriado largo chileno, entre el 14 y 19 de setiembre pasado, cerca de 100 mil personas cruzaron la frontera hacia Tacna. Otro dato, poco conocido es que, de acuerdo con el Servicio Nacional de Turismo de Chile, el Perú se convirtió en el primer destino turístico de los chilenos en el exterior, superando por primera vez a Argentina, 987 mil contra 964 mil.
¿Es dinero? sí. ¿Solo dinero? no. Los datos remiten a un proceso de integración y cooperación en la línea de reconocimiento del papel económico, político y cultural que asume el Perú en la relación bilateral. Se trata quizás de los aspectos más conocidos de una realidad más compleja, que incluye la presencia audaz de 200 mil peruanos en el vecino país, la diáspora más numerosa de nacionales en el exterior.
Por una línea paralela transita, sin embargo, la desconfianza que ahora tiene poco espacio en los medios. La más significativa de ellas, expresada inclusive por tradicionales amigos del Perú, persiste en sostener que la demanda peruana ante La Haya es una pieza y etapa más de un espíritu “revisionista” que no acabará con el fallo de la controversia marítima y que pedirá más y más. Es cierto que se trata de una visión de elite, pero existe y es escuchada.
Los aliados más importantes y definitivos de una opción de paz y de mutuo reconocimiento binacional son, no obstante, los movimientos sociales chilenos, uno de los más activos y avanzados de la región y portadores de un mensaje de cambio que ha jaqueado al sistema político heredado del régimen pinochetista. A diferencia de otros “progresismos” de América Latina, no contienen un nacionalismo desaforado contra sus vecinos. Al contrario, su crítica al establishment parte por recusar la opción neoliberal que ha seguido la inversión chilena en otros países como el Perú, en una suerte de exportación de un modelo de recorte de derechos sociales.
Este programa también cuestiona la carrera armamentista de su país como elemento básico de un modelo de privilegio de gasto militar y privatización de la educación y de los servicios públicos. En esa visión, el Chile democrático, moderno y social no es compatible con una política exterior poco amiga de su vecindad. Marco Enríquez-Ominami, el candidato presidencial del Partido Progresista, ha llamado varias veces a que su país aplique una diplomacia sin vetos y agresiones.