sábado, 31 de julio de 2010

La nostalgia electoral

La mitadmasuno
La República
Sábado 31 de julio 2010
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/la-mitadmasuno/31/07/2010/la-nostalgia-electoral

El reagrupamiento del país conservador avanza de cara a las elecciones del 2011. Y lo hace imponiendo un debate de esencia nostálgica. En un lado, su centro de gravedad es la denuncia del desorden acrecentado como realidad y como peligro. La campaña en relación con la liberación de terroristas, los reales y los inocentes de Hubert Lanssiers, y los pagos de las reparaciones ordenadas por la Corte de San José intentan catalizar la opinión pública desde el pasado, como si SL estuviese a las puertas de Lima o en las elecciones se jugara la existencia misma del Estado.
Esta añoranza es contestada con una similar desde el país supuestamente progresista. El centro de gravedad de esa otra nostalgia es la derecha de hace 10 años y no la actual. En esa perspectiva, el peligro de Keiko Fujimori reside en la década liderada por su padre y no en su visión actual del futuro. Da la impresión de que, planteadas así las cosas, las elecciones se jugarán el año 2000 y no el 2011 y que el eje de la discusión girara entre fujimorismo y antifujimorismo.
Los cambios económicos y sociales de la década deberían motivar evoluciones en la política, principalmente en los programas. A ello se resisten quienes proponen un debate congelado en el 2000. Plantear una discusión que ignore el crecimiento de los últimos años, la reducción de 20 puntos de pobreza y la afirmación de un modelo que incluye y excluye al mismo tiempo, podría ser la base de un suicidio colectivo. Eugenio Tironi, reconocido publicista chileno, explicó hace poco (Radiografía de una derrota, mayo 2010) que el fracaso de la Concertación se debió a que los que gobernaron Chile durante 20 años le ofrecieron al electorado un país anterior a los cambios que ellos mismos impulsaron. Es decir, no miraron al país ni a las demandas del electorado.
La apuesta electoral nostálgica es riesgosa. Para empezar, provocaría una falaz polarización cuyo primer efecto sería el debilitamiento del centro político, incapaz de darse continuidad a sí mismo. Una campaña de cara al futuro obligaría, por ejemplo, a reconocer que el Perú de ahora es políticamente más plural que el 2000, aun a pesar de la debilidad de sus partidos, y que la clave del debate no es como deshacer lo registrado en estos años sino como desarrollar más democracia, equidad e inclusión, más Estado regulador y promotor y más mercado. En ese sentido, la opción no es la refundación conservadora sino la reforma política
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jueves, 29 de julio de 2010

Más prosa que verso. Análisis del mensaje presidencial del 28 de julio

La mitadmasuno
La República
Jueves 29 de julio 2010
Juan De la Puente

http://www.larepublica.pe/la-mitadmasuno/29/07/2010/mas-prosa-que-verso
De todos los mensajes presidenciales del segundo alanisno, este fue el menos florido pero el más elocuente; el más reflexivo, aunque con menos anuncios; el más autocrítico y, al mismo tiempo, el de menos correctivos. En resumen, una apreciación optimista de la realidad pero menos organizadora de la sociedad.
García acertó en dibujar los éxitos nacionales en materia económica y en dar cuenta de una nueva conciencia social en la parte del país oficial, incluido e integrado. En esa línea de pensamiento, quizás debió realizar un balance y liquidación de la primera década del siglo y no solo de lo que se hizo en los últimos cuatro años. No obstante, los datos que entregó en el nivel macro resumen la evidencia de un país que en 10 años ha empezado a refundarse en democracia y en crecimiento, aun con un alto nivel de desigualdad y pobreza, pero instalando para el análisis un modelo propio, el modelo peruano.
En el relato de García faltó una explicación más racional de los “debe” con la misma elocuencia de los “haber”, particularmente de los conflictos sociales y la tensión creciente entre inversión y medio ambiente, la relación más amenazadora de la gobernabilidad. Por la misma razón, es muy relevante el anuncio del programa de subsidio directo a los pobres mayores de 75 años y de la entrega de DNI a todos los niños del Perú. En el primer caso, es el germen de una pensión no contributiva que, junto al aseguramiento universal, podrían ser la parte más sustantiva de la herencia alanista.
El presidente acertó al hablarle al sur, actualmente la parte más desafecta al Estado, en varios pasajes de su discurso, colocando un énfasis entendible en la explotación del gas y en la infraestructura. Ese mensaje debería ser acompañado de una legitimación de los actores sociales en esa parte del país, a contracorriente del actual discurso oficial que los coloca en un espacio casi sedicioso.
No debe escapar al análisis que García también ha trazado algunas líneas del horizonte del 2021 y es evidente que se ve en él. Por lo mismo, el mensaje debió contener mayores demandas de largo plazo al país, en la perspectiva de una necesaria reforma política que, si bien le corresponde al próximo gobierno, debe ser debatida de cara a las elecciones del 2011. En ese sentido son positivos el pedido de aprobación del Código de Consumo y la alerta contra el departamentalismo.
También ver:
Nicolas Lynch
http://www.larepublica.pe/delito-de-opinion/29/07/2010/garcia-un-lider-que-se-apaga
Augusto Alavarez Rodrich
http://www.larepublica.pe/claro-y-directo/29/07/2010/un-ladrillazo-como-masaje-la-nacion
Víctor Andrés Ponce
http://peru21.pe/impresa/noticia/mismo-libreto/2010-07-29/281128
Hugo Guerra Arteaga
http://elcomercio.pe/impresa/notas/mensaje-veterano-muchas-lides/20100729/615452
Ricargo V. Lago
http://www.correoperu.com.pe/correo/columnistas.php?txtEdi_id=4&txtSecci_parent=&txtSecci_id=84&txtNota_id=404295&txtRedac_id=RVL
Jurgen Schuldt
http://www.larepublica.pe/actualidad-economica-juergen-schuldt/29/07/2010/colonoscopia-del-ciclo-politico-de-la-economia

domingo, 25 de julio de 2010

La crisis de seguridad

La mitadmasuno
La República
Sábado 24 de julio 2010
Juan De la Puente
El delito se ha convertido en el principal problema de la agenda pública. Esta legitimación está tomando por sorpresa a los políticos, a los medios de comunicación y a los empresarios. De acuerdo a los datos disponibles, los partidos preparan sus programas de gobierno abordando el tema de modo convencional, es decir, como un problema que debe ser tratado desde la ley y la justicia. La prensa, salvo excepciones, sigue situando el delito en las secciones policiales, de las que sale solo cuando los hechos se vinculan a actores públicos. La empresa sigue mirando al tema como un riesgo para la inversión. En todos los casos, se registra la falta de una visión de conjunto, desde la sociedad y el Estado.
Estas ausencias podrían también relacionarse con las debilidades en el análisis del fenómeno violento. Para un sector estaríamos ante al incremento de la delincuencia como hecho ilegal sin que hayamos desbordado el marco clásico de un país poco acosado por el delito si se compara con otros de la región. En ese discurso contemplativo no somos Río de Janeiro y lo que tenemos en esta etapa es un poco más de lo mismo.
La otra, es la versión nostálgica del crimen; considera que el terrorismo sigue siendo la principal amenaza y, en todo caso, es el narcoterrorismo el enemigo central a combatir. El principal riesgo de esta visión es el encadenamiento del narcotráfico al terrorismo, lo que lleva a subestimar el potencial criminal, externo e interno, de las mafias de las drogas.
Así, nos movemos entre la contemplación y la nostalgia sin registrar lo nuevo, que consiste en una crisis de seguridad pública, de carácter sistémico y complejo, y que afecta a las instituciones vinculadas a la seguridad ciudadana y a la administración de justicia, pero también a la ley como norma preventiva, el sistema penitenciario, los gobiernos locales y regionales y las empresas.
Asoma un fenómeno que agrede en una dimensión inédita al Estado, a los ciudadanos y a la democracia. El delito está dejando de ser un problema de policías y jueces y precisar en qué consiste lo nuevo es crucial para definir las opciones. Por ejemplo, si la calle es el principal escenario de la violencia porque se sigue desprotegiendo las ciudades que cuentan con pocos policías, escasa prevención y recuperación de infractores y un alto nivel de impunidad. ¿Por qué se reducen recursos para la lucha contra el delito?

sábado, 17 de julio de 2010

Ojo con las palabras

La mitadmasuno
La República
Sábado 17 de julio
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/la-mitadmasuno/17/07/2010/ojo-con-las-palabras?t=1279371880#comment-254735

Las palabras más usadas luego de la inscripción de las listas para las elecciones regionales son “fragmentación política”. Se recurre a ellas para explicar el aumento de movimientos regionales y para graficar el alto nivel del caudillismo en esos espacios. María Isabel Remy lo ha llamado estallido (revista Argumentos, julio 2010) y Martín Tanaka personalización del voto (LR, 11/7/10).
Habría que analizar el sentido de esa fragmentación para no reducir un proceso complejo a soluciones fallidas. A fin de cuentas, la sociología clásica peruana concibe la fragmentación como sinónimo de pérdida de estructura, apreciación que deviene de la visión de los espacios públicos como un todo.
Dos preguntas parecen claves: ¿qué se fragmenta? y ¿por qué se fragmenta? En respuesta se podría afirmar que salvo algunas sociedades regionales en el norte, la mayoría presenta una fragmentación más social que política, es decir, la dispersión o la ausencia de actores sociales fuertes que se movilizan en base a reglas formales. De ello da cuenta un interesante trabajo de un equipo liderado por Julio Cotler (Poder y Cambio en las Regiones, PNUD/IEP, Lima 2009). De ese modo, la proliferación de listas no sería el resultado de un sistema político muy abierto o mal cerrado, como se afirma, sino del proceso de construcción del poder regional y a cuya disputa están renunciando los partidos nacionales.
Esta dispersión no opera para todos, ni del mismo modo. Por ejemplo, las cuatro regiones que duplican el número de sus listas en relación a las elecciones del 2006, o que están cerca de hacerlo (Áncash de 13 a 27; Moquegua de 6 a 11; Tacna de 12 a 20; y Cusco de 9 a 15) son las que, coincidentemente, reciben más recursos por canon minero. En esa misma línea, en las tres regiones más pobres del Perú la cantidad de listas respecto del 2006 se reduce o permanece inalterable (Huancavelica disminuye de 13 a 10; Huánuco de 12 a 11; y Apurímac se mantiene en 13). Difícil que en estos dos casos la dispersión sea atribuida a las reglas de la política y que la receta sea cerrar el sistema.
Los riesgos para la gobernabilidad desde las regiones parecen ir por otra vía, como el radicalismo autonomista de algunas, la asfixia de los mecanismos de participación en casi todas y, sobre todo, la falta de identidad de los procesos regionales con los nacionales, que sí contiene elementos de una macro fragmentación nacional/regional, en este caso incentivada también desde Lima.
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Sobre lo mismo ver
María Isabel Remy en la Revista Argumentos, julio 2010
http://www.revistargumentos.org.pe/
Martin Tanaka en La República, 11 de julio 2010
http://martintanaka.blogspot.com/2010/07/fragmentacion-deberiamos-sorprendernos.html
Hugo Guerra en El Comercio, 10 de julio 2010
http://elcomercio.pe/impresa/notas/regreso-desconcierto/20100710/508361

sábado, 10 de julio de 2010

Paláez, la prensa y los ídolos

La mitadmasuno
La República
Sábado 10 de julio de 2010
Juan De la Puente

http://www.larepublica.pe/la-mitadmasuno/10/07/2010/pelaez-la-prensa-y-los-idolos

El sector de la prensa, entre huachafo y cándido, que empezaba a levantarle un monumento a la periodista (¿peruana? ¿rusa? ¿norteamericana?) Vicky Peláez, ha quedado en el aire. Empleaban ríos de tinta para hacer de la confesa agente rusa una víctima de la posguerra fría o un ejemplo del martirologio latino en EEUU. En esa postura habían dos falsedades: 1) La primera, recurrente en la prensa nacional, de dar por cierta una versión favorable a la inculpada, sin ninguna prueba o indicio; y 2) Pretender poner por delante en el caso su condición de periodista, abriendo una vía tácita a alguna forma de impunidad.
Siempre me parecieron de antología los peruanos “progres” que, no obstante proclamar su antiimperialismo, se desesperan por vivir en EEUU, adoran la green card y el dólar, se endeudan para conocer Disneylandia antes de Machu Picchu, y pugnan para que sus hijos sean aprendices de yankees. Les he escuchado miles de coartadas, desde es “por mis hijos” hasta “hago plata y me vuelvo”.
También he leído varias de las columnas de Peláez. Siempre me pareció que poseía una ensalada rusa como expresión de ideología, vertida desde la autoexclusión del migrante latinoamericano, afirmando una visión subordinada y antagónica de los latinoamericanos en EEUU, contra la corriente que predomina en ellos, que pugnan por una integración compartida con la conservación de su identidad cultural.
Peláez sigue siendo peruana, no cabe duda. No obstante, ¿qué le queda de la peruanidad? Sin embargo, felizmente para ella, no todo está perdido. Al volver al Perú podrá engancharse en algún medio de comunicación y, basada en su triste celebridad, ser un respetable referente de opinión, escribir sus memorias y hasta ser elegida a un cargo público. Todo es posible, desde que un ex ministro detenido en Miami con dinero oscuro postula sin problemas a una alcaldía en Lima (y al parecer será elegido).
Nada de esto sería permisible si los medios que pretendían ensalzar a Peláez no tuviesen, como siempre, alguna audiencia del respetable, acostumbrado a levantar referentes falsos, débiles o frágiles. Desde esa cultura se entiende que se elija presidente a un desconocido o se convierta en ídolo a una boxeadora que aterrizó un día cualquiera de Oceanía, con un título igualmente desconocido bajo el brazo.

sábado, 3 de julio de 2010

El último pacto

La mitadmasuno
La República
Sábado 3 de julio de 2010
Juan De la Puente
Ayer se suscribió el Pacto de Nación contra la Corrupción, por iniciativa del Acuerdo Nacional, el Gobierno y el PJ. Tomando en cuenta el reciente Pacto Ético contra el Narcotráfico (PEN), suscrito en abril pasado, este es el segundo intento de involucrar a los partidos políticos en un quehacer directo contra el delito. Se avanza así un paso en la idea de responsabilizar ahora a los actores públicos en elementos cruciales de la reforma política de cara al próximo período de gobierno.
Podría decirse que el Perú ya tiene demasiados pactos y compromisos. No son tantos como se piensa y, no obstante la apariencia, los dos últimos mencionados aluden a la lucha contra el delito, confiada hasta ahora exclusivamente a magistrados, policías, contralores y procuradores como un asunto de otros y no de todos. Esta visión tradicional propone combatir el delito como un acto ilegal y no como el resultado de una cultura ciudadana. Parecería que el corrupto importa solo desde que es designado o elegido en un cargo público y no como el fracaso nacional en la construcción de una ética pública.
En el Pacto contra la Corrupción se menciona el propósito de mejorar el acceso a la información del Estado y los mecanismos de rendición de cuentas. Sobre lo primero, la Ley de Acceso a la Información del Estado, complementada con otras normas como la Ley de Prudencia y Transparencia Fiscal, ha cumplido una etapa. Se demanda ahora cambios para penalizar con más dureza la resistencia a la información, incrementar las obligaciones de oferta informativa del Estado y reducir las trabas burocráticas que desalientan la demanda. Es el caso de los TUPA, gravosas tasas que se pagan por obtener la información.
En relación a la rendición de cuentas, se requiere una reforma radical de la Ley 26300. Según esta norma, el ejercicio de este derecho está sujeto al recojo del 20% de firmas de electores de una circunscripción determinada, una valla que convierte a este derecho en inexistente, oneroso e inoportuno. En esta misma línea, el Estado necesita una legislación para la rendición de cuentas como acto propio y no solo por demanda. Este es otro elemento crucial de la reforma política, dirigido a prevenir los conflictos por la vía de la rendición de cuentas por oferta y como un mecanismo de relación permanente entra la administración y los administrados, más allá de la información pública del uso de recursos financieros.
El Compromiso Etico contra el Narcotráfico está en:
Las Políticas de Estado del Acuerdo Nacional se encuentran en: