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sábado, 16 de octubre de 2010

Hipótesis sobre la izquierda

La mitadmasuno
La República
Sábado 16 de octubre 2010
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20101016/11/node/295242/todos/1634
Antes del 3 de octubre se decía que Lima era conservadora, el norte especialmente aprista y el centro y el sur andinos esencialmente de izquierda. Luego de las elecciones, se dibuja la presencia de la izquierda con claroscuros y disparidades; en la conservadora capital se abre un espacio apreciable para la izquierda que reclama una porción del 38% obtenido por Fuerza Social, en tanto que en el centro y sur andinos la izquierda ha sido derrotada, en las regiones Tacna, Puno y Moquegua, Ayacucho, Pasco, Huánuco, Apurímac y Huancavelica por empresarios o tecnócratas. Allí, las listas adversarias se alzaron, además, con buena parte de las alcaldías provinciales como las de Todos con Ayacucho en 5 de 11 provincias, o del Movimiento Raíces en 5 de las 13 provincias de Puno. En Cusco en 9 de las 13 alcaldías provinciales no triunfó la izquierda.No obstante, la izquierda ha ganado en los comicios regionales en Cusco, Arequipa, Junín y Madre de Dios y ha obtenido los segundos lugares en Apurímac, Huancavelica y Moquegua. Sus versiones locales ganaron alcaldías provinciales, es el caso de Ayni en 4 de las 7 provincias de Huancavelica y Kallpa en 4 de las 7 de Apurímac. El MNI, en su versión regional (MAS), ganó en Cajamarca y César Villanueva (FS) logró en San Martín una resonante reelección.Fríamente, un mapa nacional mostraría que luego de las elecciones hay más izquierda en Lima y menos en las regiones del Perú, distribuidas en un mosaico que permite distinguir hasta cuatro versiones: la izquierda clásica, con fuerte tradición partidaria y sindical; la izquierda nacionalista (PNP), que lidera Ollanta Humala; la centroizquierda, liderada por Susana Villarán (FS); y la izquierda regional, que es parte de las anteriores, próxima a ellas o a sí misma. En la perspectiva del 2011 es imposible una agregación total de estos espacios por razones ideológicas y de liderazgo, de modo que recrear Izquierda Unida, 20 años después, es una opción válida en un laboratorio pero fuera de la política real.Es más probable que el PNP y FS cortejen a la izquierda de las regiones, proceso que empezó hace meses y que se renovará de inmediato. De ese arco iris emergerán por lo menos dos candidaturas presidenciales y frente a esa posibilidad una media verdad afirma que tendrá más éxito la que se abra más al centro. Sí, pero hace falta, previamente o al mismo tiempo, que sea popular y democrática.

sábado, 17 de julio de 2010

Ojo con las palabras

La mitadmasuno
La República
Sábado 17 de julio
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/la-mitadmasuno/17/07/2010/ojo-con-las-palabras?t=1279371880#comment-254735

Las palabras más usadas luego de la inscripción de las listas para las elecciones regionales son “fragmentación política”. Se recurre a ellas para explicar el aumento de movimientos regionales y para graficar el alto nivel del caudillismo en esos espacios. María Isabel Remy lo ha llamado estallido (revista Argumentos, julio 2010) y Martín Tanaka personalización del voto (LR, 11/7/10).
Habría que analizar el sentido de esa fragmentación para no reducir un proceso complejo a soluciones fallidas. A fin de cuentas, la sociología clásica peruana concibe la fragmentación como sinónimo de pérdida de estructura, apreciación que deviene de la visión de los espacios públicos como un todo.
Dos preguntas parecen claves: ¿qué se fragmenta? y ¿por qué se fragmenta? En respuesta se podría afirmar que salvo algunas sociedades regionales en el norte, la mayoría presenta una fragmentación más social que política, es decir, la dispersión o la ausencia de actores sociales fuertes que se movilizan en base a reglas formales. De ello da cuenta un interesante trabajo de un equipo liderado por Julio Cotler (Poder y Cambio en las Regiones, PNUD/IEP, Lima 2009). De ese modo, la proliferación de listas no sería el resultado de un sistema político muy abierto o mal cerrado, como se afirma, sino del proceso de construcción del poder regional y a cuya disputa están renunciando los partidos nacionales.
Esta dispersión no opera para todos, ni del mismo modo. Por ejemplo, las cuatro regiones que duplican el número de sus listas en relación a las elecciones del 2006, o que están cerca de hacerlo (Áncash de 13 a 27; Moquegua de 6 a 11; Tacna de 12 a 20; y Cusco de 9 a 15) son las que, coincidentemente, reciben más recursos por canon minero. En esa misma línea, en las tres regiones más pobres del Perú la cantidad de listas respecto del 2006 se reduce o permanece inalterable (Huancavelica disminuye de 13 a 10; Huánuco de 12 a 11; y Apurímac se mantiene en 13). Difícil que en estos dos casos la dispersión sea atribuida a las reglas de la política y que la receta sea cerrar el sistema.
Los riesgos para la gobernabilidad desde las regiones parecen ir por otra vía, como el radicalismo autonomista de algunas, la asfixia de los mecanismos de participación en casi todas y, sobre todo, la falta de identidad de los procesos regionales con los nacionales, que sí contiene elementos de una macro fragmentación nacional/regional, en este caso incentivada también desde Lima.
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Sobre lo mismo ver
María Isabel Remy en la Revista Argumentos, julio 2010
http://www.revistargumentos.org.pe/
Martin Tanaka en La República, 11 de julio 2010
http://martintanaka.blogspot.com/2010/07/fragmentacion-deberiamos-sorprendernos.html
Hugo Guerra en El Comercio, 10 de julio 2010
http://elcomercio.pe/impresa/notas/regreso-desconcierto/20100710/508361