jueves, 16 de agosto de 2012

Correa, Assange, el asilo y la democracia

Si el asilo a Julián Assange hubiese sido concedido por el Perú, Brasil o Chile, es probable que en este momento debatiríamos sobre Assange y no sobre Rafael Correa, el Presidente de Ecuador, un mandatario que ha cometido serias violaciones de DDHH.
Considero que debemos volver al debate del asilo, a pesar de Correa y recuperar el concepto de la soberanía del Estado vecino que es lo que pone en alto la institución del asilo y, sobre todo, el carácter humanitario de la medida. He registrado que pocas veces en un proceso de asilo se ha hecho, como ahora, más énfasis en el Estado asilante que en el asilado. Cuando Víctor Raúl Haya de la Torre demandó el asilo a Colombia (1949) gobernaba ese país Luis Mariano López Ospina, un mandatario que dio un autogolpe cerrando el Congreso de su país, un precursor del fujimorismo, y al que sucedieron otros autócratas como Laureano Gómez, Roberto Urdaneta y el célebre Gustavo Rojas Pinilla. Todos ellos mantuvieron la bandera del asilo de Haya, contra la dictadura de Odría.
Tres casos claros
En la década de los setenta, el gobierno militar de Juan Velasco recibió decenas de asilados que venían de Chile represaliados por la dictadura de Augusto Pinochet, o de Bolivia perseguidos por Hugo Banzer, y en los países vecinos no se le ocurrió a los demócratas discutir los méritos del gobierno asilante porque lo fundamental eran, son y serán siempre los asilados. Durante el gobierno militar de Francisco Morales Bermúdez se persiguió a hombres de derecha e izquierda asilados por la “dictadura perfecta” mexicana.
Mientras asumanos que la acusación a Assange por violación sexual, que debe ser investigada, no tiene que ver con Wikileaks y nos fijemos en Correa como el actor central de ese caso, estaremos cayendo en una confusión perfecta, política y jurídica. Tres datos más sobre la mesa: 1) Haya fue perseguido por Odría acusado de delitos comunes pero para Colombia pesó la esencia política del caso; 2) El golpe de Fujimori persiguió a Alan García para procesarlo por corrupción pero para Colombia pesó más el origen de la persecución, es decir el golpe de Estado. No recuerdo a los demócratas que se opusieron al golpe de 1992 aplaudir esa persecución; y 3) El mismo Fujimori, golpista exitoso, asiló en 1992 a un grupo de venezolanos golpistas fallidos contra el impopular Presidente Carlos Andrés Pérez, llegados a Iquitos, porque entendía el motivo politico de su presencia en el país.
Una institución, política, humanitaria y universal
El asilo es una institución al mismo tiempo política y humanitaria, donde la racionalidad del Estado que concede el asilo es fundamental, practicado en base a un estándar universal que permite distinguir cuando una persona merece refugio, asilo o extradición. Ese mismo estándar le impidió a Chile concederle el asilo a Fujimori pero sí a Eduardo Calmell del Solar, el socio de Montesinos en Cable Canal de Noticias. El Perú, en ambos casos aceptó la racionalidad chilena a pesar de que en el segundo caso lo consideramos injusto.
La tension entre lo político y lo humanitario es compleja y no exenta de los contextos. El Perú rechazó en la década pasada el pedido de asilo del ex Presidente de Ecuador Abdalá Bucaram que apareció un dia en el Aeropuerto Jorge Chávez procedente de Panamá donde estaba asilado desde que fue sacado violentamente del poder; fue devuelto a Panamá a las pocas horas. En la decision del Estado peruano aquella vez fue determinante el hecho de que Bucaram ya tenía asilo y que era evidente su interés de hacer proselitismo desde el Perú. Contrariamente, el Perú aceptó el pedido de asilo del ex Presidente de ese mismo país, Lucio Gutiérrez, quien también tenia asilo en Brasil. En la decisión fue determiante el deseo de Gutiérrez de preparar su retorno a su país para responder a la justicia, como lo hizo un día cruzando a pie la frontera peruano ecuatoriana para entregarse a los tribunales.
En la disputa que se  abre entre Ecuador y Reino Unido por Assange, el carácter político del caso es fundamental así como el factor humanitario. La parte británica ha sido sincera en señalar que su relacion histórica con Suecia preside su deseo de entregar a Assange a ese país. Sin embargo, en la Union Europea la jurisprudencia ha evolucionado en los últimos 20 años en la direccion de las decisiones humanitarias del asilo, recortando espacios a la soberanía de los países miembros. La justicia europea está poblada de sentencias que sobre de los vacíos de la ley y de las instituciones reivindican la obligacion humanitaria de los estados.
La jurisprudencia europea
En el más reciente y sonado caso, el de M.S.S. contra Bélgica y Grecia resuelto por el Tribunal Euorpeo de DDHH, se sienta jurisprudencia sobre que un Estado de la UE vulneraría el Convenio Europeo de DDHH si expulsara o extraditara a un extranjero hacia un país cuando existieran temores serios y fundados de que esa persona, en caso de ser expulsada o extraditada, correría un riesgo real de sufrir tratos violatorios de sus DDHH.
Las expresiones del abogado de Asaange, el ex juez global Baltasar Garzón, van en esa dirección. Garzón ha dicho que "lo que tiene que hacer Reino Unido es aplicar las obligaciones diplomáticas de la Convención del Refugiado y dejarle marchar dándole un salvoconducto. De lo contrario, acudiremos a la Corte Internacional de Justicia". La estrategia que se dibuja es la siguiente: Assange, australiano de nacimiento debe ser tratado como miles de ciudadanos del mundo que llegan a Europa huyendo de las represiones de otros continentes y sobre cuyos derechos, los tribunales europeos han dictado justicia. El asunto se complica porque el Estado que lo pide no es una dictadira asiática, africana o americana sino Suecia, aunque el principio humanitario sigue en pie. Por esa misma razón, la defensa de Assange ha empezado a movilizar al gobierno de Australia.
Un poco de historia
El asilo, como institución universal es más que Correa. Se registran algunos antecedentes del asilo durante la Revolución Francesa, donde un decreto de 1792 concedía asilo a los extranjeros que se incorporaban al ejército. Esta figura ha sido recogida por la tradición constitucional francesa que asila a los extranjeros expulsados de su patria. En América Latina se convierte en una norma de Derecho Internacional en la Sexta Conferencia Interamericana en la Habana en 1928 en que 21 países suscriben el Convenio del Asilo.
Ya se ha dicho que el más célebre asilado durante el siglo XX fue el peruano Víctor Raúl Haya de la Torre quien se refugio en la embajada colombiana el 3 de febrero de 1949, meses después del golpe de Estado que perpetró el general Odría contra el gobierno de Bustamante y Rivero. Colombia concedió el asilo y la dictadura de Odría se negó a entregar el salvoconducto alegando que Haya estaba perseguido por delitos comunes y no por sus ideas. El conflicto llegó a la Corte Internacional de Justicia de La Haya cuyos fallos de noviembre de 1950 y de junio de 1951 no resolvieron el tema de fondo (aquí). El conflicto se resolvió cuando el 6 de abril de 1954, cinco años después, por acuerdo entre ambos países Haya fue autorizado a salir con rumbo a México.
La doctrina constitucional del asilo
El asilo, etimológicamente proviene de la voz latina asylum que significa lugar de refugio para los perseguidos. Es la protección u amparo otorgada por un Estado a las personas perseguidas por razón de sus convicciones sean éstas religiosas, políticas, sociales, étnicas o culturales. Es una institución del derecho internacional surgida con el propósito de evitar la persecución de líderes políticos y sociales. Garantiza la libertad de pensamiento y no ser perseguido por razón de las ideas. Es una institución que al mismo tiempo establece determinados requisitos: 1) Estado asilante; 2) Estado que persigue; 3) Sujeto del derecho material o perseguido; 4) Acto de persecución (ideas que generan el acto persecutorio); y 5) Acto de asilarse o de solicitar asilo.
En el caso nuestro, la Constitución establece dos ámbitos del asilo. En la primera parte del artículo 36° se declara que el Estado peruano reconoce el asilo y acepta la calificación del asilado, se supone de un ciudadano peruano, que otorga el gobierno asilante, declarando una renuncia expresa a reclamar cuando otro Estado acoge a un perseguido nacional. En la parte final del artículo se entiende que si el Perú dispone la expulsión de un asilado no se le entrega al gobierno que lo persigue, es decir el principio de la no devolución.
El asilo territorial y el diplomático
El asilo puede ser de dos clases: el territorial y el diplomático. El asilo territorial es aquel que se concede en el territorio físico del Estado asilante y está consagrado en el artículo 14° de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. También en la Declaración sobre el Asilo Territorial, aprobada por la Asamblea General de la ONU en resolución 2312 del 14 de diciembre de 1967; en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y en la Convención sobre Asilo Territorial (Caracas, 1954).
Para el caso Assange es relevante lo que señala la Convención Americana de DDHH, artículo 22° inciso 7: “Toda persona tiene el derecho de buscar y recibir asilo en territorio extranjero en caso de persecución por delitos políticos o comunes conexos con los políticos y de acuerdo con la legislación de cada Estado y los convenios internacionales”.
El asilo diplomático es el que se  concede en representaciones diplomáticas, navíos de guerra y campamentos o aeronaves militares. Es consagrado por Convención sobre Asilo, adoptada por el VI Conferencia Internacional Americana (La Habana 1928); la Convención sobre Asilo Político, de la VII Conferencia Internacional Americana (Montevideo, 1933); y la Convención sobre Asilo Diplomático, de la X Conferencia Internacional Americana (Caracas, 1954). El Perú y Ecuador suscribieron estos tres instrumentos internacionales.
Reino Unido no reconoce el asilo diplomático. Ello no implica que los actos ecuatorianos en sus legaciones diplomáticos de esos países no expresen su soberanía ni que la práctica de ellos viole la soberanía británica. A pesar de la farragosa declaración ecuatoriana en relación al asilo de Assange queda claro que Ecuador invoca las propias normas internacionales de las que es signatario para aceptar el asilo de Assange. Sería ilógico que el propio país asilante se autolimite en su capacidad de asilar solo porque un país no reconoce el asilo diplomático. El mundo ya no funciona bajo la lógica de la exclusivsa práctica de "derechos de contenido nacional".

martes, 14 de agosto de 2012

Invasores, indignados e indiferentes

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/invasores-indignados-e-indiferentes-14-08-2012
La República
La mitadmasuno
14 de agosto de 2012
Juan De la Puente
El enojoso episodio del pueblo Bora insultado por periodistas chilenos generó un chispazo mediático que, junto a la justa solidaridad, rompió por segundos el velo informativo que desde hace siglos cubre a la cultura amazónica. La circunstancia, sin embargo, no será suficiente para abordar desde los medios la agenda que demandan las comunidades nativas peruanas y su principal problema: su sobrevivencia acosada por actividades extractivas y por la falta de un Estado que los incluya con criterios de equidad y justicia.
En la Amazonía peruana viven 13 familias etnolingüísticas que hablan más de 60 lenguas. En la mayoría de casos, la prensa los retrata en el estilo informativo llamado mosaico (Martínez-Salanova y Peralta), es decir, con una presentación intermitente, seccionada, que promueve de ellos una sola mirada y un acercamiento ficticio a la realidad, donde las palabras, fotografías e imágenes solo entregan información y no motivan un compromiso ético. Pasado el episodio Bora, el Estado ha vuelto a lo suyo, es decir, al olvido; y los medios, al mosaico. Hasta la próxima vez.
En tanto, por ejemplo, 15 mil habitantes de los pueblos Awajún y Wampis, asentados cerca de la Cordillera del Cóndor, en la región Amazonas, son afectados por las operaciones de la empresa minera Afrodita. Las comunidades nativas de la zona denuncian que en la Cordillera del Cóndor existen 103 concesiones mineras. Allí se tala ilegalmente decenas de hectáreas y se daña la cabecera de cuencas, los ríos y las cataratas. No solo para el Estado sino para la prensa debería ser más indignante el asunto si se considera que esto sucede en el Parque Nacional Ichigkat Muja, un área protegida.
En más de un caso, la indignación sobre los Bora es una tragicomedia si se tiene en cuenta, otro ejemplo, la demonización que sufriera en el 2009 Alberto Pizango, profesor bilingüe del pueblo nativo shawi, procesado todavía por sedición, conspiración y rebelión, acusado de azuzar a las comunidades nativas en los sucesos de Bagua de ese año. El informe del Congreso pone las cosas en su sitio, pero en el país no se construye todavía la verdad oficial sobre tales sucesos. Solo habría que recordar que en ese año los pueblos nativos declararon una huelga luego de varios meses de peregrinaje inútil a Lima demandando la derogatoria de la llamada Ley de la Selva, un decreto legislativo tramposamente dictado so pretexto del TLC Perú-EEUU. La huelga, desde el 23 de abril, duró más de 40 días con la indiferencia oficial y ciudadana. Luego de los 33 muertos, la norma fue derogada, se reconoció la justa demanda, los culpables no han sido sentenciados, hubo una débil disculpa y todo ha regresado a la normalidad.
En el contexto de este caso que ha tocado las fibras de una indiferencia que de vez en cuando descubre la existencia de pueblos nativos, conviene recordar que la Amazonía peruana tiene 78 millones de hectáreas, de las cuales el 60% tiene concesiones de hidrocarburos, 16 de ellas superpuestas sobre 12 áreas naturales protegidas.

martes, 7 de agosto de 2012

Majaz a la parilla

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/majaz-la-parrilla-07-08-2012
La República
La mitadmasuno
7 de agosto 2012
Juan De la Puente
Mi entrañable relación con la Amazonía peruana me impulsa a cuestionar el video de la campaña interna de la Marca Perú titulado “Loreto, Italia”. Sus realizadores evidencian un desconocimiento de la Amazonía y una visión pobre de ella que bien podría haberse resuelto fácilmente con la asesoría técnica del mismo Estado y con una pequeña dosis de respeto.
Teniendo en cuenta que el objetivo es atraer potenciales turistas, extraña sobremanera el uso ligero de especies protegidas sobre las cuales el mensaje no puede ser otro que la permanencia en su hábitat. La búsqueda de turistas no puede realizase reiterando usos depredadores en los que incurre el video, por ejemplo, en aquellas escenas que simulan la tala de un árbol al que se invita al visitante y que ni siquiera puede ser justificado, más aún en el caso de la Amazonía, con las razones del costumbrismo colono. Los realizadores debieron informarse sobre el daño de la biodiversidad y hábitat animal por la tala de un solo árbol. También deberían saber que la caza de majaz está prohibida y que es ilegal desde hace varios años ofrecer platos típicos con esa especie.
El video expone la innegable visión del colono, la cultura que más daño le ha causado a la Amazonía y que la considera un lugar casi vacío, apto para el saqueo, con pobladores poco avisados y mujeres fáciles, es decir, un espacio de evasión. Por eso, mientras se reseña en escasos segundos las bondades de sus frutas, se dedican minutos a recrear el mito de las raíces fértiles y sus preparados estilo “rompe calzón”, confundiendo las plantas medicinales con los tragos supuestamente eróticos. Sucede lo mismo con el contraste clásico/festivo de las pinturas europeas y amazónicas, presentando a las últimas como un remedo burlesco y de mal gusto de las primeras.
Se entiende perfectamente la necesidad de incorporar a la Amazonía al circuito turístico y enriquecer la autoestima nacional con la apropiación de esta parte del territorio. El concepto Marca Perú es valioso y sirve mucho a este propósito, aunque debería quedar claro que vender la Amazonía en el sentido más turístico de la palabra significa que debe ser visitada con el mismo respeto que demandan la sierra y la costa. Ya se tienen gruesos problemas con la tala y minería ilegal, la contaminación sonora de las ciudades y la pobreza como para agregar un turismo depredador y desenfrenado. En ese punto, recordemos los escasos avances en la lucha contra el turismo sexual infantil en Loreto.
Nuestra Amazonía no merece simplificaciones tan ligeras. Posee otros valores que la hacen atractiva, especialmente una cultura diversa que sintetiza la modernidad citadina con elementos ancestrales abundantes en religiosidad y leyenda. El video sacrifica esta síntesis, resultado del cual es la presentación no de un mundo sino de un submundo. Vendamos la Amazonía, claro, pero que no la malogren.

viernes, 3 de agosto de 2012

Max Hernández, Mirko Lauer y Pablo Macera en la FIL


Con Leuridan, Macera, Hernández y Lauer
Muy satisfechos con la Presentación del libro de Max Hernández, "En los márgenes de nuestra memoria histórica". Al auditorio César Vallejo de la FIL concurrieron el pasado 31 de julio más 500 personas. Los comentarios de Mirko Lauer, Pablo Macera y la del propio Max fueron muy reconocidos. En ese acto, la USMP presentó su Proyecto Cultural del Bicentenario que tiene el objetivo de editar hasta el 2021 más de 200 libros sobre investigaciones históricas y culturales del Perú. En el acto estuvieron el Dr. Johan Leuridan, decano de la Facultad de CC de la Comunicación, Turismo y Psicología, el autor y los comentaristas los Drs. Mirko Lauer y Pablo Macera.
Lauer dijo que el libro de Hernández detecta estas realidades que ocupan el espacio marginal a la memoria que pueden ser diversos síntomas, señales o signos de un Perogrullo clave y hermético, o de pequeñas obsesiones personales que van a contrapelo de lo establecido. “Max Hernández ha elegido para aplicar su método, aquellos puntos de la memoria histórica que parecen ser más fuerte. Todo ésto es un trabajo de psicoanalista, pero sobre todo el trabajo de un teórico de la cultura. Lo que percibimos en los márgenes pueden tener fuertes efectos sobre la percepción del cuerpo central de nuestra memoria histórica e incluso personal. Nuestra reacción es resistirlo, pues el dato o la interpretación no incluidos, son precisamente el tipo de evidencia que nos cuesta aceptar. Por eso la historia formal nos da tranquilidad. Por ello quizá en este libro Max Hernández es discreto y no nos presenta las conclusiones finales de su trabajo, ni las más dramáticas o los más sonrojadores de sus hallazgos”, comentó.
Macera señaló que esta publicación de Hernández no solo es una exploración del pasado, sino también un registro de acontecimientos actuales, los cuales sin embargo hacen resonar ese mismo pasado, logrando un grado de circularidad y retroalimentación. Para Macera, el libro “En los márgenes de nuestra memoria histórica”, es una especie de cuento entre el pasado que persiste y el futuro de un Perú todavía posible. “Max Hernández afronta con gran lucidez los cuestionamientos que se hacen a la hipótesis temporal psicoanalítica. Los hechos históricos son en esencia hechos psicológicos, así como los psicológicos son hecho sociales y es con esta metodología que el Dr. Hernández plantea su visión del Perú en 14 capítulos que contiene este libro. En la etapa de Perú contemporáneo el Dr. Hernández nos da lúcidos avances. Ninguna de las personas pertenecientes a las primeras generaciones del siglo XX pudo lograr sus objetivos. Rivagüero no pudo ser Rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Luis Alberto Sánchez fue tres veces Rector de esta Universidad en medio de agrias disputas” aseveró.
Max Hernández, agradeció a la Universidad de San Martín de Porres por el privilegio que le han dado a su publicación de iniciar el Proyecto Cultural del Bicentenario Peruano de la USMP.
“Es un libro hecho, por decirlo de la manera más precisa, para ubicar a mi país dentro de mi tópico subjetivo y no sin desmesura alguna. Este es un pequeño homenaje a un país difícil, duro complicado, que por momentos nos lleva a la desesperación, pero que mantenemos permanentemente como metáfora de unión, de solidaridad y de ciudadanía. Uso la palabra ciudadanía porque es lo más importante en ese momento. Una ciudadanía que admita la pluralidad de perspectivas. Que entendamos también que la modernidad no es pícnic para nadie. La modernidad genera ganadores y perdedores, porque se encuentra la razón, que es importantísima, pero que no debe hacernos olvidar los fundamentos líticos de nuestra existencia, ni el valor que tiene nuestra herencia”, aseguró.

martes, 31 de julio de 2012

El cambio, sin líderes

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/el-cambio-sin-lideres-31-07-2012
La República
La mitadmasuno
31 de julio de 2012
Juan De la Puente
La reciente edición de la revista Argumentos (año 6 N° 3, julio 2012) trae un notable artículo del politólogo Alberto Vergara (Alternancia sin alternativa: ¿Un año de Humala o veinte años de un sistema?) que pone sobre la mesa el bloqueo del cambio desde una razón más allá de la voluntad política. Aduce que un férreo sistema sustentado en la Constitución de 1993 y en el modelo económico neoliberal se ha reproducido durante 20 años, desde Fujimori hasta Humala, a través de mecanismos muy propios que solo han podido tener éxito por tres razones: por el exitoso crecimiento económico, por la precariedad de la llamada clase política y por el fortalecimiento de los poderes no elegidos, para ser más específicos la tecnocracia y los poderes fácticos. En la perspectiva de Vergara, este modelo/sistema estaría llegando a su fin con algunos rasgos que lo anuncian como la persistencia de los conflictos, la falta de capacidades de los políticos nacionales y regionales y el alto nivel de las inversiones pendientes en disputa.
La visión del marco fujimorista de los noventa, que preside la democracia actual y relativiza sus contenidos, no es nueva. Sí lo es, en cambio, introducirse en dos realidades poco abordadas; la primera, la relación entre la tecnocracia, que este sistema ha producido con los poderes fácticos y los vínculos profesionales antes y después de las incursiones tecnócratas en los cargos públicos. La segunda, es la precariedad de la mayoría de los políticos en el poder, incluyendo en esta a los llamados independientes, carentes también en gran parte de capacidades públicas esenciales. Así, los fracasos ministeriales se han dado sin distinguir la militancia.
Tomando la política por delante es muy útil reparar en el perjuicio que ocasiona la liquidación del sistema de partidos. Sin reforma política tendremos más precariedad, más fragmentación y menos liderazgo. Este tema subordina el cambio no solo a la voluntad sino también a las capacidades. Interpela a quienes levantaron desde la sociedad un programa de cambio social con actores precarios y sin reforma política liberal, y coloca a la democracia en un círculo vicioso: no hay cambio porque no hay liderazgo y voluntad, pero la crisis tampoco permite emprender la reforma. Un caso sintetiza este bloqueo: los parlamentarios hijos de voto preferencial se resisten a cancelar este perverso sistema.
Los círculos viciosos de esta dimensión solo se rompen con el movimiento, la única fuerza que en la historia ha derrotado al determinismo y creado nuevos liderazgos. Podría ser que luego de tres victorias electorales que ofrecieron el cambio sin concretarlo el agotamiento del modelo de los años noventa nos traiga a casa la colaboración entre fuerzas sociales que construyan un largo proceso de reivindicación exitosa de la política y de los líderes.
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El texto de Alberto Vergara (aquí).

jueves, 26 de julio de 2012

Max Hernández: "En los Márgenes de Nuestra Memoria Histórica"

El martes 31 de julio 7 pm. Feria internacional del Libro (FIL). Av. Salaverry Cuadra 17 – Jesús María



La Universidad de San Martín de Porres, en el marco de su 50° Aniversario, dará inicio a las publicaciones del Proyecto del Bicentenario de la Independencia del Perú, con la presentación del libro “En los márgenes de nuestra memoria histórica” del destacado psicoanalista Dr. Max Hernández.
En los márgenes de nuestra memoria histórica” nos invita a reflexionar sobre aquellos acontecimientos de nuestra historia que impactaron el orden de las sociedades tempranas y revela en diversos grados la necesidad de emprender la elaboración trágica del encuentro/desencuentro, que fue a la vez ruptura y fundación. En la presentación participarán el historiador Pablo Macera, el escritor Mirko Lauer, además del autor y el decano de la Facultad de CC de la Comunicacion de la USMP, el Dr. Johan Leuridan.
En la reciente edicion de la revista Caretas se incluye una interesante entrevista a Max, realizada por Enrique Chávez (aquí).
También fue entrevistado en relación al libro por Augusto Álvarez Rodrich (aquí) su programa Buenas Noches de ATV y por Patricia del Rios en Tuteve, en +Qn (aquí).
Actualización 30 de julio
La República publica hoy una buenísima entrevista a Max por el editor de política Juan Álvarez (aquí).

martes, 24 de julio de 2012

El modelo peruano de impunidad

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/el-modelo-peruano-de-impunidad-24-07-2012
La República
La mitadmasuno
24 de julio de 2012
Juan De la Puente
La sentencia de la Sala Penal de la Corte Suprema es más, mucho más, que la voluntad exculpatoria de violadores de DDHH de unos magistrado liderados por un vocal de conocidas posiciones conservadoras. Es un paso más en la construcción de un modelo peruano de impunidad al que también se han debido enfrentar en otros países víctimas de la violencia.
En otros países, este modelo se construyó basado en normas generales como las leyes de obediencia debida y de punto final, con amnistías para los violadores de DDHH y de libertad de los subversivos. En el Perú los intentos de amnistía fracasaron, y en la oportunidad en que se aprobaron ilegalmente la Corte Interamericana de DDHH demandó al Estado dejarlas sin efecto; es el caso de las leyes Nº 26479 y 26492.
No obstante, en la última década, el modelo de impunidad que se pretende imponer ha tenido avances. El más importante quizás sea el haber mediatizado la aplicación de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y de la Reconciliación (CVR) tendiendo dudas sobre el número de víctimas y pretendiendo que su Informe Final no es suficientemente crítico del papel del Sendero Luminoso. A la fecha la judicialización de los casos derivados del Informe Final de la CVR van con pies de plomo y más de un caso esta parálisis se ha producido por interferencias directas del Ministerio de Defensa en las labores de los fiscales cuando no por la negativa abierta a entregar información.
En la construcción de este modelo juega también un rol la defensa de los “gallinazos” al servicio del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) que se infiltraron en el exitoso Operativo Chavín de Huántar y cuyo juzgamiento se pretender impedir bajo una estrategia que hasta ahora ha fracasado donde, otra vez el Ministerio de Defensa, saca de la manga peritajes e informes en favor de la impunidad. Aparejada a estos intentos se han dictado normas para reponer los roles excesivos e inconstitucionales del Fuero Militar Policial, convalidadas mediante la cuestionada sentencia del TC sobre la Ley Nº 29182, Ley de Organización y Funciones del Fuero Militar Policial.
La idea básica de este modelo es ocultar la memoria, mantener en lo que sea posible el armazón jurídico que impide la sanción a los violadores de DDHH y paralizar toda acción de reconocimiento y de reivindicación de las víctimas y de sus deudos, para lo cual no basta la acción interna sino la confrontación contra la justicia internacional. El reciente fallo, clamorosamente ilegal e inaplicable, se constituye como un instrumento básico de ese modelo; es su declaración de principios y el eje de su lucha contra la verdad, la justicia y la memoria. No debe pasar no solo por lo que ya implica para el Grupo Colina, sino porque en esa sentencia se juega la vida el modelo peruano de impunidad que afanosamente están tejiendo en las narices de la democracia y que debe ser derrotado.

martes, 17 de julio de 2012

Las camisas de fuerza

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/las-camisas-de-fuerza-17-07-2012
La República
La mitadmasuno
17 de julio 2012
Juan De la Puente
La reciente encuesta de Ipsos Apoyo (15/07) revela un conjunto de certezas de la opinión pública con respecto a varios temas de la coyuntura. La más importante de las certidumbres es la que desaprueba el manejo gubernamental de los conflictos sociales, asociando esta variable a la evaluación del Gobierno y del Presidente. En sus respuestas, los ciudadanos critican ese proceder: 71% desaprueba el desempeño presidencial en el caso Conga y critican al Gobierno por ser más duro (36%) o más blando (28%) y consideran una alta responsabilidad de las fuerzas del orden en las muertes de Celendín (40%).
Esta dependencia conflicto/respaldo es relativamente nueva en el escenario peruano acostumbrado a aprobar o a desaprobar a partir de varios factores. En el sondeo de este mes, como en otros anteriores, surgen como determinantes en esa opinión el cumplimiento de las promesas (que se asocia a la dicotomía agua v/s oro de la campaña electoral) y la gestión de los conflictos que, al parecer, los ciudadanos asocian al mismo tiempo al orden público y a la justicia social. Esta dependencia conflicto/respaldo es una camisa de fuerza que condiciona al gobierno y le obliga, luego del fracaso de la mano dura, a ensayar una rectificación cuyos alcances aún no se vislumbran.
Con esa misma convicción, los ciudadanos respaldan el uso de métodos pacíficos para resolver los pendientes públicos y recusan la violencia y el radicalismo. Así, dos tercios de entrevistados aprueban la designación de los facilitadores para reanudar el diálogo con Cajamarca, cuestionan el papel del gobierno de esa región en el conflicto (40%) y de quienes atacaron la Municipalidad de Celendín (47%). Entre las certezas también se inscribe aquella que cree que el proyecto seguirá adelante (60%) y que el Gobierno debe garantizar su viabilidad con los debidos reajustes y luego del diálogo (56%). Ahí se localiza otra camisa de fuerza no solo para el Gobierno sino también para los movimientos sociales: el Conga no va es por ahora minoría social (39%).
Estas certezas y camisas de fuerza se dirigen al diálogo que se abre lentamente en Cajamarca porque todo indica que será difícil la ubicación de un punto intermedio entre el Conga va y Conga no va. Presumiendo esto, la opinión pública es un tanto sombría en relación con el éxito de ese diálogo: el 36% cree que se logrará un acuerdo y 30% que ello no será posible. En ese sentido, el conflicto de Conga se parece más al de Arequipa del año 2002 y al de Bagua del 2009 y mucho menos a los recientes de Espinar y Quellaveco.
Es conveniente que todo Gobierno sepa que el diálogo es rentable políticamente y una opción ética irrenunciable. También es deseable que sepa advertir cuándo el diálogo es una opción de salida a una crisis y cuándo implica una ruta para que el Estado decida basándose en los derechos y libertades. Parece que el conflicto por Conga ha ingresado a esa fase
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martes, 10 de julio de 2012

Los muertos y los perros

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/los-muertos-y-los-perros-10-07-2012
La República
La mitadmasuno
10 de julio de 2012
Juan De la Puente
No entiendo por qué en el parlamento no se ha presentado una moción amplia y multipartidaria para investigar la muerte de siete peruanos, dos en Espinar y cinco Cajamarca y, a partir de ello, dilucidar el papel del Estado en los conflictos sociales. Es paradójico que en ambos casos se encuentren judicializados otros temas, como el uso de los recursos públicos, pero que no existan indagaciones específicas sobre estas muertes. Si existen, deben estar caminando con pies de plomo.
Podría decirse que el Congreso está en receso y esta decisión le corresponde al Pleno, aunque las comisiones funcionan y el control político no tiene recesos. Algunas comisiones, especialmente las de Justicia y Derechos Humanos, Pueblos Andinos, Defensa Nacional y Orden Interno, operan en un ámbito directamente relacionado con estos hechos.
Hay mucho por saber; una lista de preguntas y respuestas revelaría las responsabilidades institucionales y personales en estos sucesos y nos permitiría claridad sobre la relación entre el Estado y las poblaciones demandantes, un tema donde hay luces solo sobre una parte pequeña del escenario.
Algunas de estas preguntas son ¿Hubo error policial, falta de prevención o diagnóstico equivocado de las posibilidades de evolución de estos conflictos? ¿Quién dio la orden de disparar, en qué momento y si todos los sucesos justificaban el uso de armas? ¿Cuál es el Estado actual del protocolo policial para el uso de armas? ¿Es cierto que los manifestantes poseían armas de fuego? ¿Cuál es el papel de la inteligencia en la detección y gestión de conflictos? ¿Por qué se decidió centralizar la gestión de conflictos en la PCM? ¿Qué recursos técnicos y humanos se tienen para la atención de los conflictos sociales?
Al señalar el premier Óscar Valdés que el “modelo político-técnico” no ha funcionado está revelando más que un eufemismo sugestivo: confirma la existencia de un vacío en la estrategia del gobierno en un área clave. La Unidad de Gestión de Conflictos de la PCM, el esfuerzo más serio, menos entendido y más sobrecargado, es la evidencia del deseo del resto del gobierno de desentenderse de este asunto crucial.
Una investigación juiciosa de lo sucedido podría profundizar y explicar lo que algunos análisis iniciales ya nos indican: que el Estado peruano rechaza irreflexivamente el conflicto social en su nueva dimensión, es decir, el que florece en los años de auge económico propio y de la expansión mundial de los derechos ciudadanos. La respuesta de un anónimo policía ¡Porque son perros! a la mujer cajamarquina que reclama dignidad es un libro abierto lleno de interrogantes, más allá de la indignación. Es una confesión pública de la enorme distancia existente entre el descontento y el poder. La visión que oculta el malestar y reduce todo al extremismo solo le sirve al conflicto mismo pero no a la solución.

miércoles, 4 de julio de 2012

Revista "Martín" de la USMP en homenaje a Arturo Corcuera

La Universidad de San Martín de Porres presentará la edición N° 25 de la Revista de  “Martín”, en homenaje al poeta nacional Arturo Corcuera, a los 60 años de la publicación de su primer libro: Cantoral. En este número encontrarán artículos de escritores, críticos y colaboradores entre los están: César Calvo, Marcos Martos, Jorge Eslava, Camilo Fernández Cozman, Roberto Fernández Retamar, entre otros.
En la presentación participarán Antonio Cisneros Campoy, Director del Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, Hildebrando Pérez, Rosario Thorndike y Jesús Duran de "Martin". Los comentarios estarán a cargo de Ana María Gazzolo y Manuel Pantigoso.
Además, en el marco de la presentación, se realizará un espectáculo de poemas musicalizados por Rolando Carrasco, se proyectará el documental “Desde el Arca” de Jesús Ruiz Durand, y finalizará con un recital de poesía a cargo del Premio Nacional de Poesía y Premio de Poesía Casa de las Américas, Arturo Corcuera.
El evento se realizará el  viernes 6 de julio a las 7p.m. (hora exacta) en el auditorio del Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores sito en Jr. Ucayali 391 – Lima.