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martes, 17 de julio de 2012

Las camisas de fuerza

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/las-camisas-de-fuerza-17-07-2012
La República
La mitadmasuno
17 de julio 2012
Juan De la Puente
La reciente encuesta de Ipsos Apoyo (15/07) revela un conjunto de certezas de la opinión pública con respecto a varios temas de la coyuntura. La más importante de las certidumbres es la que desaprueba el manejo gubernamental de los conflictos sociales, asociando esta variable a la evaluación del Gobierno y del Presidente. En sus respuestas, los ciudadanos critican ese proceder: 71% desaprueba el desempeño presidencial en el caso Conga y critican al Gobierno por ser más duro (36%) o más blando (28%) y consideran una alta responsabilidad de las fuerzas del orden en las muertes de Celendín (40%).
Esta dependencia conflicto/respaldo es relativamente nueva en el escenario peruano acostumbrado a aprobar o a desaprobar a partir de varios factores. En el sondeo de este mes, como en otros anteriores, surgen como determinantes en esa opinión el cumplimiento de las promesas (que se asocia a la dicotomía agua v/s oro de la campaña electoral) y la gestión de los conflictos que, al parecer, los ciudadanos asocian al mismo tiempo al orden público y a la justicia social. Esta dependencia conflicto/respaldo es una camisa de fuerza que condiciona al gobierno y le obliga, luego del fracaso de la mano dura, a ensayar una rectificación cuyos alcances aún no se vislumbran.
Con esa misma convicción, los ciudadanos respaldan el uso de métodos pacíficos para resolver los pendientes públicos y recusan la violencia y el radicalismo. Así, dos tercios de entrevistados aprueban la designación de los facilitadores para reanudar el diálogo con Cajamarca, cuestionan el papel del gobierno de esa región en el conflicto (40%) y de quienes atacaron la Municipalidad de Celendín (47%). Entre las certezas también se inscribe aquella que cree que el proyecto seguirá adelante (60%) y que el Gobierno debe garantizar su viabilidad con los debidos reajustes y luego del diálogo (56%). Ahí se localiza otra camisa de fuerza no solo para el Gobierno sino también para los movimientos sociales: el Conga no va es por ahora minoría social (39%).
Estas certezas y camisas de fuerza se dirigen al diálogo que se abre lentamente en Cajamarca porque todo indica que será difícil la ubicación de un punto intermedio entre el Conga va y Conga no va. Presumiendo esto, la opinión pública es un tanto sombría en relación con el éxito de ese diálogo: el 36% cree que se logrará un acuerdo y 30% que ello no será posible. En ese sentido, el conflicto de Conga se parece más al de Arequipa del año 2002 y al de Bagua del 2009 y mucho menos a los recientes de Espinar y Quellaveco.
Es conveniente que todo Gobierno sepa que el diálogo es rentable políticamente y una opción ética irrenunciable. También es deseable que sepa advertir cuándo el diálogo es una opción de salida a una crisis y cuándo implica una ruta para que el Estado decida basándose en los derechos y libertades. Parece que el conflicto por Conga ha ingresado a esa fase
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jueves, 21 de junio de 2012

Severa, correcta, "muy" blanda

La República
La mitadmasuno
21 de junio de 2012
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/severa-correcta-muy-blanda-21-06-2012
Ipsos Apoyo, una encuestadora a la que respeto, acaba de difundir un sondeo de opinión pública muy revelador que, sin embargo, me motivan algunas críticas que las hago públicas con el mejor ánimo.
La primera se refiere a la pregunta sobre la actuación del gobierno frente a los conflictos mineros, en la que se colocan cuatro opciones: severa (26%), correcta (23%), muy blanda (41%) y no precisa (10%). Creo que es un equívoco reducir a cuatro las alternativas y no entiendo por qué el diálogo no aparece como una opción, sobre todo si en decenas de conflictos ambientales se han instalado mesas de diálogo, salvo que, para efectos del sondeo, el diálogo se haya incluido en las otras opciones. Si así es, tampoco se justifica que esta política que se practica frente a los conflictos sociales sea invisibilizada.
Luego, es extraño el uso que hace el sondeo de la palabra “blanda”, un sinónimo de suave y falto de energía y al que, como si no fuera suficiente, se le agrega la palabra “muy”, con lo que se podría predisponer a una respuesta afirmativa. Es también incomprensible que esa opción no se contraponga con la palabra “dura”, su antónimo exacto, sino con “severo”, palabra que no obstante carece del “muy”. ¿Por qué lo blando debe ser “muy” y lo severo no?
La pregunta sigue siendo extraña debido al uso de la opción “correcta”, que excluye a las otras que, se supone, no lo son, de modo que si nos atenemos a los resultados, más de dos tercios de encuestados consideran que la respuesta del gobierno a los conflictos no es correcta. Si las reacciones “severa” y “muy blanda” del gobierno ante los conflictos son incorrectas, ¿por qué se ha concluido en el análisis del sondeo que la alternativa del pueblo es la mano dura?
De esa encuesta y de otras publicadas no se puede concluir que el mensaje de la opinión pública para el gobierno es de respaldo a la clausura del diálogo y al privilegio de la fuerza contra las demandas sociales. En cambio, es patente que en el escenario se han dibujado dos grandes políticas de gestión de conflictos, aquella fácil y contraproducente que es la negación del reclamo y la simple reposición del principio de autoridad, y la otra ciertamente compleja que consiste en la previsión, el diálogo, el uso del principio de justicia sin renunciar a la autoridad y a la protección de la tranquilidad pública.
El concepto de mano dura es un hijo bastardo del Estado cuando no era Estado de Derecho y es más ilegítimo aun en la época del Estado Social y Democrático de Derecho porque contrapone artificialmente el principio de autoridad y el principio de justicia. Ya tuvimos durante la presente década democrática episodios de mano dura con altos costos para la sociedad y el Estado. De todos ellos, el gobierno y el sistema político salieron debilitados y con menos respaldo y capacidad de acción. No aparecen ahora elementos que hagan presumir que esta vez la receta funcionará.

jueves, 13 de enero de 2011

El tercero disponible

La mitadmasuno
La República
Jueves 13 de enero de 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/13-01-2011/el-tercero-disponible
La campaña en curso con 6 candidatos “grandes” y “medianos” origina un escenario ligeramente distinto al de inicios del 2006, con los siguientes rasgos básicos: 1) una baja intención de voto; ninguno supera el 25%; 2) una polarización media; los llamados “extremos” no superan juntos un tercio de adhesiones; y 3) la ya anotada tugurizacion del “centro” por la irrupción de candidatos que vienen desde la derecha para atrapar votos distraídos.
La sobrepoblación se ha resuelto hasta ahora con la caída del rubro “otros” que, según Ipsos Apoyo, pasó de 10% en julio a 1% en diciembre y de los blanco/viciado que pasaron del 8% a 4% en el mismo período. En la previsión que los votantes duros de K. Fujimori y de O. Humala se mantengan o que sus candidaturas crezcan, y con casi dos tercios de votos en disputa, se espera una lucha fratricida en el centro bajo la presunción de que por lo menos un candidato centrista disputará la segunda vuelta presidencial.
Las guerras centristas han empezado. La primera Aráoz-Toledo, fue resuelta por el expresidente con la cancelación del debate en Bagua, aunque luego de que la candidata lograra tocarlo. Otras dos están en curso, Toledo-Castañeda y PPK-Toledo. En el primer caso se ha puesto sobre la mesa la gestión del ex alcalde de Lima, ámbito en el que es poco vulnerable, la elección de su fórmula presidencial y la vida personal del expresidente. La batalla de PPK recién empieza y se localiza en la personalidad de Toledo y no en los programas de gobierno porque Kuczynski fue ministro de Economía y premier del toledismo. Dos guerras más son probables, Kuczynski-Castañeda y Kuczynski-Aráoz.
Estas guerras no son sinónimo de debate; el formato que siguen las hace sucias e inútiles. Se sustentan en una presunción equívoca de que el ataque personal a un candidato lo debilitará y que el beneficiario de la pérdida de sus votos será el atacante, una interpretación fallida de las demoliciones fujimoristas de los años noventa. Lo más probable es que la debacle de uno favorezca a terceros disponibles colocados o puestos al margen de la disputa. Tal fue el caso de S. Villarán beneficiada con la caída de A. Kouri (2010) y de Toledo beneficiado con la demolición de A. Andrade (2000). Por ejemplo, Aráoz o Kuczynski en un primer momento, y Rodríguez Cuadros o Rafael Belaunde en otro, podrían beneficiarse de una guerra Castañeda-Toledo. La demolición puede acabar en autodestrucción.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Los abismos electorales

La mitadmasuno
La República
Jueves 25 de noviembre 2010
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/25-11-2010/los-abismos-electorales
La encuesta de Ipsos/Apoyo de noviembre muestra escenarios electorales territoriales cuyo comportamiento final será decisivo para las adhesiones en la segunda vuelta electoral y en la conformación del Parlamento. Con un padrón electoral de casi 20 millones de electores, el incremento o la disminución de un punto porcentual implican la movilización de decenas de miles de votos, de modo que las tendencias que ahora se aprecian no son irrelevantes.
Los cinco principales candidatos concentran nacionalmente el 80% de intención de voto, en un cuadro donde los indecisos significan solo el 7%. Estos porcentajes los reproduce Lima. Las cifras indican que aun cuando ningún postulante supera el 25% la dispersión es muy relativa a pesar de la anunciada fragmentación. Esta concentración se incrementa ligeramente en el norte y sur donde los “grandes” concitan el 83% y el 82% de intención de voto, respectivamente; baja sustantivamente en el centro (76%) y sube significativamente en la amazonía (87%).
Este cuadro indica que la pugna entre quienes pretenden el “centro” (Toledo, Castañeda y Aráoz) ha empezado a saldarse con “nuevos” votos. Así, los 4 puntos de incremento de Toledo provendrían de los que pierde Humala y de los indecisos, en tanto que los 3 que sube Aráoz procederían de los 3 que pierde Keiko. La tugurización del centro estaría llevándola a su ampliación.
Las adhesiones regionales muestran picos interesantes: Toledo, que nacionalmente obtiene 20%, salta a 28% en el norte y 32% en la amazonía, en tanto que Humala, con 10% nacional, obtiene 19% en el sur y 17% en la amazonía. Al revés, Castañeda, que tiene un 24% nacional, baja a 19% en el norte y en la amazonía; Toledo baja a 13% en el centro y Humala a 6% en el norte. Keiko Fujimori, con 20% nacional, baja a 16% en la amazonía.
Los partidos explican estos abismos por una campaña electoral que recién se inicia. Sin embargo también asoman previsiones gruesas y otra forma de fragmentación: 1) Lima es una plaza muy resistente a favor de Castañeda; 2) Perú Posible cubre en parte el vacío que se abre en el norte con la crisis electoral del aprismo y podría ser el nuevo acciopopulismo en la amazonía; 3) el centro es un territorio seriamente impactado por el fujimorismo y por Castañeda; y 4) el sur contestatario está en disputa, con pronóstico reservado. Así se entiende mejor el juego y afán de las alianzas regionales de la mayoría de candidatos.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Tres análisis fallidos

La mitadmasuno
La República
Sábado 25 de setiembre 2010
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/la-mitadmasuno/25/09/2010/tres-analisis-fallidos
Contra lo que se sostiene, este proceso electoral evidencia hasta ahora un desempeño aceptable de la mayoría de encuestadoras. En los dos últimos meses los sondeos difieren poco, aunque en el caso de Lima ninguno está libre de un “colombianazo”, el reciente fiasco de los estudios de opinión para la primera vuelta en ese país. Nuestro problema reside por ahora en los análisis fallidos.
El primer error fue el vaticinio sobre que la disyuntiva corrupción vs. anticorrupción era inviable en Lima debido al pragmatismo del elector. En gran parte de la campaña esta perspectiva dibujó un primer escenario dicotómico y útil para empoderar sucesivamente a las dos candidatas que lideran las preferencias. En el último tramo, al introducirse al debate otras disyuntivas, la primigenia aún es muy importante. El 3 de octubre sabremos si prima sobre las otras.
El segundo error fue el pronóstico casi general de que la intención de voto para Alex Kouri no se trasladaría a Susana Villarán, por ser ambos políticamente antagónicos. Sí lo son, aunque un grupo de electores debió cambiar sus adhesiones porque emergió un segundo escenario. La ultrapolarización a la que asistimos podría estar produciendo un tercer escenario, el de las elecciones generales adelantadas en Lima, donde lo vecinal sea menos relevante. Lourdes Flores ha logrado arrastrar a su rival a esa vorágine de modo que el debate del 27 será más ideológico/político que edil/vecinal.
El tercer equívoco fue el más clamoroso: negar la posibilidad del surgimiento de un outsider porque no aparecía alguien que potenciara ese fenómeno. Susana Villarán lo es y tiene todas las fortalezas de un outsider, aunque también sus debilidades. Podría ser que los negacionistas se hayan quedado con la visión clásica del outsider, es decir, alguien fuera del sistema político, no conocido y con soluciones radicales. Algunos amigos míos aún se resisten a reconocer en Villarán a un outsider probablemente porque consideran que un candidato es más un discurso que una imagen.
Quizás sea necesario dar una mirada al perfil del elector que presentaron hace poco el JNE, el PNUD e Ipsos Apoyo. Extraigo dos datos: al 51% le interesa más la elección presidencial frente a un 13% al que le interesa más la elección del alcalde, en tanto que para la decisión del voto pesa más el entorno personal que los medios de comunicación.
El Perfil del Elector presentado el 16 de setiembre por el JNE, PNUD e Ipsos Apoyo puede verse aquí.