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viernes, 15 de julio de 2016

La prensa y los traidores a la patria

http://larepublica.pe/impresa/opinion/781622-la-prensa-y-los-traidores-la-patria
La República
La mitadmasuno
1 de julio de 2016
Juan De la Puente
Dedicado a Rosana Cueva y al equipo de Panorama.
Un viejo truco del poder es la denuncia por traición a la patria. Hace 20 años, el 7 de enero de 1996, publiqué en La República una denuncia contra el entonces Ministro de Defensa, Víctor Malca Villanueva. La nota resultó de una valiente información de un general de la FAP que a su vez me refirió a un abogado civil del Ministerio de Defensa que me proporcionó mayores detalles.
La nota denunciaba las presiones a la FAP por parte de Malca y de la cúpula militar, con Montesinos a la cabeza, para aligerar la compra aviones MIG29 a Bielorrusia. La denuncia develó la operación mafiosa. A las pocas horas, Malca fue cesado y enviado como embajador a México, y aunque la compra por 200 millones de dólares finalmente se hizo, la operación fue puesta bajo las luces de la prensa. La Unidad de Investigación de La República con la dirección de Ángel Páez se encargó del tema y durante tres años produjo la indagación más profunda sobre corrupción en la compra de armas en A. Latina.
Antes de su cese, a través de un periodista asesor de su despacho, Malca intentó seducirnos al suscrito y al editor del Suplemento Domingo, Roberto Ochoa, ofreciéndonos vuelos recreativos en aviones de guerra. Al ser rechazado, el ofrecimiento se trocó en amenaza: “Pueden ser denunciados por traición a la patria porque el conflicto con Ecuador no se ha cerrado”.
Los años siguientes, Páez fue hostigado por la llamada “prensa chicha” y motejado de traidor. Sin embargo, al final de la historia se demostró que ellos fueron los traidores. Varios militares fueron sentenciados por este caso, a Malca (prófugo desde el 27 de diciembre del 2000) se le detectaron movimientos bancarios por 17 millones de dólares y Nicolás de Bari Hermoza fue condenado por apropiarse por lo menos de 21 millones de dólares en la compra de armas. La Comisión Investigadora de Delitos Económicos y Financieros, designada por el Congreso y presidida por Javier Diez Canseco, concluyó en junio del 2002 que durante el conflicto con Ecuador –entre 1994 y 1998– cometieron actos de corrupción en la adquisición de armamento y equipo de las FFAA precisamente quienes eran los llamados a garantizar la Defensa y la Seguridad Nacional.
En una dimensión legal más grave sucede ahora con el equipo que produce el programa Panorama de Panamericana TV, dirigido por Rosana Cueva. El Ministerio de Defensa la ha denunciado por “revelación de secretos nacionales”, a ella, a Karina Novoa y a Jorge Ipanaqué, intentando que se les aplique un artículo del Código Penal que pertenece a un capítulo denominado Atentado contra la Seguridad Nacional y Traición a la Patria que un estudiante del primer curso de Derecho Penal sabe que no se aplica a la labor periodística.
Este delito, lo señala la doctrina, requiere de varios requisitos: 1) que haya un secreto; 2) que sea “nacional” (no todo lo militar es nacional); 3) que exista un interés real de la República por guardarlo; y 4) que sea evidente el propósito innoble o de lucro al momento de revelar la información, de modo que en efecto se ponga en riesgo el valor jurídico de la Seguridad Nacional.
Este valor jurídico es delicado y no resulta del capricho de rotular toda actuación castrense como secreto. Sobre este punto existe vasta jurisprudencia del Sistema Interamericano de DDHH, de nuestro Tribunal Constitucional (STC N°0012/2006/AI) y el fallo ejemplarmente doctrinario de la Corte Suprema respecto de la contienda de competencia sobre el caso del traidor suboficial de la FAP Víctor Ariza (Resolución N° 37/2009 Sala Penal Permanente).
Si no están acreditados los elementos de un delito tan reprobable, que requiere que los autores comprometan con su conducta la seguridad del Estado, la paz y la dignidad de la Nación, queda como sospecha que lo que se pretende es humillar, amedrentar, vengarse de la prensa por el efecto de otras denuncias y fijar precedentes para futuras investigaciones. Demasiado burdo.

sábado, 2 de julio de 2016

El país de las tres mitades

http://larepublica.pe/impresa/opinion/775597-el-pais-de-las-tres-mitades
La República
La mitadmasuno
10 d junio de 2016
Juan De la Puente
La división electoral del Perú en dos es una realidad. Toda segunda vuelta tiene ese efecto pero la reciente fue especial porque partió al electorado en dos mitades casi exactas y desafiantes. Keiko avanzó poco desde el 40% obtenido en la primera vuelta y PPK lo hizo en una mayor medida, desde el 22% alcanzado el 10 de abril. A ello se debe que la mitad vencedora sea más heterogénea que la que perdió.
Luego de las elecciones, el hecho es que las dos mitades no son enteramente dueñas de los votos alcanzados. La división electoral ha sido transitoria considerando el abismo de representación y puede ser engañosa a la hora de la búsqueda de la gobernabilidad. Visto el proceso en su conjunto, la división electoral ha dado paso a la división política que es la que contará en adelante, es decir, un país dividido en tres mitades (con el perdón de Pitágoras y Euclides): 1) la que ha ganado; 2) la que ha perdido; y 3) la que expresa los intereses de otros ámbitos del Estado, los otros grupos políticos y las expectativas sociales vastas y heterogéneas en juego, expuestas en brechas sociales, territoriales y generacionales, cuya magnitud se empieza a estudiar.
Seria inexacto afirmar que las candidaturas de PPK y Keiko no representaron una parte de esas expectativas, pero sería igualmente equívoco sostener que esa representación fue total y que entre ambos grupos cierran con candado la gobernabilidad. Una visión tan absoluta no consideraría el inédito escenario electoral, la cobertura de ambas formaciones, la escasez de sus militancias, la atípica elaboración de las listas parlamentarias, el clientelismo en la campaña y el decisivo peso de las contracampañas.
Repartirse la gobernabilidad entre las primeras dos mitades obviando a la tercera sería muy riesgoso. La viabilidad de los pesos y contrapesos elegidos no está garantizada en un país que ha perdido músculo institucional y donde todos los grandes conflictos sociales han terminado en capitulaciones del Estado. Un consenso arriba/arriba sin mirar a la sociedad sería una ofrenda a la crisis de representación.
Lo que el país tiene al frente es una nueva transición o la promesa de ella, ya no la que operó el 2001 desde el autoritarismo a la democracia –cancelada bruscamente por Humala– sino desde la precariedad hacia la institucionalidad, aunque la que pueda recobrarse sea mínima. Ese es el sentido de las reformas que entraron por la ventana al proceso electoral, ausentes en los iniciales planes de gobierno.
El modelo de gobernabilidad no podrá prescindir del juego gobierno-oposición y de allí que los llamados a hacer un “gobierno de hermanos” o un “gobierno de primos” integrando al fujimorismo al gabinete tienen pocas probabilidades de éxito.
En este modelo caben en cambio otras figuras del diálogo político sobre el que ya se refirió PPK. La primera es el pacto nacional sobre cuatro o cinco grandes temas de la agenda pública (acaso seguridad, crecimiento, corrupción, desarrollo sostenible y descentralización) planteados de cara al país y discutidos ante él, y que involucre a todo el arco partidario parlamentario, a los otros ámbitos del Estado y a la sociedad civil. Por ejemplo, un acuerdo por la seguridad no puede prescindir del P. Judicial y del Ministerio Público, en tanto que el relanzamiento de la descentralización no puede alcanzarse sin los gobiernos locales y regionales. El espacio ideal para procesar este pacto arriba/arriba/abajo es el Acuerdo Nacional.
El Perú necesita un pacto republicano, un acuerdo que incluya líneas rojas que no deben ser cruzadas y es lo mínimo que se les puede pedir a los grupos que perdieron las elecciones sin que esto signifique que renuncien a su papel opositor al que tienen derecho. Un pacto nacional no le impedirá al nuevo gobierno intentar luego acuerdos específicos con la fuerza mayoritaria en el Congreso o integrar al gobierno a grupos que desean asumir posiciones en el gabinete.

sábado, 4 de junio de 2016

Vuelta de a tres: Keiko, PPK y Verónika

http://larepublica.pe/impresa/opinion/773495-vuelta-de-tres-keiko-ppk-y-veronika
La República
La mitadmasuno
3 de junio de 2016
Juan De la Puente
Esta campaña es también inédita, entre otros hechos porque la candidata que quedó en tercer lugar en la primera vuelta es una figura destacada de la segunda. Verónika Mendoza es una tercera en discordia en una disputa teóricamente reservada a Keiko Fujimori y PPK, un dilema revelado rápidamente como incompleto por el parecido inicial de ambos y porque su posterior diferenciación necesitaba de mayores contenidos y movimientos.
Verónika y la izquierda han ocupado el vacío que dejó la primera vuelta. Los sondeos de opinión luego del 10 de abril indicaban que un alto porcentaje de electores presionaba a Keiko y PPK desde el flanco del cambio. Por ejemplo, en la encuesta de Ipsos del 25 de abril, más del 50% pedía cambios moderados al llamado modelo económico y un 33% cambios radicales, aunque en el desagregado las demandas se matizaban entre la mejora de los servicios de seguridad, educación y salud y cambios más profundos para atajar la corrupción, todas ellas expectativas sobre la regulación pública, solo una de las partes del modelo. La misma encuesta, sin embargo, ya anunciaba la ruta de los nuevos discursos: el 52% decía que PPK era el mejor para fortalecer la democracia y el 49% que Keiko era mejor para combatir la delincuencia.
La izquierda ingresó a la campaña de la segunda vuelta sobre esa plataforma. No pudo evitar la operación audaz del fujimorismo que construyó el dilema abajo/arriba –colocando arriba a PPK y a Keiko abajo– pero le impuso a su irrupción electoral un discurso fuertemente republicano.
Mucho antes de que Verónika y el Frente Amplio anunciasen su voto crítico por PPK, la izquierda y los movimientos sociales a ella cercanos ya habían entrado en campaña. Su aporte, la memoria y el antifujimorismo, han terminado como el principal movilizador de la campaña del candidato; no más el cuy y la levedad de la narrativa electoral y más énfasis en la democracia, transparencia, instituciones y derechos. De algún modo, este impacto explica cierto desfase entre las formas políticas de PPK y sus nuevos contenidos, lo que llamaba a desesperación a sus votantes más duros.
Esta irrupción no es de menor cuantía. Los votantes originales de PPK no eran necesariamente antifujimoristas. Ahora lo son. El voto de la izquierda por PPK ha terminado de transformar esa propuesta política en período electoral y aunque no se sabe si esa identidad presidirá un probable gobierno de PPK no deja de ser curioso que la candidata satanizada por los grupos antisocialistas, entre ellos Peruanos por el Kambio (PPK), le haya transferido a este una parte de su ADN. En adelante no solo se recordará el apoyo de PPK a Keiko el año 2011 sino su militancia antifujimorista.
Respaldar desde la izquierda al liberalismo económico tiene sus costos y riesgos. Si PPK gana, la ecuación oposición/representación será compleja. Desde el poderoso fujimorismo parlamentario le será recordado al Frente Amplio su apoyo a PPK, lo que obligará a la izquierda a ejercer más presión desde la calle y a obtener más victorias parciales.
Pero también tiene sus beneficios. En las casas de Lima en las que el 10 de abril en la noche se descorcharon botellas de champán, se pensará que Verónika no es el monstruo rojo que pintó la contracampaña sino una líder sensata, desprendida y racional. Es más, si gana Keiko le habrá ganado a los dos, a PPK y Verónika, pero de ese dúo solo quedará en la escena la cusqueña. Y si gana PPK, se habrá demostrado la capacidad de endose de Verónika.
¿Por qué otros partidos no han hecho de esta campaña una épica política? ¿Por qué el Apra, PPC y Acción Popular no se colaron en la campaña de la segunda vuelta con su influencia a cuestas para impregnar en ella su discurso, líderes y programa? Más fácil entenderlo en el PPC que arrastra consigo la pesada cruz de malas decisiones anteriores y la desolación orgánica, pero el abstencionismo en el Apra y AP es increíble.

Reforma política sin cambio político

http://larepublica.pe/impresa/opinion/767058-reforma-politica-sin-cambio-político
La República
La mitadnasuno
13 de mayo de 2016
Juan De la Puente
La palabra más importante de la campaña electoral es continuidad. Esto no significa que el cambio esté ausente en las propuestas en lisa; sucede que los planteamientos innovadores se acotan a los cómo y muy escasamente a los qué. A diferencia de las elecciones de los años 2001, 2006 y 2011, los resultados del 10 de abril hacen de la estabilidad un discurso tácito, de modo que se predica el futuro pero no necesariamente el cambio.
No estamos consumiendo grandes recetas de Estado y en tanto el espacio público se achica. Lo que tenemos es una agenda frondosa versus un espacio público enano. Esta agenda está hegemonizada por tres elementos contradictorios: 1) el reclamo de logros rápidos contra el delito, congruente con varias intensidades de mano dura en seguridad; 2) la exigencia de transparencia y eficiencia pública y, al mismo tiempo, una alta tolerancia social frente a la corrupción; y 3) la necesidad de una reforma política, a secas.
Estas expectativas cruzadas resumen la coyuntura crítica de un país que no está polarizado sino fragmentado. En esta agenda, la parte más incómoda es la reforma política, un tema infiltrado. La mayoría de políticos y de medios hablaron de ella solo luego de la desastrosa ley de la exclusión de candidatos expedida cuando el proceso electoral estaba en marcha.
El único consenso alcanzado es que los problemas del sistema se deben a la ausencia de reformas; luego de esto, el callejón oscuro que será patente luego del 28 de julio porque o no hay reforma de calado aceptada por todos los actores, o existe consenso sobre el problema pero no sobre la solución.
Identifico hasta cuatro esquemas de entrada a las reformas. El esquema I hace énfasis en la modernización de los servicios y del mercado, una especie de reforma de 1ª generación y ½, a tono con el Decálogo de Gaebler/Osborne, de gobierno empresarial (expuesto en el famoso libro La reinvención del gobierno), acercando los servicios a los ciudadanos, recortando trámites, cambiando los  controles por los resultados y formalizando la economía. El cambio de fondo en ese esquema es la creación de nuevos ministerios.
El esquema II es en parte coincidente con el formato de reformas de 2ª generación resumido para el Perú por Moisés Naim en su última visita, es decir reforma judicial profunda, servicio civil, diversificar la economía, atajar la corrupción, mejorar calidad de la educación y actualización de las capacidades regulatorias públicas, entre otras. Este esquema está perdiendo peso aceleradamente a causa de las ofertas populistas en la segunda vuelta.
El tipo III es una reforma institucionalista mínima que propone reinstalar la bicameralidad, flexibilizar el mandato parlamentario individual y fortalecer las bancadas, eliminar el voto preferencial, establecer la segunda vuelta parlamentaria, aumentar la capacidad reguladora pública en los sectores financiero, salud, educación, renegociar los contratos extractivos y reducir el peso del MEF para fortalecer los entes rectores sectoriales.
El esquema IV es una reforma institucionalista máxima que propone cambios legales y constitucionales en cantidad y calidad para incorporar nuevos derechos, la elección paritaria en los cargos sujetos a sufragio, la muerte civil de los corruptos, el control de fusiones y adquisiciones, la revisión de los acuerdos comerciales lesivos, la promoción firme del crédito desde del Estado, el aumento de la presión tributaria, la reforma pensionaria y la universalización de derechos, entre otros.
Entre estos esquemas existen vasos comunicantes pero sobresalen las diferencias que remiten a opciones distintas de Estado y economía. El desafío de reforma política sin cambio político es inédito y no muy esperanzador, y por esa razón los primeros esfuerzos tendrían que venir desde la sociedad en una forma de diálogo político y social que deberá ser reinventado.

lunes, 9 de mayo de 2016

Keiko toma Lima por asalto. Análisis de la encuesta de Ipsos del 8.5.2016

Por Juan De la Puente
La reciente encuesta de Ipsos modifica las urgencias de la campaña electoral. PPK con 39%, una caída de 4 puntos respecto de la medición anterior, pasa a ser un candidato acosado por mejores resultados. Keiko, que obtiene 42%, tres más que en la medición anterior como efecto de una campaña más dinámica y política, tendrá más comodidad para sumar votos. La encuesta vuelve a poner sobre la mesa el reclamo a Acción Popular, Frente Amplio y Democracia Directa sobre un apoyo explícito a PPK, en tanto se evidencia que las polémicas alianzas sociales de Keiko son hasta ahora eficaces.
1.- Keiko ha asaltado Lima, en las narices de PPK y en solo dos semanas: ha volteado allí el partido. Ha subido en la capital 7 puntos en intención de voto (de 40% a 47%) en tanto PPK ha caído allí mismo 6 puntos (de 46% a 40%).
Ninguna encuesta explica con absoluta veracidad el porqué de subidas y bajadas; no obstante, deja pistas. El anterior sondeo de Ipsos (24/25 de abril) ya relativizaba la idea de que todo estaba dicho en Lima, y añadía que la elección se definiría en el centro y sur del país, y en el Perú rural. Ese sondeo mostró un pequeño sismo en los sectores A y B en los que PPK bajaba pero que compensaba con un aumento en el centro, mientras que Keiko ratificaba su mayoría el norte.
Los datos de esa encuesta indicaban que en el sur ambos “desacumulaban” y que por lo menos 4 millones de votos estaban a la espera de definiciones, de los cuales 1 millón se localizaba en Lima y otro millón en el sur del país, y que otros territorios de batalla eran los  sectores D y E. Esa disputa reclamaba definiciones más precisas de los líderes políticos, sectores sociales, empresariales y medios. Los votos habían llegado solos hasta ahí y los que aún no se definían necesitarían de orientación más expresa.
2.- A tenor de los nuevos resultados, en Lima se han producido tales orientaciones expresas. Keiko ha atacado los conos con recurrentes actos electorales y ha tejido acuerdos sociales, que siendo polémicos y hasta regresivos (el 24x24 para la familia policial, el seguro para los mototaxistas y la adhesión al credo ultra-evangélico) han dado frutos.
La candidata de Fuerza Popular se ha frenado en los sectores D y E pero ha subido 15 puntos las clases medias (en B de 26% a 35% y en C de 34% a 40%). También ha mejorado entre los jóvenes, donde ha subido 5 puntos (de 34% a 39%). Por su parte, PPK subió en el sector A (de 64% a 69%) pero cayó 11 puntos en las clases medias (en B de 61% a 55% y en C de 48% a 43%), y ligeramente en D y E, y en los jóvenes (de 49%  a 45%).
3.- Se trata de subidas uniformes de Keiko vs bajadas igualmente uniformes de PPK. En este punto es importante dilucidar los motivos. Es cierto que la movilización partidaria es crucial en la campaña y que Keiko tiene una mejor estructura que PPK; sin embargo, gran parte de su escalada en Lima no parece deberse a un gran aparato partidario que algunos analistas dicen haber avistado sino a que el fujimorismo está haciendo más política en las alturas y hablándole al país, sumando votos y tejiendo alianzas. A ello se ha agrega cierta desmovilización del antifujimorismo que tiene como consecuencia la ligera reducción de su antivoto.
4.- Fuerza Popular no necesitó moverse mucho en el sur para que Keiko suba allí 6 puntos claves (de 25% a 31%) mientras PPK cae ahí mismo otros 4 (de 43% a 39%). Es evidente que una parte de sus nuevas adhesiones tienen que ver con el pacto con los mineros ilegales e igualmente con la familia policial y mototaxistas.
En el norte y el centro parece estar decidida la batalla en términos generales -con la salvedad de sus territorios rurales- con predominio del fujimorismo en el norte (PPK ha caído ahí 3 puntos, de 38%  35%) y de PPK en el centro (Keiko ha caído ahí 8 puntos, de 40% a 32%).
5.- La disputa en el sur es dura; entre PPK y Keiko suman 70% (PPK 39% y Keiko 31%) y tienen ante sí un bolsón de otros 30% entre los que no responden, blancos y viciados. En la misma dirección una tendencia que debe ser advertida: mientras Keiko cae solo 2 puntos en el Perú rural (de 42% a 40%), PPK cae 5 puntos (de 40% a 35%).
6.- Los resúmenes sectoriales y territoriales dicen mucho del ritmo de la campaña pero sobre todo de las certezas y miedos de los electores. Keiko trepa en Lima, sube en el sur, en los sectores B y C y entre los jóvenes; pero cae en el centro, se mantiene bajo en el sector A y se frena en D y E. Por su parte, PPK baja en Lima, en el Perú rural, en el norte y sur y en los sectores B, C, D y E, y entre los jóvenes; pero sube en A.
Estos movimientos muestran como hace dos semanas que el conjunto Lima/sur/D-E será decisivo para el resultado final, con Keiko ahora con mejores posibilidades de acumular si se mantiene entre 15 y 20 puntos el porcentaje de los blancos, viciados y no precisa (que ahora es 19%). Solo hay dos maneras de reducir ese porcentaje: 1) más pactos sociales del fujimorismo;  o 2) apoyos políticos partidarios explícitos a PPK y la reactivación del antifujimorismo militante que reduzca a su favor los blancos y viciados.
6.- Las cifras del Ipsos son interesantes respecto de esas posibilidades con una ventaja ligera de Keiko. Entre los que votarán por ella y los que podrían votar por ella suman 49% mientras que las mismas respuestas sobre PPK suman 46%. Estos datos son concurrentes con otros: el 39% cree que en general Keiko es autoritaria y el 45% que cree que en general es demócrata; contra el 28% que cree que PPK es autoritario y el 56% que cree que es demócrata. Ni muy muy ni tan tan, ni PPK aparece muy demócrata ni Keiko muy autoritaria.

Puede encontrar más información de esta nota en: https://juandelapuente.com/keiko-toma-lima-por-asalto-analisis-de/

domingo, 24 de abril de 2016

Los votos ya no caminan solos. Análisis de la encuesta de Ipsos 24.4.2016

La encuesta sobre la segunda vuelta que publica hoy Ipsos no ofrece cambios en las cifras agregadas respecto de la medición anterior del 19 de abril. PPK y Keiko obtuvieron entonces 44% y 40%, respectivamente, y en la de hoy (24 de abril) 43% y 39% respectivamente.
1.- La transferencia. Ya se ha escrito bastante sobre la evolución de ambos respecto del 10 de abril donde, en votos emitidos, PPK obtuvo 17.2% y Keiko 32.7%. De ese modo, se confirma una alta tasa de transferencia de votantes de la primera vuelta hacia PPK de más de 26 puntos porcentuales, más que la transferencia en favor de Keiko que suma menos de 8 puntos.
Esta transferencia resolvió una gran parte la discusión que opera en la izquierda, Acción Popular y el Apra. Los votos empezaron a caminar solos sin necesidad de pactos o decisiones partidarias, sobre todo en Lima y en las regiones, a excepción del sur. Esto no solo de debe a la escasa capacidad de endose de partidos y líderes sino a una racionalidad social más elaborada que lo que suponían los especialistas y que orientó los votos en la primera vuelta.
En ella, el peso del antifujimorismo fue relativo; ahora, el principal factor de movilización del electorado es el antifujimorismo pero no habría que descartar otros potencialmente efectivos como, “PPK viejo”, “PPK blanco/pituco/lobista” (la estrategia de vargasllosearlo como en 1990), “PPK débil para tomar decisiones”, entre otros. El fujimorismo está tentando un leit motiv de la campaña y parece que aún no lo encuentra.
2.- Los cambios. La encuesta del 19 de abril permitía sugerir que casi todo estaba dicho en Lima y en el norte, y que la elección se definiría en el centro y sur del país, y en el Perú rural. La encuesta de hoy introduce otras variables a considerar.
Parece que se registra un pequeño sismo en el sector A, el territorio de PPK. Allí, este pierde 4 puntos (baja de 67% a 64%)  y también en el sector B  baja otros 3, de 64% a 61%) que podría asimilarse con el margen de error. Por su parte, Keiko baja 5 puntos en C (de 39% a 34%). Así, en A ya se tienen 12 puntos entre blancos, viciados y no precisa, 13 en B, y 18 en C, 19 en D y 20 en E.
3.- Desacumulación. Sectorialmente PPK no ha ganado en ningún grupo pero le ha ido mejor en los desagregados regionales. Ha subido 6 puntos en el centro (de 42 a 48%) donde Keiko ha caído otros 4 (de 44 a 40%) y tal parece que la disputa en esa zona del país la está ganando PPK.
En el sur opera una dinámica extraña. Ambos candidatos desacumulan; PPK cae 4 puntos (de 47% a 43%) y Keiko 3 (de 28% a 25%). Allí se tiene ahora un bolsón cuantioso de blancos, viciados y no precisa, de 32 puntos porcentuales. Ello indica de paso varios probables fenómenos alternativos: el sur es no solo es antifujimorista como se pensaba sino que, al mismo tiempo, su desconfianza frente a los dos candidatos es sustantiva a pesar de que PPK ha escalado allí desde el 10 de abril más de 30 puntos porcentuales.
Habría que recordar que en las elecciones regionales y municipales del año 2014, en el cercado del Cusco los votos en blanco y viciados alcanzaron 31% y ocuparon el segundo lugar, al igual que en la provincia del Cusco. En Arequipa los votos B/V en la segunda vuelta alcanzaron el 28%, y en 19 distritos de esa región los votos B/V ocuparon el 2% lugar y en otros 8 el primero.
4.- Votos en disputa. Los datos de Ipsos permiten presumir que por lo menos 4 millones de votos están a la espera de definiciones, de los cuales 1 millón se localiza en Lima y otro millón en el sur del país, y que otros territorios de batalla son los  sectores D y E. Esta disputa sí parece reclamar definiciones más precisar de los líderes políticos, sectores sociales, empresariales y medios. Los votos han llegado solos hasta ahí; los que aún no se definen necesitarán de orientación un tanto más expresa. Según Ipsos, eso le pide el 28% a PPK y el 18% a Keiko.

sábado, 9 de abril de 2016

Parte de campaña N° 6. El software y el hardware

Los candidatos llegan agotados al final de la campaña. Los 5 “grandes” han hecho campaña por lo menos desde agosto, incluidos los procesos internos. Este es uno de los procesos más largos que recuerdo, siete meses, comparado quizás con el de 1990 donde se empalmó la elección municipal con la general.
Fuera de los temas “gas” y “agua”, las últimas semanas no fueron fecundas en contenidos. Claro que hubo ofertas micro –puentes, carreteras, hospitales y universidades- que en lugar de diferenciar han igualado a los candidatos. Lo nuevo no ha sido el software sino el hardware, y hasta eso ha sido limitado.
Quien cree que los memes y algunos tuits han puesto en la agenda el tema económico, tiene un problema de percepción. Aun así, se dibujan a rasgos muy generales dos proyectos de país entre los cinco candidatos, 3 por la preservación de las reglas básicas de la política y economía y dos por su innovación. En ambos casos, los matices cuentan, y mucho.
Mis cálculos en base a una matriz se gastos por candidatos presidenciales y listas parlamentarias (10 listas completas que compiten hasta el final, 5 completas que se retiraron hasta 30 días antes, y 2 excluidas de las cuales una sigue en campaña parlamentaria) arrojan una inversión de entre 100 y 130 millones de soles promedio, con un rango de candidaturas que van desde “muy pobres” (Hilario, Yehude, Olivera) a “considerablemente financiadas”  (Keiko, PPK, Acuña, Nano Guerra, Alan, y Barnechea, en ese orden) y al medio otras “poco financiadas” (Toledo, Antero, Verónika, Cerrón, Urresti, Diez Canseco y Goyo, en ese orden).
Si se confirman las encuestas que no pueden publicarse –horrenda injusticia- los antis han tenido cierto éxito para bloquear ascensos. A pesar de ello, es probable que la distancia entre el primer y segundo lugar sea mayor a 10 puntos.
No creo que la épica de estos días, con videos y guerra sucia incluidos, influya mucho en los resultados. Prefiero hablar que en algunos casos las tendencias se han mantenido y en otros se han detenido. Creo más en el combate casa por casa que en el efecto masivo de la publicidad tendenciosa que sirve para confirmar más que para ganar.
Finalmente, creo que el resultado electoral mostrará un país dividido políticamente, con territorios volcados en favor de un candidato. Creo que lo mismo pasará con los sectores socioeconómicos. Si a eso se agrega el hecho de que no se consagrará una mayoría política o por lo menos una minoría con peso propio suficiente, el retorno de la polarización será más complejo. El nuevo poder tendrá que parchar más que otras veces, y pactar, y reformar. Con ganar, no basta, eso será más cierto que nunca.

martes, 29 de marzo de 2016

La gran transformación (de la campaña). Encuesta de Ipsos 27/3

Por Juan De la Puente
La encuesta de Ipsos Perú del 27 de marzo parece decir poco en sus cifras agregadas, con escasos movimientos, pero es muy reveladora en sus desagregados.
TENDENCIAS
1.- La primera conclusión de la encuesta es que a 13 días de las elecciones se modifica el eje de la campaña electoral. De un proceso en el que la disyuntiva central era el rechazo a las élites se está pasando, por lo menos para una parte del electorado, a una disyuntiva de modelos.
2.- La segunda conclusión es que se han bloqueado los ascenso globales; Keiko Fujimori (32%) se ve imposibilitada de protagonizar un remate final y, al mismo tiempo, la polarización antifujimorismo vs antizquierdismo ha empezado a pasar el recibo a Verónika Mendoza (12%), especialmente en los sectores acomodados, abriendo una ventana por la que podría pasar un tercero en discordia.
3.- La palabra "podría" es importante porque a 13 días del 10 de abril no existe un retador claro y seguro de Keiko. Si bien PPK acumula 16%, ha subido un punto en una semana y 2 puntos en 15 días. PPK no ha subido espectacularmente y su ascenso es parcial. Registra un salto de 18 puntos en el sector A (2.5% por día), pero ha crecido 2 en el sector E y 3 puntos entre los jóvenes, lo que solo mejora sus posibilidades en Lima donde tiene 20%. Tiene además muy ligeros crecimientos en el Perú rural (2 puntos) en el centro y en el oriente.
4.- El cuadro es de una polarización sin una salida tercerista por ahora, una segunda línea en problemas porque tanto Mendoza como Alfredo Barnechea (11%) han detenido su ascenso y porque a PPK le cuesta irrumpir por sobre ambos.
MOVIMIENTOS
5.- Visto el detalle, debería decirse que las cifras gruesas no se han movido demasiado porque en los desagregados se han movido solo los sectores A y B, de menos electores que los otros, pero por ahora más atentos a las contracampañas, especialmente contra Verónika Mendoza. Ella cae 5 puntos en A y 3 puntos en B, aunque estas caídas son compensadas con sendas subidas, 2 puntos en C y 3 en D. Por esa razón, a pesar del bajón en A y B, la candidata del Frente Amplio sube en Lima, lo que se agrega a otros 2 en el Perú rural, 3 en el norte y 2 en los jóvenes.
6.- En Barnechea no parecen haber hecho efecto las contracampañas sino su actividad u otras externalidades. El candidato de Acción Popular baja 3 puntos en el interior, 4 puntos en las zonas urbanas, 2 en el norte (quizás el efecto mercado de mierda), 5 puntos en el centro (efecto del sombrero en Jauja) y 2 en el oriente. Barnechea es también víctima del realineamiento de los sectores de mayores recursos que llevan a PPK a 46% en A, una movilización fruto de la campaña antiVero. Es allí donde Barnechea cae 7 puntos; también cae 4 puntos en B, 2 puntos  en C, aunque  sube 3 puntos en E. Como consecuencia, es lógico que pierda 4 puntos entre los jóvenes y 3 puntos en el grupo de entre 25-39 años.
7.- Keiko sigue siendo la candidata más fuerte y con apoyos más consistentes. Sus caídas no son espectaculares y sus subidas tampoco, de modo que el daño más serio del antiKeiko reactivado es frenar un remate suyo y reducir su capacidad ganadora en la segunda vuelta. Por ahora, sube en el Perú rural 3 puntos, en el sector B y en E otros  3  puntos, así como ligeramente en el centro.
PERSPECTIVAS
8.- La crisis en la segunda línea no puede ser ignorada. Sería prematuro sostener que este cuadro de fuerzas entumecidas llegará al 10 de abril; sin embargo, es una tendencia considerando que se han movido más los rechazos que las adhesiones: Keiko ha subido un punto pero su antivoto ha subido 3 (de 46% a 49%); PPK ha subido otro punto pero su antivoto 2 (de 35% a 37%); Verónika se mantiene en 12% pero su antivoto ha subido 5 puntos (de 36% a 41%); y Barnechea ha caído un punto pero su antivoto ha aumentado 4 puntos (32% a 36%).
9.- Es cierto que, como ha sucedido en otros procesos electorales, el antivoto va por una cuerda separada de la intención de voto, de modo que es posible que al mismo tiempo suban uno y otro. Sin embargo, solo quedan 13 días para las elecciones, de modo que se requiere campañas muy intensas y giros dramáticos y espectaculares frente a peligros reconocidos. En este punto es probable que a pesar de su amplitud, tanto el antifujimorismo como el antiizquierdismo carezcan de fuerza suficiente para producir esos giros ahora aunque tengan efectos mediatos en la segunda vuelta.
10.- Por ahora, lo cierto es que Keiko dobla en votos a PPK y que la campaña termina en pocos días. Los candidatos no tienen todo el tiempo del mundo. La forma de romper los bajos registros sería que las contracampañas pasen a los sectores D y E y al centro y sur del país, es decir, que termine de transformarse la campaña en una disyuntiva de programas y modelos, algo que varios juraron no pasaría en esta campaña. Para recodarnos eso, Gregorio Santos tiene 4% en el sector E.

lunes, 21 de marzo de 2016

Diferencias entre las encuestas de Ipsos y GFK


Por Juan De la Puente
El 20 de marzo se han publicado dos encuestas, de las empresas Ipsos Perú y GFK, que considero las de mayor credibilidad. La idea general sugiere que no procede comparar los resultados de una y otra, aunque si ambas son publicadas el mismo día es conveniente intentar explicar algunas diferencias.
Los dos sondeos muestran resultados parecidos en la ubicación de los 5 candidatos en lisa para la segunda vuelta. Las cifras difieren en algunos datos. Ipsos muestra a Keiko Fujimori en 31% y a Verónika Mendoza en 12%, en tanto GFK muestra a Fujimori en 33.8% y a Mendoza en 7.5%. Respecto al antivoto, Ipsos registra un antivoto de Keiko en 46% parecido al 44% de GFK, pero esta empresa registra antivotos más bajos de PPK, Barnechea y Verónika.
Del mismo modo, Ipsos registra resultados más estrechos en una probable segunda vuelta entre Keiko y los otros candidatos mientras que GFK registra resultados más holgados en casi todos los casos, con el añadido que en el sondeo de Ipsos PPK le ganaría a Keiko.
La primera explicación residiría en que  los candidatos tienen distintos puntos de partida. Así Keiko tenía en Ipsos en febrero 4 puntos menos que lo recogido por GFK y PPK 2 puntos más.

Ipsos Perú
ENE
FEB
MAR 14
MAR 20
K. Fujimori
33
30
32
31
PPK
13
9
14
15
A Barnechea
Otros
4
9
12
V Mendoza
2
4
9
12
A García
8
5
6
6

GFK
DIC
ENE
FEB
MAR
K. Fujimori
29.5
32.6
34.6
33.8
PPK
10.9
9.5
6.9
15.9
A Barnechea
Otros
0.5
5.1
11.8
V Mendoza
2.4
1.5
3.7
7.5
A García
4.7
6.5
4.3
5.8

¿Este hecho por si solo podría explicar la diferencia de 2.8 menos para Keiko en la encuesta de Ipsos y  4.5 más para Verónika?
No, por lo que también es preciso analizar el efecto de las metodologías y fichas técnicas relativamente distintas en los siguientes sentidos: 1) Ipsos hizo su trabajo de campo entre el 15 y 17 de marzo y GFK antes, entre el 11 y 15 de marzo; 2) Ipsos entrevistó a 1792 personas y GFK a 181 personas menos, a 1611 personas; Ipsos confiere a su sondeo una representatividad del 82% y GFK 77.7%; e Ipsos un margen de error de +- 2,3%  y GFK de +-2,4%.
En este punto los resultados diferentes no se deberían al tipo de muestreo que ambos comparten sino a la distribución de ellas. Ipsos no consigna mayores datos y GFK señala que trabajó en 24 departamentos, 60 provincias y  131 distritos. Habría que precisar si esta vez la muestra de Ipsos se desplegó como en la encuesta del 14 de marzo que se realizó en 24 departamentos, 76 provincias y 97 localidades del país (no necesariamente distritos), o si fue más cercana a la muestra de  febrero: 24 departamentos, 61 provincias y 66 localidades. Eso se apreciará cuando Ipsos cuelgue en su web más detalles de su ficha técnica. Dicho sea de paso, solo estas dos encuestadoras se dan el trabajo de subir a su homepage este tipo de información. A ello habría que agregar por ejemplo información de las personas que se negaron a responder la encuesta y si hubo reposición de entrevistados en cada caso. Dato final, Ipsos ha hecho una encuesta más, el 14 de marzo.
Una explicación final es que la encuestas están registrando a electorado en movimiento, y no solo por la repartición de los votos de Julio Guzmán y César Acuña entre los que quedan en campaña, sino porque además se registran caídas u aumentos significativos en las regiones, en el Perú rural, en los sectores A y E.
Esto no obvia que en un análisis más exhaustivo se aprecia errores en el marco muestral, falta de profundidad en la recolección de datos –sobre todo en las regiones- y otros problemas referidos a la representatividad de la encuesta.

domingo, 20 de marzo de 2016

El 2° lugar en disputa y primeros efectos de la polarización.Ipsos 20/3

Por Juan De la Puente
La encuesta que hoy (20/3) publica Ipsos Perú arroja más certezas sobre las elecciones del 10 de abril. Si bien lo recomendables es comparar los sondeos de una encuestadora con otra anterior de la misma empresa, es preciso considera que en pocas horas se publica la de GfK, de modo que se podrá apreciar en cada caso las cifras agregadas.

TENDENCIAS
Las tendencias que muestra Ipsos podríamos resumir en las siguientes:
1.- Ha concluido la distribución de las adhesiones de Guzmán y Acuña que van hacia A. Barnechea y V. Mendoza y en menor medida a PPK, y se conjura el riesgo de que estos votos engrosen el rubro “viciados”, que cae visiblemente.
2.- K. Fujimori disputará la segunda vuelta aunque su candidatura no ha podido forzar aun una arremetida final, limitada por la reactivación del antifujimorismo. A pesar de ello tiene el electorado más resistente a las contracampañas y una sólida ubicación entre los sectores pobres y jóvenes donde no solo no baja sino sube ligeramente.
3.- Se abre una intensa disputa por el segundo lugar. PPK parece haber desperdiciado un tiempo valioso para convertirse en un claro retador de Keiko. Desde la anterior medición de Ipsos solo logró subir un punto mientras que Barnechea y Verónika han subido 3.
MOVIMIENTOS
Keiko Fujimori. Con 31% nacional, se aprecian algunos daños del potente antifujimorismo reactivado con la salida de Guzmán. En Lima baja su intención de voto de 34% a 30%, quizás debido a que cae en el sector A (de 18% a 13%) y entre los jóvenes (de 34% a 30%). En cambio, sube ligeramente en las regiones y sigue siendo muy fuerte en los sectores D y E donde hasta sube un punto. Allí tiene ahora 39% y 32%, respectivamente.
PPK. Es la candidatura que se ha movido menos. Con 15% nacional, sube dos puntos en Lima, de 18% a 20%, pero no ha cosechado más adhesiones en las regiones salvo en el oriente, donde sube de 6 puntos (de 8% a 14%). Paradójicamente baja 4 puntos en el sector A (de 32% a 28%) aunque sube en el sector D de 11% a 13%.
Alfredo Barnechea. Sube a 12%, 3 puntos desde la anterior medición. Se mueve hacia arriba en Lima, de 10% a 12% pero su incremento mayor es en las regiones (9% a 13%); sube en el Perú urbano (de 11% a 15%) y en el Perú rural (de 5% a 9%). El candidato de AP sube fuerte en el centro del país, 7 puntos (de 6% a 13%) en el oriente 5 (de 6% a 11%), un poco menos en el sur (de 11% a 14%) y en el norte (de 9% a 12%). En una tendencia poco explicable, baja en el sector A (de 34% a 29%) aunque sigue allí como la primera opción, y escala 6 puntos en el sector C (de 9% a 15%) y 3 en el D (de 5% a 8%). Entre las mujeres sube de 6% a 9%, no avanza entre los jóvenes pero si entre los adultos (de 7% a 10%).
Verónika Mendoza. Con 12% nacional, baja un punto en Lima y sube 4 en las regiones (de 9% a 13%); duplica su intención de voto en el Perú rural (de 6% a 12%) y trepa 11 puntos en el sur del país (de 9% a 20%), y 9 puntos en el centro (de 8% a 17%). También escala 9 puntos en el sector A (de 2% a 11%) y en B (de 10% a 14%), igualmente poco explicable para una candidata de izquierda que concentra una fuerte contracampaña. La candidata del Frente Amplio también penetra en el sector E donde duplica su intención de voto (de 7% a 14%).
Alan García. Para desconsuelo del antiaprismo García resiste. Crece en Lima 3 puntos (de 6% a 9%) y en las ciudades del interior (de 4% a 6%); baja 2 puntos en el otrora sólido norte y sube otros 2 en el sur. El candidato de la Alianza Popular, sube 4 puntos en el sector A y baja 3  en el sector D y sube 4 en E (de 2% 6%).

PERSPECTIVA
Antivotos. La campaña ha pasado claramente a una fase anti que ha limitado hasta ahora las posibilidades de arremetida de Keiko y un mayor crecimiento de Verónika. De aquí para adelante ellas tendrán sobre sí intensas contracampañas. No en vano, los puntos de antivoto que se han movido son los de ellas: Keiko ha pasado de 44% a 46% y Verónika de 34% a 36% (aparte de Alan, de 67% a 69%). En cambio, PPK bajó su antivoto de 37% a 35% y Barnechea lo mantiene en 32%.
Esta polarización por ahora perjudica más a Keiko que reduce fuertemente su feeling ganador, al punto que perdería ante PPK en una 2° vuelta y le ganaría por poco a Barnechea y Verónika. No obstante, en las próxima semanas también podría limitar el crecimiento de Verónica y favorecer a PPK y Barnechea.
El segundo lugar. El antivoto podría más decisivo para definir el segundo lugar aunque como sucedió en otras elecciones también conlleva solidaridad como respuesta. Es importante advertir que a pesar de los antis o por lo antis tenemos algunos hechos relevantes: 1) donde más se han movido los candidatos hacia arriba o hacia abajo son en los sectores A y D, 2) se registran abandonos y adhesiones entre los jóvenes; 3) se mueven más la intención de voto en las regiones del centro y del sur del país; y 4) tanto PPK y Verónica han aumentado el porcentaje de sus votantes seguros, de 10% a 14% y de 7% a 10%, respectivamente.
Territorios en disputa. Es cierto que no existe lugar del país donde no se disputen votos. Sin embargo, con las cifras sobre la mesa, es más probable que el retador de Keiko se defina entre los más ricos del país y entre los más pobres, entre los jóvenes y en el centro y sur del país. Parece ser que allí se están moviendo una masa considerable de votos, con rangos de entre 5 y 10 puntos de incremento o decremento en las adhesiones. En este punto, dos detalles: 1) Gregorio Santos ha subido a 2% y tiene en el sector D 5%, más que Barnechea, por ejemplo; y 2) los otros han pasado de 8% a 3%, incluyendo Toledo.
El voto viciado. Está cayendo en ruta hacia los niveles tradicionales. Los rubros blancos, viciados y no precisos eran de 22% y han pasado a 19%. También se registra una importante caída del voto viciado específicamente de 12% a 9% con más fuerza en las regiones,  en el centro de 16% a 12%, en el sur de 19% a 9% y en el oriente de 11% a 6%. En el sector D ha caído de 16% a 11%.
Razones propias poco convergentes. A pesar de las contracampaña, los antis aun no son verbalizados por los electores, de modo que la virulencia que se aprecia en las redes sociales demorará en trasladarse al discurso de los ciudadanos. Por ahora, las razonas del voto son propias y poco convergentes. Por Keiko votan principalmente porque es mujer y porque luchará contra la delincuencia; por PPK por su experiencia y por su manejo de la economía; por Barnechea porque tiene buenas ideas y visión de futuro; por Verónika porque es nueva y porque también tiene buenas ideas; y por Alan porque tiene experiencia y liderazgo. Estos indicadores señalan que a pesar de las contracampañas hay espacios para la ideas.