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sábado, 9 de marzo de 2019

La oposición vacante

https://larepublica.pe/politica/1413587-oposicion-vacante
La República
La mitadmasuno
15 de febrero de 2019
Juan De la Puente
A cinco meses de la primera detención de Keiko Fujimori, el liderazgo en la oposición está vacante, lo que no significa que no existan opositores y grupos opuestos al Gobierno, algunos virulentos, inclusive. De lo que carece la política actual es de alternativas a ese liderazgo solitario del presidente Vizcarra, lo que resume el vacío abierto el año pasado, que muestra un sistema descabezado, pero en movimiento.
Se ha dicho mucho sobre el piloto automático de la economía, aunque encuentro más razones para asumir que es la política la que está en piloto automático, luego de dos colapsos sucesivos, el de los partidos llamados tradicionales desplazados en las elecciones del 2011 y 2016, y el de varias instituciones golpeadas severamente el año pasado (Congreso, P. Judicial, CNM y el Ministerio Público).
De los 8 líderes a los que la encuesta reciente del IEP le atribuye simpatías por encima del 10%, solo uno (a) habla levemente del futuro (V. Mendoza); tres guardan riguroso silencio (Guzmán, Barnechea y Acuña); uno posa para la foto, que finalmente es mejor que el silencio (Kenji); y otro se defiende esencialmente de las acusaciones de corrupción (O. Humala). Los otros dos tienen restricciones para expresarse por encontrarse en prisión (A. Humala y K. Fujimori).
Quisiera conocer a los publicistas que les dijeron a los líderes que en una etapa de crisis e incertidumbre es mejor no hablar o no moverse mucho, y que no deben exponerse o participar en el corto plazo de la política. Como si el inmovilismo no hubiese destruido las posibilidades de Lourdes Flores el 2006, de Toledo y Castañeda el 2011, y recientemente de Reggiardo el 2018, o como si este no fuese un momento decisivo para la renovación profunda del sistema político.
Es Vizcarra quien desde el poder encarna el rechazo al orden de cosas y el que propugna un cambio, en tanto que los grupos que se apuntan al campo opositor representan este orden detestado por los peruanos. Mientras este emplazamiento de actores persista, cualquier dinámica contra el Gobierno –aun las más agresivas- no podrá aspirar a ser hegemónica, o siquiera rentable.
Pocas veces he visto un desprecio tan marcado por la política de todos los días, un escenario en el que nadie quiere ir más allá de Vizcarra en el corto plazo, y una baja empatía con los problemas cotidianos de la gente (seguridad, servicios, empleo, salud), con una derecha esperanzada en el hundimiento de Vizcarra desde la lógica de “todos son corruptos”, y una izquierda estancada en la convicción de que salvo la constituyente todo es ilusión.
Incluso en los grupos que simpatizan con el Gobierno no existe un desempeño independiente, y no se ejerce como en otros países los compromisos diferenciados (Alemania, Italia, Chile con Bachelet, Brasil con Lula/Dilma), es decir, de respaldo a los gobiernos y sus políticas centrales sin desatender las demandas de la sociedad.
Este asunto no tendría importancia si no fuese porque las reformas pierden peso y se relativiza su imperiosa necesidad, de la mano de la aparición de un núcleo dirimente en el Congreso, que se ha trasladado a la mayoría de medios. Si hay un fenómeno que irrumpe para quedarse es el congelamiento de las reformas votadas en diciembre, con la real posibilidad de que a fin de año ninguna de ellas se materialice.
El enfriamiento de los cambios no solo sería un revés para Vizcarra sino para las fuerzas políticas y sociales que lo propugnan. Si se consuma este fracaso no debería esperarse una nueva oportunidad para el cambio democrático, además del surgimiento de un nuevo debate nacional, ya no sobre la necesidad de una reforma en democracia sino sobre cuánto habría que prescindir de ella para que el país “cambie”.

Es hora de hablar con la gente. Luego del referéndum de diciembre, la última oportunidad en que los políticos recurrieron a los ciudadanos, la política se juega más que nunca arriba. Ningún grupo o líder convoca a la sociedad, una omisión especialmente apreciable en quienes apuestan por cambios que signifiquen el reconocimiento de derechos y libertades.

jueves, 24 de marzo de 2016

La resolución del JEE sobre el caso Keiko Fujimori

Por Juan De la Puente
1.- El Jurado Especial Electoral de Lima Centro 1 (JEE) ha expedido la Resolución N° 011-2016-JEE-LC1/JNE sobre la candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori sobre la presunta vulneración del artículo 42° de la Ley de Organizaciones Políticas, Ley N.° 28094, reformada por la Ley N.° 30414.
2.-  Al respecto, previamente reitero mi oposición al retiro de candidatos por razones que no sean de requisitos, conforme los fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por lo menos en dos oportunidades, primero en el Caso Castañeda Gutman vs. México (2008) y luego en el Caso Leopoldo López vs. Venezuela (2011). Creo que la jurisprudencia de estos fallos debería haberse aplicado a los casos de César Acuña y Julio Guzmán y a otros en proceso, el de Keiko Fujimori, PPK y el denunciado recientemente sobre el APRA, en una perspectiva protectora de derechos.
3.- De igual modo, reitero mi opinión que el artículo 42° es un mamarracho jurídico, un artículo de última hora dentro de una ley de contrarreforma electoral, y de última hora, expedida como un engaña muchachos para que los ciudadanos no se den cuenta de que el Parlamento estaba dejando de legislar sobre el financiamiento privado. Creo que debe prohibirse la dádivas pero dentro de un sistema de controles del financiamiento oscuro. Es como que –salvando las distancias- se quiera combatir la micro comercialización de drogas sin tocar el gran tráfico de drogas.
4.- La resolución del JEE es deficiente y muy mal redactada. Se aprecia que carece de razones declarativas y especialmente de razones suficientes, es decir, de las consideraciones determinantes e indispensables, lo que en la técnica procesal se conoce como ratio decidendi. En la parte de apertura del procedimiento solo consigna el punto de vista de la defensa y no de la parte acusadora. Además, tiene errores notables de construcción.
Los presupuestos de la resolución
5.- El JEE se basa en el pronunciamiento de la Dirección de Fiscalización del JNE que señala que existe diferencias entre un acto proselitista durante una campaña electoral y un evento público de carácter masivo en el cual se difunde propaganda electoral, es decir, un acto electoral. (Punto 19) (los subrayados son míos).
6.- El JEE consigna los descargos de la defensa, es decir, de Fuerza Popular, en el sentido que dicho partido no participó en la organización de actividad, es decir, que la candidata solo participó en calidad de invitada, en la medida que se trataba de una actividad cultural destinada a premiar y reconocer el esfuerzo y talento de los jóvenes dedicados a la danza urbana, que promueve el arte, la  cultura, el deporte y por tanto no se trata de un evento proselitista. Punto 21. Como se sabe, para FP, Factor K no forma parte de su estructura partidaria. Punto 21.
7.- En la parte de los considerandos, el JEE, para referirse a las conductas reguladas por el Art. 42 usa indistintamente los términos propaganda electoral (Punto 6) y propaganda política (Punto 7). Sin embargo luego señala que el elemento constitutivo para la configuración de la causal de exclusión es que la entrega, promesa u ofrecimiento de una dádiva sea realizado en un acto proselitista (Punto 8). (Los subrayados son míos). 
 
Las razones
8.- El JEE fuerza su razonamiento y el del JNE cuando sorpresivamente introduce una distinción inédita y capciosa entre proselitismo político y propaganda electoral. Esa es la ventana por la que pasa el rechazo a la exclusión de Keiko. Citando a dos autores no muy reconocidos de la doctrina en materia electoral señala: “Se entiende de ello que en el desarrollo de una campaña electoral, existe una clara distinción entre los conceptos de proselitismo político y propaganda electoral”. Punto 9. Es obvio que para nuestro JEE existen ya tres categorías: proselitismo político, evento público electoral masivo (acto electoral) y propaganda electoral. Punto 9 (los subrayados son míos).
9.- El JEE no ha revisado las evidencias de quienes presentaron los pedidos de exclusión. En una omisión gigantesca, NO las analiza, no las valora, ni esa pruebas ni los argumentos expresados en la audiencia. Ni siquiera para rechazarlos. En cambio asume sin siquiera encuadrarlos en su discurso procesal los argumentos de la defensa: a) Keiko no realizó en forma directa ni indirecta la entrega de dinero o dádiva; b)  Ella asistió en calidad de invitada a participar en la  premiación de la final de un concurso de baile; c) la persona que entregó el premio es una persona distinta; d) lo que se entregó no son dádivas u obsequios con el objeto de influenciar en el electorado, sino premios; e) que siendo un acto cultural no puede ser un acto proselitista; y f) que la entrega de un premio no configura la entrega de los beneficios de naturaleza económica. Puntos 13 y 16.
10.- El JEE innova la teoría del tercero responsable. Dice que se exige que: a) Se acredite que el dinero que se pretende entregar provenga del patrimonio del candidato (¡la campaña se hacen con fondos partidarios!; y b) Que sea entregado a un tercero quien actuará como intermediario. El JEE se olvida un principio doctrinario básico, que el tercero actúe por mandato del candidato o que esté de acuerdo con él, y que se beneficie del hecho.

Conclusiones
11.- El JEE ha vulnerado los marcos del JNE para los casos de dádivas. El JNE ha establecido parámetros para aplicar el art 42°. Lo hizo en la Resolución N° 196-2016-JNE que declara infunda la apelación de César Acuña ante la exclusión por el JEE. Estos son parámetros son de dos alcances, los generales y los específicos. Los parámetros generales, es decir, lo que se aprecian como un marco doctrinario, electoral y constitucional de referencia obligatoria son: a) que la propaganda política se realice respetando los principios constitucionales de igualdad y de equidad que a la postre han de coadyuvar a que la elección sea competitiva y verdaderamente democrática. Punto 19; b) que la promesa, ofrecimiento o entrega de dinero en el marco de una campaña electoral, jamás podrá ser asumida como una forma legítima de propaganda electoral”. Punto 28; y c) “que un candidato en un acto proselitista haga el ofrecimiento o promesa de entrega de dinero no puede ser considerado como propaganda política dentro de los márgenes que prevé la norma para que el ofrecimiento o promesa de un bien sea considerado como propaganda política legítima en el marco de una elección democrática. Punto 29. (los subrayados son míos).
12.- Los parámetros específicos, es decir, los que deben ser tomados con obligado detalle para concluir una vulneración del artículo 42° son: a) acreditación de la conducta prohibida con medios idóneos; b) valoración del contexto donde se realiza este tipo de propaganda, es decir, eventos proselitistas o de amplia difusión sin diferenciar lo que diferencia el JEE; c) si el candidato es quien en forma directa realiza el ofrecimiento o entrega; y d) que el valor pecuniario de ello resulta ser significativamente mayor al límite que impone la ley. Punto 18. (los subrayados son míos).
13.- El JEE ha cometido un grave error al salir del marco del JNE y, separar un acto proselitista de un acto electoral. Por esa vía llega al extremo de considerar que una actividad cultura no puede ser al mismo tiempo electoral y proselitista. Los puntos 16 y 17 son de locura; el JEE señala que la candidata de FP participó en el “Concurso de Hip Hop y Break Dance” del Callao, “en el que se difundió propaganda electoral permitida, y en el que también participaron candidatos al Congreso de la República, llevando polos alusivos al partido político consignando en algunos casos, el número que los  identifica en la lista al Congreso de la República” pero que eso no es proselitismo sino sigue siendo un acto masivo electoral y cultural (los subrayados son míos).
14.- Finalmente, si el JNE ratifica este fallo debería hacerlo por otras razones, las relativas a los derechos de participación y a la doctrina contraria a las exclusiones por razones distintas a las de requisito, asumiendo la doctrina de la CIDH. Y debería corregir todo lo que está fuera de los parámetros que ha dictado con ocasión del caso Acuña , especialmente lo siguiente: a) la distinción entre acto proselitista, acto electoral y propaganda electoral, que no opera para el caso; b) que el acto cultural es solo cultural y que no puede ser al mismo tiempo político, electoral y propagandístico; y c) la teoría de que solo se castiga la dádiva proveniente del patrimonio del candidato, sin tomar en cuenta que los partidos tienen fondos partidarios y que la estructura de la campaña electoral es compleja y que no reduce a solo un acto jurídico.

domingo, 20 de marzo de 2016

El 2° lugar en disputa y primeros efectos de la polarización.Ipsos 20/3

Por Juan De la Puente
La encuesta que hoy (20/3) publica Ipsos Perú arroja más certezas sobre las elecciones del 10 de abril. Si bien lo recomendables es comparar los sondeos de una encuestadora con otra anterior de la misma empresa, es preciso considera que en pocas horas se publica la de GfK, de modo que se podrá apreciar en cada caso las cifras agregadas.

TENDENCIAS
Las tendencias que muestra Ipsos podríamos resumir en las siguientes:
1.- Ha concluido la distribución de las adhesiones de Guzmán y Acuña que van hacia A. Barnechea y V. Mendoza y en menor medida a PPK, y se conjura el riesgo de que estos votos engrosen el rubro “viciados”, que cae visiblemente.
2.- K. Fujimori disputará la segunda vuelta aunque su candidatura no ha podido forzar aun una arremetida final, limitada por la reactivación del antifujimorismo. A pesar de ello tiene el electorado más resistente a las contracampañas y una sólida ubicación entre los sectores pobres y jóvenes donde no solo no baja sino sube ligeramente.
3.- Se abre una intensa disputa por el segundo lugar. PPK parece haber desperdiciado un tiempo valioso para convertirse en un claro retador de Keiko. Desde la anterior medición de Ipsos solo logró subir un punto mientras que Barnechea y Verónika han subido 3.
MOVIMIENTOS
Keiko Fujimori. Con 31% nacional, se aprecian algunos daños del potente antifujimorismo reactivado con la salida de Guzmán. En Lima baja su intención de voto de 34% a 30%, quizás debido a que cae en el sector A (de 18% a 13%) y entre los jóvenes (de 34% a 30%). En cambio, sube ligeramente en las regiones y sigue siendo muy fuerte en los sectores D y E donde hasta sube un punto. Allí tiene ahora 39% y 32%, respectivamente.
PPK. Es la candidatura que se ha movido menos. Con 15% nacional, sube dos puntos en Lima, de 18% a 20%, pero no ha cosechado más adhesiones en las regiones salvo en el oriente, donde sube de 6 puntos (de 8% a 14%). Paradójicamente baja 4 puntos en el sector A (de 32% a 28%) aunque sube en el sector D de 11% a 13%.
Alfredo Barnechea. Sube a 12%, 3 puntos desde la anterior medición. Se mueve hacia arriba en Lima, de 10% a 12% pero su incremento mayor es en las regiones (9% a 13%); sube en el Perú urbano (de 11% a 15%) y en el Perú rural (de 5% a 9%). El candidato de AP sube fuerte en el centro del país, 7 puntos (de 6% a 13%) en el oriente 5 (de 6% a 11%), un poco menos en el sur (de 11% a 14%) y en el norte (de 9% a 12%). En una tendencia poco explicable, baja en el sector A (de 34% a 29%) aunque sigue allí como la primera opción, y escala 6 puntos en el sector C (de 9% a 15%) y 3 en el D (de 5% a 8%). Entre las mujeres sube de 6% a 9%, no avanza entre los jóvenes pero si entre los adultos (de 7% a 10%).
Verónika Mendoza. Con 12% nacional, baja un punto en Lima y sube 4 en las regiones (de 9% a 13%); duplica su intención de voto en el Perú rural (de 6% a 12%) y trepa 11 puntos en el sur del país (de 9% a 20%), y 9 puntos en el centro (de 8% a 17%). También escala 9 puntos en el sector A (de 2% a 11%) y en B (de 10% a 14%), igualmente poco explicable para una candidata de izquierda que concentra una fuerte contracampaña. La candidata del Frente Amplio también penetra en el sector E donde duplica su intención de voto (de 7% a 14%).
Alan García. Para desconsuelo del antiaprismo García resiste. Crece en Lima 3 puntos (de 6% a 9%) y en las ciudades del interior (de 4% a 6%); baja 2 puntos en el otrora sólido norte y sube otros 2 en el sur. El candidato de la Alianza Popular, sube 4 puntos en el sector A y baja 3  en el sector D y sube 4 en E (de 2% 6%).

PERSPECTIVA
Antivotos. La campaña ha pasado claramente a una fase anti que ha limitado hasta ahora las posibilidades de arremetida de Keiko y un mayor crecimiento de Verónika. De aquí para adelante ellas tendrán sobre sí intensas contracampañas. No en vano, los puntos de antivoto que se han movido son los de ellas: Keiko ha pasado de 44% a 46% y Verónika de 34% a 36% (aparte de Alan, de 67% a 69%). En cambio, PPK bajó su antivoto de 37% a 35% y Barnechea lo mantiene en 32%.
Esta polarización por ahora perjudica más a Keiko que reduce fuertemente su feeling ganador, al punto que perdería ante PPK en una 2° vuelta y le ganaría por poco a Barnechea y Verónika. No obstante, en las próxima semanas también podría limitar el crecimiento de Verónica y favorecer a PPK y Barnechea.
El segundo lugar. El antivoto podría más decisivo para definir el segundo lugar aunque como sucedió en otras elecciones también conlleva solidaridad como respuesta. Es importante advertir que a pesar de los antis o por lo antis tenemos algunos hechos relevantes: 1) donde más se han movido los candidatos hacia arriba o hacia abajo son en los sectores A y D, 2) se registran abandonos y adhesiones entre los jóvenes; 3) se mueven más la intención de voto en las regiones del centro y del sur del país; y 4) tanto PPK y Verónica han aumentado el porcentaje de sus votantes seguros, de 10% a 14% y de 7% a 10%, respectivamente.
Territorios en disputa. Es cierto que no existe lugar del país donde no se disputen votos. Sin embargo, con las cifras sobre la mesa, es más probable que el retador de Keiko se defina entre los más ricos del país y entre los más pobres, entre los jóvenes y en el centro y sur del país. Parece ser que allí se están moviendo una masa considerable de votos, con rangos de entre 5 y 10 puntos de incremento o decremento en las adhesiones. En este punto, dos detalles: 1) Gregorio Santos ha subido a 2% y tiene en el sector D 5%, más que Barnechea, por ejemplo; y 2) los otros han pasado de 8% a 3%, incluyendo Toledo.
El voto viciado. Está cayendo en ruta hacia los niveles tradicionales. Los rubros blancos, viciados y no precisos eran de 22% y han pasado a 19%. También se registra una importante caída del voto viciado específicamente de 12% a 9% con más fuerza en las regiones,  en el centro de 16% a 12%, en el sur de 19% a 9% y en el oriente de 11% a 6%. En el sector D ha caído de 16% a 11%.
Razones propias poco convergentes. A pesar de las contracampaña, los antis aun no son verbalizados por los electores, de modo que la virulencia que se aprecia en las redes sociales demorará en trasladarse al discurso de los ciudadanos. Por ahora, las razonas del voto son propias y poco convergentes. Por Keiko votan principalmente porque es mujer y porque luchará contra la delincuencia; por PPK por su experiencia y por su manejo de la economía; por Barnechea porque tiene buenas ideas y visión de futuro; por Verónika porque es nueva y porque también tiene buenas ideas; y por Alan porque tiene experiencia y liderazgo. Estos indicadores señalan que a pesar de las contracampañas hay espacios para la ideas.

sábado, 19 de marzo de 2016

La gran polarización

http://larepublica.pe/impresa/opinion/749314-la-gran-polarización
La República
La mitadmasuno
18 de marzo de 2016
Juan De la Puente
La exclusión de Julio Guzmán del proceso electoral ha traído efectos en cadena que elevan el nivel de incertidumbre de los resultados de las elecciones, que se añade y funde con la otra incertidumbre, la de los cuestionamientos por la salida o permanencia de los candidatos presidenciales. El último de los efectos y quizás el más decisivo es la formación de una gran polarización.
La salida de Guzmán y Acuña ha operado como la puerta de entrada a la campaña de los movimientos sociales. Estos habían estado marginados de un proceso electoral hegemonizado por los medios. En seis meses de campaña casi ningún candidato había realizado consultas con la parte organizada de la sociedad civil.
Dos destellos que patentizaron el divorcio entre los candidatos y el país que reclama –más allá de la oferta sobre el salario mínimo– fueron la visita de Alfredo Barnechea al Cusco para proponer la renegociación de los contratos del gas y la presencia de Verónika Mendoza en Amazonas, en la zona del derrame de petróleo. No es casual que estos hechos fueran seguidos de los primeros incrementos en la intención de voto de ambos.
El ingreso de los movimientos sociales a la campaña ha sido autónomo y es probable que se desarrolle en esa línea, y lo hacen portando su bandera principal, el antifujimorismo. Esta irrupción y la subida de Mendoza de 4% a 9% fueron rápidamente respondidas con la activación del antiizquierdismo. En pocos días se ha formado una polarización entre la tradición anticonservadora y la tradición antisocialista, una disyuntiva de contenido tenazmente ideológico, insospechado hace solo 10 días aunque su forma sea menos elaborada discursivamente y más adjetivada, entre “China corrupta” y “Vero terruca”.
Esta polarización tiene dos probables desenlaces: 1) que la cobertura del escenario por las dos opciones adelante la segunda vuelta electoral y se acelere la concentración de votos, estrechando las posibilidades de PPK, Barnechea y García, de modo que Keiko y Verónika disputen la segunda vuelta; o 2) que se abra una alternativa que desarme y derrote esa polarización ubicada en medio de los discursos y adjetivos, y sea un antifujimorismo light el que pase a la segunda vuelta.
Lo segundo ya se ha visto en dos procesos electorales. En 1990, Fujimori derrotó la polarización Fredemo Vs. Apra-izquierda, pasando de 3% a 27% en cinco semanas y el año 2006 Alan García rompió la disputa Lourdes Flores Vs. Ollanta Humala pasando con este a la segunda vuelta.
Ni Keiko ni Mendoza han renunciado a la polarización, que le conviene a la segunda, ubicada a 23 puntos de Keiko. Por su parte, el fujimorismo en lugar de huir de la disyuntiva está cometiendo el grave error de alimentarla desatando fuerzas que dormitaban respecto de su pasado y alejándose del discurso de Harvard, es decir, la reconciliación, el reconocimiento de errores y una ligera ruptura con la herencia de Fujimori padre.
Desatadas las fuerzas, es también poco probable que si Fuerza Popular y el Frente Amplio decidieran bajar las tensiones, lo consigan. Ambos grupos y no otros son tributarios de los antis que colisionan. La revisión de campañas en los medios y en la calle confirma que ambas tradiciones se han empezado a defender y a atacar incluso al margen de las estrategias de campaña.
No aparece todavía un candidato que se proponga disolver esta polarización. Los otros competidores, PPK, Barnechea y García creen que les puede ir bien manteniendo sus discursos de campaña sin mirar a los costados, prefiriendo un rival y perdonando al resto o haciendo incursiones cortas para luego retroceder.
El volumen inédito de votos que se movilizan interactúa abiertamente con la movilización de la calle. Se están moviendo rápidamente los votos y los antivoto. Quienes impulsaron la exclusión de Guzmán creyendo que con una jugada ganarían la partida se equivocaron. Han liberado fuerzas que actuarán en el corto y mediano plazo.

La ley es la ley y sus dos hermanos

http://larepublica.pe/impresa/opinion/747674-la-ley-es-la-ley-y-sus-dos-hermanos
La República
La mitadmasuno
11 de marzo de 2016
Juan De la Puente
Los amigos de la frase “la ley es la ley” ya tienen su respuesta: desde hace 15 años la Organización de Estados Americanos (OEA) no ponía reparos a un proceso electoral peruano. Asimismo, desde hace 15 años no teníamos a influyentes medios internacionales cuestionando el “tecnicismo” electoral que acaba en veto político.
Ajustemos cuentas con la madre del desmadre, la frasecita antediluviana de “la ley es la ley”. Empecemos recordando que en la historia hubo ley sin democracia y que la humanidad vivió miles de años con ley pero sin Estado de Derecho, y que hubo y habrá leyes sin que necesariamente sean justas.
Antes de la Revolución Francesa y de la Revolución Gloriosa (Inglaterra S. XVII), y aún más de un siglo después, se refugiaban en la ley los que vendían esclavos, arrebataban al pueblo sus propiedades, quemaban a los incrédulos, azotaban a las adúlteras  y obligaban a los operarios a trabajar 14 horas diarias.
En el Perú no hubo abuso mayor que el que se cometió bajo el paraguas de la ley, ya proclamada la República, como la continuación del cobro del tributo indígena y la esclavitud, el enganche de trabajadores para las obras públicas, el exterminio de las poblaciones nativas y la exclusión del derecho al voto de mujeres y analfabetos. El mismo Apra fue objeto por décadas de una cláusula legal que tildándolo de partido internacional le impidió participar en la vida nacional.
La frasecita intenta modernizarse amparándose en el principio de legalidad aunque de manera equivocada. Este principio consagra lo contrario, es decir, que no basta que la ley exista (lex scripta), sino que sea anterior al hecho sancionado (lex praevia) y que el motivo de la sanción sea preciso y determinado (lex certa).
Norberto Bobbio decía que si hubiese una disyuntiva entre el gobierno de las leyes o el gobierno de los hombres, él escogería el primero porque la democracia es el gobierno de las leyes y porque la ley opera, precisamente, como un freno al abuso del poder pero no es el poder mismo.
Para Francisco J. Laporta no es posible entender el Estado de Derecho sin sus tres componentes: 1) el imperio de la ley; 2) los derechos del hombre; y 3) el principio democrático. Por esa razón existen dos desviaciones que el derecho peruano rechaza, el abuso del derecho (artículo 103° de la Constitución) y el fraude de ley. Para no incurrir en ambos vicios es preciso no quedarse en la ley sino tomar en cuenta los principios que toda norma encarna (TC Exp N° 05859-2009-PA/TC).
El concepto plano de que “la ley es la ley” en el siglo XXI es totalitario y conservador. En nuestro país es hermano de otros atavismos peligrosos para la democracia como “la mano dura” y el “principio de autoridad” (sin principio de justicia), que nos han explotado en la cara y han conducido sendas capitulaciones del Estado, como en el “Arequipazo” (2002), Cerro Quillish (2004), Combayo (2006) “Moqueguazo” (2008), el “Baguazo” (2009), Conga (2012) y Tía María (2015). Luego de los muertos, los tres hermanos se recogen en silencio para volver a aparecer para causar estropicios. Como ahora.
El Estado de Derecho solo empieza con la ley, pero no se reduce a ella. Exige que además de ser ley, la ley sea justa, que no esté reñida con la libertad individual, y desde la posguerra (1945) se pide que no colisione con los derechos colectivos y los estándares internacionales. Se le pide aún más, que su aplicación se ajuste a un reglamento y a un proceso cierto, y que cuando se resuelva una controversia se tenga motivación y argumentos reconocidos como justos.
En este punto el debate ha sido ganado felizmente por las ideas liberales. El derecho moderno exige que la razón no se someta a la ley sino que la ley se someta a la razón. A ello se debe que estados y organizaciones regionales y mundiales cuestionen aspectos centrales de la legalidad cubana, china, iraní, turca, saudita o venezolana. Esto vale para el proceso electoral actual, en el que se esperaba que la ley sirva para organizar la competencia democrática, pero no para la eliminación del adversario.

martes, 8 de marzo de 2016

Sin Guzmán y Acuña, tres tercios y nueva campaña

Por Juan De la Puente
La reciente encuesta de GfK revela que a poco más de 30 días de las elecciones se ha (re) creado un escenario de tres bloques con similar dimensión: un tercio a favor de Keiko Fujimori, otro con los que esperan enfrentársele en una posible segunda vuelta; y el tercero, de electores indecisos o resistentes al voto.
Foto y película. K. Fujimori, J. Guzmán, A. Barnechea y V. Mendoza suben; PPK, A. García y C. Acuña bajan. El escenario que estaba llamado a ser una foto del momento ha terminado como una película en cámara lenta luego de la exclusión de dos de los candidatos, aunque sirve de mucho para recordar donde estaba cada uno de los actores.
La subida de Guzmán en cinco semanas desde la última medición de GfK es de 6 puntos. Gana espacio en los sectores C y D/E, en las grandes ciudades, en el Perú rural y en todos los grupos de edad. En el centro y sur roza el 25%, recogiendo la expectativa fragmentada e impaciente de estos territorios que respaldaron en su momento a Toledo y Humala. Guzmán se alimentaba de candidatos que perdían votos, especialmente de PPK y Acuña; él ya era un pequeño buitre.
Su crecimiento no fue espectacular si se toma en cuenta que durante un mes apareció como la víctima de las malvadas y rechazadas élites. Parece que antes de la resolución del JEE de Lima estuvo llegando a su techo, erosionado a su vez por Barnechea y Mendoza debido a sus contradicciones en temas cruciales de la campaña. Y es que PPK tampoco bajaba tanto y tan rápidamente.
Suben y bajan. Las subidas de Barnechea y Mendoza son muy significativas. El candidato de Acción Popular, casi como Guzmán subió un punto cada semana y la candidata del Frente Amplio duplicó su intención de voto. Las caídas de PPK y García también lo son, el primero porque no hizo nada para evitarlo y el segundo porque hizo todo lo posible para lograrlo. A PPK le ha pasado la factura la inercia y a García el pleito.
Este escenario es ideal para la candidata de Fuerza Popular cuya intención crece en todos los sectores sociales y en el Perú rural, aunque baja en el sur. La salida de  Guzmán deja al tablero sin retador de Fujimori y abre una batalla entre cuatro candidatos (PPK, Barnechea, García y Mendoza) que parecen entender que tienen varios enemigos, el tiempo y los otros tres, y no necesariamente a quien lidera las encuestas.
Los nuevos tercios. El país que antes se dividía en tres tercios –derecha, centro e izquierda- parece dividirse ahora en un tercio fujimorista, otro tercio que prefiere guerrear entre sí y un tercio que no confía en los dos anteriores y que espera mensajes.
Con ese marco, a la espera de la decisión del JNE, se inicia una nueva campaña, corta, dura e inédita. La medición del trasvase de votos por la salida de Julio Guzmán y Cesar Acuña no coincide con las apuestas. Por ahora. La mitad de sus votos se quedarían suspendidos en el aire, en el rubro viciado, blanco y nulo que, contra la tendencia tradicional de que bajan conforme se acercan las elecciones, trepa para volver a ser como hace meses el 30%, y en el sur rozar el 40%.
Nueva campaña. En esta nueva campaña los apoyos constan pero no son muy sólidos. La mitad de electores declara que puede cambiar su voto y dos tercios reclaman un candidato nuevo. Iniciada esta campaña, si se confirma la exclusión de Guzmán y Acuña, la pugna se traslada a lo que dejan, el centro y sur del país, los jóvenes y el sector C. Pero eso no basta; quien aspira a ser el retador de Fujimori deberá empeñarse en todo y tratar de hacer en un mes lo que Guzmán logró en dos.
Este desafío es complejo. Obligaría por ejemplo a que los candidatos salgan de las ofertas conocidas y un poco gastadas, como el sueldo mínimo o el nuevo balón de gas barato, y trasladen ofertas convincentes al centro y sur y a los jóvenes, en los que Fujimori le lleva ventaja a Guzmán (30% a 25%).
En  este juego de agregar deberían tener un papel destacado los ciudadanos. La alternativa para desarmar los tres tercios parece ser solo una, adelantar la segunda vuelta empoderando a un retador (a) con un discurso antifujimorista en lugar de los discurso consabidos contra los cuatro que quedan en lisa, “PPK es viejo”, “Barnechea no es nuevo” “Verónika es roja” o “Alan ya fue”. ¿Se podrá construir un potente antifujimorismo en 30 días?

miércoles, 24 de febrero de 2016

Guzmán, vivo por ahora

Por Juan De la Puente
Julio Guzmán y su partido se queda por ahora en la campaña electoral porque el Jurado Especial de Lima Centro 1 (JEE) ha expedido una resolución admitiendo a trámite la solicitud de inscripción de su fórmula presidencial. Esto significa que no será apartado del proceso y que la inscripción de su lista continúa aunque esta verificación se referirá a otros aspectos.
Es una resolución polémica, como lo fue la resolución del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) confirmó por mayoría la improcedencia de la modificación de los estatutos y de la dirigencia de Todos por el Perú (TPP) respaldando lo actuado por su instancia dependiente, el Registro de Organizaciones Políticas (ROP).
La resolución puede ser criticada en lo político y jurídico. Lo que no puede es hacerse un juicio político sin valoración jurídica, como también sería un error un juicio legal que pretenda anular las objeciones políticas.
Existe un espacio donde se pueden juntar ambos universos, y es en la fundamentación de la resolución que corre en el punto 3.4. Allí se detalla los tres ejes sobre los cuales ha girado la reflexión del JEE y que también he podido advertir en su primera resolución el del fin de semana, la que la deba dos días a TPP para subsanar.
Desde esa resolución, al JEE le importaban tres elementos de convicción: 1) el reconocimiento del derecho a la participación política como fundante de la democracia y de la existencia de los partidos; 2) el desapego al formalismo administrativista junto al reconocimiento de una mínima legalidad para del validez de los actos partidarios, porque este derecho no es absoluto; y 3) el reconocimiento de la necesidad de que los partidos garanticen la democracia interna y el debido proceso en sus filas.
En el fallo de hoy, el JEE señala como argumentos para dar luz verde a Guzmán, lo siguiente:
1)      Los partidos políticos son asociaciones de ciudadanos que constituyen personas jurídicas de derecho privado cuyo objeto es participar por medios lícitos, democráticamente, en los asuntos públicos del país y donde es la voluntad libremente expresada de sus asociados (afiliados) un factor gravitante para la adopción de acuerdos válidos, lo que puede ser convalidado por el acuerdo “en tanto el acto en el que se materializó no adolezca de los requisitos esenciales para su validez” (el subrayado es mío).
2)      La Asamblea General del 10 de octubre tiene los elementos constitutivos del acto jurídico válido, esto es, expresa con claridad la manifestación de voluntad de los participantes de constituirse en una asamblea y por otro lado adopta los acuerdos ahí señalados, por tanto se trata de un objeto jurídicamente posible y su fin es licito, pues no es opuesto al orden público ni a las buenas costumbres, sino que, busca cumplir los fines previstos en la norma (los subrayados son míos).
3)      Si los órganos que adoptaron los acuerdos que se pretenden convalidar por la Asamblea General Extraordinaria del 20 de enero de 2016 son los mismos, los actos jurídicos que adolecen de algún vicio no constitutivo pueden ser convalidados por la voluntad de las partes. La Asamblea General puede adoptar dicho acuerdo y convalidar lo que se supone son vicios no constitutivos (subrayados son míos).
4)      Frente a dichos acuerdos, ningún afiliado se ha opuesto en vía de acción civil o de jurisdicción electoral, los mismos que no han considerado que su derecho de elección interna se ha visto afectada, por el contrario con su accionar han convalidado los actos, materia de sus derechos constitucionales consagrados en los arts. 2 numeral 17, 31  y 35 de la Constitución (subrayados son míos.
Me queda claro que el JEE ha hecho control difuso y ha preferido aplicar a este caso el mandato de la Constitución en los artículos señalados y los que dispone el Código Civil en sus  artículos 230° y 231° que como se sabe es una norma integradora. Mis amigos abogados dicen que el TC ha fallado disponiendo que los tribunales administrativos no hagan control difuso. Cierto, como también es cierto que el JNE hecho control difuso luego de esa sentencia, como en la Resolución N° 545-2014-JNE que precisa las reglas para determinar quién debe ocupar temporalmente el cargo de presidente o consejero regional, alcalde o regidor, cuando se concedan licencias a sus titulares. Sucede lo mismo que cuando se dice que no hay amparo electoral.
Otros tres principios que el JEE rescata tres principios jurídicos cruciales: el Principio de Presunción de Veracidad, que presume que los documentos y declaraciones  presentados por los interesados son veraces y guardan perfecta relación con los hechos oactos que ellos contienen; el Principio de Privilegio de Controles Posteriores, que no es otra cosa que el deber de fiscalizar posteriormente los actos que le han sido presentados por los organismos competentes; y el Principio de Verdad Material, que también admite prueba en contrario.
¿Desacata el JEE al JNE? No por tres razones. 1) El JNE no ha fallado en esa materia sino en otra conexa previa; 2) El JNE le ha pedido fallar sin parámetro previo; y ) El JEE no es, ojo NO es órgano de línea del JNE sino instancia previa.
En puridad jurídica el JEE se ha colocado al medio entre la mayoría y minoría del JNE y no sé cómo razonará este organismo cuando llegue esta caso en los próximos días Mi pálpito es que ratificará lo que ha resuelto el JEE, pero solo es un pálpito.
En algún momento de su vida cuando quiere subsanar y convalidar, como en pleitos con la municipalidad, la SUNAT o los registros públicos recuerde este tema.