Por Juan De la Puente
La
reciente encuesta de Ipsos modifica las urgencias de la campaña electoral. PPK con 39%, una
caída de 4 puntos respecto de la medición anterior, pasa a ser un candidato
acosado por mejores resultados. Keiko, que obtiene 42%, tres más que en la
medición anterior como efecto de una campaña más dinámica y política, tendrá más comodidad para sumar votos. La encuesta vuelve a poner sobre la mesa el reclamo a Acción Popular, Frente Amplio y
Democracia Directa sobre un apoyo explícito a PPK, en tanto se evidencia que
las polémicas alianzas sociales de Keiko son hasta ahora eficaces.
1.-
Keiko ha asaltado Lima, en las narices
de PPK y en solo dos semanas: ha volteado allí el partido. Ha subido en la
capital 7 puntos en intención de voto (de 40% a 47%) en tanto PPK ha caído allí
mismo 6 puntos (de 46% a 40%).
Ninguna
encuesta explica con absoluta veracidad el porqué de subidas y bajadas; no
obstante, deja pistas. El anterior sondeo de Ipsos (24/25 de abril) ya
relativizaba la idea de que todo estaba dicho en Lima, y añadía que la
elección se definiría en el centro y sur del país, y en el Perú rural. Ese
sondeo mostró un pequeño sismo en los sectores A y B en los que PPK bajaba pero
que compensaba con un aumento en el centro, mientras que Keiko ratificaba su
mayoría el norte.
Los datos de esa encuesta indicaban que en el sur ambos “desacumulaban” y que por lo menos 4 millones de votos estaban a la espera de definiciones, de los cuales 1 millón se localizaba en Lima y otro millón en el sur del país, y que otros territorios de batalla eran los sectores D y E. Esa disputa reclamaba definiciones más precisas de los líderes políticos, sectores sociales, empresariales y medios. Los votos habían llegado solos hasta ahí y los que aún no se definían necesitarían de orientación más expresa.
2.- A tenor
de los nuevos resultados, en Lima se han producido tales orientaciones expresas.
Keiko ha atacado los conos con recurrentes actos electorales y ha tejido
acuerdos sociales, que siendo polémicos y hasta regresivos (el 24x24 para la
familia policial, el seguro para los mototaxistas y la adhesión al credo
ultra-evangélico) han dado frutos.
La candidata de Fuerza Popular se ha frenado en los
sectores D y E pero ha subido 15 puntos las clases medias (en B de 26% a 35% y
en C de 34% a 40%). También ha mejorado entre los jóvenes, donde ha subido 5
puntos (de 34% a 39%). Por su parte, PPK subió en el sector A (de 64% a 69%) pero
cayó 11 puntos en las clases medias (en B de 61% a 55% y en C de 48% a 43%), y ligeramente
en D y E, y en los jóvenes (de 49% a 45%).
3.-
Se trata de subidas uniformes de Keiko
vs bajadas igualmente uniformes de PPK. En este punto es importante dilucidar
los motivos. Es cierto que la movilización partidaria es crucial
en la campaña y que Keiko tiene una mejor estructura que PPK; sin embargo, gran
parte de su escalada en Lima no parece deberse a un gran aparato partidario que
algunos analistas dicen haber avistado sino a que el fujimorismo está haciendo
más política en las alturas y hablándole al país, sumando votos y tejiendo
alianzas. A ello se ha agrega cierta desmovilización del antifujimorismo que
tiene como consecuencia la ligera reducción de su antivoto.
4.- Fuerza
Popular no necesitó moverse mucho en el sur para que Keiko suba allí 6 puntos
claves (de 25% a 31%) mientras PPK cae ahí mismo otros 4 (de 43% a 39%). Es
evidente que una parte de sus nuevas adhesiones tienen que ver con el pacto con
los mineros ilegales e igualmente con la familia policial y mototaxistas.
En el norte y el centro parece estar decidida la batalla
en términos generales -con la salvedad de sus territorios rurales- con
predominio del fujimorismo en el norte (PPK ha caído ahí 3 puntos, de 38% 35%) y de PPK en el centro (Keiko ha caído
ahí 8 puntos, de 40% a 32%).
5.- La
disputa en el sur es dura; entre PPK y Keiko suman 70% (PPK 39% y Keiko
31%) y tienen ante sí un bolsón de otros 30% entre los que no responden,
blancos y viciados. En la misma dirección una tendencia que debe ser advertida:
mientras Keiko cae solo 2 puntos en el Perú rural (de 42% a 40%), PPK cae 5
puntos (de 40% a 35%).
6.- Los resúmenes sectoriales y territoriales dicen mucho del ritmo de
la campaña pero sobre todo de las certezas y miedos de los electores. Keiko trepa
en Lima, sube en el sur, en los sectores B y C y entre los jóvenes; pero cae en
el centro, se mantiene bajo en el sector A y se frena en D y E. Por su parte,
PPK baja en Lima, en el Perú rural, en el norte y sur y en los sectores B, C, D
y E, y entre los jóvenes; pero sube en A.
Estos
movimientos muestran como hace dos semanas que el conjunto Lima/sur/D-E será
decisivo para el resultado final, con Keiko ahora con mejores posibilidades de
acumular si se mantiene entre 15 y 20 puntos el porcentaje de los blancos,
viciados y no precisa (que ahora es 19%). Solo
hay dos maneras de reducir ese porcentaje: 1) más pactos sociales del
fujimorismo; o 2) apoyos políticos partidarios explícitos a PPK y la
reactivación del antifujimorismo militante que reduzca a su favor los blancos y viciados.
6.-
Las cifras del Ipsos son interesantes
respecto de esas posibilidades con una ventaja ligera de Keiko. Entre los
que votarán por ella y los que podrían votar por ella suman 49% mientras que las
mismas respuestas sobre PPK suman 46%. Estos datos son concurrentes con otros: el
39% cree que en general Keiko es autoritaria y el 45% que cree que en general es
demócrata; contra el 28% que cree que PPK es autoritario y el 56% que cree que
es demócrata. Ni muy muy ni tan tan, ni PPK aparece muy demócrata ni Keiko muy
autoritaria.
Puede encontrar más información de esta nota en: https://juandelapuente.com/keiko-toma-lima-por-asalto-analisis-de/
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