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viernes, 19 de abril de 2013

El Congreso y los viajes presidenciales

19 de abril de 2013
Por Juan De la Puente
En el reciente y áspero debate parlamentario sobre el viaje del presidente Ollanta Humala a Venezuela reitera las discusiones ocurridas durante las presidencias de Alejandro Toledo y Alan García. En los últimos 12 años la controversia ha girado sobre lo mismo, es decir, en qué circunstancias el Parlamento puede desaprobar un viaje presidencial y las consecuencias probables de esa negativa.
En el primer caso, la oposición consideraba que Toledo hacia demasiados viajes al exterior asumiendo una conducción personalísima de la política exterior y de la apertura del comercio peruano. En el caso de García, el 2009 se cuestionó su viaje a Ecuador aduciendo que era intempestivo y que había poco tiempo para debatir su conveniencia.
El permiso parlamentario de los viajes presidenciales peruanos data de la primera Constitución (1823) y se ha repetido en todos los textos constitucionales, incluida la Constitución Vitalicia de 1826, la de Bolívar. Nace de una antigua práctica que pretendía evitar la huida de los jefes de estado en el marco de un agitado ejercicio del poder o luego de concluido este. La Constitución de 1828 señalaba incluso que el presidente que dejaba el poder no podía ausentarse sin autorización del Parlamento hasta seis meses después de haber dejado sus funciones.
Nuestro sistema político ha tenido tomas y abandonos sorpresivos del poder. Es conocido, por ejemplo, la huida del Presidente Mariano Ignacio Prado quien viajó a Estados Unidos y a Europa en plena Guerra del Pacífico usando una autorización de viaje otorgado siete meses antes. Los textos constitucionales del siglo XX incorporaron como una causal de vacancia ausentarse del país sin la autorización parlamentaria. La Constitución vigente consigna en el artículo 102° inciso 9 como una función del Congreso autorizar al presidente a “salir al exterior” y el artículo 113° inciso 4 considera causal de vacancia salir del país sin autorización parlamentaria o no regresar a él fuera del plazo fijado.
Esta autorización no es ni formal ni debe ser automática. Opera como un requisito que debe ser cumplido con toda responsabilidad; se encuentra vinculado a las actividades generales presidenciales y no al ejercicio específico de la política exterior, cuya dirección la ejerce el Presidente del República. De acuerdo al profesor Mario Castillo Freyre (Todos los poderes del presidente, PUCP 1997), opera como una previsión frente a probables dispendios de los recursos del Estado y a la falta de decoro del presidente en su comportamiento fuera del país.
En  ese sentido, ¿Puede el Congreso negarle la autorización de viaje a un presidente? Puede hacerlo, pero es equivocada la idea de que ese impedimento forme parte del control político de las relaciones exteriores. Este control puede realizarse mediante otros mecanismos como la interpelación, la Estación de Preguntas o la invitación al canciller para informar. La figura constitucional de un presidente recabando del parlamento una autorización de viaje no puede, por lo tanto, ser atravesada por una discusión ideológica o de política exterior, como sucedió en los casos de Toledo, García y ahora de Humala.
El Jefe de Estado debe tener el suficiente margen de acción para ejercer el mandato de representación del país y dirigir su política exterior, al fin de cuentas un mandato igualmente constitucional. Eso no significa que el Congreso no pueda establecer un control o ex ante o ex post de los movimientos presidenciales. Puede, inclusive, el Jefe del Gabinete o el canciller acudir al Parlamento a detallar las razones previas al viaje. Por esa razón, la legislación infraconstitucional ha preferido acertadamente el control ex post y ese es el sentido de la Ley N° 28344, que regula la autorización de salida del territorio nacional del presidente.
El propósito de este control ex post es evitar que el Jefe de Estado vea mermada su capacidad de representación si el parlamento le niega el permiso, en cuyo caso no solo pierde él sino que se debilita la posición del país. Por esa razón, a pesar de que esta facultad ha estado presente en 11 constituciones nunca ha sido usada en fórmula negativa pero si de coordinación.
Los procesos de globalización, de independencia e integración han incrementado la frecuencia de viajes de los presidentes al exterior. En su primer periodo de gobierno, Fernando Belaunde viajó una vez y en su segundo periodo 8; Alan García viajó en su primer gobierno 23 veces, Alberto Fujimori 89 a razón de 44,5 viajes por cada periodo de gobierno y Paniagua no viajó ninguna vez en sus ocho meses de gestión. Alejandro Toledo viajó hizo 62 veces aun cuando la línea ascendente de viajes fue alterada por Alan García quien en su segundo mandato solo viajó en 30 oportunidades. En lo que lleva de su mandato, Ollanta Humala ha viajado 15 veces y es probable que aunque no bata el record de Toledo y Fujimori sus desplazamientos al exterior superen al de García.
Este realidad llevó a que en el periodo anterior el grupo Acción Popular y Perú Posible presentaran en el parlamento el Proyecto de Ley N° 3618-2009/CR que proponía reformar la Constitución para flexibilizar las autorizaciones parlamentarias de los viajes presidenciales. El proyecto fue suscrito por Víctor Andrés García Belaunde y Yonhy Lescano, ambos de Acción Popular, y por Carlos Bruce y David Waisman, a la sazón representantes de Perú Posible.
El proyecto es enjundioso y abunda en legislación comparada de países que han flexibilizado los viajes presidenciales. En Brasil solo se requiere autorización parlamentaria si el viaje supera los 15 días, en Chile por más de 30 días, en México por más de siete días; en Venezuela más de cinco y en Panamá más de 10. En el caso de Ecuador el presidente sólo debe comunicar al Congreso su viaje previo a su realización.
El proyecto peruano proponía copiar la reforma constitucional mexicana, modificando el artículo 102° de la Constitución para que el presidente pueda viajar a países de la región por un plazo no mayor de siete días sin autorización del parlamento. El proyecto fue dictaminado con mucho tino y acierto por la Comisión de Constitución presidida por Mercedes Cabanillas, apoyado por UPP (Edgar Raymundo y Aldo Estrada), el fujimorismo (Martha Moyano y Santiago Fujimori), el PPC (Javier Bedoya de Vivanco), Acción Popular (Víctor Andrés García Belaunde) y el Apra (Mauricio Mulder y Javier Valle Riestra), entre otros grupos. El dictamen fue aprobado el 16 de marzo del 2010 pero lamentablemente no se concretó en votos en el pleno del Congreso.

domingo, 20 de enero de 2013

Los nuevos revocadores

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/los-nuevos-revocadores-18-01-2013
La República
La mitadmasuno
18 de enero del 2013
Juan De la Puente
La revocación de la alcaldesa de Lima surgió como una algarada de la extrema derecha contra una izquierda moderada que había tomado el poder en la capital; se convirtió en realidad cuando el grupo revocador se organizó como una coalición de intereses concurrentes que recogió firmas usando dinero y métodos turbios, apoyándose sobre todo en las fuerzas contrarias a las reformas que Susana Villarán impulsa. Los recientes acontecimientos revelan una transformación de la batalla por Lima, que ha dejado de ser una disputa reforma vs. antirreforma y amenaza con diluir inclusive el antagonismo entre la capital y los intereses particularmente mafiosos de los antiguos revocadores.
La campaña por la revocación se ha convertido en una batalla política de cara al 2016, una suerte de primera vuelta adelantada. A la posición favorable al NO de Ollanta Humala y Alejandro Toledo le han seguido las de Pedro Pablo Kuczynski y Lourdes Flores. A favor de la revocación, tácita o expresamente, se encuentran Luis Castañeda, Keiko Fujimori y Alan García.
El escenario que plantean estos grandes actores y electores altera relativamente el tablero que ofreció la segunda vuelta electoral del 2011, con dos hechos: la oposición formal de PPK y Lourdes Flores a la revocación, y el ingreso del Apra a la campaña por el SÍ de modo oficial, abierto y frontal, con el silencio positivo de García.
Castañeda y Fujimori tienen sobradas razones previas para apoyar la revocación. Sin embargo, el Apra pudo haberse colocado de perfil en esta batalla haciendo uso del abstencionismo ejercido en la última elección de Lima donde no presentó candidato y administrando con solvencia la exposición pública de García, quien ejercía una ex presidencia casi perfecta.
Solo se entiende el ingreso del Apra al campo de batalla por una poderosa razón: la trabajosa búsqueda de una coalición en la que parece, por ahora, no podrá embarcar a PPK y a su partido próximo a inscribirse y al PPC, aunque sí a Castañeda y a otros grupos menores. Esta coalición será tal en la medida en que el Apra derrote a la izquierda, gane a Solidaridad Nacional (cuyo candidato obtuvo 9% en las elecciones del 2011) y neutralice o sobrepase a otros dos potenciales candidatos que disputarán el espacio de la centroderecha, PPK y Lourdes Flores.
El Apra triunfante en Lima con la bandera de la revocación suena como una promesa; la derrota de Villarán y sus aliados potenciarían a García y consolidaría el proceso de centralización de opciones políticas en favor de una gran candidatura. Al contrario, la derrota de los revocadores sería la afirmación de un escenario de relativa fragmentación con varias opciones en la derecha y el centro.
El camino escogido es audaz pero riesgoso, sobre todo por la precariedad del SÍ y la orfandad pública de los antiguos revocadores, chamuscados por denuncias y trapacerías. En pocos días el APRA ha desplazado del liderazgo de la revocación al grupo inicial y se ha convertido en el centro, el eje y emblema del SÍ. A ese ritmo, en el imaginario de la disputa, Susana Villarán podría aparecer compitiendo contra el binomio Castañeda/García con resultados de difícil pronóstico.
Al APRA no le fue bien en Lima en los últimos 20 años; no obstante, en el segundo gobierno de García, la capital le ofreció su respaldo cuando las regiones se enfrentaron a él en episodios cruentos como los de Combayo, Bagua y Moquegua, entre otros. La campaña de las siguientes semanas demostrará si el antiaprismo limeño resucita o es una cosa del pasado.
Por ahora, la precipitación de los grandes actores políticos en la campaña por la revocación juega en favor de Susana Villarán porque permite apreciar que tras el deseo de retirarla del cargo están poderosas razones políticas y no las pretendidas ineficiencias de su gestión; es probable que a pesar del refuerzo que ha recibido el SÍ, será más fácil para el NO disputar una batalla auténticamente política.

jueves, 14 de abril de 2011

Los dos miedos

La mitadmasuno
La República
14 de abril 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/14-04-2011/los-dos-miedos

Tan importante como las elecciones es el análisis de sus resultados y, en tal medida, considero que este debe emanciparse del pesimismo de la elite conservadora (y limeñísima) que está de duelo porque cree que el Perú ha perdido. La recurrente pregunta: ¿Qué hemos hecho para merecer esto? evade la aceptación de que el mensaje principal del 10 de abril es, por un lado, el rechazo a un estado general de cosas y, por el otro, la demanda de cambio.

Creo que al abrirse por tercera vez en una década un ciclo de transformación, riesgoso pero ineludible, el Perú ha ganado y que si esa demanda no se procesa ahora en democracia puede venir en otro momento desde la calle y con otros métodos. Desde esta reflexión, lo grave de la visión pesimista es el revanchismo que magnifica los riesgos y olvida que antes y después de las elecciones el problema principal es uno: el cambio y sus actores.

Me resisto a creer que todos los votos que recibieron los candidatos que pasaron a la segunda vuelta hayan sido de electores ignorantes y no democráticos y que lo contrario sucede con cada voto por PPK, Toledo y Castañeda. Un ciudadano vota por convicciones pero también por intereses, y para unos las elecciones son un riesgo, para otros una rutina y para muchos peruanos una oportunidad.

Se anotan como riesgos la deriva autoritaria y las sobreexpectativas sociales. Es cierto, pero el principal riesgo es el cierre o bloqueo del ciclo de cambios ya explicitado en las elecciones del 2001 y 2006. Los dos miedos que se han empezado a levantar desde el domingo, especialmente el de corte macartista y sesentero, sí pueden hacer que el Perú pierda en la segunda vuelta, es decir, que la polarización ideológica y la división del país no sea resuelta en las urnas, un desenlace distinto a otras polarizaciones de la región, como las que transitaron Chile y Brasil.

Los que pretenden organizar un bloque político contra el cambio so pretexto de oponerse a uno de los candidatos, deberían reconocer que esta vez el cambio es absolutamente necesario y que conviene debatir y, si es posible, consensuar sus alcances, ritmo y límites. La idea del sida vs. el cáncer fue una construcción trágica que evidenciaba los riesgos y los dos miedos, pero el país tiene que imponerle a sus líderes más democracia, más crecimiento y más equidad, esa mala palabra que las elites dolientes de hoy se niegan a aceptar.

lunes, 31 de enero de 2011

La encuesta de Imasen 30. 01.2011. Ideeleradio

En el programa No hay derecho de Ideeleradio, en Radio San Borja, que dirige Glatzer Tuesta, analizamos la reciente encuesta de Imasen publicada en La República el domingo 30 de enero. La reseña la tomo del blog de ideeleradio. (aquí).
Ideeleradio.- Ningún candidato que tenga 5% en los sondeos puede darse por muerto, porque aún faltan 60 días antes para los comicios generales, sostuvo el analista político Juan de la Puente, tras estimar que el Partido Aprista Peruano superará la valla electoral.
Fue al referirse a la reciente encuesta de Imasen, publicada en el diario La República, que da cuenta del liderazgo de Alejandro Toledo (30.7) en las preferencias electorales, seguido de Luis Castañeda (21.3 por ciento), Keiko Fujimori (20.3 por ciento), Ollanta Humala (12.1 por ciento) y Pedro Pablo Kuczynski (5 por ciento). El mismo estudio revela que el Apra alcanza apenas un 2.9% de intención de voto en el Parlamento.
“Un Parlamento sin el Apra, es como un café sin azúcar, que también se toma, pero yo lo dificulto, creo que el Apra tiene fuerzas internas políticas, creo que el Apra va a superar la valla y a García le va a convenir encontrar el 29 de julio un Apra reconstruible, porque la construcción de una tercera elección depende de eso”, manifestó en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“Setenta días antes de las elecciones, ningún candidato que tiene 5% puede darse por muerto. […] Yo no mataría a nadie, porque Humala todavía sigue siendo un albur, incluso Pedro Pablo Kuczynski, quien no ha despegado a pesar de la campaña, que habla lisuras, se tira a la piscina, toma cerveza, va a la playa, no sé qué más puede hacer para PPK para aparecer menos gringo”, agregó.
Indicó que probablemente habría una segunda vuelta entre Toledo y Fujimori o Toledo y Castañeda. Sostuvo que esta elección la ganaría quien puede plantearle al país, una mayoría política. “Eso es más probable que lo haga Toledo frente a Keiko.
Por eso, es que la disputa soterrada o abierta entre Keiko o Castañeda, llevaría a Castañeda más a la derecha, como se dice en el lenguaje popular más derechoso, allí va producirse una discusión”, señaló.
Candidatos de segunda vuelta tendrán que buscar unidad
Comentó que la encuesta de Imasen revela que tendremos un Parlamento fragmentado y que quien gane la elección no tendría minoría (mayoría). Sólo cinco agrupaciones tendrían derecho a representación parlamentaria: Perú Posible, Fuerza 2011, Solidaridad Nacional, Gana Perú y Alianza por el Gran Cambio.
“El fujimorismo y el humalismo, en el centro y en el sur van a tener más votos parlamentarios, podría ser que Toledo plantee en una segunda vuelta, un esquema de unidad nacional y reconciliación, con un Toledo que le tienda la mano a Castañeda, Humala, García, porque cuando un candidato con 30% pasa a la segunda vuelta, necesita 20 puntos para ganar. Los esfuerzos de construir una mayoría van a ser más intensos”, estimó.
“Allí Toledo tendría más dificultades por que las relaciones con el Apra, Castañeda, Keiko, Humala, no son buenas. Teóricamente, Castañeda estaría en mejores condiciones de construir un gobierno de unidad nacional en caso tuviéramos un parlamento fragmentado”, apuntó.

martes, 18 de enero de 2011

Análisis en Radioprogramas

Adjunto el link del resumen que hizo Radioprogramas del Perú de la entrevista realizada con Raúl Vargas, Patricia del Rio y Ricardo Gómez en Ampliación de Noticias el lunes 17. Se habló de la coyuntura, de las encuestas, de los programas, de las listas parlamentarias y del drama del Apra:
http://www.rpp.com.pe/2011-01-17-juan-de-la-puente--ppk-es-el-candidato-mas-arriesgado-noticia_327937.html

jueves, 13 de enero de 2011

El tercero disponible

La mitadmasuno
La República
Jueves 13 de enero de 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/13-01-2011/el-tercero-disponible
La campaña en curso con 6 candidatos “grandes” y “medianos” origina un escenario ligeramente distinto al de inicios del 2006, con los siguientes rasgos básicos: 1) una baja intención de voto; ninguno supera el 25%; 2) una polarización media; los llamados “extremos” no superan juntos un tercio de adhesiones; y 3) la ya anotada tugurizacion del “centro” por la irrupción de candidatos que vienen desde la derecha para atrapar votos distraídos.
La sobrepoblación se ha resuelto hasta ahora con la caída del rubro “otros” que, según Ipsos Apoyo, pasó de 10% en julio a 1% en diciembre y de los blanco/viciado que pasaron del 8% a 4% en el mismo período. En la previsión que los votantes duros de K. Fujimori y de O. Humala se mantengan o que sus candidaturas crezcan, y con casi dos tercios de votos en disputa, se espera una lucha fratricida en el centro bajo la presunción de que por lo menos un candidato centrista disputará la segunda vuelta presidencial.
Las guerras centristas han empezado. La primera Aráoz-Toledo, fue resuelta por el expresidente con la cancelación del debate en Bagua, aunque luego de que la candidata lograra tocarlo. Otras dos están en curso, Toledo-Castañeda y PPK-Toledo. En el primer caso se ha puesto sobre la mesa la gestión del ex alcalde de Lima, ámbito en el que es poco vulnerable, la elección de su fórmula presidencial y la vida personal del expresidente. La batalla de PPK recién empieza y se localiza en la personalidad de Toledo y no en los programas de gobierno porque Kuczynski fue ministro de Economía y premier del toledismo. Dos guerras más son probables, Kuczynski-Castañeda y Kuczynski-Aráoz.
Estas guerras no son sinónimo de debate; el formato que siguen las hace sucias e inútiles. Se sustentan en una presunción equívoca de que el ataque personal a un candidato lo debilitará y que el beneficiario de la pérdida de sus votos será el atacante, una interpretación fallida de las demoliciones fujimoristas de los años noventa. Lo más probable es que la debacle de uno favorezca a terceros disponibles colocados o puestos al margen de la disputa. Tal fue el caso de S. Villarán beneficiada con la caída de A. Kouri (2010) y de Toledo beneficiado con la demolición de A. Andrade (2000). Por ejemplo, Aráoz o Kuczynski en un primer momento, y Rodríguez Cuadros o Rafael Belaunde en otro, podrían beneficiarse de una guerra Castañeda-Toledo. La demolición puede acabar en autodestrucción.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Los abismos electorales

La mitadmasuno
La República
Jueves 25 de noviembre 2010
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/25-11-2010/los-abismos-electorales
La encuesta de Ipsos/Apoyo de noviembre muestra escenarios electorales territoriales cuyo comportamiento final será decisivo para las adhesiones en la segunda vuelta electoral y en la conformación del Parlamento. Con un padrón electoral de casi 20 millones de electores, el incremento o la disminución de un punto porcentual implican la movilización de decenas de miles de votos, de modo que las tendencias que ahora se aprecian no son irrelevantes.
Los cinco principales candidatos concentran nacionalmente el 80% de intención de voto, en un cuadro donde los indecisos significan solo el 7%. Estos porcentajes los reproduce Lima. Las cifras indican que aun cuando ningún postulante supera el 25% la dispersión es muy relativa a pesar de la anunciada fragmentación. Esta concentración se incrementa ligeramente en el norte y sur donde los “grandes” concitan el 83% y el 82% de intención de voto, respectivamente; baja sustantivamente en el centro (76%) y sube significativamente en la amazonía (87%).
Este cuadro indica que la pugna entre quienes pretenden el “centro” (Toledo, Castañeda y Aráoz) ha empezado a saldarse con “nuevos” votos. Así, los 4 puntos de incremento de Toledo provendrían de los que pierde Humala y de los indecisos, en tanto que los 3 que sube Aráoz procederían de los 3 que pierde Keiko. La tugurización del centro estaría llevándola a su ampliación.
Las adhesiones regionales muestran picos interesantes: Toledo, que nacionalmente obtiene 20%, salta a 28% en el norte y 32% en la amazonía, en tanto que Humala, con 10% nacional, obtiene 19% en el sur y 17% en la amazonía. Al revés, Castañeda, que tiene un 24% nacional, baja a 19% en el norte y en la amazonía; Toledo baja a 13% en el centro y Humala a 6% en el norte. Keiko Fujimori, con 20% nacional, baja a 16% en la amazonía.
Los partidos explican estos abismos por una campaña electoral que recién se inicia. Sin embargo también asoman previsiones gruesas y otra forma de fragmentación: 1) Lima es una plaza muy resistente a favor de Castañeda; 2) Perú Posible cubre en parte el vacío que se abre en el norte con la crisis electoral del aprismo y podría ser el nuevo acciopopulismo en la amazonía; 3) el centro es un territorio seriamente impactado por el fujimorismo y por Castañeda; y 4) el sur contestatario está en disputa, con pronóstico reservado. Así se entiende mejor el juego y afán de las alianzas regionales de la mayoría de candidatos.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Análisis de los candidatos. Ideeleradio. Radio San Borja

Martes 16 de noviembre
Esta es el resumen que hace la página web de Ideeleradio de la entrevista que tuvimos con Glatzer Tuesta el 16 de noviembre en Radio San Borja
Juan de la Puente: Keiko es el fujimorismo clásico y tiene dificultades para diferenciarse de su padre
Ideeleradio.- La candidata de de Fuerza 2011, Keiko Fujimori, tiene dificultades para demostrarle al electorado que su eventual gestión presidencial será diferente a la que hizo su padre, el ex mandatario Alberto Fujimori, afirmó el analista político, Juan de la Puente.
“Una cosa es distanciarse y otra cosa producir en el elector la idea de que yo soy un producto nuevo. Y lo que [Keiko Fujimori] ha hecho en CADE es el inicio de un camino. Yo no le veo explorando de manera más agresiva el post fujimorismo. Todavía miro a Keiko como la candidata del fujimorismo clásico que opera y funciona con una lógica de distancia”, sostuvo en diálogo con el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“No obstante su discurso, a pesar de que me parece saludable que haya empezado a marcar distancias con el padre, es evidente que hay dificultades en decir que no sólo tengo distancia con él, sino soy algo nuevo. Ahí está el problema”, agregó.
Castañeda no tiene visión de país
De la Puente indicó que el líder de Solidaridad Nacional, Luis Castañeda, no tiene una visión de país y continúa pensando como alcalde metropolitano, lo cual no le favorecería en las encuestas.
Remarcó que el posicionamiento que tiene el ex burgomaestre con la población, son las obras que realizó en Lima y estimó que sería un error que sus contrincantes lo ataquen por ese lado.
“En su exposición en CADE, no he visto una visión de país en Castañeda y me parece que todavía tiene una visión de alcalde metropolitano. Esperemos que para inicio formal de la campaña se produzca ese salto, porque si no lo hace vamos a terminar viendo al alcalde eficiente que quiere ser presidente, pero no a un político que tiene una visión de país”, anotó.
Toledo no debe pelearse con el Apra
En otro momento, opinó que al líder de Perú Posible, Alejandro Toledo, no le conviene estar distanciado con las principales fuerzas políticas, entre ellas el Apra, ya que le podrían ayudar con sus votos en una eventual segunda vuelta electoral con la postulante de Fuerza 2011, Keiko Fujimori. Destacó que el ex gobernante aún mantiene un buen porcentaje de aceptación del electorado, a pesar de que no ha hecho política hace más de tres años.
“Si él [Alejandro Toledo] quiere ubicarse en el centro, es evidente que ese centro tiene que ser convocante. La tirantez que existe con respecto del Apra me parece excesiva porque habría que pensar en la segunda vuelta. Si Toledo pasa a la segunda vuelta, por decir con Keiko Fujimori, supongo que va a desear que los votos apristas voten por su candidatura y no por Keiko”, declaró.
“[Debe hacer esto] también pensando en la gobernabilidad del próximo periodo, porque si él se enemista con el fujimorismo con el aprismo y además con el humalismo, entonces estamos hablando de una posibilidad de un gobierno que no tenga referente parlamentario”, añadió.
El analista reveló ver un parecido entre Alejandro Toledo y Alan García, ya que los dos son políticos de olfato y con una actitud innata para el debate y la confrontación, a pesar de sus orígenes distintos.
Humala busca un proyecto a largo plazo
En tanto, dijo que el líder del Partido Nacionalista, Ollanta Humala, busca un proyecto a largo plazo que empiece a buscar votos en las regiones del país para lograr dicho objetivo. Vaticinó que el hecho de que se esté distanciando con la izquierda radical le ayudará a ganar algunos votos en el electorado nacional.
“Me parece que Humala está trabajando un proyecto a mediano y largo plazo de modo que si sale de esta elección, pero tiene una fracción parlamentaria de 20 ó 25 congresistas, tenemos este partido para rato pensando siempre en el mediano y largo plazo”, apuntó.
“Mi impresión es que lo he visto desideologizándose, es decir no aparece como un candidato de la izquierda sino un candidato de las regiones y esto le puede significar algunos votos, claro que él ya no puede moverse al centroizquierda porque apareció Fuerza Social que es una especie de cuña que impide su pase al centroizquierda”, refirió.
Apra no dejaría trabajar a Aráoz
El analista político estimó, finalmente, que Mercedes Aráoz no tendría el apoyo del Apra en el sentido de hacer una campaña direccionada hacia el centro derecha. Sin embargo, expresó que si la candidatura de la ex ministra de Economía supera el 10%, el Apra va a tener una fuerte representación parlamentaria y lo convertirá en una llave de la gobernabilidad entre el 2011 y el 2016.
“No estoy seguro hasta qué punto es acertada la designación de su candidata presidencial, no solo por el espacio que va a ocupar sino por las posibilidades reales que tiene para remontar. Es decir, ella trabajaría un espacio que está entre el centro y centro derecha y no sé hasta qué punto el Apra podrá ser maleable para hacer una campaña de esa naturaleza”, concluyó.

sábado, 30 de octubre de 2010

Hipótesis sobre el PPC

La mitadmasuno
La República
Sábado 30 de octubre 2010
Juan De la Puente
Es probable que Lourdes Flores no sea candidata presidencial el 2011 porque no quiera y no porque su carrera política haya concluido. En los hombres (y mujeres) públicos no hay muerte política sino biológica. Aun así, tiene dos problemas a resolver como lideresa de su partido: cómo rentabilizar más de un millón y medio de votos obtenidos en Lima y garantizar la vigencia del PPC.
Atender a la vez ambos propósitos no será sencillo. En el carril denominado “centro” al que intenta aplicar el PPC ya se tienen dos corredores: Luis Castañeda y Alejandro Toledo; más a la derecha se ha instalado el fujimorismo; en tanto que la izquierda es un espacio lejano. Luego, a pesar de que los votos de Lourdes en Lima fueron más suyos que los obtenidos por otros candidatos, la tasa peruana de endose electoral es muy baja.
En el debate pepecista la diferencia entre ir solos o en alianza es, injustamente, como la elección entre la vida y la muerte, de modo que ha resurgido su frentismo a flor de piel. El PPC es un tejedor de alianzas, una propensión europea en un país de aprehensiones atrasadas al pacto. El PPC emprendió alianzas en 4 de las 5 elecciones nacionales democráticas desde 1980 (Convergencia Democrática en 1985, Fredemo en 1990 y Unidad Nacional el 2001 y 2006), y también ha practicado pactos postelectorales como con el Apra en la Constituyente de 1978 y con el gobierno de Acción Popular entre 1980 y 1983. Sin llegar a la promiscuidad, es el partido que más bodas ha tenido en los últimos 30 años, por lo que su menú actual incluye varios modelos: subordinados a un “grande” en carrera, con iguales pero con el PPC a la cabeza, y una reedición del Fredemo para lo cual escasea un nuevo Mario Vargas Llosa.
Las alianzas del PPC, sin embargo, no han sido exitosas en el objetivo de llegar al poder aunque con saldos importantes en alcaldías y escaños, así que también es legítimo proponerse navegar con barco propio, con candidato propio o prestado. Para ello, tendría que abrirse más a la oferta ideológica en un país en crecimiento y desbordar el centro por la derecha, es decir, seguir probando los bocados liberales a través de fichajes como el de Pablo Secada en Lima o la reciente adquisición de Daniel Córdova. Desde el PPC, más posibilidades de colarse entre los grandes tendrá quien ofrezca más orden que libertad y más continuidad que cambio.

martes, 7 de septiembre de 2010

La campaña corta

La mitadmasuno
La República
Sábado 4 de setiembre 2010
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/columnistas-elecciones-2010/04/09/2010/la-campana-corta
La reciente encuesta realizada por La República e Imasen confirma que a 7 meses de las elecciones presidenciales las “grandes” candidaturas no registran cambios significativos. La plataforma sobre la que se mueven los aspirantes ha sido objeto de inducción sin éxito. El escenario creado en marzo, cuando Lourdes Flores abandonó sus aspiraciones presidenciales, ya dura seis meses. Se presume, además, que si Perú Posible y el Apra definirán sus candidatos en diciembre, los cambios sustanciales se verían a fin de año, de modo que tendremos una campaña presidencial corta, una apuesta riesgosa para cualquier postulante aunque entendible por el temor a que le corten la cabeza del que aparece.
En el escenario actual post marzo Castañeda y Fujimori tienen empate técnico; Humala mantiene su intención de voto y Toledo cosecha entre 3 y 4 puntos de los dejados por Lourdes Flores. Más cambios parecen sugerirse en la composición de la intención de voto regional, por la vía de los traslados de las adhesiones. Así, se puede advertir la ligera caída del respaldo a Castañeda en Lima y el norte; el incremento de Fujimori en el centro y su oscilación en otras zonas; un leve incremento de Toledo en Lima, el norte y el oriente; y en Humala, la drástica caída en el centro y un ligero declive en el sur.
Lo señalado parece indicar que, por un lado, se está produciendo una disputa de los votos en el centro y sur del país, y por el otro, que Fujimori y, en menor medida, Toledo están arrancando porciones de votos en esas zonas. Otro elemento clave es que entre Fujimori y Humala concentran el 50% del voto rural, confirmando la votación escondida en otros sondeos, y que el “centro” electoral es aún débil, no tiene un solo dueño, de modo que allí se librará una dura batalla entre primos hermanos.
¿Qué podría producir cambios de aquí a diciembre? Solo la política activa, es decir el desarrollo de una campaña convencional que empieza con la designación del candidato. Contrariamente a lo percibido, una campaña de seis meses permite difundir con claridad los mensajes y, si fuera el caso, desinflar las contracampañas. Una campaña corta es el escenario ideal para la antipolítica, la guerra sucia y el populismo. Todo indica, incluyendo el lodazal municipal actual, que tendremos una de las campañas más sucias de los últimos años.