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miércoles, 21 de octubre de 2015

La bandera en el piso. Efectos de la caída de Julia Príncipe.

http://larepublica.pe/impresa/politica/712086-gustavo-adrianzen-presento-su-renuncia
Un análisis en corto y caliente sobre los efectos de la destitución de la  procuradora Julia Príncipe. En la República (21 de octubre de 2'15)
La bandera en el piso
Por Juan De la Puente
La destitución de la procuradora Julia Príncipe obedece a un errado cálculo de opciones. Es probable que el oficialismo quiso apurar un trago amargo confiado en que la cercanía de las elecciones y la turbulenta agenda pública apenas se alterarían con la salida de la procuradora, y que quizás las cosas no podrán estar peor que antes.
No obstante, la salida de Príncipe ha tomado la imagen del derribo de un símbolo, arranchado y pisoteado por el poder. El gobierno subestimó su condición de insignia de la lucha anticorrupción y no calculó la indignación pública, más intensa que la de los políticos, y que seguirá creciendo en los próximos días.
La crisis pudo manejarse con otros códigos, como la renuncia del Ministro de Justicia y volver el proceso contra Nadine Heredia dentro de los límites legales –que es donde les ha dado mejores resultados– tolerando el impecable trabajo de Príncipe. En cambio, el gobierno ahora ha perdido todo, y sobre todo la palabra. Lo peor de un político o de un gobierno es quedarse sin argumentos. Y eso ha pasado.
Toda huida hacia adelante es un modo de evasión sin plan alternativo. El gobierno tiene pocas fuerzas para evitar que el caso Príncipe irradie al gabinete. Lo que pase dependerá de la racionalidad de la oposición, que parece más interesada en que la crisis no se desboque. Los roles han cambiado: ya no es el gobierno el más interesado en la estabilidad.
Esta vez la bandera de la lucha contra la corrupción está en el piso. Muchos pretenderán recogerla, pero no será fácil. Por fin los ciudadanos parecen dispuestos a tomarla para sacarla de los salones del poder y de los tribunales a las calles.

domingo, 13 de septiembre de 2015

El caso Nadine y tres razones públicas

http://larepublica.pe/impresa/opinion/15893-el-caso-nadine-y-tres-razones-publicas
La República
La mitadmasuno
17 de jukio de 2015
Juan De la Puente
Me interesa profundizar sobre tres argumentos que relativizan lo sucedido en las últimas semanas con Nadine Heredia porque sostengo que más allá de lo que sucede con la investigación de la que es objeto, que creo debe continuar, resumen una apreciación frecuente del otro y de sus derechos, y una apuesta determinada por el debate público; no solo político sino, en un sentido amplio, público.
Los tres son argumentos de “otro tipo”; no son aquellos que aplauden los insultos; no pertenecen al desenfrenado mundo del pútrido racismo marca Perú del que se ha escrito estas semanas, y que toman la política, el deporte, la música y, en general, la vida solo como un pretexto clasista o elitista para decirnos que la desigualdad es natural. Estos presentan más bien un ángulo aparentemente más tolerante, racional y liberal. Solo aparentemente.
Argumento uno. Es el que sostiene que no importa si la pregunta a Heredia en la Comisión Belaunde Lossio fue ofensiva, invasiva o humillante, porque lo más importante es que ella está siendo investigada y no debemos distraernos de lo principal. Esta apreciación es más frecuente de lo que se piensa; es la teoría sobre que el fin justifica los medios, llevada a la práctica política pero que se aplica en otros ámbitos, sobre todo en el reconocimiento de los derechos del otro. Es obvio, ¿por qué Heredia debería tener derechos, si es esposa de un político, política ella misma, acusada y sospechosa como miles de sospechosos y acusados en el Perú? Y tampoco olvidemos que ese vaciamiento de derechos opera todos los días con miles de personas que alcanzan en sus objetivos violando reglas y procedimientos, otra marca Perú.
Argumento dos. Sostiene que Heredia se ha ganado todo esto solita; es una consecuencia de sus actos, varios de ellos vedados o políticamente incorrectos y que se ha “expuesto demasiado”. Este ángulo tampoco es desconocido y se dirige a justificar los errores de otros en los actos propios de uno. Es la teoría de la provocación. Lo escuchamos en otros territorios, como cuando criticamos a los asaltados (“si sabe que roban para qué retira dinero en efectivo), a los ciclistas (“para que manejan en Lima conociendo como son las calles”) o las mujeres acosadas sexualmente (“cómo se le ocurre ponerse minifalda”).
Argumento tres. La pregunta chismosa en la Comisión Belaunde Lossio la conocían pocas personas, y es Heredia quien lo hizo público al reclamar su contenido ofensivo, con el afán de victimizarse. Esta es la justificación más elaborada y al mismo tiempo más letal y desvergonzada. Resulta que si ella se hubiese quedado callada era mejor para todos, sobre todo para ella. Este argumento suena a dos preguntas mucho más ofensivas: ¿Ya ves, para eso te quejaste? y ¿No estabas mejor calladita? Este argumento pertenece a la despiadada reacción contra todo aquel que levanta la voz contra una agresión y es una invitación a comerse el honor y la libertad. Como abogado lo he visto tantas veces, utilizado especialmente contra las mujeres que denuncian maltratos o violación sexual.
Es totalmente procedente encontrar en el tratamiento reciente del caso Heredia la proyección de las formas tradicionales de abordar lo público. No hay razones para sostener que en su caso reaccionamos de un modo especial y que el atavismo que muchos exhiben no lo aplican en su vida cotidiana y en su relación con los otros. Este asunto es público/político y público/privado.
El problema es que los efectos políticos de corto plazo de este episodio implican daños consistentes que la elite política se niega a considerar, al igual que los medios y formadores de opinión solazados y arropados por las redes sociales. Este asunto, y los otros de su tipo que vendrán, terminarán matando el debate político o estableciendo un no-debate, una discusión pobre, atrasada, adjetiva y un poco idiota (que ya la tuvimos el año pasado en el proceso electoral regional y municipal) de la que no saldrá la agenda que el país necesita y merece. O quizás sí nos la merecemos, atendiendo a la teoría de la provocación ahora en boga.
 
 

viernes, 5 de junio de 2015

Juicio mediático y apanado político

http://larepublica.pe/impresa/opinion/5444-juicio-mediatico-y-apanado-político
La República
La mitadmasuno
5 de junio de 2015
Juan De La Puente
El país sobrelleva 10 grandes casos (narcoindultos, López Meneses, Región Áncash, Alejandro Toledo, Orellana Rengifo, Aurelio Pastor, Belaunde Lossio, Nadine Heredia, pañales y Oropeza) en los que fiscales, jueces, congresistas y medios comparten roles procesales.
Es un momento crucial en la lucha contra la corrupción, en la que la prensa juega un rol dinámico en la medida en que investiga, revela, denuncia e informa. Por lo menos en la mitad de los casos señalados, gracias a la prensa se iniciaron investigaciones que han llegado a procesos judiciales.
Como en cualquier otro país, la prensa no se satisface con ese rol y practica con entusiasmo el juicio mediático o paralelo. Este juicio es además amplio, en la medida que al mismo tiempo se juzga a fiscales y jueces.
Nunca tuvimos tanta política judicializada ni tantos juicios politizados, un asunto que no depende solo de la prensa pero que se relaciona con el juicio mediático. Este problema es abordado en varios países con distintas medidas, entre ellas acelerar las causas y transparentar los procesos. En otros, se pretende en cambio ahogar la información; como en España, donde se aprestan a impedir que la prensa difunda imágenes de los detenidos.
En nuestro caso, el problema es mayor porque el juicio mediático peruano es pobre en forma y contenido. La prensa juzga desde las corazonadas, confunde la opinión con el análisis legal; carece de instrumentos y de autorregulación; y se priva conscientemente de reglas aplicables a todos los casos. Aquí dos ejemplos: 1) se afirma que el debido proceso expresado en la Sentencia del Caso Tineo Cabrera (Exp. Nº 00156-2012 del TC) no es aplicable a Alan García o Keiko Fujimori pero sí a cualquier otro político investigado; y 2) los periodistas que condenan con vehemencia la publicación del expediente reservado sobre Nadine Heredia, difundieron centenares de expedientes filtrados de delitos perseguibles por acción pública en los últimos años.
Guiada por la ojeriza al gobierno, una parte de la prensa incurrió en por lo menos tres errores en el caso MBL, sin rectificación hasta ahora: 1) inducido por abogados despistados, insistió en que ante la presencia de MBL en Bolivia la opción correcta era la expulsión y no la extradición, ignorando los cambios a la legislación boliviana en aplicación de una sentencia de la CIDH sobre refugiados; 2) hizo suya sin análisis la sentencia de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema que rechazó el primer pedido de extradición de MBL aduciendo falsamente que el Código Penal Boliviano no sanciona la complicidad en el delito de peculado; y 3) aseguró que Ollanta Humala y Evo Morales fraguaron un plan para sustraer a MBL de la justicia, desmentido por el impecable comportamiento boliviano.
No es posible ni correcto impedir que la prensa informe y opine. Lo ideal sería que siga cada caso y que si decidiese emitir una “sentencia mediática” lo haga con cierto rigor, reseñando pruebas, dando voz a los imputados y motivando la opinión, es decir, desde la verdad y la calidad. Claro que para ello haría falta algo aún más difícil en el contexto peruano: superar la improvisación y el odio, que los reportajes separen lo legal de lo político, y que si se mezclan ambos planos, la opinión política no sustituya la ignorancia de lo jurídico.
No creo como señalan algunos juristas que el juicio mediático sea una disfunción periodística. Creo en cambio que habría que evitar que se convierta en lo que el maestro Luigi Ferrajoli llama una patología judicial, que consiste en que los periodistas simpatizamos con la idea de que el fin no justifica los medios, de lo que se hace eco el modelo garantista de justicia, pero nos mantenemos en una cultura inquisitiva haciendo de cada acusado nuestro, culpable, peligroso y enemigo. Sobre todo si se trata de un acusado que no nos simpatiza, porque de los otros hacemos abandono de expediente. Es el caso, otro ejemplo, del Sr. Lelio Balarezo, ignorado por la mayoría de medios estos días en que nos hemos ocupado tanto de la Primera Dama.

viernes, 21 de marzo de 2014

Embestido, investido, desvestidos

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/embestido-investido-desvestidos-21-03-2014
La mitadmasuno
La República
21 de marzo de 2014
Juan De la Puente
UNO. No entendiendo por qué el Presidente de la República perdió la oportunidad de relegitimar su gobierno. De haber aceptado la primera votación como lo que fue, es decir, un rechazo al gabinete y designado otro corrigiendo lo que los ciudadanos demandan, habría obligado al Congreso a entregarle la confianza a un equipo de gobierno remozado con menos reparos, relanzado su administración de cara a la segunda mitad de su quinquenio. El temor del cierre constitucional del Parlamento que atemoriza a la mayoría de los hijos del voto preferencial habría movilizado más que a la Confiep a una parte importante de la sociedad civil interesada en una cooperación Ejecutivo/Legislativo en lugar del bloqueo.
En ese escenario se legitimaba el gobierno, el Congreso mismo, que al rehusar la confianza ejerció su derecho a desaprobar al gobierno y que al aprobarlo luego de los cambios habría mostrado determinación. En este caso, los votos verdes y rojos habrían sido menos cuestionados que ahora. No obstante, el Presidente prefirió la ruta de una negociación un tanto ignominiosa, por lo que el voto en favor de la investidura no le permite a su gobierno superar el aislamiento ni el efecto de las dos primeras embestidas parlamentarias. En esas condiciones, una confianza agónica es un caramelo envenenado de efecto programado que debilita al gobierno.
DOS. Entiendo un poco más la razón por la que una parte de la oposición se negó a rechazar de un modo más enfático al gabinete y prefirió la abstención, aunque una parte de ella haya sido llevada de las narices. Si la idea era propinarle al gobierno un jalón de orejas, un gesto que obligue a Humala a negociar desde su debilidad la rebaja del protagonismo de Nadine Heredia, esta estrategia es entendible en el caso del Apra y el fujimorismo, potenciales adversarios de Heredia el 2016 que cuentan ya con candidatos presidenciales.
Para el resto de la oposición (PPC, AP, Frente Amplio, Solidaridad Nacional, Partido Humanista, Somos Perú y Alianza para el Progreso) el sentido de su primera votación debió ser mucho más enfático que la abstención, en una perspectiva programática y con razones de fondo. ¿Qué pasó con los temas Castilla y los salarios del sector público, la reducción del canon, las promesas electorales incumplidas, el gasoducto del sur y la seguridad ciudadana? Fueron sepultados por la nadinofobia. Una parte de estos grupos mostraron como un trofeo un comunicado de la PCM sobre el papel de Heredia renunciando a una representación más amplia de sus electores.
Apreciado en el conjunto, el resultado del impasse del voto de investidura tampoco ha fortalecido a la oposición y no solo porque no consiguió su propósito antinadinista. Ningún partido logró aparecer como una alternativa potable y, en cambio, en el resultado final más de uno no ha podido convencernos de que no pactaron prebendas. Al final, queda la imagen de una oposición que creyó que era un crimen sangriento licenciar al gabinete y que siente haber sido pillada con el puñal en la mano.
TRES. Los abusos de las mayorías parlamentarias gobiernistas son peligrosos al igual que las dictaduras parlamentarias. En ambos casos se eliminan los contrapesos y las modalidades de cooperación en favor de la sujeción de un poder por el otro. En ese sentido, en el episodio de la investidura se ha planteado una nueva situación no prevista ni en la letra ni en el espíritu de la Constitución, que es la posibilidad del bloqueo del Ejecutivo por el Congreso a partir de una desastrosa decisión, la de votar más de una vez la confianza en un gabinete amparada en un acuerdo de hace 10 años que nunca se convirtió en norma positiva, que no pasa el más simple test de legalidad y que tampoco puede ser usado como costumbre parlamentaria, por el delicado objeto al que se aplica.
En los sistemas parlamentarios se puede jugar al bloqueo porque en los congresos reside la posibilidad de formar gobierno, pero cuando en un sistema presidencialista se pretende votar tres o cuatro veces la investidura de un gabinete, el juego de los carritos chocones puede ser muy dañino.

viernes, 14 de marzo de 2014

Los carritos chocones

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/los-carritos-chocones-14-03-2014
La República
La mitadmasuno
14 de marzo de 2014
Juan De la Puente
El áspero intercambio de frases sentenciosas entre el gobierno y la oposición a raíz de la remodelación del gabinete han reabierto una etapa de polarización clausurada un breve momento a raíz del fallo de La Haya. Al igual que el año pasado las fuerzas se ha dispuesto en línea de batalla y el discurso es casi el mismo: “Nadine Heredia tiene el poder”, “Alan García teme ser condenado”, “El gobierno es ineficaz”, “La oposición no tiene autoridad moral”, entre otras afirmaciones.
Los actores son también los mismos, pero me temo que una parte del escenario ha variado. El primer cambio que distingue la tensión del año pasado con el ciclo abierto recientemente es el hartazgo de la opinión pública, una especie de cansancio ciudadano que emerge de la convicción de que lo que ahora se critica no podrá ser alterado hasta dentro de dos años y medio. El segundo cambio es el desgaste de la mayoría de actores, especialmente los que han entrado a la pelea cuerpo a cuerpo, donde el que lleva la peor parte es el gobierno, imposibilitado por ahora de salir del aislamiento y recuperar la agenda pública.
Esta polarización se torna paradójica porque no produce una mayor crisis que la que existe. Curiosa polarización que viene con sus propias certidumbres: es seguro que el gabinete obtenga la investidura en el Congreso, que la oposición y los medios continuarán manejando la agenda, que el gobierno seguirá tomando las decisiones y las indecisiones y que Nadine Heredia continuará llenando el vació oficialista. Es tan cierta esta relación contranatura polarización/certidumbre que una de las seguridades de los poderes económicos y mediáticos es que el gobierno no producirá cambios en el modelo económico.
Si la tensión no lleva a ninguna parte en el corto plazo se torna evidente que estamos ante una polarización a velocidad controlada, sobre todo por la falta de fuerza de los que conducen los coches. Una suerte de carrera de carritos chocones.
Nada de lo que se dice o se pretende es masivo y contundente porque pasada la primera mitad del gobierno de Humala, los actores son conscientes de sus propios límites y que una crisis grave de gobernabilidad es cada vez más lejana, de modo que en más de una expresión se advierte un genuino interés político pero con una alta cuota de sobreactuación.
¿Todo está dicho o no hay nada más por hacer que sentarse a esperar el 2016? Me temo que no. En el marco de una polarización controlada, no se descartan dos controversias agudas que podrían agitar las certidumbres y deshacer las paradojas. La primera es una mayor ofensiva sobre Nadine Heredia en la idea de marcar con críticas hasta el último detalle de su actividad pública, más con el objetivo de desgastarla e impedir su eventual candidatura presidencial que evitar su influencia en el gobierno.
Una ofensiva final sobre ella tendría, sin embargo, que vencer la visión neoinstitucionalista y pragmática que sostiene que el activismo en el poder de la esposa del presidente es positivo en la medida que impide que el gobierno cometa errores y se ponga en juego la gobernabilidad y el crecimiento.
Tampoco debe descartarse una intensa campaña anti García a propósito del debate de las conclusiones de la Megacomisión. En este caso, es igualmente evidente que el propósito es inhabilitarlo electoralmente más que sancionar las irregularidades cometidas en su gobierno.
No estoy seguro si este modelo de polarización controlada incluyendo la variante de la tensión extrema por anti Nadine/García sea lo que el Perú espera o se merezca. En esa ruta será muy difícil que la oposición acumule más de lo que lo ha hecho y que el gobierno recupere lo que ha perdido, sobre todo porque propone un horizonte político electoral donde los grandes temas del futuro parecen extraviados y sometidos a los cánones de la política personalizada. Esta tensión en las alturas desmoviliza a la gente y de ella no emerge ninguna fuerza que emita señales nuevas a la sociedad. El primer grupo que exponga otro discurso podrá ser la sorpresa. ¿No es hora ya de una nueva política?

martes, 25 de febrero de 2014

La derrota de la política

http://www.ideeleradio.org.pe/web/wNoti.php?idN=9239&tip=especiales
Radio San Borja
25 de febrero 2014
Entrevista en Ideeleradio, que dirige Glatzer Tuesta, de Radio San Borja, sobre la renuncia de César Villanueva al premierato y los cambios en el gabinete.
Ideeleradio.- La salida de César Villanueva del Poder Ejecutivo refleja un achatamiento de la figura del premier, una derrota de la política, y evidencia la dificultad en respetar las formas que son importantes en democracia, afirmó el analista Juan De la Puente.
“Lo que veo en el caso de Villanueva es una derrota de la política, porque él ingresa como premier y como un futuro gabinete en el caso de que se produjera los cambios en la idea de fortalecer el proceso de descentralización, el diálogo político para bajar la polarización, la solución de determinados problemas que pudieran crear una mayor expectativa y una agilización de los proyectos que estaban detenidos”, anotó en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“De modo que esto deja un mal sabor por eso, es una especie de achatamiento de la figura del primer ministro, una derrota de la política, pero también es una evidencia de la dificultad para respetar las formas que en democracia son importantes, y que en determinadas circunstancias hacen también el contenido”, acotó.
El analista señaló, del mismo modo, que el Perú no debe ser un "país bananero", y que, por ello, hay que respetar las formas. Arhumentó que si había incomodidad con la gestión del expremier César  Villanueva, se pudo conversar con él.
“El premier no ha podido construir una relación política al interior del Gobierno, sea por los poderes superfácticos o sea, también, porque no ha tenido la fuerza suficiente al interior del Ejecutivo para promover los cambios y, también, para construir esta relación”, declaró.
“Esto es un problema porque termina limitando mucho en términos institucionales la figura del primer ministro, que ya la Constitución lo tiene limitado, y porque la Constitución le da mucha fuerza política al Ministerio de Economía y Finanzas”, precisó.
Alta rotación de ministros limita efectividad
Existe el riesgo de una larga debilidad en el gobierno de Ollanta Humala, porque la alta rotación de ministros limita su efectividad, aseveró al señalar que el principal desafío del actual Consejo de Ministros será su operatividad.
“Mi preocupación, es el riesgo de una larga debilidad. Normalmente un presidente y un gobierno es un 'gobierno pato cojo', seis meses u ocho meses antes de entregar el cargo, que es lo que dictan las leyes de la política cuando está acercándose la transmisión del mando. Creo que el Perú no puede tener un gobierno con una larga debilidad, porque la alta rotación de ministros implica cambios adentro de cada sector y esto limita la efectividad”, comentó.
“[…] Cinco premieres en la primera mitad de los cinco años, nos hace decir con cuántos va a terminar. Algunos desearían que este sea el último y que haya estabilidad, pero digamos por ahí no va la cosa”, anotó.
El analista explicó, además, que el principal desafío del nuevo Gabinete que preside René Cornejo será su operatividad. Subrayó que es importante que esta se incremente.
“Diría que el principal desafío de este nuevo gabinete es la operatividad, es decir hay que hacer funcionar a los sectores. No sé a qué porcentaje está funcionando el aparato del Estado, pero es muy importante que esto se incremente. Ya no solo hay un tema de relación política con la sociedad, con los otros poderes, sino de manejo de Estado, a lo que conspira esta alta rotación”, declaró.
La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Carmen Omonte, y la ministra de Trabajo, Ana Jara, vienen con demandas regionales y podrían hacer "cortocircuito" con el esquema del Ministerio de Economía que no quiere entregar recursos, aseveró.
“En esta composición [del Gabinete] hay muchos elementos que puedan tironear, porque tenemos dos ministras que traen demandas regionales personales, la ministra de la Mujer, que es representante parlamentaria por Huánuco, y la ministra de Trabajo, Ana Jara, por Ica, y ambas son ministras peleadoras y ahí podría haber un 'cortocircuito' con el esquema de un Ministerio de Economía que no quiere entregar recursos”.
“Una cosa es en el Ministerio de la Mujer y otra en el Trabajo que es más estratégico, que tiene más recursos y demandas y no está obligada a mayor gestión. También es portador de esta demanda regional sobre el Gaseoducto del Sur el nuevo ministro de Energía y Minas, que probablemente no tenga el perfil deseado por el ministerio de Economía y finanzas en general para ese cargo […]”, agregó.
El analista sostuvo, además, que la gestión de Humala Tasso va a requerir más de su bancada, tras señalar que el claro defecto del actual gabinete es que no aparece su perspectiva política. Indicó que el gobierno actual está obligado a ser más eficaz.
“El Gobierno va a tener que esforzarse más, requerir más de la bancada. En los últimos meses la bancada ha suplido muchas ausencias en la arena pública de los ministros, pero esto obviamente no ayuda. Y se podrían producir otros cortocircuitos más adelante. Está demostrado que cada vez la figura del premier es cada menos relevante y el posicionamiento político es importante, sobre todo si va a tener un candidato presidencial para competir en el año 2016. Una cosa es tener un candidato de gobierno cuando el presidente tiene 40% a 45% y otra cosa es cuando tiene el 22%”, manifestó.
“De modo que ya no por la administración misma, sino por el derecho de sobrevivencia está obligado a ser eficaz, a responder demandas ciudadanas, a pelear, contradecir y para eso se necesita un equipo humano que tenga algo de perspectiva política, que lo que advierto como una ausencia fundamental”, precisó.
Finalmente, refirió que desde el periodo en que Óscar Valdés fue premier se ha configurado un escenario donde se visualiza que existen varios poderes al interior del Ejecutivo. Refirió que el presidente Ollanta Humala es parte de esta lógica y actúa como árbitro.
“Hay también otros poderes fuera del Gobierno. No me cabe duda, que los grandes poderes económicos que se preocupan mucho si manda Humala o Nadine, y son los que han evitado la toma de muchas decisiones. Se han configurado estos poderes fácticos que reparten el poder, y Humala es parte de eso y, también, opera como un árbitro”, precisó.
“Me imagino que la designación de este gabinete fue decidido por el presidente y tomando en cuenta estas aristas, creo que la salida de Castilla hubiera dejado mejor al presidente en la idea de que yo estoy mandando. Ahora, daría la impresión de que estaría siendo premiado un acto no de insubordinación, sino de poca lealtad que sale en contra del premier”, concluyó.

lunes, 8 de julio de 2013

Análisis de coyuntura en Ideéleradio. 8 de julio 2013

http://www.ideeleradio.org.pe/web/wNoti.php?idN=7515&tip=principal
Este es el resumen de la entrevista en Ideéleradio, en Radio San Borja realizada por Glatzer Tuesta el 8 de julio. El resumen es de Ideéleradio
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Ideeleradio.- El hecho de que la primera dama de la Nación, Nadine Heredia, haya descartado su participación en los comicios presidenciales del 2016 no solo afecta al Gobierno, sino también a los otros actores políticos porque saca el tema de agenda y le quita el “caballito de batalla” de la oposición, sostuvo el analista político Juan de la Puente.
“Este ‘No’ de Nadine Heredia [de postular a las elecciones presidenciales del 2016] termina dificultando no solo al Gobierno, sino en general a todos, porque si bien saca de la agenda un tema, obliga que la opinión pública exija de algún otro modo también a los otros actores políticos, definiciones, aunque ahora el hecho de bajarse [Nadine] del carro a muchos les quita el ‘caballito de batalla’ también”, declaró en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“La principal fuerza del ‘nadinismo’ era la representación parlamentaria que buscaba la reelección y, bueno, el Gobierno está obligado a buscar un personaje más o menos con ese nivel, que se ha una especie de locomotora y, en este momento, no hay”, acotó.
Por otro lado, el analista estimó que el desafío del Partido Nacionalista Peruano será ahora organizar su agrupación política de cara a las próximas elecciones regionales y municipales del 2014.
“Bueno, ahí está el desafío, en el que Partido Nacionalista se convierta realmente en un partido, haga elecciones internas, participe en las elecciones regionales y municipales, pero también tiene que ver mucho la performance del Gobierno, un presidente con el 50% o 45% puede proponer un candidato grande y de peso, pero un presidente o un Gobierno que tenga debajo del 30% lo veo muy difícil”, remarcó.
Probables electores de Nadine virarán hacia otros candidatos
En otro momento, señaló que los potenciales electores que pudiera haber tenido la primera dama en el 2016 migrarán su atención hacia los otros potenciales candidatos presidenciales. Manifestó que los riesgos de tener una campaña adelantada son la demolición política de las mismas.
“Había un 50% que estaba de acuerdo con la postulación de Nadine Heredia, eso no hay que descartar y que en la medición de precandidaturas que hizo GFK hace tres meses, Nadine Heredia le ganaba a todos en la segunda vuelta y aparecía con un buen perfil. Entonces, supongo que van a virar también sus potenciales y probables electores, pero también es cierto que en esta recusación o demolición de la política de estos meses, los electores podrán buscar otra representación”, opinó.
“Los riesgos de una campaña adelantada, tres años antes de las elecciones es que se destapan las candidaturas antes de tiempo, se hace evidente la debilidad de las encuestas que han señalado la muy poca adhesión electoral o intención de voto a quienes se habían destapado, pero también animaría a los que no, pensando en definir una candidatura, sino muy cerca a las elecciones se sienten obligados a señalarlo, es el caso de [César] Acuña, alcalde de Trujillo que ha desistido a ser candidato presidencial en el 2016”, acotó.
Valdés es técnicamente un aventado
Ideeleradio.- En los comicios generales del 2016, hay más probabilidades para un outsider del tipo o las características que tiene la conductora Gisela Valcárcel, que en un radical como Antauro Humala o como el mismo Ollanta Humala del 2006, estimó el analista Juan de la Puente, tras cuestionar la posible candidatura del expremier Óscar Valdés.
“[¿Qué opina de Valdés como candidato?] Es técnicamente un aventado, muy audaz, ya para ser premier hay que ser muy audaz en este país, pero también muy audaz para decir las cosas que ha dicho, como si nadie recordara lo que fue su gabinete. Él es responsable político de varios muertos en el año 2012. Esa es una forma de la antipolítica”, refirió en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“[¿El momento te da en tu proyección un outsider más tipo Gisela, a uno tipo Antauro e incluso tipo Ollanta el 2006?] Sí, porque además en el Perú tiene legitimidad, ningún outsider que se respete digamos podría decir que hay que empezar de cero, que todo está mal. Este es un país que no nos olvidemos que en 10 o 12 años de democracia ha bajado 30 puntos de pobreza, ha consolidado el proceso de la descentralización, ha dinamizado el mercado interno”, argumentó.
 
Figuras no conflictivas tendrían mayor posibilidad
El analista dijo, en este aspecto, que el outsider tendría que tener determinado arraigo en relación a los líderes políticos, demostrando que entra más a la casa de la gente. Apuntó que las figuras que no sean conflictivas tendrían mayor probabilidad en las elecciones del 2016.
“Entonces, es imposible en este momento un outsider que no se proponga, al mismo tiempo, mantener estas altas cuotas de crecimiento de buena performance económica, pero, al mismo tiempo, es un outsider que tendría que tener determinado arraigo en relación a los líderes políticos. Tendría que demostrar que entra más a la casa de la gente que los otros líderes y esas figuras no ‘conflictuadas’ tendrían más posibilidades, que aquellas figuras conflictivas y polarizantes como Antauro Humala”, afirmó.
 
No necesariamente tiene que ser radical
Del mismo modo, mencionó que la ventaja de un outsider es que puede ser candidato de varios lados y al mismo tiempo. Detalló que no necesariamente tiene que ser radical, sino que podría tener un temperamento como el de Gisela Valcárcel, es decir, "un paso más en la farandulización en la política".
“El primer outsider del Perú técnicamente es Ricardo Belmont y él no tenía una prédica violenta con el sistema a diferencia de otros. [¿Gisela como una evangélica predicando puede funcionar?] Funcionó con Belmont, que se hizo muy conocido con estas pastillitas para la moral. El escenario está planteado”, manifestó.
“Hay una forma no radical, un temperamento como el de Gisela Valcárcel, es decir, un paso más en la farandulización en la política. Ella tiene partido, entiendo que hay un grupo llamado Vamos Perú que ha inscrito el alcalde del Callao, que está legalizado y en corillos señala que podía ser la candidata de alguno sectores”, apuntó.
 
De la Puente Mejía no descartó que pueda generar adhesiones “un tipo de rollo demagógico” de ayuda a los más desposeídos en el próximo panorama electoral. Sostuvo que nos hemos acostumbrado a ver a la política como un espectáculo.
“A veces con este espectáculo de mentiras de ida y vuelta, digamos, bueno, si en estos meses la política se ha parecido mucho a ‘Esto es guerra’ y a ‘Combate’, entonces mejor sinceremos y seamos uno solo”, opinó.
 
Pasará mucho tiempo para un outsider radical
El analista puntualizó que el país mantiene rasgos desde hace 20 años y que hay una relación morbosa de la gente con el conflicto político. Además, remarcó que va a pasar mucho tiempo para que se vote por un outsider muy radical.
“Los medios que se metieron a la guerra política sienten que deben publicar cada vez más noticias a la sangre de la arena política, pero al mismo tiempo a la hora de votar, la gente vota por un centro. Finalmente, tiene que pasar mucho para que vote por un outsider muy radical. Eso le costó a Humala la Presidencia el año 2006. Él se corrió al centro el 2011”, aseveró.
“En el Perú desde el año 1980 la gente está votando por un centro político, puede ser un poco forzado, falso, pero centro al fin al cabo. Así votó el 2001, 2006 y, finalmente, el 2011 de algún modo”, concluyó.
La derecha está tugurizada
Ideeleradio.- La derecha está tugurizada y hay muchas posibilidades que entre sus representantes políticos se produzca una "guerra fratricida" de cara a las elecciones presidenciales del 2016, sostuvo el analista Juan de la Puente, tras considerar que el desafío de la izquierda será el dejar de ser un páramo y construir un movimiento grande.
“[¿Keiko Fujimori tendrá mucha competencia en el 2016?] Es cierto que le ha salido competencia en la derecha. Mientras que la derecha está tugurizada, hay más posibilidades que entre ellos se produzca en ese escenario una guerra fratricida. El asunto es cómo construyes tú una alternativa democrática, de centro, centro izquierda, o de izquierda, y ese es un terreno que está limpio, todavía es un páramo”, declaró en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“La diferencia entre unos y otros en este escenario es que el derecha está tugurizada en el país, mientras que la izquierda es un páramo. La pregunta entonces es: ¿las direcciones de la izquierda tendrán la suficiente audacia de construir un movimiento que vaya más allá de los partidos? Con elecciones primarias, con un proceso constituyente y realmente grande o el Frente Amplio será solo la suma de los partidos, el problema es que la izquierda está repartida en decenas centenares de movimientos regionales y locales muy pequeños”, acotó.
 
Hay cuatro escenarios posibles de cara al 2016
En otro momento, explicó que entre los cuatro potenciales escenarios del 2016, el fujimorismo, el Apra y el Partido Popular Cristiano (PPC) se disputarán el mismo espectro electoral. Precisó que una nueva candidatura de Lourdes Flores solo podría ser posible en alianza con otros partidos políticos, lo cual tendría un obstáculo por la presencia de Pedro Pablo Kuczynski (PPK).
“Hay cuatro esfuerzos institucionalistas de cara a las elecciones del 2016. [El primero,] la plataforma de Keiko Fujimori para determinados sectores de la derecha es confiable, ya pasó una campaña electoral, con una fuerte bancada, mantiene liderazgo sobre ella, mantiene una alianza con sectores neoliberales. Luego, [el segundo sería que] el Apra intente armar una coalición, haya un interés en Alan García de hacer una alianza con el PPC, una especie de coalición de centro derecha, hacia la derecha”, estimó.
“Luego, [como tercera posibilidad] tenemos la apuesta del PPC, en la que plantea la posibilidad de que Lourdes Flores sea candidata, pero es difícil que Lourdes sea candidata solo con el PPC, tendría que ir en una alianza, pero ahí tenemos un problema porque el candidato natural de esa alianza ese Pedro Pablo Kuczynski, pero PPK está lejos, y [como cuarto escenario] tenemos el esfuerzo de la izquierda”, detalló.
Finalmente, dijo que si bien la bancada de Fuerza Popular se ha manejado mal en el Parlamento, su lideresa Keiko Fujimori ha hecho todo lo contrario. Estimó que ante el actual panorama de demolición de candidaturas políticas, los líderes estarían incentivando el surgimiento de un outsider de cara al 2016.
“Puedo decir que su partido no se ha manejado bien en el Parlamento, pero ella en términos personales no se ha manejado mal. El fujimorismo es una especie de coalición hoy día donde hay neoliberales. Hay un sector cada vez más lejos de añoranza militarista y hay un sector popular muy conservador. Entonces, ella se maneja de hecho [en ese sector], ya el fujimorismo es un frente en sí mismo de varios”, subrayó.
“Los peruanos, en general, hemos hecho un gran trabajo para el surgimiento de un outsider, en estos tres meses [los líderes] han demolido la política, los partidos se están demoliendo entre ellos y, en realidad, esto es una especie de tragedia con gusto, es decir, caminan partidos [o separados], lo que queda de partidos, la élite, caminan de buen grado al barranco”, concluyó.

Tiene que obviar recomendación de poderes fácticos
Ideeleradio.- El presidente Ollanta Humala debería ir en contra de la recomendación de los poderes fácticos y apostar por más diálogo social, estimó el analista Juan de la Puente.
“[¿Ollanta con los tres años de gobierno puede o está a tiempo de gestar una alternativa?] Sí, pero mi apreciación es que tiene que ir contra lo que le recomienda los llamados poderes fácticos en el país. Más diálogo social, y más y más diálogo social, que es el temperamento que entró el Gabinete [de Juan] Jiménez contra la sinrazón y autoritarismo verbal y práctico de Oscar Valdés”, argumentó en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
El analista dijo, en ese sentido, que hay sectores que impiden que el mandatario Ollanta Humala se incline por el diálogo porque consideran que tiene una connotación ideológica.
“Yo pienso que cualquier gobierno que haga política y diálogo social para resolver conflictos, agenda política, resolver problemas de la coyuntura le va bien, pero hay un sector en el país de medios, de políticos y del país que le pide a Humala ‘no hagas diálogo, que eso es ser izquierdista, caviar’. La palabra diálogo tiene una connotación ideológica”, aseveró.