Radio San Borja
25 de febrero 2014
Entrevista en Ideeleradio, que dirige Glatzer Tuesta, de Radio San Borja, sobre la renuncia de César Villanueva al premierato y los cambios en el gabinete.
Ideeleradio.- La salida de César
Villanueva del Poder Ejecutivo refleja un achatamiento de la figura del
premier, una derrota de la política, y evidencia la dificultad en respetar las
formas que son importantes en democracia, afirmó el analista Juan De la Puente.
“Lo que veo en el caso de Villanueva es una derrota
de la política, porque él ingresa como premier y como un futuro gabinete en el
caso de que se produjera los cambios en la idea de fortalecer el proceso de
descentralización, el diálogo político para bajar la polarización, la solución
de determinados problemas que pudieran crear una mayor expectativa y una
agilización de los proyectos que estaban detenidos”, anotó en el programa No
Hay Derecho de Ideeleradio.
“De modo que esto deja un mal sabor por eso, es una
especie de achatamiento de la figura del primer ministro, una derrota de la
política, pero también es una evidencia de la dificultad para respetar las
formas que en democracia son importantes, y que en determinadas circunstancias
hacen también el contenido”, acotó.
El analista señaló, del mismo modo, que el
Perú no debe ser un "país bananero", y que, por ello, hay que
respetar las formas. Arhumentó que si había incomodidad con la gestión del
expremier César Villanueva, se pudo conversar con él.
“El premier no ha podido construir una relación
política al interior del Gobierno, sea por los poderes superfácticos o sea,
también, porque no ha tenido la fuerza suficiente al interior del Ejecutivo
para promover los cambios y, también, para construir esta relación”, declaró.
“Esto es un problema porque termina limitando mucho
en términos institucionales la figura del primer ministro, que ya la
Constitución lo tiene limitado, y porque la Constitución le da mucha fuerza
política al Ministerio de Economía y Finanzas”, precisó.
Alta rotación de ministros limita efectividad
Existe el riesgo de una larga debilidad en el
gobierno de Ollanta Humala, porque la alta rotación de ministros limita su
efectividad, aseveró al señalar que el principal desafío del
actual Consejo de Ministros será su operatividad.
“Mi preocupación, es el riesgo de una larga
debilidad. Normalmente un presidente y un gobierno es un 'gobierno pato cojo',
seis meses u ocho meses antes de entregar el cargo, que es lo que dictan las
leyes de la política cuando está acercándose la transmisión del mando. Creo que
el Perú no puede tener un gobierno con una larga debilidad, porque la alta
rotación de ministros implica cambios adentro de cada sector y esto limita la
efectividad”, comentó.
“[…] Cinco premieres en la primera mitad de los
cinco años, nos hace decir con cuántos va a terminar. Algunos desearían que
este sea el último y que haya estabilidad, pero digamos por ahí no va la cosa”,
anotó.
El analista explicó, además, que el principal
desafío del nuevo Gabinete que preside René Cornejo será su operatividad.
Subrayó que es importante que esta se incremente.
“Diría que el principal desafío de este nuevo
gabinete es la operatividad, es decir hay que hacer funcionar a los sectores.
No sé a qué porcentaje está funcionando el aparato del Estado, pero es muy
importante que esto se incremente. Ya no solo hay un tema de relación política
con la sociedad, con los otros poderes, sino de manejo de Estado, a lo que
conspira esta alta rotación”, declaró.
La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables,
Carmen Omonte, y la ministra de Trabajo, Ana Jara, vienen con demandas
regionales y podrían hacer "cortocircuito" con el esquema del
Ministerio de Economía que no quiere entregar recursos, aseveró.
“En esta composición [del Gabinete] hay muchos
elementos que puedan tironear, porque tenemos dos ministras que traen demandas
regionales personales, la ministra de la Mujer, que es representante
parlamentaria por Huánuco, y la ministra de Trabajo, Ana Jara, por Ica, y ambas
son ministras peleadoras y ahí podría haber un 'cortocircuito' con el esquema
de un Ministerio de Economía que no quiere entregar recursos”.
“Una cosa es en el Ministerio de la Mujer y otra en
el Trabajo que es más estratégico, que tiene más recursos y demandas y no está
obligada a mayor gestión. También es portador de esta demanda regional sobre el
Gaseoducto del Sur el nuevo ministro de Energía y Minas, que probablemente no
tenga el perfil deseado por el ministerio de Economía y finanzas en general
para ese cargo […]”, agregó.
El analista sostuvo, además, que la gestión de
Humala Tasso va a requerir más de su bancada, tras señalar que el claro defecto
del actual gabinete es que no aparece su perspectiva política. Indicó que el
gobierno actual está obligado a ser más eficaz.
“El Gobierno va a tener que esforzarse más,
requerir más de la bancada. En los últimos meses la bancada ha suplido muchas
ausencias en la arena pública de los ministros, pero esto obviamente no ayuda.
Y se podrían producir otros cortocircuitos más adelante. Está demostrado que
cada vez la figura del premier es cada menos relevante y el posicionamiento
político es importante, sobre todo si va a tener un candidato presidencial para
competir en el año 2016. Una cosa es tener un candidato de gobierno cuando el
presidente tiene 40% a 45% y otra cosa es cuando tiene el 22%”, manifestó.
“De modo que ya no por la administración misma,
sino por el derecho de sobrevivencia está obligado a ser eficaz, a responder
demandas ciudadanas, a pelear, contradecir y para eso se necesita un equipo
humano que tenga algo de perspectiva política, que lo que advierto como una
ausencia fundamental”, precisó.
Finalmente, refirió que desde el periodo en que Óscar Valdés fue premier se ha configurado un escenario donde se visualiza que existen varios poderes al interior del Ejecutivo. Refirió que el presidente Ollanta Humala es parte de esta lógica y actúa como árbitro.
“Hay también otros poderes fuera del Gobierno. No me cabe duda, que los grandes poderes económicos que se preocupan mucho si manda Humala o Nadine, y son los que han evitado la toma de muchas decisiones. Se han configurado estos poderes fácticos que reparten el poder, y Humala es parte de eso y, también, opera como un árbitro”, precisó.
“Me imagino que la designación de este gabinete fue decidido por el presidente y tomando en cuenta estas aristas, creo que la salida de Castilla hubiera dejado mejor al presidente en la idea de que yo estoy mandando. Ahora, daría la impresión de que estaría siendo premiado un acto no de insubordinación, sino de poca lealtad que sale en contra del premier”, concluyó.