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viernes, 4 de julio de 2014

Corrupción, mentira pública y noticia


La República
La mitadmasuno

domingo, 8 de abril de 2012

El Callao, el paraíso en llamas

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/el-callao-el-paraiso-en-llamas-05-04-2012
La República
La mitadmasuno
5 de abril de 2012
Juan De la Puente
Los recientes sucesos del Callao descubren prácticas corruptas generalizadas en lo que fue hasta hace poco uno de los laboratorios más renombrados de una forma de hacer política en el Perú. Pero es más que eso; al caerse el telón sobre los actores aparecen desnudas relaciones de poder y comportamientos sociales envilecidos por un ejercicio público vendido durante 15 años como el remedio local/regional a los males de los partidos y la política tradicional.
Chim Pum Callao era el prototipo del movimiento regional eficaz, pragmático y exitoso. Sus líderes salieron del PPC recusando la burocracia partidaria para fundar con los ciudadanos de su ámbito una relación más cercana. Centenares de caudillos hacen lo mismo con el mismo argumento en distritos, provincias y regiones reduciendo a los partidos nacionales a la competencia presidencial y parlamentaria.
La mayoría de estos movimientos realmente no lo son; operan como la prolongación de la moda de políticos independientes obligados por la Ley de Partidos a una formalidad mínima. No son ni peores ni mejores que los partidos franquicia que se organizan para las elecciones generales, venden candidaturas y desaparecen luego de los comicios. Pero tampoco son lo nuevo.
Además del espionaje y ajuste de cuentas, el legado de Chim Pum Callao es desastroso; el primer puerto del país carece de actores sociales fuertes y autónomos y de proyecto de desarrollo. El Callao luce como una sociedad fragmentada y sin élites, donde la competencia política no discurre por los canales institucionales sino a través de prácticas violentas e ilegales. Se puede afirmar lo mismo del ejercicio del poder en el que se privilegia el clientelismo y el populismo más extremo, males atribuidos a los cuestionados partidos nacionales. En el paraíso que ahora arde, la justicia fue comprada por el poder político, de modo que el modelo de impunidad puede repetirse ad infinitum.
Las llamas de este incendio deben preocuparnos porque en otras regiones y municipios las redes ilegales en el poder son más fuertes, más organizadas y más temerarias. Es extraño que el parlamento tenga a grupos que compiten entre sí en la investigación del anterior gobierno pero dejan en la impunidad los estropicios anteriores en regiones como Puno, Áncash, Cusco, solo por citar los más denunciados. Quizás también sea hora de debatir qué debe hacer el sistema cuando se advierte un régimen de corrupción generalizada en un ámbito territorial y si es suficiente que frente a esta situación solo actúe el Poder Judicial, y el Congreso en vía de investigación no vinculante. Desde el período del ministro Víctor García Toma se tiene en la mesa una propuesta de intervención en defensa de la Constitución, con jurisprudencia en las figuras de la desaparición de poderes de la Constitución de México y de la intervención federal que establece la Constitución Argentina.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Política social municipal

La mitadmasuno
La República
Sábado 18 de setiembre 2010
Juan De la Puente
En los pequeños espacios que los insultos y el espionaje telefónico permiten, incluido el debate del jueves 16, asoman en las principales candidaturas a la alcaldía de Lima elementos de una política social municipal como tendencia a la apropiación de un quehacer que el imaginario tradicional reserva al gobierno central. Se han escuchado referencias a subsidios condicionados, solidaridad, exclusión, violencia familiar, empleo, discapacidad, salud y vivienda, vocablos que denotan un razonamiento que la glotonería de la palabra obras no permite desarrollar.
No me ilusiono con que nos encontremos frente a la moderación de las ofertas faraónicas de cemento y fierro con sabor populista.
Eso le gusta al respetable y varias de ellas, particularmente en relación al transporte masivo, son reclamadas con urgencia. Es relevante, no obstante, que los habitantes de Lima dejen de ser un todo empaquetado e inerte al que se alude con el nombre de vecinos y sean reconocidos como mujeres y hombres cuyos derechos no se agotan en el ornato y la baja policía.
En la cultura del municipio constructor la ciudad es un conjunto de avenidas y parques y el eje de la gestión municipal tiene que ser, en el mejor de los casos, la organización de la ocupación del espacio urbano. En esta idea, el bienestar se asocia a las facilidades para el desplazamiento y la recreación. Este muro de contención ha sido escasamente perforado en los últimos 30 años por experiencias como las del Vaso de Leche, los clubes de madres, los hospitales de la solidaridad, la titulación de Cofopri (cuando dependía de los municipios), las escaleras en los cerros, ente otros.
En estos casos la regla fue y es la falta de coherencia y financiamiento, es decir, impulsos en el marco de la ausencia de una política pública social municipal. Una muestra de ello: en Lima Metropolitana, la Gerencia de Desarrollo Social es muy marginal y sin correlato en los distritos, en cuyos organigramas se sigue confundiendo el desarrollo social con el servicio social plano.
Estamos a tiempo: ojalá que esta vez las obras no se devoren a los pobres. No olvidemos que 6 distritos limeños albergan a 700 mil pobres, más de la mitad del millón 600 mil que tiene la ciudad. Sería inmoral decir, en pleno proceso de descentralización, que esa es una responsabilidad exclusiva de la política nacional.