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sábado, 29 de abril de 2017

El agua embotellada y los nuevos sacaojos

http://larepublica.pe/impresa/opinion/858801-el-agua-embotellada-y-los-nuevos-sacaojos
La República
La mitadmasuno
24 de marzo de 2017
Juan De la Puente
En seis días, entre el lunes 13 y el sábado 18 de marzo, los peruanos sufrieron el impacto concertado de los desastres todavía llamados naturales y la exposición inédita de símbolos que elevaron la emergencia a nivel de drama nacional. Antes de esos fatídicos días, miles de compatriotas ya habían sufrido los desastres y lo siguen sufriendo en estos momentos, solo que sin un detalle que hace de este episodio una gigantesca recreación trágica: la falta de agua, especialmente en Lima.
La escasez de agua potable en la capital cambió el código de las inundaciones, desbordes, apagones y falta de agua en otras zonas del país y en varios distritos de Lima, lo que en otro contexto habrían sido “otros” desastres –o los desastres de los “otros”– con menos exposición, como los de enero de este año. Este hecho desnudó al mismo tiempo visiones y opciones complejas y contradictorias en una ciudad de casi 10 millones de habitantes, construida bajo rígidos principios centralistas, clasistas y egoístas.
La mayoría de ciudadanos asistía a un drama en el que se ubicaban a sí mismos y a su carencia. En cambio, un pequeño y estridente segmento asistía en solitario a su falta de agua negándose a aceptarlo con el drama del resto del país. En su visión era imposible que la falta de agua potable –una realidad que afecta todos los días a por lo menos 8 millones de peruanos– les sucediese a ellos, precisamente a ellos.
La demanda de agua eclipsó en algunos momentos el reclamo de una reacción rápida del Estado a los desastres, y parecía que la desgracia solo residía en la falta de agua en los distritos mesocráticos de Lima y no en la decena de distritos de la misma Lima, en donde miles de personas habían perdido sus casas y sus medios de vida, o en el norte del país que vivía día a día tormentas eléctricas. Que la emergencia nos haya igualado es falso; a algunos los ha igualado más que a otros.
El hecho que puso luz sobre esta desnudez fue el acaparamiento del agua embotellada luego de algunos mensajes alarmistas e inescrupulosos. Los supermercados fueron escenario de disputas por agua industrializada para satisfacer una necesidad debatible, tan debatible que decenas de miles de casas limeñas tienen ahora en promedio el stock de agua embotellada más grande del mundo. Ahora recuerdo cuando desde “estos” distritos se burlaban de los peruanos de los “otros” distritos que creían en los sicosociales de los sacaojos y pishtacos.
Esto no ha terminado y no terminará con las últimas lluvias de abril. A pesar de que los días sin agua en la capital fueron también de un masivo aprendizaje sobre la necesidad de cuidar este valioso elemento de nuestras vidas, un grupo de peruanos cree todavía que lo sucedido es injusto. Para ellos no hay cambio climático, resiliencia o mitigación sino la vieja narrativa de la “furia” de la naturaleza contra el humano indefenso, el desastre como un evento inesperado, el combate contra lo desconocido y la pugna agónica para que todo vuelva a ser como antes. Son compatriotas a quienes se les ha agrietado una forma de vida y se resisten a aceptarlo.
Por suerte, la mayoría adopta una actitud distinta. Acepta su condición de víctima de un fenómeno que si bien no ha escogido le pertenece y debe encararlo. Las redes sociales y la vida cotidiana han mostrado estos días una impresionante actitud realista de los peruanos que no debe confundirse con resignación. Es una muestra de adaptación patente sobre todo en los jóvenes, un aspecto que los medios han hecho bien en difundirlo.
Es reconfortante que este germen de la adaptación al cambio climático venga acompañado de una convicción solidaria expresada en el surgimiento de redes de ayuda con gran presencia de jóvenes y el rechazo a hacer de este episodio doloroso un ajuste de cuentas con las autoridades. Es cierto que la idea de la unidad nacional será corta y que en breve retornaremos al encono comedido y desmedido. Es cierto eso, pero pocas veces habíamos aprendido tanto en tan pocos días.

domingo, 26 de marzo de 2017

Las imágenes al mando. A propósito de la encuesta de GFK

Por Juan De la Puente
Los datos del reciente sondeo de GFK son como los de toda encuesta una foto, pero en movimiento constante y fuerte. Las percepciones de la opinión pública expresan esencialmente la relación de los peruanos frente a los potentes símbolos que los desastres todavía llamados naturales han impuesto.
Estas percepciones son muy provisionales al punto que ni siquiera expresan tendencias. No es un espejismo aunque si un destello y lo peor que deberíamos decir frente a ellas es que tenemos un escenario.
El trabajo de campo se llevó a cabo entre el 18 y 22 de marzo, cuando el país se había volcado en favor de la solidaridad con los pueblos del norte y de la costa central que sufren las lluvias y desbordes. En esa medida, la opinión pública ha premiado la respuesta del Estado a la emergencia, a pesar de los defectos de esta, y eso se traduce en los ligeros incrementos de la aprobación del Gobierno (23% a 27%), el Congreso (21% a 23%), el Presidente de la República (29% a 31%) y la Presidenta del Congreso (23% a 27%).
Es muy probable que con esta percepción provisional los peruanos rechacen las tensiones políticas en las alturas en este momento, lo que no significa que se guarden sus críticas. De cualquier modo, llama la atención que los ciudadanos no se plegaran a las estrategias de confrontación dispuestas por la mayoría de actores políticos y que sepulten a los ejércitos en batalla. Quedará para la cátedra profundizar  porqué un gobierno débil no se hundió con los huaycos y con la batalla política que la emergencia trajo.
Anoto una primera explicación. La otra batalla ha sido más intensa, la batalla de las imágenes simbólicas, en donde han ganado los más fuertes, los que grafican el sufrimiento de los peruanos que a su pobreza se le agrega ahora su condición de damnificado. Nunca como ahora hubo una gigantesca creación y recreación del drama, usando por primera vez en una crisis climática los instrumentos de comunicación en toda su potencia: Facebook, Twitter, TV, Radio, webs, Youtube, Instagram y plataformas integradas de los medios.
Estas imágenes simbólicas fueron construidas por primera vez por decenas de miles de personas al punto de que por primera vez los medios tradicionales debieron de organizar una cobertura periodística dependiente en gran medida de ciudadanos  armados de sus celulares. Esta influencia alteró esa cobertura que empezó siendo tradicional, con los códigos del pasado –su majestad el huayco- y terminó mostrando a la gente y su sufrimiento, y la reacción solidaria. Es tan cierto ello que la imagen más potente hasta ahora, es la de Evangelina Chamorro emergiendo precisamente de un huayco, captada por un anónimo ciudadano.
No hay como oponerse a las imágenes sin otras imágenes. Luis Castañeda es hasta ahora el único político nacional dañado por la emergencia (47% a 34% de aprobación) porque la caída del Puente Talavera es una imagen formidable, transmitida en vivo y retransmitida hasta la saciedad. Es la segunda imagen potente de esta crisis a pesar de que se han caído decenas de puentes. Pero ninguno era amarillo, nuevo, provocador y estaba en Lima. En cambio, el país vio como las pantallas se llenaron de políticos en acción y eso ha tenido un saldo positivo relativo, insistiendo en lo relativo, reflejado en aprobaciones ascendentes del Premier Fernando Zavala (de 3’% a 34%), por ejemplo.
Las  imágenes simbólicas no son eternas. Los desastres pasarán y nos volveremos a encontrar con nuevos símbolos o los viejos. De los políticos y los medios, y por supuesto de los ciudadanos, depende cómo se vaciarán estos números en los nuevos crisoles de la inestable coyuntura peruana.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

La prensa también pacta

http://larepublica.pe/impresa/opinion/702568-la-prensa-tambien-pacta
La Republica
La mitadmasuno
11 de setiembre de 2015
Juan De la Puente
Una de las noticias que resalta en Europa es el reciente editorial de 13 prestigiosos diarios que lanzan a viva voz un llamamiento a los gobiernos de la Unión Europea (UE) que se reunirán el 14 de este mes en Bruselas para iniciar una nueva fase de las negociaciones frente a la grave crisis migratoria, la más seria desde la II Guerra Mundial, que impulsa a millones de personas a abandonar sus países por los brutales conflictos internos y regionales y por razones económicas. Decenas de miles de ellas han llegado al Viejo Continente.
Los medios han llamado a los gobiernos a una solución negociada a la crisis vía medidas decisivas que eviten que se pierdan más vidas, y a demostrar que Europa es un continente construido sobre los principios de solidaridad, igualdad y libertad.
En otros momentos cruciales, los diarios europeos se habían coaligado para defender la paz, contra el terrorismo y las guerras. Pero esta vez han ido más lejos. Posicionados como un eje de referencia pública alternativa han propuesto incluso modificaciones del derecho europeo para que se conceda asilo a personas sin que tengan que arriesgar sus vidas para llegar al continente; que se financie a los países a los que primero llegan los refugiados; que se opte por una evaluación rápida e imparcial de las solicitudes de asilo; que se suspenda el acuerdo de Dublín por el que se obliga a los solicitantes de asilo a volver a su lugar de entrada; que se lleve a cabo un reparto más justo de la cuota de refugiados por país; y que se presione a otros actores internacionales para que hagan el máximo esfuerzo para alcanzar una paz negociada en Siria, gestionada por las NNUU.
No puede decirse que los gobiernos de la UE no reaccionarán ante la crisis de los refugiados aunque es evidente que son desbordados por la intensidad del flujo y las muertes que ocasionan las peligrosas travesías. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados considera que Europa deberá acoger por lo menos a 200 mil personas que huyen de sus países.
Este es un vigoroso ejemplo de cómo los medios pueden ejercer junto a su labor informativa una activa función de orientación, fortaleciendo procesos virtuosos, apurando dinámicas de cambio o desarmando estrategias inmovilistas que, en el caso europeo, implica, por ejemplo, el quiebre de la estrategia británica de no comprometerse con una cuota específica de refugiados.
No puede decirse que en nuestro país los medios no pactaran recientemente una agenda pública, aunque no en un sentido virtuoso. De hecho opera entre la mayoría de ellos un pacto tácito para encarar las denuncias de corrupción desde la epidermis, donde importan más los corruptos que los corruptores, no llamar corrupción a los lobbies privados, y silenciar algunos casos mientras se agrandan otros. Sobre la seguridad ciudadana y el delito opera otro pacto tácito: mostrar con detalle grotesco el delito en sus efectos, pero ignorar con solemnidad las causas, en tanto se alimentan las respuestas populistas igualmente criminales al estilo de “chapa tu choro”. Un emblema de este pacto puede ser la pregunta de una periodista a su colega reportero: ¿Me puedes decir cuántas puñaladas recibió la víctima?
Ya que los medios le han arrebatado a las instituciones y a los políticos gran parte de la agenda pública y diseñan esta con más libertad, sería ideal que pacten de modo expreso o tácito algunos temas de los que depende el futuro del país: 1) la reforma política ya no en su fase minimalista sino en contenidos de largo plazo, como la reforma de la Constitución y la sanción al financiamiento ilegal, por citar dos ejemplos; 2) la lucha contra los sistemas legales e institucionales que generan corrupción, corruptos y corruptores; 3) una política criminal sostenible que tenga como ejes la inteligencia, el juzgamiento eficaz y la prevención; y 4) la atención real al grave problema que implican para el país el cambio climático y los desastres naturales. ¿Podrán, querrán, lo harán?