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viernes, 9 de mayo de 2014

Pobreza, democracia y brechas

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/pobreza-democracia-y-brechas-09-05-2014
La República
La mitadmasuno
9 de mayo de 2014
Juan De la Puente
La reciente publicación de estudios referidos a la evolución de la pobreza ha renovado el debate sobre modelos y políticas. En los comentarios se aprecian sesgos ideológicos imposibles de evitar en un debate de esta magnitud, aunque este debería ser lo más racional posible bajo el riesgo de perder de vista elementos centrales de la discusión.
Una primera conclusión de los datos publicados por el INEI se refiere al valor social de la democracia, un régimen que nos ha permitido reducir en 12 años más de 30 puntos de pobreza, de 54,8% el 2001 a 23,9% el 2013. Esta reducción es histórica e innegable por su intensidad y resultado y comparable con las dos estrellas mundiales en materia de reducción de pobreza, Brasil y China, aún a pesar de las críticas al modelo de medición de la pobreza por el ingreso monetario.
Los porcentajes probablemente escondan que se trata de más de 8 millones de peruanos que dejaron la pobreza. Si la revisión de cifras se extiende a la pobreza extrema, la reducción ha sido de 24,4% el 2001 a 4,7% el 2013, un rango de casi 20 puntos, es decir, más de 5 millones y medio de peruanos.
Dudo de que este resultado se hubiese logrado con un gobierno autoritario, especialmente si se prolongaba el régimen político de los años noventa, cuya política social se sustentó en la compensación del ajuste, la restricción de la demanda, la recentralización del país y una escasa inversión pública. A su favor, sus defensores pueden exhibir varias razones, como el costo que implicó la estabilización de las cuentas macro, la crisis asiática que afectó los precios internacionales y, sobre todo, el principio cerrado que afirma que primero hay que crecer para luego distribuir.
Siendo de algún modo ciertas las dos primeras razones, es evidente que el auge de la década pasada no se encontró de casualidad con la redistribución. Fue un encuentro buscado por el imaginario portador de la propuesta democrática de esos años, que tuvo igualmente un imaginario social que portaba la demanda de derechos más legitimados. De hecho, no creo que las cifras que se exhiben podrían haberse alcanzado sin el proceso de descentralización, el antecedente a la intensa transferencia de recursos del centro a las regiones y municipios.
Otras tareas realizadas en estos años son resultado del régimen democrático, como el incremento de la cuota de autonomía del BCR y la expansión de la inversión privada, la demanda y el consumo, y la puesta en marcha de una nueva generación de programas sociales, algunos de transferencia directa, que en condiciones de un modelo político y económico cerrado habría sido más difícil echar a andar. En esa medida, la visión de piloto automático se relativiza notablemente.
La complacencia de estos resultados es, asimismo, nefasta. La primera conducta de este comportamiento es encerrarse en las cifras globales y negarse a mirar los desagregados y ser crítico con ellos. La revisión de estas cifras revela la persistencia de la pobreza rural en una dimensión que, contra lo que algunos afirman, supera el concepto de bolsón y adquieren la característica de una brecha. Los pobres en el Perú rural son el 48% y si bien este porcentaje ha bajado 5 puntos en un año, sigue siendo una cifra alevosamente alta. En la selva rural este porcentaje baja ligeramente a 42,6% y en la sierra rural este porcentaje se eleva al 52,9%.
Estas brechas son calientes si se comparan con las cifras de pobreza en la costa rural (29%), sierra urbana (16,2%) y Lima Metropolitana (12,8%), de modo que entre Lima y el Perú más pobre hay por lo menos una brecha de 35 puntos, aunque los pobres en ambos lugares no dejen por ello de ser pobres. Esta brecha alude directamente a la equidad, un indicador temido por lo que creen que con reducir la pobreza basta y sobra.
El actual ciclo de crecimiento económico y de reducción de la pobreza no será infinito y es probable que en algún momento se paralicen ambas tendencias. Cuando ello suceda será potencialmente explosivo para un país emergente como el nuestro, por citar un estimado, que la pobreza general se sitúe en 15% y la del Perú rural en 40%, o que Lima tenga 5% de pobres y Ayacucho 50%.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Nuestro lugar en el mundo

La República
La mitadmasuno
10 de noviembre de 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/nuestro-lugar-en-el-mundo-10-11-2011

El reciente Informe de Desarrollo Humano (IDH) del 2011 presentado por el PNUD la semana pasada en Lima ha servido para que la mayoría de medios subrayen la ubicación del Perú en el puesto 80 en el ranking de 187 países y nuestra pertenencia al grupo de países de desarrollo alto. Se ha resaltado menos que al ajustarse los indicadores con el factor desigualdad, el Perú pierde un 23% de desarrollo debido, sobre todo, a un bajo ingreso, descendiendo por ello al nivel de país de desarrollo medio.
El Informe tiene otros atributos a destacarse. No es el primer estudio que asocia el crecimiento y el desarrollo a la equidad, pero es el primero que relaciona sostenibilidad ambiental con equidad. En esa dirección advierte que no se puede continuar con un modelo que no enfrente abiertamente los riesgos ambientales y la desigualdad. Recuerda que informes anteriores alertaron de fenómenos crecientes: que el aumento de los ingresos se asocia a la degradación ambiental; que la distribución del ingreso ha empeorado en varias partes del mundo; y que existen grandes fluctuaciones y brechas en el IDH, en perjuicio de las zonas rurales y de las mujeres, de las que no somos ajenos.
Para el Perú, la relación sostenibilidad/equidad implica un dilema ante todo moral y profundamente político para la democracia, en dependencia de tres factores: 1) Nuestra biodiversidad, tanto genética, de especies y de ecosistemas; 2) Nuestra condición de país amazónico y poseedor de entre el 4% y 5% de agua dulce del planeta; y 3) El notable retraso de las políticas de regulación ambiental.
Nuestra paradójica posición de país con riqueza/vulnerabilidad demanda soluciones rápidas tanto de cara al crecimiento económico, como al medio ambiente y la equidad. La única salida pasa por fortalecer el papel regulador y cada vez más arbitral del Estado y el reconocimiento práctico de un grupo de derechos que algunos denominan de cuarta generación.Sobre el tema, Norberto Bobbio anotó dos conclusiones sustantivas: que en el mundo moderno la cuestión de los DDHH no es la de su fundamentación sino la de su protección; y que el Estado liberal como supuesto del Estado democrático se justifica en el sentido que son necesarias ciertas libertades para el ejercicio del poder democrático pero que es indispensable que el poder democrático garantice la existencia y persistencia de las libertades.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Primer Congreso de Responsabilidad Social Empresarial


Facultad de Derecho USMP
20 y 22 de setimbre 2010

En el Primer Congreso de RSE organizado por la Universidad de San Martín de Porres
ANALIZARAN AVANCES DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA EMPRESA EN EL PERU
Expertos realizarán un balance de la RSE en la década
http://www.derecho.usmp.edu.pe/avisos/aviso_respnsabilidad.html

Diversos especialistas del sector público y privado y del ámbito académico analizaran los avances de la Responsabilidad Social de la Empresa (RSE) en el Perú en el marco del PRIMER CONGRESO DE RSE que organiza el Centro de Investigación en Responsabilidad Social Empresarial (CERSE) de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Martín de Porres.
La cita, a realizarse los días 20 y 22 de setiembre, revisará el estado de la RSE en materia de dación de políticas públicas y la gestión de la empresa en el tema, la aplicación de indicadores de medición como el ISO 2006, los avances en el cumplimiento del Pacto Mundial, la corrupción, la inclusión, la competitividad y las buenas prácticas de relacionamiento Empresa, Estado y poblaciones locales.
El CERSE de la Facultad de Derecho de la USMP inició sus actividades a inicios de año 2010, y uno de sus objetivos es la difusión de la gestión de la RSE, la promoción de una cultura respetuosa de los DDHH, especialmente de los derechos ambientales, culturales y de los consumidores. La finalidad del primer congreso es realizar un balance de lo realizado el la presente década en el Perú y resumir los desafíos para la siguiente etapa.
El congreso se llevará a cabo los días 20 y 22 en el Campus de la Facultad de Derecho, en el Auditórium Focum Culturae, en la Av. Alameda El Corregidor 1865, La Molina, de 6.00 pm a 9. 00 pm. El ingreso es libre y a los participantes se que acrediten su participación en los días del eventos se les entregará un certificado de asistencia.
Las inscripciones pueden hacerse vía correo electrónico:
cerse_derecho@usmp.edu.pe
Informes en la Oficina de Extensión y Proyección Universitaria y CERSE
Telfs. 365 7000 – 3656948 - 3656947 Anexos 4657 y 4666

Pobres y desiguales

La mitadmasuno
La República
Sábado 11 de setiembre 2010
Juan De la Puente
El Informe Regional del PNUD de desarrollo humano 2010, presentado esta semana, trae novedades que introducen nuevos elementos al debate sobre la calidad del servicio del Estado en la lucha contra la pobreza y la relación de esta con la desigualdad.
El informe valora la caída de por lo menos 20 puntos de pobreza en la presente década y revela que a pesar de que el Perú se encuentra en el grupo de los países con menor desigualdad en la región, nuestro continente es el de mayor desigualdad en el mundo.
El informe es muy audaz al proponer incorporar el elemento desigualdad a mediciones del desarrollo humano, convirtiendo en obsoleto el modelo estimativo en base a ingresos, salud y educación. La premisa de esta propuesta es agresiva: la suma aritmética de estas variables no incide necesariamente en la disminución de la desigualdad. En esa visión, la reducción de la pobreza es importante pero no origina, necesariamente la cohesión social, la conexión de la sociedad y el desarrollo de las capacidades humanas.
El informe genera de hecho problemas ideológicos y políticos. En lo primero, coloca sobre la mesa el destino de la riqueza nacional, presionando sobre los idearios ultraliberales que ya habían sido objeto de cambios a inicios de la década, aceptando a regañadientes la necesidad del crecimiento con equidad, este último concepto en su acepción aristotélica básica, es decir, como sinónimo de justo. En la visión del informe, como en otros trabajos en la región, la equidad es la negación de la desigualdad y un impulso vigoroso de la justicia distributiva, ideario reflejado en la tesis de John Rawls sobre la teoría de la justicia y el consenso entrecruzado.
Es aún más incisiva la propuesta política. Sugiere debatir el pasado y presente de las políticas sociales con preguntas incómodas como: ¿Por qué somos pobres y desiguales, desde cuándo y por qué no superamos ambos estadios como lo hicieron otros pueblos en los últimos 50 años? A la vista de los datos, las políticas de oportunidades serían insuficientes o por lo menos relativas en beneficio de un proceso de universalización de derechos, en dependencia de la calidad sistémica de las privaciones. Eso tampoco gustará, sobre todo porque obliga a un Estado más promotor y regulador y a un mercado más inclusivo de derechos. En atención a este análisis, lo primero que habría que revisar es la calidad y la finalidad de los subsidios.
Link del Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2010
Link del especial del Informe del diario El País de Madrid, con opiniones de especialistas y personalidades