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jueves, 20 de enero de 2011

La última renuncia

La mitadmasuno
La República
Jueves 20 de enero de 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/20-01-2011/la-ultima-renuncia
Los planes de gobierno entregados al JNE muestran una desordenada elaboración de ofertas que privilegian el compromiso sacrificando la propuesta, de modo que las promesas están cargadas del qué y vacías del cómo.
Salvo en la macroeconomía, los programas carecen de una visión racional y un sustento en el Acuerdo Nacional. Esta ausencia es tan evidente que uno de los programas se pregunta “¿Cómo tiene que ser el primer mundo?”, y se responde misteriosamente “como tiene que ser”.
La profusión de metas conduce a compromisos de 10 años cuando el probable gobierno solo durará 5. Son también corrientes las promesas generales tipo comentario de café: “mano dura” contra la delincuencia o “aumentar” la eficiencia del Estado. Si hace falta precisiones se recurre a los manidos “fortalecer” y “crear un sistema nacional”, argumentos evasivos que reemplazan a la creación de comisiones.
Lo general tiene sus costos, es decir, la oferta no sostenible. Un grupo propone “organizar” el gobierno electrónico, en lo que ya se invirtió recursos sin resultados por ahora; otro propone erigir una “nueva infraestructura educativa sismo resistente” de 3,400 nuevos centros educativos sin señalar cómo y cuánto. Por lo menos dos grupos proponen eliminar en 5 años la pobreza extrema y otro reducir la pobreza general a un dígito. ¿Cuántos puntos PBI costará y cómo? El programa más conservador ofrece asfaltar en total 5 mil kilómetros de carreteras, algo imposible de realizar en 5 años.
Encuentro en muchos casos visiones atrasadas por lo menos 20 años. En el tema ambiental hay un partido que solo propone “ambiente limpio”, sin desarrollo sustentable o referencia al cambio climático; otro asocia estrechamente administración de justicia y seguridad ciudadana, como si el delito fuese un problema solo de jueces y policías; y un tercero reduce su proyecto regional a la creación de oficinas del MEF en las regiones.
También sorprende, salvo excepciones puntuales, la renuncia a la reforma, la palabra más evitada en cientos de páginas. En la más esperada, la de la justicia, solo un grupo se propone recuperar las recomendaciones del CERIAJUS. El resto no aborda ni siquiera en objetivos específicos la reforma de la representación, la tributaria o la del empleo público. En el tema más comentado, la educación, aparecen muy diluidos los propósitos del Proyecto Educativo Nacional (PEN), visión que solo un grupo recoge.