Por Juan De la Puente
No Brasil tudo é grande. A corrupção é grande. E agora o anti-corrupção
também será grande, muito grande.
1.- Una delación corporativa. En
efecto, el empresario Marcelo Odebrecht, jefe de la empresa constructora más
grande de América Latina ha llegado a un acuerdo con la justicia brasileña para
delatar a los funcionarios
y políticos a los que sobornó su empresa. El acuerdo podría
incluir entre 50 y 68 ejecutivos más de Odebrecht que han negociado sus
propios acuerdos de delación.
Se inicia de ese modo a decir de
la cadena O Globo, la primera delación corporativa a gran escala, cuyos efectos serán
mayores en volumen de dinero y destapes de corrupción que los escándalos de la
última década en EEUU y Europa, como los casos Enron, WorldCom, Gurtel o
Madoff. Es el coletazo mundial de Lava Jato.
La empresa está presente en 21 países de 4 continentes pero en la región el foco está puesto en
las obras realizadas en 7 países, Argentina, Colombia, Ecuador,
Guatemala, Perú, República Dominicana y Venezuela. El año pasado, en A. Latina
la cartera de contratos de Odebrecht ascendió a US$18.000 millones de dólares.
2.- Hay un caso abierto en el Perú. Desde hace dos años, la
cascada de noticias que vinculan a Odebrecht al Perú se acrecienta y ha sido
abordado por varios medios, especialmente IDL reporteros y Ojo Público aunque también se han abocado al caso Lava Jato con permanencia Hildebrandt en sus Trece, La República y El Comercio. Inicialmente,
los involucrados negaron las vinculaciones extraídas de los expedientes brasileños, hasta que la fiscalía encontró indicios para abrir una investigación. El fiscal
supraprovincial Hamilton Castro ha viajado a Brasil hasta en 4 oportunidades
(junio, octubre y noviembre del 2015 y enero de este año), y la visita del Fiscal
de la Nación, Pablo Sánchez, a Brasil, para participar en un encuentro de
fiscales anticorrupción de Latinoamérica, en octubre pasado, selló una mayor cooperación.
3.- Hasta ahí las buenas
noticias. El Perú parece no estar preparado para procesar la llegada de una
inédita cantidad de datos que podrán ser judicializados. Solo en el caso más
grande, el que vincula a las empresas Odebrecht, Queiroz Galvao, Andrade
Gutiérrez y Camargo Correa con el supuesto pago de sobornos en la construcción
de la Interoceánica (una carretera de 2.500 kilómetros de longitud que pasó de costar
US$ 800 millones a US$ 2.800 millones), la acusación está vinculada a tres gobiernos,
un caso cuya denuncia fiscal se producirá este año o el siguiente pero que corre el riesgo de no tener responsables y, si los
hay, de ello sabremos después de 6 o 7 años. Un prueba de esto fue el destino de los tres informes de la Comisión Lava Jato del Congreso pasado que no pudieron ser discutidos en un pleno extraordinario porque no se alcanzaron las firmas requeridas para convocarlo Solo se obtuvieron 66 de las 78 necesarias.
4.- Brasil y Perú, las diferencias. En Brasil, desde que la
fiscalía acusó a Marcelo Odebrecht y la condena de 19 años que recibió en marzo
pasado transcurrieron 8 meses. En nuestro caso, por ejemplo, el grupo delictivo
del gobierno regional de Ancash no ha recibido ninguna sentencia relacionada al
crimen organizado, y su cabecilla César Álvarez solo ha sido condenado por
difamación a dos años de prisión suspendida. Las capturas en este caso se
realizaron en mayo del año 2014.
Brasil se beneficia de una
fiscalía y una justicia empoderadas y de un movimiento anticorrupción en proceso
de ampliación, con redes contra la impunidad que operan en las universidades y
en la sociedad civil. El punto culminante fue la marcha de decenas de miles de
personas que el 13 de marzo reclamaron la renuncia de Dilma Rousseff, el
procesamiento de Lula y el respaldo al juez Sergio Moro que ha puesto ante la
justicia al sistema político del país. Solo en Sao Paulo se movilizaron casi 1
millón y medio de personas.
5.- No es suficiente, por ahora. En nuestro caso, la fiscalía
está en una mejor situación de cuando explotó la corrupción de las regiones y
ha obtenido victorias resonantes. La más importante de ellas es la sentencia del
Tribunal Constitucional de octubre pasado (EXP N.° OD81 I -2015-PHC)
que desestima el pedido de Nadine Heredia para que la fiscalía deje de
investigarla. El TC ha respaldado el papel del Ministerio Público en la lucha
contra el delito y ha señalado que sus indagaciones no implican una amenaza a la libertad personal o derechos
conexos por el hecho de que las diligencias son postulatorias, es decir son
antecedentes para decisiones del Poder Judicial.
Nuestro sistema de colaboración eficaz, dispuesto en el Código Procesal Penal, hace complejo este sistema y entre las modificaciones que debe experimentar hay una, muy importante, que en el caso de Brasil ha permitido este desenlace, la posibilidad de que también se acojan a este mecanismo jefes y cabecillas de los grupos juzgados.
Nuestro sistema de colaboración eficaz, dispuesto en el Código Procesal Penal, hace complejo este sistema y entre las modificaciones que debe experimentar hay una, muy importante, que en el caso de Brasil ha permitido este desenlace, la posibilidad de que también se acojan a este mecanismo jefes y cabecillas de los grupos juzgados.
A
pesar de la nueva fuerza de la fiscalía, ahora reforzada por el papel de
la Procuraduría en manos de la Dra. Julia Príncipe, esta fuerza no parece suficiente por ahora; nuestra sociedad está indignada pero no movilizada y es impresionante el vigor de los
poderes extralegales que operan en favor de la impunidad, incluso desde los
medios. Esta vez deseo equivocarme.
Hay un caso casi desconocido: El Proyecto Olmos, que según la Convocatoria( documento oficial de Proinversión) costaba $ 112 millones, con un aporte del estado a fondo perdido de $ 77, es decir Odebrecht aportaba $ 35 millones. Firmado el contrato, resulta que la empresa brasilera está cobrando US $ 27 millones durante 15 años( D.S de Emergencia No. 049-2,009 firmado por AGP , publicado en El Peruano del 16/4/2009.) lo que nos indica que con una inversión de $ 35 millones, Odebrecht está cobrando, con cobros adicionales, más de US $ 500 MILLONES DE DOLARES .Una de las grandes estafas al estilo Odebrecht , que la gran prensa desde hace 8 años se niega a publicar, pese a mi copiosa y documentada argumentación.
ResponderEliminarHay un caso casi desconocido: El Proyecto Olmos, que según la Convocatoria( documento oficial de Proinversión) costaba $ 112 millones, con un aporte del estado a fondo perdido de $ 77, es decir Odebrecht aportaba $ 35 millones. Firmado el contrato, resulta que la empresa brasilera está cobrando US $ 27 millones durante 15 años( D.S de Emergencia No. 049-2,009 firmado por AGP , publicado en El Peruano del 16/4/2009.) lo que nos indica que con una inversión de $ 35 millones, Odebrecht está cobrando, con cobros adicionales, más de US $ 500 MILLONES DE DOLARES .Una de las grandes estafas al estilo Odebrecht , que la gran prensa desde hace 8 años se niega a publicar, pese a mi copiosa y documentada argumentación.
ResponderEliminar