Por Juan De la Puente
La
encuesta que publica hoy Ipsos y El Comercio, luego de tres semanas de la
anterior, refleja que el 24% de votos
que en conjunto dejan Julio Guzmán y César Acuña se estarían distribuyendo
principalmente entre el centro y la izquierda, dando forma a estas opciones del
escenario a poco menos de 30 días de las elecciones, a través de Alfredo
Barnechea (AB) y Verónika Mendoza (VM).
El
escenario de tres tercios con similar dimensión, que
otras encuestas exponían hace días -un tercio a favor de Keiko Fujimori, otro
de los que esperan enfrentársele en una posible segunda vuelta y el tercero de
electores indecisos o resistentes al voto- se relativiza o se ha empezado a
disolver. Hay menos votos suspendidos en el aire porque los blancos, viciados y
no sabe/no opina suman 22% aunque siguen siendo más significativos en el centro del
país (30%), en el sur (33%), en el oriente (33%) y en el sector E (34%). Aun
así, están en disputa entre 10 y 12 millones de votos.
Las
aproximaciones sobre cómo se mueven las adhesiones truncas se relativizan por
el hecho de que la encuesta se inició el 5 de marzo, cuatro días antes de la
resolución del JNE sobre Guzmán y Acuña (9 de marzo). La encuesta encontró a los
votos de los candidatos excluidos en proceso de migración. No obstante, Ipsos
hizo dos preguntas sobre intención de voto, una con ambos candidatos y otra sin
ellos. Si nos atenemos a las respuestas, Keiko Fujimori (KF) sube un punto
porcentual y Alan García (AG) ninguno, en tanto que Pedro Pablo Kuczynski (PPK)
sube 5 puntos, AB sube 2 y VM 4.
Keiko Fujimori. Es la más estable
en el inicio de la nueva campaña. Gana, pero poco. Se afirma en Lima donde
escala 7 puntos, pasando de 31% de hace 3 semanas a 38%. No obstante,
experimenta caídas considerables en el norte, donde pierde 4 puntos (38% a 34%)
otros 4 en el sur (de 22% a 18%) pero sube 6 en el oriente (de 29% a 35%).
Sigue siendo minoritaria en los sectores A/B respecto de PPK y Barnechea pero
continúa sólida en los sectores D/E, y lidera la intención de votos en todas
las edades, entre ellos los jóvenes.
La
ilusión fujimorista de una victoria en primera vuelta o un registro superior al
40% el 10 de abril se frenan por otro fenómeno. Los votantes duros de KF se
mantienen pero sube su antivoto (los que responden a “definitivamente no
votaría por él”) que pasan en 3 semanas de 40% a 44%.
Barnechea y
Mendoza.
A ambos les va bien en las cifras globales y en los desagregados. Son dos
candidaturas en movimiento y desarrollo. En tres semanas los dos pasan de 4% a
9%. Ambos más que duplican su intención de voto en el interior del país y
especialmente en el Perú rural. También duplican su intención de voto en el
norte, centro sur y oriente, y sus electores duros (“definitivamente votaré por
él) crecen, en Barnechea de 3% a 8% y en Mendoza de 3% a 7%. Ambos caen más
de 10 puntos en el rubro “no lo conozco”.
Pedro Pablo
Kuczynski.
PPK parte también promisoriamente en la nueva campaña. Ha frenado su declive
que lo llevó de 16% en diciembre a 9% en febrero. Con 14%, exhibe ahora la
posición de nuevo retador de Keiko (una segunda oportunidad), una de las ecuaciones de la campaña, y está mejor
posicionado en Lima (18%) que en las regiones (13%), aunque en los dos territorios está
en alza desde la última medición de Ipsos, hace tres semanas.
PPK
recibe el impulso en las regiones y le gana a Keiko en el sector A (32% contra
18%) y B (23% contra 20%), pero es sobrepasado por esta en el sector D donde
más que lo triplica (38% contra 11%) y en E donde lo cuadruplica (33% contra
8%).
Millones de votos
en movimiento.
La idea que sostiene que una encuesta es una foto del momento nunca ha sido más cierta que ahora, aunque la foto "está movida” porque, claro, los actores se están
moviendo y removiendo, PPK, Barnechea y Mendoza más que KF y García.
Apreciar
cómo y dónde anidan las adhesiones de Guzmán/Acuña no es una operación sencilla
por el inédito volumen de votos que ha empezado a moverse en esta nueva y corta
(y furibunda) campaña en la que -no habría que olvidar- los factores que
dinamizan la competencia son definitivamente el antifujimorismo y la convicción
sobre irregularidades y favoritismo del JNE respecto de los candidatos.
Entre
Acuña y Guzmán concentraban 5 millones y medio de votos (habría que recordar que
no todos eran seguros), y de acuerdo a la anterior encuesta de Ipsos se tenían
otros 4 millones entre viciados, blancos, no sabe/no opina (17%). Si a estos porcentajes se suman
los votos no seguros de los candidatos es probable que lo que se encuentre en disputa y
movimiento sea entre 10 y 12 millones de votos.
Nunca antes se habían movido en menos de un mes casi el 50% del total de votos.
Nunca antes se habían movido en menos de un mes casi el 50% del total de votos.
Desafíos de la
campaña.
La encuesta es clara al plantear los desafíos de la campaña. El principal
problema de Keiko Fujimori es el interior del país, especialmente el centro y
sur, los sectores A/B y el 44% de antivoto que concentra y que puede crecer.
A
estas alturas, KF tiene más que defender que ganar y salvo un crac de los tres
candidatos que le siguen desde lejos no es muy probable una arremetida final
del fujimorismo.
Los
candidatos que aspiran a retar a KF tienen tres desafíos, crecer en Lima, en
los sectores D y E y entre los jóvenes, para que alguno de ellos pueda superar
el 20% el 10 de abril y pasar a la
segunda vuelta con más posibilidades.
Pero
la clave de este reto se encuentra en otro problema de la campaña. El eje del
proceso ha cambiado radicalmente y se localiza en la transparencia de las
elecciones y ya no en los asuntos de programa (crecimiento, corrupción y
seguridad). Si a esto se agrega el resurgimiento del antifujimorismo militante
y de la calle, el eje por donde los movimientos sociales han ingresado a una
campaña de la que se pretendía excluirlos, la postura de los actores en estos “nuevos”
asuntos será fundamental para la evolución del voto.
Todos están encontrando su lugar en esta campaña, salvo García. La radicalización de los actores parece dejar por ahora fuera de juego la idea del voto seguro. Su única esperanza es el músculo del partido.
Todos están encontrando su lugar en esta campaña, salvo García. La radicalización de los actores parece dejar por ahora fuera de juego la idea del voto seguro. Su única esperanza es el músculo del partido.
El
centro y la izquierda tienen una pequeña esquina del escenario. Ellos deberían
tener una voz clara sobre la transparencia y esa misma exigencia presiona a
PPK. Su discurso antifujimorista que ha estrenado hoy en El Comercio (http://elcomercio.pe/politica/elecciones/ppk-voy-luchar-como-gato-panza-arriba-contra-keiko-fujimori-noticia-1885956)
es sugerente aunque solo sirve para empezar la batalla. Los votos se están
moviendo, los antivoto también y él como los otros deberán convencer a sus
electores potenciales sus diferencia respecto de Keiko Fujimori.
El problema de PPK es que los dos temas que se están volviendo fundamentales en la presente contienda electoral: el gas y el antifujimorismo, no serían su fuerte, por decir lo menos.
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