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viernes, 15 de abril de 2016

La política en estado bruto

http://larepublica.pe/impresa/opinion/755339-la-politica-en-estado-bruto
La República
La mitadmasuno
1 de abril de 2016
Juan De la Puente
Quienes creyeron que la salida de dos candidatos solo cambiaba el orden de aparición en las encuestas por la absorción de esos votos por otros candidatos, fallaron. Este error debería ser estudiado como un típico caso de decisión burocrática e irracional en un contexto de crisis política que está llevando a sucesivos sacudones que no terminará el 10 de abril. Por ahora, en un tercer efecto, la campaña se está transformando aceleradamente, pasando a situarse en el último de los escenarios evaluados hace meses: la disyuntiva modelo vs modelo.
La decisión de excluir a candidatos como una forma de competencia electoral no consideró el contexto de actores políticos débiles con dificultades para liderar y representar. Las ideas fuerza “te saco a ti para ponerme yo” o “el vacío que se produce lo lleno yo” nunca debieron  ser estimadas como el único efecto tras la salida de Guzmán y Acuña. Los votos de estos se distribuyeron pero se olvidaron de que en el contexto de una democracia sin partidos, los votos pertenecen también a personas que formaron sus identidades políticas de modo autónomo, pragmático e insatisfecho.
Repasemos el proceso electoral e intentemos una periodización provisional. La primera etapa (setiembre/diciembre) fue la de Blancanieves y los 7 enanitos; Keiko Fujimori en el tercio de las preferencias y el resto juntos sumaban el mismo porcentaje. En esa etapa, el eje de la campaña era cómo elegir un recambio tradicional en un escenario de poca confrontación con la élite y sus políticas. Solo había desconfianza con poco rechazo explícito movilizado.
La segunda etapa fue la del pueblo vs elite (enero/febrero); es el momento de la emergencia sucesiva de Acuña y Guzmán, donde el debate pareció situarse en la renovación de la política aunque con alternativas precarias y engañosas, lo que llamaríamos renovación sin renovación.
La tercera etapa es la reactivación del antifujimorismo y la emergencia de la izquierda y el centro político (1ª quincena de enero) luego de la salida de Guzmán y Acuña. Esta etapa, muy corta, puso en vitrina a candidatos que cuestionan con distinta intensidad elementos del modelo político/económico vigente, Barnechea y Mendoza, y oxigenó a PPK, aunque también perforó su programa obligándolo a aceptar la negociación de los contratos del gas, por ejemplo.
La cuarta etapa, en la que nos movemos actualmente y que irá hasta el 10 de abril, es la de la polarización antifujimorismo vs antiizquierdismo cuyo eje diferenciador, por lo menos para una parte del electorado, es la disyuntiva modelo vs modelo.
La última encuesta de Ipsos confirma el inicio de esta etapa. Se han bloqueado los ascensos globales, Keiko no puede llevar a cabo un remate final, en tanto Verónika y Barnechea frenan su crecimiento. Por ahora, la salida tercerista a la polarización es muy débil; a PPK le cuesta irrumpir y lo cierto es que a 9 días de las elecciones no existe un retador claro de Keiko.
Hay otros datos de la letra pequeña, por lo menos dos: 1) se lleva a cabo un acelerado realineamiento en el sector A donde PPK crece ¡18 puntos en una semana! a razón de 2,5% por día, para situarse en 46%; y 2) contrariamente, Verónika y Keiko están empatadas en el sur.
Esta polarización es contradictoria por la forma inorgánica que adopta, con contracampañas extremas y alucinantes, una especie de política en estado bruto cuyos efectos se verán luego del 28 de julio. La polarización bloquea la acumulación política de sus débiles partes aunque perjudica más a una que a otra. Keiko se estanca cómodamente en el tercio de votos mientras es evidente una crisis en la segunda línea, donde se han movido más los antivotos que las adhesiones.
La forma de romper los actuales registros sería que las contracampañas pasen a los sectores D y E y al centro y sur del país y termine de transformar la campaña en una disyuntiva de programas y modelos, algo que varios juraron no pasaría en esta campaña. Esos “varios” quizás se arrepientan de haber impulsado una decisión electoral con explosiva perspectiva política.