lunes, 14 de septiembre de 2015

El caso RPP

http://larepublica.pe/impresa/opinion/398479-el-caso-rpp
La República
La mitadmasuno
14 de agosto de 2015
Juan De la Puente
Lo que sucede con el Grupo Radioprogramas del Perú (Grupo RPP) en relación con la reforma política es muy sugerente. Una influyente corporación mediática ha puesto a sus siete radios y a sus dos plataformas televisivas al servicio de una agenda de cambios en las reglas de juego electorales. Se trata de una experiencia inédita, como es igualmente original que la demanda y gestión de estas reformas sean lideradas por los organismos electorales, varios pasos delante de los líderes políticos y de la instituciones del Estado.
Este compromiso pudo evitarse y el tratamiento de la crisis del sistema político por parte de este grupo de medios podría haber tenido un perfil similar al que predomina en la prensa peruana, es decir, un abordaje de las consecuencias más que de las causas y una escasa referencia al agotamiento de la ciudadanía y del ciclo democrático iniciado hace 15 años, patentizado en el colapso de reglas y procedimientos.
Sin embargo, el Grupo RPP ha optado por otro camino. Desde el Instituto Integración, fundado hace años como un espacio de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), produce hace meses contenidos relacionados con esta crisis, suministrando data sobre la democracia interna, el financiamiento oscuro de la política, el papel de la educación en la formación de la ciudadanía, la desigualdad de género en la política, el voto preferencial, el déficit de militancia partidaria y la participación ciudadana.
Luego, en marzo pasado, RPP lanzó la campaña El poder en tus manos, que se ejecuta en todas sus plataformas, incluyendo las digitales, dirigida a la ciudadanía y a los tomadores de decisión, cuyo propósito es persuadir a los peruanos del valor decisional que encierran sus votos, generar información de líderes y partidos, promover los cambios a la legislación electoral de cara a las elecciones del 2016 y fomentar el debate de planes de gobierno. Esta campaña ha producido centenares de contenidos y ha contribuido a generar una corriente de opinión más consistente e irreversible en favor de la reforma.
Tratándose de un medio privado es obvio que una apuesta con estas características implica un nivel de inversión de activos y recursos humanos que solo se entiende en el marco del avance de prácticas de RSE que están desembarcando en la política desde el fomento del emprendimiento y la reducción de la pobreza, bajo la convicción de que la política y la ciudadanía también importan.
En otro ámbito de esta misma tendencia, por ejemplo, 27 empresas han empezado a contribuir con los trabajos de la Asociación Civil Transparencia en tanto que la ONPE, en coordinación con los gremios empresariales, ha presentado al Congreso el proyecto de creación del Fondo Electoral Empresa y Democracia que centralice y distribuya el financiamiento privado.
Por otro lado, y a propósito de este tema, sería conveniente reflexionar sobre el papel de los medios respecto a los cambios políticos. A inicios del ciclo democrático, cuando se puso en la agenda la superación de la Constitución de 1993 a través de reformas profundas o de su sustitución total, la mayoría de medios se colocó en una posición contraria, desconfiando de los cambios económicos y en nombre de ellos de toda reforma. A ello se debió que los únicos cambios institucionales de fondo fuesen la descentralización y la aprobación de la Ley de Partidos Políticos.
Este es otro momento; los medios han tomado para sí una gran parte del poder que han dejado caer los partidos, han demostrado cierta eficacia para movilizar grandes identidades colectivas y organizan (y desorganizan) la agenda pública con facilidad. No obstante, ese papel también ha empezado a ser cuestionado por la opinión pública, de modo que en más de un caso la reforma electoral aparece como la devolución a los partidos o la socialización con ellos de un poder sostenible. Aun en este último caso, el esfuerzo corporativo y no solo informativo de RPP es meritorio y debería ser imitado. ¿Quiénes se anotan?

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