viernes, 16 de septiembre de 2011

Los "nuevos" conflictos

La Mitadmasuno
La República
8 de setiembre 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/08-09-2011/los-nuevos-conflictos

Se tiene a la vista un número apreciable de nuevos conflictos que, sobre todo, son esencialmente viejos. Solo que se plantean en el marco de un nuevo ciclo político y frente a un gobierno que ha declarado que los prevendrá y resolverá con otros procedimientos. No obstante, la conflictividad es más que el procedimiento; esconde o cubre capas sucesivas de otros conflictos apagados u olvidados por la ley y por el hombre.
En el emplazamiento frente a estos fenómenos reside el principal desafío. Una buena parte del Estado, el mercado y la sociedad parecen demandar un nuevo tratamiento de los conflictos pero no siente la necesidad de su propio cambio. Mal inicio; como lo que sucede con la inclusión (incluye tú, yo miro al costado) se pretende un cambio de estrategia exclusivo del gobierno.
Víctor Caballero, nuevo jefe de Conflictos de la PCM, ha advertido que en un proceso de cambio se producen renovadas tensiones y “nuevos” conflictos. Lo nuevo radica en la mayor legitimidad de la demanda o, si fuese el caso, en la posibilidad de abrir nuevas rutas de salida para aquella. En ese sentido, el Perú se prepara para asistir, muy probablemente, al surgimiento de un intenso período de demandas sociales que no deberían interpretarse como el resultado de la nueva política, sino como la oportunidad para resolverlas realmente.
Todo conflicto interpela al Estado pero también a la sociedad y pone sobre la mesa las relaciones entre estos. Javier Torres, un conflictólogo atrevido, ha escrito algo terrible: que los conflictos tienen que ver con las políticas de Estado y que conviene revisar algunas de ellas. Tiene razón, la mayoría de conflictos no son, como piensan algunos, la ofensiva antisistema de una conspiración ideológica para destruir el Estado o la protesta acumuladora de fuerzas insurgentes. Es más sencillo: una demanda de inclusión política y legal, distribución, oportunidades o, a veces, solo de diálogo.
Imposible resolver los conflictos laborales mineros, por ejemplo, si las empresas no abandonan la práctica de no entregar derechos sin huelga previa, es decir, una paradójica invitación al paro. Revisando los pliegos mineros se advierten clamorosas insensibilidades. Mientras la oferta de aumento salarial de una empresa es de 1,30 soles diarios, otra se resiste a entregar un tarro de leche a la viuda de un trabajador fallecido por enfermedad o accidente.

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