lunes, 21 de marzo de 2016

Diferencias entre las encuestas de Ipsos y GFK


Por Juan De la Puente
El 20 de marzo se han publicado dos encuestas, de las empresas Ipsos Perú y GFK, que considero las de mayor credibilidad. La idea general sugiere que no procede comparar los resultados de una y otra, aunque si ambas son publicadas el mismo día es conveniente intentar explicar algunas diferencias.
Los dos sondeos muestran resultados parecidos en la ubicación de los 5 candidatos en lisa para la segunda vuelta. Las cifras difieren en algunos datos. Ipsos muestra a Keiko Fujimori en 31% y a Verónika Mendoza en 12%, en tanto GFK muestra a Fujimori en 33.8% y a Mendoza en 7.5%. Respecto al antivoto, Ipsos registra un antivoto de Keiko en 46% parecido al 44% de GFK, pero esta empresa registra antivotos más bajos de PPK, Barnechea y Verónika.
Del mismo modo, Ipsos registra resultados más estrechos en una probable segunda vuelta entre Keiko y los otros candidatos mientras que GFK registra resultados más holgados en casi todos los casos, con el añadido que en el sondeo de Ipsos PPK le ganaría a Keiko.
La primera explicación residiría en que  los candidatos tienen distintos puntos de partida. Así Keiko tenía en Ipsos en febrero 4 puntos menos que lo recogido por GFK y PPK 2 puntos más.

Ipsos Perú
ENE
FEB
MAR 14
MAR 20
K. Fujimori
33
30
32
31
PPK
13
9
14
15
A Barnechea
Otros
4
9
12
V Mendoza
2
4
9
12
A García
8
5
6
6

GFK
DIC
ENE
FEB
MAR
K. Fujimori
29.5
32.6
34.6
33.8
PPK
10.9
9.5
6.9
15.9
A Barnechea
Otros
0.5
5.1
11.8
V Mendoza
2.4
1.5
3.7
7.5
A García
4.7
6.5
4.3
5.8

¿Este hecho por si solo podría explicar la diferencia de 2.8 menos para Keiko en la encuesta de Ipsos y  4.5 más para Verónika?
No, por lo que también es preciso analizar el efecto de las metodologías y fichas técnicas relativamente distintas en los siguientes sentidos: 1) Ipsos hizo su trabajo de campo entre el 15 y 17 de marzo y GFK antes, entre el 11 y 15 de marzo; 2) Ipsos entrevistó a 1792 personas y GFK a 181 personas menos, a 1611 personas; Ipsos confiere a su sondeo una representatividad del 82% y GFK 77.7%; e Ipsos un margen de error de +- 2,3%  y GFK de +-2,4%.
En este punto los resultados diferentes no se deberían al tipo de muestreo que ambos comparten sino a la distribución de ellas. Ipsos no consigna mayores datos y GFK señala que trabajó en 24 departamentos, 60 provincias y  131 distritos. Habría que precisar si esta vez la muestra de Ipsos se desplegó como en la encuesta del 14 de marzo que se realizó en 24 departamentos, 76 provincias y 97 localidades del país (no necesariamente distritos), o si fue más cercana a la muestra de  febrero: 24 departamentos, 61 provincias y 66 localidades. Eso se apreciará cuando Ipsos cuelgue en su web más detalles de su ficha técnica. Dicho sea de paso, solo estas dos encuestadoras se dan el trabajo de subir a su homepage este tipo de información. A ello habría que agregar por ejemplo información de las personas que se negaron a responder la encuesta y si hubo reposición de entrevistados en cada caso. Dato final, Ipsos ha hecho una encuesta más, el 14 de marzo.
Una explicación final es que la encuestas están registrando a electorado en movimiento, y no solo por la repartición de los votos de Julio Guzmán y César Acuña entre los que quedan en campaña, sino porque además se registran caídas u aumentos significativos en las regiones, en el Perú rural, en los sectores A y E.
Esto no obvia que en un análisis más exhaustivo se aprecia errores en el marco muestral, falta de profundidad en la recolección de datos –sobre todo en las regiones- y otros problemas referidos a la representatividad de la encuesta.

domingo, 20 de marzo de 2016

El 2° lugar en disputa y primeros efectos de la polarización.Ipsos 20/3

Por Juan De la Puente
La encuesta que hoy (20/3) publica Ipsos Perú arroja más certezas sobre las elecciones del 10 de abril. Si bien lo recomendables es comparar los sondeos de una encuestadora con otra anterior de la misma empresa, es preciso considera que en pocas horas se publica la de GfK, de modo que se podrá apreciar en cada caso las cifras agregadas.

TENDENCIAS
Las tendencias que muestra Ipsos podríamos resumir en las siguientes:
1.- Ha concluido la distribución de las adhesiones de Guzmán y Acuña que van hacia A. Barnechea y V. Mendoza y en menor medida a PPK, y se conjura el riesgo de que estos votos engrosen el rubro “viciados”, que cae visiblemente.
2.- K. Fujimori disputará la segunda vuelta aunque su candidatura no ha podido forzar aun una arremetida final, limitada por la reactivación del antifujimorismo. A pesar de ello tiene el electorado más resistente a las contracampañas y una sólida ubicación entre los sectores pobres y jóvenes donde no solo no baja sino sube ligeramente.
3.- Se abre una intensa disputa por el segundo lugar. PPK parece haber desperdiciado un tiempo valioso para convertirse en un claro retador de Keiko. Desde la anterior medición de Ipsos solo logró subir un punto mientras que Barnechea y Verónika han subido 3.
MOVIMIENTOS
Keiko Fujimori. Con 31% nacional, se aprecian algunos daños del potente antifujimorismo reactivado con la salida de Guzmán. En Lima baja su intención de voto de 34% a 30%, quizás debido a que cae en el sector A (de 18% a 13%) y entre los jóvenes (de 34% a 30%). En cambio, sube ligeramente en las regiones y sigue siendo muy fuerte en los sectores D y E donde hasta sube un punto. Allí tiene ahora 39% y 32%, respectivamente.
PPK. Es la candidatura que se ha movido menos. Con 15% nacional, sube dos puntos en Lima, de 18% a 20%, pero no ha cosechado más adhesiones en las regiones salvo en el oriente, donde sube de 6 puntos (de 8% a 14%). Paradójicamente baja 4 puntos en el sector A (de 32% a 28%) aunque sube en el sector D de 11% a 13%.
Alfredo Barnechea. Sube a 12%, 3 puntos desde la anterior medición. Se mueve hacia arriba en Lima, de 10% a 12% pero su incremento mayor es en las regiones (9% a 13%); sube en el Perú urbano (de 11% a 15%) y en el Perú rural (de 5% a 9%). El candidato de AP sube fuerte en el centro del país, 7 puntos (de 6% a 13%) en el oriente 5 (de 6% a 11%), un poco menos en el sur (de 11% a 14%) y en el norte (de 9% a 12%). En una tendencia poco explicable, baja en el sector A (de 34% a 29%) aunque sigue allí como la primera opción, y escala 6 puntos en el sector C (de 9% a 15%) y 3 en el D (de 5% a 8%). Entre las mujeres sube de 6% a 9%, no avanza entre los jóvenes pero si entre los adultos (de 7% a 10%).
Verónika Mendoza. Con 12% nacional, baja un punto en Lima y sube 4 en las regiones (de 9% a 13%); duplica su intención de voto en el Perú rural (de 6% a 12%) y trepa 11 puntos en el sur del país (de 9% a 20%), y 9 puntos en el centro (de 8% a 17%). También escala 9 puntos en el sector A (de 2% a 11%) y en B (de 10% a 14%), igualmente poco explicable para una candidata de izquierda que concentra una fuerte contracampaña. La candidata del Frente Amplio también penetra en el sector E donde duplica su intención de voto (de 7% a 14%).
Alan García. Para desconsuelo del antiaprismo García resiste. Crece en Lima 3 puntos (de 6% a 9%) y en las ciudades del interior (de 4% a 6%); baja 2 puntos en el otrora sólido norte y sube otros 2 en el sur. El candidato de la Alianza Popular, sube 4 puntos en el sector A y baja 3  en el sector D y sube 4 en E (de 2% 6%).

PERSPECTIVA
Antivotos. La campaña ha pasado claramente a una fase anti que ha limitado hasta ahora las posibilidades de arremetida de Keiko y un mayor crecimiento de Verónika. De aquí para adelante ellas tendrán sobre sí intensas contracampañas. No en vano, los puntos de antivoto que se han movido son los de ellas: Keiko ha pasado de 44% a 46% y Verónika de 34% a 36% (aparte de Alan, de 67% a 69%). En cambio, PPK bajó su antivoto de 37% a 35% y Barnechea lo mantiene en 32%.
Esta polarización por ahora perjudica más a Keiko que reduce fuertemente su feeling ganador, al punto que perdería ante PPK en una 2° vuelta y le ganaría por poco a Barnechea y Verónika. No obstante, en las próxima semanas también podría limitar el crecimiento de Verónica y favorecer a PPK y Barnechea.
El segundo lugar. El antivoto podría más decisivo para definir el segundo lugar aunque como sucedió en otras elecciones también conlleva solidaridad como respuesta. Es importante advertir que a pesar de los antis o por lo antis tenemos algunos hechos relevantes: 1) donde más se han movido los candidatos hacia arriba o hacia abajo son en los sectores A y D, 2) se registran abandonos y adhesiones entre los jóvenes; 3) se mueven más la intención de voto en las regiones del centro y del sur del país; y 4) tanto PPK y Verónica han aumentado el porcentaje de sus votantes seguros, de 10% a 14% y de 7% a 10%, respectivamente.
Territorios en disputa. Es cierto que no existe lugar del país donde no se disputen votos. Sin embargo, con las cifras sobre la mesa, es más probable que el retador de Keiko se defina entre los más ricos del país y entre los más pobres, entre los jóvenes y en el centro y sur del país. Parece ser que allí se están moviendo una masa considerable de votos, con rangos de entre 5 y 10 puntos de incremento o decremento en las adhesiones. En este punto, dos detalles: 1) Gregorio Santos ha subido a 2% y tiene en el sector D 5%, más que Barnechea, por ejemplo; y 2) los otros han pasado de 8% a 3%, incluyendo Toledo.
El voto viciado. Está cayendo en ruta hacia los niveles tradicionales. Los rubros blancos, viciados y no precisos eran de 22% y han pasado a 19%. También se registra una importante caída del voto viciado específicamente de 12% a 9% con más fuerza en las regiones,  en el centro de 16% a 12%, en el sur de 19% a 9% y en el oriente de 11% a 6%. En el sector D ha caído de 16% a 11%.
Razones propias poco convergentes. A pesar de las contracampaña, los antis aun no son verbalizados por los electores, de modo que la virulencia que se aprecia en las redes sociales demorará en trasladarse al discurso de los ciudadanos. Por ahora, las razonas del voto son propias y poco convergentes. Por Keiko votan principalmente porque es mujer y porque luchará contra la delincuencia; por PPK por su experiencia y por su manejo de la economía; por Barnechea porque tiene buenas ideas y visión de futuro; por Verónika porque es nueva y porque también tiene buenas ideas; y por Alan porque tiene experiencia y liderazgo. Estos indicadores señalan que a pesar de las contracampañas hay espacios para la ideas.

sábado, 19 de marzo de 2016

La gran polarización

http://larepublica.pe/impresa/opinion/749314-la-gran-polarización
La República
La mitadmasuno
18 de marzo de 2016
Juan De la Puente
La exclusión de Julio Guzmán del proceso electoral ha traído efectos en cadena que elevan el nivel de incertidumbre de los resultados de las elecciones, que se añade y funde con la otra incertidumbre, la de los cuestionamientos por la salida o permanencia de los candidatos presidenciales. El último de los efectos y quizás el más decisivo es la formación de una gran polarización.
La salida de Guzmán y Acuña ha operado como la puerta de entrada a la campaña de los movimientos sociales. Estos habían estado marginados de un proceso electoral hegemonizado por los medios. En seis meses de campaña casi ningún candidato había realizado consultas con la parte organizada de la sociedad civil.
Dos destellos que patentizaron el divorcio entre los candidatos y el país que reclama –más allá de la oferta sobre el salario mínimo– fueron la visita de Alfredo Barnechea al Cusco para proponer la renegociación de los contratos del gas y la presencia de Verónika Mendoza en Amazonas, en la zona del derrame de petróleo. No es casual que estos hechos fueran seguidos de los primeros incrementos en la intención de voto de ambos.
El ingreso de los movimientos sociales a la campaña ha sido autónomo y es probable que se desarrolle en esa línea, y lo hacen portando su bandera principal, el antifujimorismo. Esta irrupción y la subida de Mendoza de 4% a 9% fueron rápidamente respondidas con la activación del antiizquierdismo. En pocos días se ha formado una polarización entre la tradición anticonservadora y la tradición antisocialista, una disyuntiva de contenido tenazmente ideológico, insospechado hace solo 10 días aunque su forma sea menos elaborada discursivamente y más adjetivada, entre “China corrupta” y “Vero terruca”.
Esta polarización tiene dos probables desenlaces: 1) que la cobertura del escenario por las dos opciones adelante la segunda vuelta electoral y se acelere la concentración de votos, estrechando las posibilidades de PPK, Barnechea y García, de modo que Keiko y Verónika disputen la segunda vuelta; o 2) que se abra una alternativa que desarme y derrote esa polarización ubicada en medio de los discursos y adjetivos, y sea un antifujimorismo light el que pase a la segunda vuelta.
Lo segundo ya se ha visto en dos procesos electorales. En 1990, Fujimori derrotó la polarización Fredemo Vs. Apra-izquierda, pasando de 3% a 27% en cinco semanas y el año 2006 Alan García rompió la disputa Lourdes Flores Vs. Ollanta Humala pasando con este a la segunda vuelta.
Ni Keiko ni Mendoza han renunciado a la polarización, que le conviene a la segunda, ubicada a 23 puntos de Keiko. Por su parte, el fujimorismo en lugar de huir de la disyuntiva está cometiendo el grave error de alimentarla desatando fuerzas que dormitaban respecto de su pasado y alejándose del discurso de Harvard, es decir, la reconciliación, el reconocimiento de errores y una ligera ruptura con la herencia de Fujimori padre.
Desatadas las fuerzas, es también poco probable que si Fuerza Popular y el Frente Amplio decidieran bajar las tensiones, lo consigan. Ambos grupos y no otros son tributarios de los antis que colisionan. La revisión de campañas en los medios y en la calle confirma que ambas tradiciones se han empezado a defender y a atacar incluso al margen de las estrategias de campaña.
No aparece todavía un candidato que se proponga disolver esta polarización. Los otros competidores, PPK, Barnechea y García creen que les puede ir bien manteniendo sus discursos de campaña sin mirar a los costados, prefiriendo un rival y perdonando al resto o haciendo incursiones cortas para luego retroceder.
El volumen inédito de votos que se movilizan interactúa abiertamente con la movilización de la calle. Se están moviendo rápidamente los votos y los antivoto. Quienes impulsaron la exclusión de Guzmán creyendo que con una jugada ganarían la partida se equivocaron. Han liberado fuerzas que actuarán en el corto y mediano plazo.

La ley es la ley y sus dos hermanos

http://larepublica.pe/impresa/opinion/747674-la-ley-es-la-ley-y-sus-dos-hermanos
La República
La mitadmasuno
11 de marzo de 2016
Juan De la Puente
Los amigos de la frase “la ley es la ley” ya tienen su respuesta: desde hace 15 años la Organización de Estados Americanos (OEA) no ponía reparos a un proceso electoral peruano. Asimismo, desde hace 15 años no teníamos a influyentes medios internacionales cuestionando el “tecnicismo” electoral que acaba en veto político.
Ajustemos cuentas con la madre del desmadre, la frasecita antediluviana de “la ley es la ley”. Empecemos recordando que en la historia hubo ley sin democracia y que la humanidad vivió miles de años con ley pero sin Estado de Derecho, y que hubo y habrá leyes sin que necesariamente sean justas.
Antes de la Revolución Francesa y de la Revolución Gloriosa (Inglaterra S. XVII), y aún más de un siglo después, se refugiaban en la ley los que vendían esclavos, arrebataban al pueblo sus propiedades, quemaban a los incrédulos, azotaban a las adúlteras  y obligaban a los operarios a trabajar 14 horas diarias.
En el Perú no hubo abuso mayor que el que se cometió bajo el paraguas de la ley, ya proclamada la República, como la continuación del cobro del tributo indígena y la esclavitud, el enganche de trabajadores para las obras públicas, el exterminio de las poblaciones nativas y la exclusión del derecho al voto de mujeres y analfabetos. El mismo Apra fue objeto por décadas de una cláusula legal que tildándolo de partido internacional le impidió participar en la vida nacional.
La frasecita intenta modernizarse amparándose en el principio de legalidad aunque de manera equivocada. Este principio consagra lo contrario, es decir, que no basta que la ley exista (lex scripta), sino que sea anterior al hecho sancionado (lex praevia) y que el motivo de la sanción sea preciso y determinado (lex certa).
Norberto Bobbio decía que si hubiese una disyuntiva entre el gobierno de las leyes o el gobierno de los hombres, él escogería el primero porque la democracia es el gobierno de las leyes y porque la ley opera, precisamente, como un freno al abuso del poder pero no es el poder mismo.
Para Francisco J. Laporta no es posible entender el Estado de Derecho sin sus tres componentes: 1) el imperio de la ley; 2) los derechos del hombre; y 3) el principio democrático. Por esa razón existen dos desviaciones que el derecho peruano rechaza, el abuso del derecho (artículo 103° de la Constitución) y el fraude de ley. Para no incurrir en ambos vicios es preciso no quedarse en la ley sino tomar en cuenta los principios que toda norma encarna (TC Exp N° 05859-2009-PA/TC).
El concepto plano de que “la ley es la ley” en el siglo XXI es totalitario y conservador. En nuestro país es hermano de otros atavismos peligrosos para la democracia como “la mano dura” y el “principio de autoridad” (sin principio de justicia), que nos han explotado en la cara y han conducido sendas capitulaciones del Estado, como en el “Arequipazo” (2002), Cerro Quillish (2004), Combayo (2006) “Moqueguazo” (2008), el “Baguazo” (2009), Conga (2012) y Tía María (2015). Luego de los muertos, los tres hermanos se recogen en silencio para volver a aparecer para causar estropicios. Como ahora.
El Estado de Derecho solo empieza con la ley, pero no se reduce a ella. Exige que además de ser ley, la ley sea justa, que no esté reñida con la libertad individual, y desde la posguerra (1945) se pide que no colisione con los derechos colectivos y los estándares internacionales. Se le pide aún más, que su aplicación se ajuste a un reglamento y a un proceso cierto, y que cuando se resuelva una controversia se tenga motivación y argumentos reconocidos como justos.
En este punto el debate ha sido ganado felizmente por las ideas liberales. El derecho moderno exige que la razón no se someta a la ley sino que la ley se someta a la razón. A ello se debe que estados y organizaciones regionales y mundiales cuestionen aspectos centrales de la legalidad cubana, china, iraní, turca, saudita o venezolana. Esto vale para el proceso electoral actual, en el que se esperaba que la ley sirva para organizar la competencia democrática, pero no para la eliminación del adversario.

Tú, el gran ausente

http://larepublica.pe/impresa/opinion/745900-tu-el-gran-ausente
La República
La mitadmasuno
4 de marzo de 2016
Juan De la Puente
La campaña ha sido hasta ahora protagonizada por los medios más que por los candidatos y por la ciudadanía, en ambos casos los más débiles de las últimas décadas. Los militantes de los partidos están en el lado marginal del proceso, salvo en aquellos grupos que se atrevieron a realizar verdaderas elecciones internas o abiertas para designar sus candidatos, en tanto que los movimientos sociales en franco reflujo también se han excluido de la campaña. Son pocos los sectores (derechos humanos, trabajo, construcción, ambiente y empresarios) que han organizado eventos que permiten a los candidatos detallar sus propuestas.
Los medios lograron una resonante victoria frente a la política al poner como el indiscutible eje de la campaña la transparencia, gracias a las revelaciones sobre la ética de los candidatos, su pasado personal y su falta de coherencia en las ideas. Esa es la principal y saludable perturbación electoral para un sistema que creía que este proceso electoral solo discutiría el recambio de gobierno.
Es cierto que los medios han sintonizado en este punto con el rechazo popular a la elite política. Esta suerte de temperamento antisistema tiene sus códigos porque también es correcto afirmar que el interés en desnudar la ética de los candidatos no es igual y parejo. Algunos medios sesgan el control de la transparencia, y solo en un tema preciso –los contratos del gas– se ha podido imponer desde la sociedad y la política una discusión profunda. Luego, otro asunto en el que se guarda resonante silencio es el financiamiento de las campañas electorales.
¿Dónde están los ciudadanos? No están o están muy poco. La frecuencia de mítines es menor a la de otros procesos electorales y lo que se tiene son movimientos de baja intensidad que implican caravanas, cortos recorridos, las consabidas visitas a mercados y las fiestas populares. El contacto directo con los ciudadanos ha empezado a dejarse en manos de los candidatos al Congreso, y fuera de Lima estos contactos se reducen a la oferta de obras. Es curioso que a poco más de 30 días de las elecciones solo dos candidatos operen una plataforma virtual para el diálogo personal con los ciudadanos, y que solo uno de ellos lo haga en vivo.
La lógica que atrapa el proceso electoral es la contracampaña que se monta sobre la información de la transparencia de los políticos. Este formato deja la iniciativa en manos de los medios y de los adversarios de manera que los candidatos tienen una escasa capacidad de movimiento y deben con frecuencia rehacer sus campañas en función de estas externalidades. Las redes sociales, con todo su poderío y actividad al máximo no son la excepción, al contrario son la expresión de ese formato y han sido hegemonizadas por la contracampaña. La politicatroll puede ser divertida, pero sigue siendo eso, poca política.
El candidato encadenado en la Plaza de Armas es el reflejo tragicómico de un verdadero drama: un proceso en que los políticos carecen de agenda y espacios manejados por ellos para colocar sus mensajes. Principalmente a esto último se debe que la mayoría de candidatos presidenciales rehúyan los foros y debates. No deja de ser paradójico que escaseen los espacios para el debate pero que la mayoría de candidatos presidenciales eludan los debates.
¿Dónde están los otros temas? No están. Es probable que hasta el 10 de abril debatamos la crisis de normas y de procesos ocasionado por la falta de reformas y por las presiones de algunos partidos para reducir el número de competidores. Debemos esperar que antes de esa fecha se produzca un choque duro entre el sistema electoral y los partidos/medios en este punto.
Hasta el 10 de abril no saldremos de la contracampaña; no existen condiciones para que este formato migre hacia otro con más presencia de ciudadanos y de contenidos o que los medios amplíen su oferta con programas de gobierno. Una campaña con poca política y escasa ciudadanía es un riesgo más para la futura gobernabilidad. Es lo que tenemos. No olvidemos que la falta de contenidos es sobre todo la ausencia de compromisos.

domingo, 13 de marzo de 2016

Habemus centro, habemus izquierda. Análisis de la encuesta de Ipsos 13.3.2016

Por Juan De la Puente
La encuesta que publica hoy Ipsos y El Comercio, luego de tres semanas de la anterior, refleja  que el 24% de votos que en conjunto dejan Julio Guzmán y César Acuña se estarían distribuyendo principalmente entre el centro y la izquierda, dando forma a estas opciones del escenario a poco menos de 30 días de las elecciones, a través de Alfredo Barnechea (AB) y Verónika Mendoza (VM).
El escenario de tres tercios con similar dimensión, que otras encuestas exponían hace días -un tercio a favor de Keiko Fujimori, otro de los que esperan enfrentársele en una posible segunda vuelta y el tercero de electores indecisos o resistentes al voto- se relativiza o se ha empezado a disolver. Hay menos votos suspendidos en el aire porque los blancos, viciados y no sabe/no opina suman 22% aunque siguen siendo más significativos en el centro del país (30%), en el sur (33%), en el oriente (33%) y en el sector E (34%). Aun así, están en disputa entre 10 y 12 millones de votos.
Las aproximaciones sobre cómo se mueven las adhesiones truncas se relativizan por el hecho de que la encuesta se inició el 5 de marzo, cuatro días antes de la resolución del JNE sobre Guzmán y Acuña (9 de marzo). La encuesta encontró a los votos de los candidatos excluidos en proceso de migración. No obstante, Ipsos hizo dos preguntas sobre intención de voto, una con ambos candidatos y otra sin ellos. Si nos atenemos a las respuestas, Keiko Fujimori (KF) sube un punto porcentual y Alan García (AG) ninguno, en tanto que Pedro Pablo Kuczynski (PPK) sube 5 puntos, AB sube 2 y VM 4.
Keiko Fujimori. Es la más estable en el inicio de la nueva campaña. Gana, pero poco. Se afirma en Lima donde escala 7 puntos, pasando de 31% de hace 3 semanas a 38%. No obstante, experimenta caídas considerables en el norte, donde pierde 4 puntos (38% a 34%) otros 4 en el sur (de 22% a 18%) pero sube 6 en el oriente (de 29% a 35%). Sigue siendo minoritaria en los sectores A/B respecto de PPK y Barnechea pero continúa sólida en los sectores D/E, y lidera la intención de votos en todas las edades, entre ellos los jóvenes.
La ilusión fujimorista de una victoria en primera vuelta o un registro superior al 40% el 10 de abril se frenan por otro fenómeno. Los votantes duros de KF se mantienen pero sube su antivoto (los que responden a “definitivamente no votaría por él”) que pasan en 3 semanas de 40% a 44%.
Barnechea y Mendoza. A ambos les va bien en las cifras globales y en los desagregados. Son dos candidaturas en movimiento y desarrollo. En tres semanas los dos pasan de 4% a 9%. Ambos más que duplican su intención de voto en el interior del país y especialmente en el Perú rural. También duplican su intención de voto en el norte, centro sur y oriente, y sus electores duros (“definitivamente votaré por él) crecen, en Barnechea de 3% a 8% y en Mendoza de 3% a 7%. Ambos caen más de 10 puntos en el rubro “no lo conozco”.
Pedro Pablo Kuczynski. PPK parte también promisoriamente en la nueva campaña. Ha frenado su declive que lo llevó de 16% en diciembre a 9% en febrero. Con 14%, exhibe ahora la posición de nuevo retador de Keiko (una segunda oportunidad), una de las ecuaciones de la campaña, y está mejor posicionado en Lima (18%) que en las regiones (13%), aunque en los dos territorios está en alza desde la última medición de Ipsos, hace tres semanas.
PPK recibe el impulso en las regiones y le gana a Keiko en el sector A (32% contra 18%) y B (23% contra 20%), pero es sobrepasado por esta en el sector D donde más que lo triplica (38% contra 11%) y en E donde lo cuadruplica (33% contra 8%).
Millones de votos en movimiento. La idea que sostiene que una encuesta es una foto del momento nunca ha sido más cierta que ahora, aunque la foto "está movida” porque, claro, los actores se están moviendo y removiendo, PPK, Barnechea y Mendoza más que KF y García.
Apreciar cómo y dónde anidan las adhesiones de Guzmán/Acuña no es una operación sencilla por el inédito volumen de votos que ha empezado a moverse en esta nueva y corta (y furibunda) campaña en la que -no habría que olvidar- los factores que dinamizan la competencia son definitivamente el antifujimorismo y la convicción sobre irregularidades y favoritismo del JNE respecto de los candidatos.
Entre Acuña y Guzmán concentraban 5 millones y medio de votos (habría que recordar que no todos eran seguros), y de acuerdo a la anterior encuesta de Ipsos se tenían otros 4 millones entre viciados, blancos, no sabe/no opina (17%). Si a estos porcentajes se suman los votos no seguros de los candidatos es probable que lo que se encuentre en disputa y movimiento sea entre 10 y 12 millones de votos.
Nunca antes se habían movido en menos de un mes casi el 50% del total de votos.
Desafíos de la campaña. La encuesta es clara al plantear los desafíos de la campaña. El principal problema de Keiko Fujimori es el interior del país, especialmente el centro y sur, los sectores A/B y el 44% de antivoto que concentra y que puede crecer.
A estas alturas, KF tiene más que defender que ganar y salvo un crac de los tres candidatos que le siguen desde lejos no es muy probable una arremetida final del fujimorismo.
Los candidatos que aspiran a retar a KF tienen tres desafíos, crecer en Lima, en los sectores D y E y entre los jóvenes, para que alguno de ellos pueda superar el 20%  el 10 de abril y pasar a la segunda vuelta con más posibilidades.
Pero la clave de este reto se encuentra en otro problema de la campaña. El eje del proceso ha cambiado radicalmente y se localiza en la transparencia de las elecciones y ya no en los asuntos de programa (crecimiento, corrupción y seguridad). Si a esto se agrega el resurgimiento del antifujimorismo militante y de la calle, el eje por donde los movimientos sociales han ingresado a una campaña de la que se pretendía excluirlos, la postura de los actores en estos “nuevos” asuntos será fundamental para la evolución del voto.
Todos están encontrando su lugar en esta campaña, salvo García. La radicalización de los actores parece dejar por ahora fuera de juego la idea del voto seguro. Su única esperanza es el músculo del partido.
El centro y la izquierda tienen una pequeña esquina del escenario. Ellos deberían tener una voz clara sobre la transparencia y esa misma exigencia presiona a PPK. Su discurso antifujimorista que ha estrenado hoy en El Comercio (http://elcomercio.pe/politica/elecciones/ppk-voy-luchar-como-gato-panza-arriba-contra-keiko-fujimori-noticia-1885956) es sugerente aunque solo sirve para empezar la batalla. Los votos se están moviendo, los antivoto también y él como los otros deberán convencer a sus electores potenciales sus diferencia respecto de Keiko Fujimori.

martes, 8 de marzo de 2016

Sin Guzmán y Acuña, tres tercios y nueva campaña

Por Juan De la Puente
La reciente encuesta de GfK revela que a poco más de 30 días de las elecciones se ha (re) creado un escenario de tres bloques con similar dimensión: un tercio a favor de Keiko Fujimori, otro con los que esperan enfrentársele en una posible segunda vuelta; y el tercero, de electores indecisos o resistentes al voto.
Foto y película. K. Fujimori, J. Guzmán, A. Barnechea y V. Mendoza suben; PPK, A. García y C. Acuña bajan. El escenario que estaba llamado a ser una foto del momento ha terminado como una película en cámara lenta luego de la exclusión de dos de los candidatos, aunque sirve de mucho para recordar donde estaba cada uno de los actores.
La subida de Guzmán en cinco semanas desde la última medición de GfK es de 6 puntos. Gana espacio en los sectores C y D/E, en las grandes ciudades, en el Perú rural y en todos los grupos de edad. En el centro y sur roza el 25%, recogiendo la expectativa fragmentada e impaciente de estos territorios que respaldaron en su momento a Toledo y Humala. Guzmán se alimentaba de candidatos que perdían votos, especialmente de PPK y Acuña; él ya era un pequeño buitre.
Su crecimiento no fue espectacular si se toma en cuenta que durante un mes apareció como la víctima de las malvadas y rechazadas élites. Parece que antes de la resolución del JEE de Lima estuvo llegando a su techo, erosionado a su vez por Barnechea y Mendoza debido a sus contradicciones en temas cruciales de la campaña. Y es que PPK tampoco bajaba tanto y tan rápidamente.
Suben y bajan. Las subidas de Barnechea y Mendoza son muy significativas. El candidato de Acción Popular, casi como Guzmán subió un punto cada semana y la candidata del Frente Amplio duplicó su intención de voto. Las caídas de PPK y García también lo son, el primero porque no hizo nada para evitarlo y el segundo porque hizo todo lo posible para lograrlo. A PPK le ha pasado la factura la inercia y a García el pleito.
Este escenario es ideal para la candidata de Fuerza Popular cuya intención crece en todos los sectores sociales y en el Perú rural, aunque baja en el sur. La salida de  Guzmán deja al tablero sin retador de Fujimori y abre una batalla entre cuatro candidatos (PPK, Barnechea, García y Mendoza) que parecen entender que tienen varios enemigos, el tiempo y los otros tres, y no necesariamente a quien lidera las encuestas.
Los nuevos tercios. El país que antes se dividía en tres tercios –derecha, centro e izquierda- parece dividirse ahora en un tercio fujimorista, otro tercio que prefiere guerrear entre sí y un tercio que no confía en los dos anteriores y que espera mensajes.
Con ese marco, a la espera de la decisión del JNE, se inicia una nueva campaña, corta, dura e inédita. La medición del trasvase de votos por la salida de Julio Guzmán y Cesar Acuña no coincide con las apuestas. Por ahora. La mitad de sus votos se quedarían suspendidos en el aire, en el rubro viciado, blanco y nulo que, contra la tendencia tradicional de que bajan conforme se acercan las elecciones, trepa para volver a ser como hace meses el 30%, y en el sur rozar el 40%.
Nueva campaña. En esta nueva campaña los apoyos constan pero no son muy sólidos. La mitad de electores declara que puede cambiar su voto y dos tercios reclaman un candidato nuevo. Iniciada esta campaña, si se confirma la exclusión de Guzmán y Acuña, la pugna se traslada a lo que dejan, el centro y sur del país, los jóvenes y el sector C. Pero eso no basta; quien aspira a ser el retador de Fujimori deberá empeñarse en todo y tratar de hacer en un mes lo que Guzmán logró en dos.
Este desafío es complejo. Obligaría por ejemplo a que los candidatos salgan de las ofertas conocidas y un poco gastadas, como el sueldo mínimo o el nuevo balón de gas barato, y trasladen ofertas convincentes al centro y sur y a los jóvenes, en los que Fujimori le lleva ventaja a Guzmán (30% a 25%).
En  este juego de agregar deberían tener un papel destacado los ciudadanos. La alternativa para desarmar los tres tercios parece ser solo una, adelantar la segunda vuelta empoderando a un retador (a) con un discurso antifujimorista en lugar de los discurso consabidos contra los cuatro que quedan en lisa, “PPK es viejo”, “Barnechea no es nuevo” “Verónika es roja” o “Alan ya fue”. ¿Se podrá construir un potente antifujimorismo en 30 días?

sábado, 5 de marzo de 2016

La exclusión de Acuña, las 3 razones del JEE

Por Juan De la Puente
¿Qué dijo el JEE en su resolución?
En el caso de César Acuña, el Jurado Electoral Especial de Lima Centro 1 (JEE) ha resuelto excluirlo como candidato presidencial de Alianza para el Progreso por entregar dádivas electorales aplicando la reciente Ley N° 30414, expedida por el Congreso semanas después de convocado el proceso electoral. El JEE desestimó los argumentos de Acuña que dicha ley no es aplicable, que lo que hizo fue un acto humanitario y que cuando entregó esas dádivas no era candidato inscrito.
¿En qué pruebas se basó el JEE?
El JEE se basó en el Informe de Fiscalización emitido por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) a cuyos especialistas solicitó una apreciación del caso. Dicho informe (N° 005-2016-YCC-DNFPE/JNE) señala que Acuña, en el marco de actividades proselitistas de la alianza electoral Alianza Para el Progreso del Perú, en su condición de candidato a la presidencia de la República, ofreció dinero el cual se habría hecho efectivo. En mérito al video que se adjunta, se observa que el dinero entregado a un ciudadano piurano habría sido en el mismo día (08/02/2016); y la entrega a los comerciantes del mercado Señor de los Milagros se habría efectuado al día siguiente (11/02/2016); en ambos casos a través de una tercera persona.
Según sus palabras, Acuña dixit: “Si Dios te da por qué no compartir? Así que yo quiero compartir lo que Dios me da para su muro de contención, con diez mil soles. Mañana mismo a las 4 de la tarde, yo no voy a venir, pero vendrá una persona que me representa para entregar los diez mil soles. Estoy ayudando a 200 familias para que sigan trabajando”.
¿Qué alegó la defensa de Acuña?
La defensa de Acuña expresó su “rotundo rechazo, tanto a la ilegítima aplicación de la Ley N° 30414 como a la desproporcionada sanción que se intenta imponer”. Señaló que la Ley N.° 30414, es una norma jurídica que fue expedida semanas después de haberse convocado las elecciones modificando el marco normativo de un proceso en curso, alterando “las condiciones de los sujetos intervinientes, específicamente de las organizaciones políticas y los ciudadanos”.
También señaló que Acuña  “no ha hecho ofrecimiento ni entrega alguna en representación de su organización política y, en estricto rigor, tampoco es formalmente candidato, por lo que no podría ser pasible de sanción alguna, habiéndose tratado de un acto estrictamente personal y de carácter meramente humanitario.
¿Cuáles fueron los argumentos del JEE?
Primero, de orden constitucional sobre la validez de la ley. El JEE señaló que la Ley N° 30414 es aplicable, en mérito al artículo 103° de la Constitución Política del Perú que establece que “[…] la ley, desde su entrada en vigencia, se aplica a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes y no tiene fuerza ni efectos retroactivos; salvo, en ambos supuestos, en materia penal cuando favorece al reo […]”. Así las cosas, según el JEE, el texto actual del artículo 103° de la Constitución se adhiere, a la teoría de los hechos cumplidos y al principio de aplicación inmediata de las normas.
Segundo, la jurisprudencia del JNE. Según el JEE, el artículo 42 de la Ley N.° 28094, Ley de Organizaciones Políticas no significa la modificación de reglas sustanciales del proceso electoral. El JNE establece en su jurisprudencia en la Resolución N.° 99-2015-JNE que las modificaciones no serán aplicables en caso varíen las reglas referentes a los requisitos o impedimentos para postular, los requisitos de listas de candidatos, las reglas para la adjudicación de escaños luego de la votación, entre otras. El caso de las dádivas, según el JEE no cae en esas condiciones, y por lo tanto, no existe prohibición expresa que restrinja la aplicación inmediata de una modificatoria legal de carácter electoral en el marco de un proceso de elección de autoridades ya en marcha.
Tercero, de orden electoral. Según el JEE que un candidato se encuentre inscrito  no inscrito no niegan la calidad de candidato que se ha adquirido producto de la elección interna llevada a cabo en la organización política que busca patrocinar la postulación.
Según el JEE, el mismo APP ha reconocido tal calidad en los diversos escritos presentados ante esta instancia.

viernes, 4 de marzo de 2016

Giro de 180°, Guzmán en artículo mortis y empieza otra campaña.

Por Juan De la Puente
El Jurado Electoral Especial de Lima Centro 1 (JEE) ha girado 180 grados, ha anulado su anterior resolución, ha aceptado las tachas contra Julio Guzmán y su partido Todos por el Perú (TPP), lo ha sacado de la carrera y ha encajonado al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) tomando como argumento contra Guzmán la posición del mismo JNE. Nos guste o no, Guzmán está en artículo mortis.
Aquí cinco comentarios.
UNO. Para entender el caso Guzmán hay que tener en cuenta 5 fechas claves con sus respectivas resoluciones:
1) 15 de febrero de 2016, la Resolución Nº 0093-2016-JNE donde el JNE le da la razón al ROP y rechaza:
2) 19 de febrero de 2016, la Resolución Nº 001-2016-JEE-LC1/JNE, en que el JEE le da a TPP dos días para subsanar;
3) 24 febrero de 2016, la Resolución Nº 002-2016-JEE-LC1/JNE donde el JEE admite a trámite y la fórmula presidencial de TPP;
4) 23 de febrero de 2016, la Resolución Nº 114-2016-JNE que fue publicada después de la resolución que le daba luz verde a Guzmán; y
5) 4 de marzo de 2016, la Resolución N° 019-2016-JEE-LC1/JNE, donde el JEE anula su resolución anterior y deja fuera de carrera a Guzmán.
DOS. El JEE ha resuelto las 10 tachas presentadas contra la inscripción de la fórmula presidencial y la candidatura de Julio Guzmán de Todos por el Perú (TPP).
El JEE desestima el argumento de TPP que señalaba que según la Ley Orgánica de Elecciones (LOE) solo pueden presentarse tachas por asuntos de requisitos a las candidaturas e impedimentos de postulación y no los asuntos de democracia interna. Según el JEE, cuando se expidió esa ley (1997)  no estaba en vigencia la Ley de Partidos Políticos (2005) que sí exige el cumplimiento de la democracia interna.
El JEE se hace eco, a diferencia de la anterior resolución, del Reglamento de Inscripción de Fórmulas y Listas de Candidatos para las Elecciones Generales dictada en octubre de 2015 por el JNE.
También toma en cuenta el pedido de las 10 tachas, que tienen como argumento central el incumplimiento de TPP de las normas sobre democracia interna y cuestionan que el JEE haya admitido la inscripción de una fórmula presidencial elegida en un proceso a cargo un tribunal partidario cuya inscripción fue rechazada por la Dirección Nacional de Registro de Organizaciones Políticas (ROP).
TRES. El JEE hace un giro de 180 grados basado en Resolución Nº 114-2016-JNE, aprobada por el JNE el 23 de febrero de 2016 pero publicada luego de la resolución en la que el JEE le da luz verde a Guzmán.
¿De dónde sale y que dice esa resolución? Esa resolución es la que declara infundado el recurso extraordinario interpuesto por TPP contra de la Resolución del 15 de febrero. TPP pudo no haberlo presentado pero por hacer una jugada demás le dio la oportunidad al JNE de decir cosas que no había dicho en la otra resolución, como determinar “de modo definitivo” que ni la ley ni el estatuto de TPP facultan a la Asamblea General de ese partido convalidar las actuaciones de otros órganos internos.
CUATRO. El JEE retrocede en toda la línea. Si antes creían que el estatuto de TPP facultaba a la Asamblea General ratificar y convalidar sus propios actos y las decisiones y acuerdos de otros órganos partidarios, su nueva resolución desestima completamente ese opinión.
Es más, su nuevo punto de vista se pliega a lo sostenido por el JNE que en su resolución 114 señala que debe priorizarse la vigencia del Estado de Derecho y que las reglas del procedimiento administrativo no pueden ser aplicables per se a los procesos electorales, especialmente el principio de privilegio de controles posteriores a los actos.
EL JEE se flagela; dice que su resolución anterior “no tuvo en cuenta que la Asamblea General Extraordinaria del 20 de enero de 2016, no tenía facultades para convalidar, entre otros actos, la designación del Tribunal Nacional Electoral que llevó a cabo el proceso de elecciones internas, que incluye la fórmula presidencial”.
Adiós a los principios que había reivindicado en su anterior resolución. El JEE abandona el control difuso, el privilegio del derecho de participación y los principios del procedimiento administrativo como el de presunción de veracidad, el privilegio de controles posteriores y verdad material y el derecho a la subsanación. El JEE ha retornado al positivsimo.
CINCO. Lo que ha hecho el JEE es legal pero debatible. Un cambio total en 10 días en base al fallo de otro organismo a cuya doctrina no se encuentra obligado, no es muy común.
Al declarar fundadas las tachas contra Guzmán, el JEE se lleva de encuentro al JNE. Les dice a los que van a apelar que la decisión que ha tomado se basa en la última resolución del JNE para este caso. Esta decisión encajona al JNE, convalida su mayoría, juega en pared con ella y hace muy difícil que el JNE falle en otro sentido.
Será muy difícil que el JNE conceda la inscripción de Guzmán si el nuevo núcleo de la resolución del JEE es una resolución suya. Deberían producirse cambios fuertes de temperamento en el pleno para que se apruebe una nueva luz verde. Hasta ahora se esperaba que el JEE persista en su posición y deje al JNE producir su propia mayoría en torno al caso.
Salvo otro giro en el JNE -todo es posible, lo acaba de demostrar el JEE- la resolución del JEE está prácticamente blindada. Ha empezado una nueva campaña; sumados los puntos de Guzmán y Acuña, entre 20% y 22% de intención de votos está saliendo y entrando revueltos al escenario. Es un chocolateo electoral.