martes, 22 de octubre de 2013

Perú/Chile después de La Haya

http://www.larepublica.pe/22-10-2013/el-fallo-de-la-haya-consolidara-proceso-de-integracion-entre-chile-y-peru
El siguiente es el resumen del conversatorio Perú/Chile después de La Haya realizado por La República el pasado domingo 20, moderado por el suscrito y que contó la participación de los ex cancilleres peruanos Rafael Roncagliolo, José A. García Belaúnde y Eduardo Ferrero Costa, y del ex canciller chileno Juan Gabriel Valdés. Lo que sigue es un resumen, aunque se pueden apreciar en el mismo link los tres videos de la reunión que duró más de una hora.
 
Juan De la Puente: Esta tarde, La República tiene el honor de reunir a connotados internacionalistas, quienes cumplieron importante labor al servicio del Estado. Me refiero a Juan Gabriel Valdés, ex canciller chileno, y tres ex cancilleres peruanos de relevante participación en la política: Eduardo Ferrero Costa, José Antonio García Belaúnde y Rafael Roncagliolo.
Este encuentro está dirigido al análisis y el trazado de perspectivas de lo que se ha empezado a denominar el proceso post La Haya. Ambas naciones no solo han ratificado que este fallo va a ser respetado, sino, además, se ha generado un conjunto de procesos que se han venido dando en cada país y de modo bilateral.
El primero tiene que ver con esta gran integración de la última década. El tránsito de personas, de bienes, es el más alto de la historia de las dos repúblicas y la presencia permanente de ciudadanos de un país en el otro es también creciente.
Una primera pregunta de este conversatorio es si la idea de esta gran integración y gran cooperación social es un desborde de las políticas estatales, la profundización de un proceso que viene desde el pasado y ha corrido paralelo a la instancia política.
Juan Gabriel Valdés: Creo que en América Latina vivimos un momento en el cual el proceso de integración adquiere características que van más allá de la voluntad de los estados. Cuando miramos el panorama, nos encontramos con que los organismos de integración, la mayoría de ellos, están, si no en dificultad, en crisis. Hay cierta ideologización de los procesos de los mecanismos de integración, tenemos dificultades en Mercosur, polarizaciones en torno al tema del Alba, un cuadro de división entre México y Brasil.
Sin embargo, lo que vemos  aquí son estas empresas translatinas que generan inversión y energía integradora en la mayor parte de la región,  y poblaciones que circulan.
Tenemos en Chile una población de cerca de 200 mil peruanos que están integrados y que nos han dado no solo una presencia muy activa en nuestra vida social en Santiago sino que nos han llevado la maravilla de la cocina peruana. La integración va más allá de lo que los gobiernos habían delineado, se están generando proceso nuevos,  ricos en términos de procesos de integración.
Juan De la Puente: Eduardo Ferrero fue canciller del Perú hace más o menos 15 años, cuando ya se avizoraba esta gran integración, el comercio tan intenso de bienes y traslado de personas.
Eduardo Ferrero Costa:  Yo creo que sí se han venido superando los conflictos bilaterales territoriales. En el caso peruano-chileno, con la sentencia de La Haya, esperamos dar por terminada la última controversia de este tipo entre estos dos países. Yo diría que se está pasando del concepto más tradicional de la integración regional o subregional, sustentada en gran medida por aspectos económicos, a una integración mucho más, valga la redundancia, integral, que va  más allá de los gobiernos
Y podemos hablar de integración multilateral, sea regional, subregional, e integración bilateral, que es en este caso lo que nos congrega hoy día: la integración progresiva que se viene dando entre Chile y Perú. Progresiva porque ya se viene dando de manera simultánea al proceso ante La Haya que culminará pronto y que será un hito hacia adelante, hacia una opción de mayor cooperación, mayor integración entre los dos países.
Se puede decir que, superadas ciertas etapas históricas de nuestros pueblos, se está pasando ahora a un proceso de integración mucho más pragmático y con mayores posibilidades reales de llevarlo a cabo. Creo que un ejemplo muy interesante es el caso de la Alianza para el Pacífico. Realmente en poco tiempo cuatro países con características comunes e intereses compartidos han creado un proceso de integración que va más allá de muchos casos de los procesos tradicionales de nuestra región y que están superando retos que han sido difíciles de encontrar en proceso previos, en parte porque es un proceso no ideologizado sino más bien un proceso pragmático orientado a aceptar retos comunes con una visión clara que es fundamental: la integración para poder tener una disposición más favorable en el escenario internacional tanto hemisférico como global.
Juan De la Puente: Quiero preguntar a los ex cancilleres recientes cómo esta gran integración ha condicionado el proceso de La Haya para que sea un proceso en que los países han jugado un papel con mucha inteligencia y sensibilidad.
José García Belaúnde: Yo sí creo que los gobiernos han querido siempre hacer integración. Por ejemplo, uno de los casos típicos que se enseñan cuando uno estudia el Organismo Mundial del Comercio (OMC) es un acuerdo comercial de 1934 entre Perú y Chile. Este tipo de acuerdos que eran muy pocos era del Perú y Chile, un ejemplo de lo que se puede hacer en materia de integración entre dos países vecinos. Entonces, sí creo que las sociedades han venido mucho después.
Salvo algún interregno allá por los años 70, donde evidentemente las características ideológicas de las dos dictaduras llevaban a una suerte de confrontación, ha habido interés de ambos gobiernos en hacer integración, y que las condiciones de desarrollo de los países en este momento han permitido que el conjunto de la sociedad se beneficie.
Todo esto ha ayudado de alguna manera en facilitar el manejo de ciertos temas sensibles, y un tema sensible definitivamente es La Haya. Y voy a insistir en eso siempre, que lo mejor que pudimos hacer es abordar ese tema. Estábamos planeando sobre la relación durante muchos años, y lo mejor que había que hacer era abordarlo ya sea por una negociación bilateral.
Yo sí creo que en eso también ha ayudado el cúmulo de intereses. En primer lugar, la Alianza del Pacífico es además una afirmación de que es posible hacer una integración menos rígida que la que teníamos antes.
En suma, sí creo que si seguimos por este camino, si los estados son capaces de estimular más el conjunto de la sociedad en este proceso de integración tenemos un futuro bastante promisorio.
Rafael Roncagliolo: Creo que de las tres intervenciones anteriores, lo que sacamos es que hay miradas comunes, y eso me parece muy importante para adelante. En estos dos años del gobierno del presidente Humala ha habido una especie de paradoja. Se temía que podía ser un gobierno con muchas más tensiones y la verdad es que nunca hemos tenido tanta cooperación, no solo en reuniones de diplomáticos y militares sino en reuniones de todo tipo de ministros y búsqueda de todas las formas de cooperación entre los dos países. Eso me parece muy importante para adelante porque es el punto de partida de lo que va a ser una cooperación mucho más estrecha.
Yo quería destacar un par de cosas solamente. Una es la importancia de la frontera, cinco millones de tránsitos al año por la frontera Tacna-Arica y un proceso, como decía Joselo, de integración entre Tacna y Arica que es casi una conurbación,  la conversión de estas dos ciudades absolutamente complementarias. Entonces ahí hay un trabajo enorme que hacer y cuando hemos conversado con los tacneños y los ariqueños hemos encontrado que la voluntad de los habitantes, la población de estas dos ciudades, es una voluntad de cooperación muy importante, casi diría yo que ambas son víctimas de ciertos centralismos y para superar su centralismo necesitan integrarse mejor, para no mencionar las inversiones y los casi 200 mil peruanos que viven en Chile. Y lo segundo es que yo también creo que Chile y Perú pueden contribuir mucho no solo en el terreno bilateral sino en el terreno multilateral.
Yo creo que Chile y Perú pueden contribuir mucho a la unidad de la región. Por ejemplo, en el caso de la Alianza del Pacífico –es un buen ejemplo– necesitamos que esta no sea ideológica y esté al servicio de América Latina realmente. Estos son como los países de punta que deben ponerse al servicio del resto de países, de ahí que creo que la colaboración entre Chile y Perú puede ser muy importante.
Juan De la Puente: ¿Están   dadas las condiciones para trabajar en una plataforma binacional conjunta entre Perú y Chile después de La Haya?
Eduardo Ferrero Costa: Estamos en un proceso que yo quiero camine hacia ello. Se puede decir que es un proceso positivo que camina hacia ese objetivo, tenemos ahora la última prueba del proceso y yo soy confiado en que se va a cumplir bien y es el acatamiento en la ejecución del fallo, o sea, cumplir con el compromiso que han asumido ambos gobiernos.
Cumplido ese compromiso, se abre un espacio muy interesante para empezar una plataforma bilateral conjunta. Me gusta más una nueva plataforma conjunta, no confundir lo del tratado con la sentencia  de fortalecimiento de mutua entre Perú y Chile. Sí es posible, hay que confiar en ello, hay que poder superar opiniones públicas que puedan estar un poco sorprendidas, hay que llegar al paso de ejecución de la sentencia que se ha dicho que se va a cumplir y así hay que confiar en que se va a cumplir. Sí estamos entrando a un nuevo espacio y hay ejemplos, el ejemplo de Perú-Ecuador y el ejemplo de Argentina-Chile. No estamos especulando, estamos hablando de casos concretos, de situaciones muy complejas que han quedado superadas.
José García Belaúnde: Yo creo que el tema es generar la confianza suficiente en cada sociedad. Yo creo que hay demasiados prejuicios respecto al otro país, extraño, porque hemos tenido después de la firma del Tratado de 1929 largos años sin conflicto ni nada que se le parezca, sí algunas tensiones de vez en cuando pero nada más.
Sin embargo, sí existen percepciones de lado y lado como que ensombrecen la relación. En Chile, por ejemplo, están convencidos de que siempre tenemos algo bajo la manga que sacar para reclamar, y se habla del irredentismo, incluso asocian lo de La Haya, que no tiene nada que ver con ese concepto de irredentismo. Y en el Perú hay la percepción de que Chile no es un amigo confiable, de repente hay algunos halcones en Chile que pueden empujar o gatillar sabe Dios qué. Entonces, ¿cómo trabajar sobre eso?, ¿cómo hacer para que estas percepciones empiecen a ser difuminadas y tengamos pues la percepción de la otra realidad, que son los encuentros entre ambos países?
Yo creo que los chilenos deben ser, como grupo nacional, si no los primeros los segundos turistas desde el año pasado. Entonces, cómo hacemos nosotros para que pueda existir una plataforma donde estas sombras puedan ser liquidadas, ese es el gran tema, y no creo que sea un tratado que los va a liquidar. Tenemos que dar algunas muestras de confianza mutua, tener unos gestos muy concretos que involucren a la sociedad en su conjunto.

lunes, 14 de octubre de 2013

Urtecho, hijo de la antipolítica

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/urtecho-hijo-de-la-antipolitica-11-10-2013
La República
La mitadmasuno
11 de octubre de 2013
Juan De la Puente
Michel Urtecho es un hijo legítimo del voto preferencial y de la antipolítica. Fue durante 10 años dirigente de Renovación, el partido que fundara Rafael Rey y por el que fue elegido al parlamento el  2006, vía la alianza Unidad Nacional que dicho partido integró. Allí siguió la conocida ruta tránsfuga: abandonó Renovación, se estacionó en una bancada formada por renunciantes de varios partidos a la espera de la reelección. Ella se produjo el 2011 de la mano de Solidaridad Nacional. Aún recuerdo la angustiosa carta que a fines del 2010 su esposa dirigió a medios de comunicación y periodistas solicitándoles abogar en favor de una nueva postulación de su esposo.
Su ingreso a la política fue convencional para el estándar peruano. No se adhirió a las ideas ni fue reclutado como militante en alguna campaña de afiliación partidaria. Según cuenta en la historia de vida colgada en su página web, envió misivas a todos los líderes políticos para que lo ayudaran a “entrar en política”; es decir, tiró una red a la derecha, a la izquierda y al centro de las aguas en busca de una plataforma personal. Un partido picó el anzuelo.
La carta de presentación ante el antisistema de partidos peruano es el dinero o la fama; en el caso de Urtecho, confesión de parte, fue su discapacidad. En sus siete años de parlamentario no se ha caracterizado por adherirse a un programa general o defenderlo. El episodio de las sillas de ruedas revela la medida de sus ocupaciones cotidianas; Urtecho, sin embargo, es un parlamentario ubicado en el centro del poder congresal. Durante los dos períodos parlamentarios fue portavoz de su bancada, miembro del Consejo Directivo, de la Comisión Permanente y vicepresidente de la mesa directiva. En todo ello, su poderosa razón y motivo, su target y core business al mismo tiempo, fue la discapacidad. Las investigaciones determinarán si solo fue una coartada.
En los actos por los que se le acusa, como en todo delito, ha debido de existir una cuota decisiva de voluntad personal. Sin embargo, la gestión parlamentaria en nuestro sistema es un arca abierta para la comisión de tropelías, habida cuenta que se organiza a partir de una enorme discrecionalidad individual de los congresistas. En gran parte del ejercicio de sus funciones, como la contratación del personal de su despacho, la presentación de proyectos de ley, la suscripción de dictámenes, las votaciones en el Pleno, la realización de viajes internos e internacionales, es casi nulo el papel de las bancadas parlamentarias.
El estatuto del congresista peruano cambió radicalmente con la incorporación del voto preferencial. La dura competencia para la elección, donde es cada vez más decisivo el dinero, sella con un individualismo extremo al representante elegido. Esta cultura se traslada al ejercicio de la labor parlamentaria y salvo uno o dos grupos congresales, en los que el partido juega un rol ordenador de prioridades y apetencias, el trabajo parlamentario es un campo de Agramante, una tierra de nadie o de muy pocos.
El Congreso ha iniciado un procedimiento indagatorio de las denuncias contra Urtecho, aunque no debería obviar el tema de fondo al que conduce el caso. La indignación de los congresistas debería reflejarse en un debate serio de las propuestas de reforma política que se localizan en la Comisión de Constitución, particularmente la eliminación del voto preferencial, el financiamiento público, la alternancia de género y las elecciones internas de candidatos a cargos de elección popular.
No todos los hijos del voto preferencial realizan los actos de los que se acusa a Urtecho. El actual Congreso cobija a representantes de ejecutoria política ejemplar e intachable; sin embargo, el sistema con el que son elegidos y el que opera en el Legislativo están agotados y viciados. Basta recordar que en las legislaturas anteriores a los noventa se registraron muy pocos casos de transfuguismo y ningún escándalo de recorte de sueldos en los despachos parlamentarios.

viernes, 4 de octubre de 2013

El regreso de "esto es guerra"

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/el-regreso-de-esto-es-guerra-04-10-2013
La República
La mitadmasuno
4 de octubre de 2013
Juan De la Puente
Los líderes políticos parecen haber decidido romper la tregua de setiembre y embarcarse en una nueva guerra política cuando el diálogo pasaba al detalle. No es que la oposición no deba ser oposición ni el gobierno deje de ser gobierno, pero la polarización marzo/agosto no fue edificante para unos y otros, de modo que quienes hacen (o deshacen) la agenda pública deberían auscultar la opinión pública si van a volver a trenzarse en una trifulca. El juego de esto es guerra podría terminar en nadie sabe para quien trabaja.
Los datos están a la vista. De acuerdo con la reciente encuesta de GfK, publicada por La República, la aprobación del Presidente Humala se ha estabilizado a la baja, con 26% de aprobación; esta ha crecido en Lima, en los sectores D/E y, por el contrario, continúa en descenso en las regiones, especialmente en el sur. Sería un exceso afirmar que la principal razón de la caída de Humala es la guerra política, aunque es esta la que ha desnudado los flancos débiles del gobierno y sus vacíos en la vocería y operación política.
La estabilidad a la baja se explica con dos argumentos que pueden ser concurrentes, que la aprobación ha tocado fondo y/o es el resultado de la despolarización política a la que ha inducido el diálogo impulsado por el premier Juan Jiménez Mayor. Coincidentemente, una de las pocas cifras gruesas de reconocimiento mayoritario que exhiben el gobierno y la oposición (52%) es dicho diálogo, aunque en este tema también se registra la misma brecha sectorial y regional: un rechazo mayor en el sector E y en el sur, y más entusiasmo en Lima y en el sector A/B.
Los datos confirman que el sur es la parte más caliente del Perú actual, el reducto contestatario que, a diferencia de las otras regiones, se resiste a desmovilizarse. En el reciente paro nacional la mayoría de sus ciudades fueron escenario de concurridas marchas, la más numerosa en el Cusco, donde 30 mil personas se manifestaron por demandas específicas. En cambio, la opinión pública en otras regiones tiene un comportamiento más matizado.
La encuesta incluye una sugerente pregunta sobre las características del Presidente Humala y compara las respuestas con las ofrecidas en julio del año pasado y en este año. Las respuestas indican que el presidente se habría graduado de político tradicional: es menos querido, menos creíble y menos firme, y de él piensan los peruanos que es poco enérgico y eficaz. Colocando en perspectiva estas respuestas y el temperamento que motivan, es probable que la opinión pública entienda que no puede pedirle más al gobierno, salvo algunos reductos sectoriales y regionales. En buena cuenta, el giro de Humala parece haberse consumado sin que, por ahora, nadie capitalice el rechazo al su desplazamiento a la derecha.
Los datos exhiben otras cifras en negativo. La oposición tampoco ha cosechado éxitos y este no es su mejor momento. Lo que tiene son sus peores resultados si se considera la caída de los índices oficialistas. A la oposición en su conjunto la desaprueban 2/3 de encuestados y su aprobación es la misma que Humala. Individualmente todos los líderes políticos nacionales tienen más desaprobación que aprobación y, como el Presidente, tienen más aceptación en Lima que en las regiones. Aunque se aprecia diferencias en las aprobaciones (PPK y Keiko cerca al 40%, AGP 29%  y Toledo 11%) es indudable que ninguno ha logrado mejorar la percepción que la opinión pública tiene de su desempeño.
Es difícil por ahora explicarse todos los elementos de un escenario donde todos o casi todos pierden. La medición de la aprobación de los políticos en el Perú es una variable independiente, a diferencia de los estudios de popularidad usados en otros países, de modo que la caída de unos no puede relacionarse con el desempeño de otros. No obstante, el modelo de guerra política ensayado este año, medido en varios sondeos, aconseja que los luchadores deban por lo menos elegir los temas, el discurso y los escenarios de una confrontación. El respetable puede cansarse o ver a los gladiadores con el mismo rostro.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Huánuco, hay trigo limpiio

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/huanuco-hay-trigo-limpio-20-09-2013
La República
La mitadmasuno
20 de setiembre de 2013
Juan De la Puente
El político y literato Esteban Pavletich (1906-1981) escribió en 1957 que “solo el Huallaga, nuestro río fugitivo dicta una cátedra de dinamismo y celeridad”, refiriéndose a Huánuco. No obstante, por lo menos en esta oportunidad parece no tener la razón. Un resonante paro regional de 72 horas ha quebrado, hasta ahora formalmente, la terca desidia limeña.
Como una auténtica aparición del pasado que se proclama superado, miles de pobladores se han expresado en demanda de elementales condiciones para relacionarse con el resto del país. La plataforma del paro puede parecer surrealista, pero es verídicamente justa: el mejoramiento de la Carretera Central, la demolición de los peajes de Ambo y Chullqui, el ensanchamiento de la carretera Huánuco/La Unión, la construcción de la carretera al Codo del Pozuzo y la destitución de funcionarios de Provías.
Casi la mitad de los 558 kilómetros de la Carretera Central, desde Chicrín (Pasco) a Tingo María (Huánuco) está destrozada; sin embargo dos puestos de peaje operan desde hace 30 años en alevosa exacción. La integración departamental está vacía en una región que arrastra una división física y política compleja.
La región se ha expresado a pesar de la oposición de la cúpula municipal corrupta, probablemente la más corrupta del país. Las jornadas del 9, 10 y 11 de este mes fueron convocadas por un Comité de Gestión y Fiscalización de la Carretera Central, nacido casi de la nada, o mejor dicho solo desde la indignación. Los ciudadanos han reconstruido con entereza una sociedad civil casi muerta, debilitada por sucesivos malos gobiernos regionales, funestas alcaldías e infructuosas acciones contra la corrupción que también murieron en los tribunales.
De acuerdo al acta firmada, por la mediación de la Presidencia del Consejo de Ministros, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) se compromete al asfaltado en caliente en el tramo Cerro de Pasco/Tingo María de la Carretera Central y de las vías Huánuco/La Unión/Llata, Rancho/Panao/Chaglla, entre otras, además del cierre de los peajes. En la lógica de la burocracia peruana, un acta es eso, un acta, de modo que es preciso estar atentos para que el diálogo al que felizmente se ha arribado no sea un centro de estacionamiento de las expectativas.
Huánuco es un territorio bendecido por la naturaleza, hermoso, rico y diverso que, no obstante, fue y es castigado por partida múltiple: el boom de la coca y del narcotráfico que envilece a la sociedad con más pobreza y genera el abandono de cultivos; la violencia terrorista que desangró pueblos, fomentó la violación de los DDHH y generó el desplazamiento forzado de comunidades; el abandono del Estado; y la corrupción.
La región acompaña con avances y desafíos el proceso nacional de crecimiento económico y reducción de la pobreza. Ha visto multiplicarse por cinco su gasto educativo y ha mejorado la inversión en infraestructura y salud. Sin embargo, las carencias históricas la retienen en el sótano de los indicadores sociales. Según el Tercer informe de los Objetivos del Milenio elaborado por el PNUD y presentado esta semana, es tan evidente la desigualdad de la región frente a otras, que junto a Apurímac tiene los índices más bajos de producto por trabajador. Según el mismo informe, Huánuco forma parte del grupo de 5 regiones donde la pobreza sigue siendo superior al 50% (junto a Apurímac, Ayacucho, Cajamarca y Huancavelica), con una tasa de extrema pobreza superior al 20% de la población. Al mismo tiempo, es una de las 4 regiones con mayor desnutrición crónica infantil de niños menores de 5 años y una de las 3 regiones más alejadas de la generalización del acceso a la educación primaria.
Ese pueblo, que a pesar de los indicadores macromanufactureros, tiene al 53% de su población dedicada a la agricultura, donde un 1/3 es orgullosamente quechuahablante, donde ninguna campaña de alfabetización en los últimos años ha funcionado (la tasa se mantiene alrededor del 18%) y donde el 47,9% aún utiliza leña para cocinar, tiene trigo limpio.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Seguridad, derecho de reunión y barras bravas.

Me siento obligado a este post por las reacciones y redacciones de algunos, incluyendo colegas, sobre la suspensión por el Ministerio del Interior de los partidos a jugarse hoy 17 de setiembre. Debo precisar que:
1.      La suspensión no obedece a la “falta de garantías” aunque así haya sido presentada por error. Las garantías son un procedimiento distinto que opera cuando una persona las solicita a la autoridad. En este caso, nadie ha solicitado nada. En uso de su facultad constitucional (artículo 2 inciso 12, sobre derecho de reunión) la autoridad ha suspendido un acto público por “probadas razones” de seguridad pública. En este caso no es que no hayan garantías; estas no han sido pedidas, sino una medida de oficio de la autoridad perfectamente legal. Queda mal la autoridad cuando da a entender que no puede “garantizar” un acto pacífico en vez de referirse a la prevención.
2.      El TC ha desarrollado el concepto de “razón probada de seguridad” para evitar abusos (Exp 4677/2004). No deben tratarse, de simples sospechas, peligros inciertos, ni menos aún de argumentos insuficientes, antojadizos o arbitrarios; sino de razones objetivas, suficientes y debidamente fundadas. La prohibición debe ser la última ratio, es decir, como última medida, la que puede apelar la autoridad administrativa para limitar el derecho, debiendo optar, de ser posible, por medidas simplemente restrictivas, tales como proponer la modificación del lugar, fecha, hora, duración o itinerario previsto. Eso ha hecho la PNP.
3.      Aunque no lo parezca, la idea es que más que prohibir debe usarse el verbo postergar. El TC recomienda que el derecho de reunión, en este caso para un espectáculo deportivo, sólo se vea restringido por causas válidas, objetivas y razonables (principio de razonabilidad), y, en modo alguno, más allá de lo que resulte estrictamente necesario (principio de proporcionalidad). Creo que la previsión ante la posibilidad de que las tres barras más violentas y numerosas se relacionen en un territorio pequeño o la falta de efectivo policial suficiente, se encuadran en los dos principios señalados
4.      Se ha criticado que se haya comunicado hoy a las 5 am la postergación. Para las probadas razones de seguridad no hay plazo.
5.      Otros dos temas son: porque si la mayoría de los espectáculos privados pagan su seguridad, el Estado debe pagar la seguridad del futbol, distrayendo cientos o miles de efectivos policiales del patrullaje y de los barrios. Sostengo que es ilegal que la PMP “acompañe” a las barras bravas en sus desplazamientos, tolerando sus desmanes y agresiones mutuas o a terceros; alguna vez los han desplazado en buses pagados por el Estado. El mismo concepto de barra brava, con palos y cuchillos viola el derecho de reunión pacífica y sin armas. El Perú es uno de los pocos países que tolera a las barras bravas, nos las ha desarmado y protege su recorrido violento.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Encuestas, Toledo, Humala, Nadine, el diálogo político y la concentración de medios

16 de setiembre de 2013. Entrevista en el programa No hay Derecho de Ideeleradio, en Radio San Borja, por Glatzer Tuesta.
El riesgo del giro conservador
El gobierno de Ollanta Humala que ingresó con una propuesta de reforma se juega el futuro del próximo régimen, porque si la gente siente que ha fracasado, habrá más posibilidades de que entre un administración de tipo conservador, aseveró el analista político Juan De la Puente.
“Hemos tenido, bajo una experiencia de reformismo fracasada, golpes militares o gobiernos conservadores. El gobierno de Ollanta Humala que ingresó con una propuesta de reforma se juega también el futuro del próximo. Es decir, si la gente siente que ha fracasado la reforma, tendríamos obviamente más posibilidades de entrar a un gobierno conservador con lo que esto significaría para un país como el nuestro”, aseveró en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“[Habría más posibilidades de entrar a un gobierno conservador con lo que esto significaría para un país como el nuestro] que ha duplicado el PBI, pero que tiene enormes demandas de universalización de derechos, de resolver estas brechas de la modernidad entre ciudades desarrolladas y un país rural atrasado”, apuntó.
El analista consideró, en ese sentido, que la posibilidad de que la lideresa del Partido Popular Cristiano (PPC), Lourdes Flores Nano, no descarte una alianza con el Apra revela que hay un intento de posicionarse hacia el centro. No obstante, estimó que ve complicada que esta situación se concrete.
“Lourdes intenta anotarse al centro y una de las expresiones es el intento de ir en una alianza con el Apra, que lo veo muy complicado, pero el hecho de plantearlo es una corrida al centro. Pienso que de todas maneras va haber una búsqueda del centro, solo que va a ser mucho más dificultosa porque quizás no vamos a tener centros naturales, sino forzados por las circunstancias de una candidatura de una segunda vuelta electoral”, declaró.
Brecha entre el Gobierno y ciudadanía
Por otro lado, al referirse a la publicación del nuevo sondeo de opinión que revela una nueva caída en la popularidad presidencial -que este mes alcanza el 27- el periodista indicó que hay una brecha muy significativa entre el Gobierno y los ciudadanos en términos de confianza.
“Así como la confianza es un proceso, con cosas que se hacen durante dos o tres semanas, no se puede restañar esa confianza para volver a niveles significativos. Además, hay un humor –lo dice esta encuesta– y otras más contra el poder, lo político y el ejercicio de poder, que además ya se fue expresando en junio, julio y agosto. De modo que esta es una encuesta para que esté alerta el Gobierno, pero no sobre el Gobierno, todos aquellos actores políticos aparece mucha desconfianza en la gente”, detalló.
De la Puente argumentó, del mismo modo, que hay una expectativa sobre el cumplimiento de las promesas y estimó que ello también está relacionado con la capacidad de operación política por parte del Gobierno.
“Las encuestas, estas y otras, señalan que hay una expectativa de la sociedad sobre el cumplimiento de sus promesas, lucha contra la delincuencia, corrupción, temas sociales, reforma política. Me parece que esta confianza está relacionada a la capacidad de operación política en este caso del Gobierno”, aseveró.
“Uno puede ubicarse en el centro, pero eso no basta, tiene que ser activo para recuperar diálogo y para abrir cancha hacia la derecha e izquierda”, subrayó.
Hay nadinitis, nadinofobia y nadionología
La primera dama de la Nación, Nadine Heredia, representa una especie de objeto político y de comodín para determinados sectores, afirmó, al comentar sobre la posible postulación de la primera dama.
“[¿Por qué los medios amplifican tanto el caso Nadine?] Mi impresión es que Nadine es tomada como una especie de objeto político. Cuando se quiere, sirve para debilitar al gobierno, esa es la Nadine intervencionista; cuando se quiere, se le da el poder que tiene y que no tiene”, afirmó.
“[El tema Nadine] es una especie de comodín para determinados sectores. Cuando el Gobierno dijo que no compraba [los activos de] Repsol, yo leí ‘qué bien que esté Nadine ahí’, porque dicen que fue quien sugirió al presidente que tomara esa decisión”, recordó.
El analista estimó, también, que habría que ver cuál es el ángulo de la noticia que recoge el periodismo, al referirse a las declaraciones del congresista Daniel Abugattás, quien dijo, como un militante más, que confía en que el Partido Nacionalista volverá a Palacio de Gobierno no con el presidente Ollanta Humala como candidato, sino con Nadine Heredia.
“El problema es cómo lo levantan los medios también, porque la opinión de Daniel Abugattás es personal, pero como hay 'nadinitis', 'nadinofobia', y 'nadinología' en los medios de comunicación, una mención a Nadine se convierte en una portada”, agregó.
Peso constitucional del MEF es inédito
En la perspectiva del diálogo habría que incorporar al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) como un actor porque es evidente que tiene voz propia y el peso constitucional de este portafolio es inédito en el país, aseveró el analista.
“A mí me parece que en la perspectiva del diálogo habría, también, que incorporar al Ministerio de Economía como un actor, porque es evidente que tiene una voz propia muy por encima de otros gobiernos. El peso constitucional del MEF es inédito en el Perú, y eso fue planteado en la Constitución vigente a tal extremo que la Constitución dice que la sustentación del Presupuesto General de la República no lo hace el premier, sino el ministro de Economía”, anotó en el programa.
“Es el único que tiene ese rótulo. Algunos dicen en broma que mejor cada cinco años no hagamos elección de presidente, sino del [ministro] de Economía. En la idea de concentrar un centro, es evidente que el Ministerio de Economía debe plantear el problema del canon y tiene que haber un acuerdo para su reposición, sobre el retraso salarial, el financiamiento del nombramiento de los profesores, si va haber gaseoducto andino y el tema de la modernización de Talara. Tenemos cuatro o cinco temas puntuales”, argumentó.
En este aspecto, sostuvo que el problema no son las personas, sino las políticas, al ser consultado sobre la posibilidad de salida del ministro de Economía, Luis Castilla, planteado en el diálogo por el Frente Amplio de Izquierda.
“[¿Serviría de algo sacar a Castilla?] Para mí el problema son las políticas, no las personas. Creo que es un problema de políticas más que personas”, indicó.
Debate sobre concentración de medios
En otro momento, al ser consultado sobre la posibilidad de que la asociación comercial de Epensa con el Grupo El Comercio signifique una concentración de poder y de medios, sostuvo que el debate da como para dos años y que su discusión incluirá medidas legales sobre el tema.
“Todavía estamos en una etapa del debate operacional. Quienes criticamos la concentración de medios por parte del Grupo El Comercio, por parte de Epensa nos responden [que] no. Si la República hubiera comprado, igual era concentración, y no se superaba el 50%. Pasando a una segunda etapa vamos a entrar a un debate legal y supongo que va a ser en función de las medidas que acuerden que tomen los medios que se sienten perjudicados”, indicó.
“En el mundo hay jurisprudencia respecto a la concentración de medios y nos dicen que las leyes protegen e impiden la concentración de medios en el caso de radios y televisión, porque tiene que ver con el espacio radioeléctrico. La Constitución habla de medios en general y hay jurisprudencia en América Latina y América del Sur sobre este asunto. De modo que tenemos un debate como para unos dos o tres años que van incluir medidas legales, pero no podemos salir de este debate sumando mal”, apuntó.
Estrategia política camina al fracaso
El expresidente de la República, Alejandro Toledo, debería tener una estrategia legal más que política, aseveró el analista Juan de la Puente, al referirse a la forma en que llegó al Perú el ex jefe de Estado, para responder por los presuntos actos de corrupción y de enriquecimiento ilícito por el caso de la empresa Ecoteva.
“[¿Cómo ve el ingreso de Toledo anunciando ser candidato al 2016?] Pienso que él debería tener una estrategia legal, más que política y mi impresión es que no tiene clara esa disyuntiva. De modo que se politiza un caso en el cual hay tantos elementos que juegan en contra de él y denotan que no dijo todo lo que debió decir. Cuando fue al Parlamento o cuando se le preguntó, eso obliga una estrategia legal, más que una estrategia política y por ahí puede ser el camino al fracaso”, argumentó.
 
Si se hunde Toledo, se hunde el centro
El analista y periodista consideró que es muy difícil que el expresidente Alejandro Toledo pueda intentar pasar como un perseguido político. Indicó, del mismo modo, que las evidencias dan un horizonte muy preciso al caso.
“En la discusión está la transparencia de los hombres públicos, y en el mundo, hoy la política lucha para que los actores políticos no se relacionen con paraísos fiscales, para que no haya opacidad y haya transparencia. Por ese lado, si esa es la estrategia, [estas] están equivocadas. El hundimiento de Toledo es el hundimiento del centro y este es un país que ha cuidado y construido un centro”, afirmó.
“En las elecciones del 80 funcionó el centro, la del 85 y 90. No hablemos las otras dos, la del 2001, 2006 y en el fondo la del 2011 también implica la construcción de un centro de determinada posición. Algunos dicen que el Perú está condenado a elegir al centro”, aseveró.
No obstante, afirmó que el Gobierno está preocupado en reorganizar y reconstruir el centro y que la situación del exmandatario no permite que tengamos un centro más estable. Además, considero que ha habido irresponsabilidad del exmandatario en su posición de garante de Gobierno.
“Hay irresponsabilidad de Toledo, sobre todo, en su papel de soporte garante. De hecho cinco de quince miembros de su bancada han salido, eso ya es un debilitamiento porque es un actor político más en el Parlamento con el cual hay que tener una relación diferenciada”, finalizó.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Chile, la memoria gana el juicio de la historia

En Chile, luego de 40 años del golpe fascista, la memoria ha ganado la madre de todas las batallas, es decir, la del juicio de la historia. Según una encuesta del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea, el 76% de los chilenos considera ahora a Pinochet como un dictador y el 75% estima que aún se mantienen las huellas dejadas por el régimen militar.
Al cumplirse los 40 años, la parte de la sociedad que celebraba el golpe solo lo recuerda; a ese estado de un ánimo culposo se ha dirigido el orgullo ultraderechista chileno, cada año remecido por la creciente indignación de las nuevas generaciones  que no le reconocen al régimen militar ningún mérito y por la docencia viva de un movimiento de derechos humanos, acaso el más vasto y profundo del continente.
La victoria de la memoria es ejemplar para el caso peruano, atravesado desde hace 12 años por un fuego cruzado entre un fujimorismo militarista de fuete aliento conservador que cede solo milímetros al empuje de una exigencia de memoria legitimada por el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). Ese empate ha impedido, entre otros hechos, la reforma de la institucionalidad fujimorista aunque el Perú ha innovado más intensamente que Chile el modelo económico de la década de los noventa.
Una venganza del tradicional pluralismo chileno es que la coalición que encabeza Michel Bachelet cobije un arco que va desde la Democracia Cristiana hasta el Partido Comunista y que la tercera fuerza, la alianza progresista que lidera Marco Enríquez-Ominami no se tiña de un tercerismo centrista sino de reformismo fuerte. Otra venganza de la historia es que la Constitución de 1980, el último baluarte de la institucionalidad pinochetista tenga el consenso social para su cambio.
La derecha chilena ha empezado  a pedir disculpas y ha ensayado nuevos argumentos sobre el régimen; estos ya no giran en torno el imperativo del orden sino sobre su defecto de origen, la falta de libertades. Es que con inteligencia, la derecha ha entendido hace tiempo que hay vida fuera del planeta pinochetista, una conclusión a la que demoran en arribar sus parientes peruanos.


viernes, 6 de septiembre de 2013

Las elites y el poder

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/las-elites-y-el-poder-06-09-2013
La República
La mitadmasuno
6 de setiembre de 2013
Juan De la Puente
La XXXIII encuesta del poder publicada recientemente por Semana Económica confirma o revela datos y percepciones de una parte de la elite peruana, compuesta para este caso de políticos, funcionarios, intelectuales, profesores, empresarios, ejecutivos privados, periodistas y otros profesionales. En nueve rubros, los consultados opinan sobre qué peruanos son más poderosos, influyentes, los que influyen para bien y para mal, y sobre las fuentes del poder.
La encuesta corresponde a un intento por radiografiar el poder en general y no solo el poder político. Parece inscribirse en las teorías de Michel Foucault para quien el poder ya no puede ser localizado en el ámbito del Estado sino que está en todas partes de modo que constituye estrategias y verdades sociales, lejos de las visiones clásicas del poder de Hobbes (forma de dominación), Maquiavelo (una acción) o Friedrich (una relación más que posesión).
Es natural que en esa visión, el principal detentador del poder en el Perú sea el Presidente de la República y que a razón del modelo de decisiones que adopta el Estado, con implicancias públicas y privadas, se encuentre seguido de su principal aliada política y esposa, el ministro de Economía, y que el jefe de la PCM se ubique entre los 10 más poderosos.
Es poco usual, no obstante, la precipitación en la lista del poder y en puestos claves, de líderes de la oposición que en otras circunstancias no tendrían esta relevancia: Alan García en el 4° lugar, Keiko Fujimori en el 7°, Juan Luis Cipriani en el 9°, Lourdes Flores en el 18°, PPK en el 20°. En general, esta apreciación sugeriría que la actual oposición posee en conjunto más poder que el gobierno o por lo menos una cuota de poder no tan lejana  al del oficialismo.
Esta valoración ratifica otros sentidos comunes expresados en este período, particularmente la pérdida de la mayoría política por parte del gobierno. Sin embargo, también evidencia un atributo de la oposición colocada por la elite peruana en la crucial posición de no hacer/exigir/bloquear, una forma de gobernar socialmente aunque no desde el gobierno. Esta ubicación es expectante pero delicada al exponer un escenario de corresponsabilidad en los temas de fondo.
Si en eso acertaron quienes respondieron la XXXIII Encuesta, denotaron ingenuidad o recato al reducir el protagonismo en la lista del poder a los detentadores de la riqueza. En la lista solo aparecen Dionisio Romero hijo y padre (lugares 6° y 30°, respectivamente), Alfonso García Miró (10°) Roque Benavides (11°), Carlos Rodríguez Pastor (16°) y Pedro Brescia (23°). En la lista extraño la ausencia de los otros jefes de la banca y de la minería, de los líderes de la construcción, infraestructura, telecomunicaciones, retails y de la industria nacional. En esa medida, la lista peca de incompleta aunque resuma una exitosa y silenciosa táctica de una parte de los poderes fácticos del Perú que no habría que olvidar, verdad de Perogrullo, son el poder.
Es igualmente extraño que en la lista del poder la prensa no luzca sus atributos; Raúl Vargas aparece en un lejano 19° lugar, en un cuadro que oculta el carácter decisorio de los medios y de sus voceros. Una explicación, que niego liminarmente, es que para quienes contestaron la encuesta el poder de la prensa se despliega como si no lo fuese, y la otra es que deliberadamente se oculta ese papel bajo el argumento que la prensa es ajena y contraria al poder, es decir, independiente de ella. Ello es tan equívoco que las listas de abogados, economistas, magistrados, mujeres, parlamentarios y periodistas influyentes reúne a quienes tiene una exposición mediática significativa.
La aceptación de la vigencia de los poderes es un requisito para la ejecución de las políticas públicas y para desplegar la capacidad orientadora y reguladora del Estado. En la coyuntura actual sería también una condición de éxito del diálogo que ha iniciado el gobierno. Es probable que en esa mesa falten sentarse algunos invitados.

domingo, 1 de septiembre de 2013

La épica del transfuguismo

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/la-epica-del-transfuguismo-30-08-2013
La República
La mitadmasuno
30 de agosto de 2013
Juan De la Puente
El debate sobre el transfuguismo avanza a reconocer su existencia. No obstante, sorprenden algunas expresiones que justifican el fenómeno. No hay duda, en el plano de las explicaciones, que el transfuguismo obedece a dos regularidades: 1) la crisis de los partidos de múltiple efecto, que principalmente debilita la adhesión, la democracia interna y reduce la vigencia temporal de las formaciones políticas; y 2)  los incentivos para la participación política sin lealtad partidaria, una de cuyas expresiones es la cuota de 20% de invitados en las listas parlamentarias, entre otras medidas legales. Con menos nitidez pero con posibilidades de apreciación racional se tiene la diferencia entre: 1) la disidencia programática; y 2) el abandono tránsfuga, egoísta y personalísimo. Es también cierto que no toda renuncia partidaria es sinónimo de transfuguismo y en ciertos casos se hace difícil apreciar cuál de las razones es la vigente.
En un segundo debate se encuentra la decisión de convivir con el transfuguismo o reducir su incidencia. En ese plano encuentro algunos argumentos equívocos. Uno de ellos considera que este fenómeno no debería ser corregido con la eliminación del voto preferencial, porque este es el modo más convencional de controlar la oferta partidaria. Este argumento es falso; en un sistema donde además del 20% de cupos de invitados por el caudillo se agregan más invitados con la cobertura de elecciones internas amañadas, se tiene que el grueso de la oferta de candidatos no es expresión del partido.
Otra apreciación sostiene que el transfuguismo ha logrado prolongar la carrera de los políticos. Tampoco es cierto; por ejemplo, solo dos de los 23 parlamentarios que en el período 2000-2011 abandonaron sus bancadas fueron reelegidos en las últimas elecciones. Es más, solo 1 de los 11 ex parlamentarios que el año 2011 pugnaron por regresar al Legislativo a través de otros partidos, logró su cometido. Luego, el país está poblado de candidatos a alcaldías y gobiernos regionales a los que la relección les es esquiva. Las excepciones son una anomalía que confirma la tendencia, jalonadas probablemente por el buen desempeño en el cargo, el despliegue de recursos en la campaña o la dispersión de los electores. En cualquier caso, es imposible inferir que los votantes premian el cambio de camiseta.
Una tercera apreciación sostiene que existirían dos transfuguismos uno bueno y otro malo; el primero, tolerable e inofensivo, es el orgánico, y el otro, el detestable, el ideológico. Tal distinción es un demasiado pedir a los candidatos a tránsfugas, casi todos políticos antipolíticos cuya actividad pública no se sustenta en las ideas sino en el dinero, el suyo o el de otros, la principal razón que los conduce a contratar con una lista de candidatos.
Una discusión que aún no se procesa es el contenido de la fidelidad partidaria y la relación entre el militante y el partido, una regularidad que el abuso del concepto de “candidato invitado” complica. Atenidos al ámbito parlamentario, a las elecciones concurre un programa por partido y no 130 programas en cada grupo. Este hecho no excluye las ideas propias pero las subordina al programa colectivo. En ese sentido, la lealtad reclamada es al programa del partido que el elegido asumió a su postulación. Esta lógica propia de la democracia representativa no puede ser alterada por una exclusiva relación individual y plebiscitaria de los políticos con sus electores. Nunca habría que olvidar que la representación parlamentaria tiene un doble origen y que los partidos no son locomotoras o cargadores frontales sino comunidades políticas.
Otro debate pendiente es cómo tratar el transfuguismo. No se ha planteado legislar solo sobre esta tema; no tendría sentido eliminar el voto preferencial sin reducir el cupo de invitados o evitar legislar sobre las elecciones internas, la alternancia de género o el financiamiento público. En la contemplación épica del transfuguismo veo a quienes se rinden ante el actual sistema. Ello es legítimo, pero algunos preferimos pugnar por su reforma.

lunes, 26 de agosto de 2013

El sistema político está crujiendo. Entrevista en La Primera

http://www.laprimeraperu.pe/online/entrevista/el-sistema-politico-esta-crujiendo_147609.html

Entrevista de Víctor Liza, publicada en el diario La Primera el 25/08/2013
JUAN DE LA PUENTE
El sistema político está crujiendo
Para Juan De la Puente, al país le hace falta un pacto político y otros entendimientos.

Víctor Liza
Twitter: @elgatocontabas

El sociólogo (abogado) y analista político conversó con LA PRIMERA sobre la propuesta de diálogo que el gobierno ha hecho a los sectores políticos y advirtió que la convocatoria no es sinónimo de debilidad, a tiempo de cuestionar la “oposición irreductible” del fujimorismo en este y otros temas. También afirmó que la izquierda debe ser incluida no solo en esta mesa, sino en otras más que debe impulsar el Ejecutivo y dijo que también deben participar otros actores como los gobiernos regionales y los movimientos sociales.
—¿Qué piensa de esta iniciativa del gobierno de plantear un diálogo con la oposición?
—Tengo entendido que la ronda del diálogo empezará mañana con una reunión del Acuerdo Nacional (AN), en la que se expondrá el pacto por la seguridad ciudadana, que es uno de los más importantes que requiere el Perú. De modo tácito, hemos tenido tres pactos: el pacto por la estabilidad económica, que se produjo en los años 90 y que ha continuado hasta ahora, y los pactos por la democracia y por el crecimiento económico con distribución, luego de la caída de Fujimori. Hemos tenido un pacto expreso, que es el AN, un pacto modelo en América Latina, porque expresa el acuerdo de los partidos y la sociedad civil.
—Además de la seguridad ciudadana, la lucha contra la pobreza y el crecimiento económico, planteados por el gobierno, ¿qué otros deben tratarse?
—Habría que realizar un pacto por la reforma política. No estamos solo frente a una crisis de representación, que afecta la legitimidad de los elegidos, sino que el sistema político peruano está crujiendo. No es solo una crisis del gobierno, es una crisis que aleja a la gente de la política y la vuelve contestataria, aún cuando no se manifieste abiertamente en las calles, en marchas multitudinarias. Tengo la impresión de que hay que encarar este pacto. Esto es importante porque al Perú le faltan pactos. Es un país donde pactar es tradicionalmente una cosa mala, fea. Esto es tan cierto, que un político experimentado en estas negociaciones como Ramiro Prialé (parlamentario y dirigente aprista fallecido en 1988) tuvo que acuñar una frase denominada “conversar no es pactar”, que era para esconder el pacto, porque la verdad es que conversar sí es pactar. Me alegro que se haya establecido en la agenda política del país la necesidad de pactos para superar esta guerra política de los últimos seis meses.
—Esos pactos que usted señala, ¿pueden ayudar a trazar políticas de Estado, como ha ocurrido en algunos países vecinos?
—Los modelos de pactos que hemos tenido en América Latina han sido tanto de corto como de largo plazos. Los de corto plazo han permitido superar crisis en situaciones especiales, como el “Pacto por la democracia” de 1985 en Bolivia. La mesa de diálogo de la OEA aquí fue un pacto muy específico. Pero también hemos tenido pactos de largo plazo. Necesitamos uno de corto plazo para defender el crecimiento económico, para que las repercusiones de la desaceleración de la economía mundial nos afecten menos. Pero también necesitamos pactos de largo plazo. Creo que lo que se verá mañana en el AN será un pacto de largo plazo.
—Nos acaba de hablar de la crisis del sistema político. ¿Ésta también no se origina por el tema de la “narcopolítica” denunciado en los últimos días?
—Son varios problemas. Uno de estos tiene que ver más con las formas de elegir a los representantes. El problema no está en el Congreso, sino en cómo se llega allí. Entonces, hay que revisar la conformación de la representación, sin financiamiento público, con voto preferencial, con los caudillos decidiendo la conformación de las listas, sin democracia interna, sin elecciones primarias, sin lista alternada. Tengo la sensación de que por ese camino estamos matando el sistema político. Todo esto tiene que ver con la etapa previa, la selección de los candidatos a la representación. Lo que se ve en el Parlamento es la expresión de esto. El transfuguismo, que es un problema serio de nuestra democracia, no se origina el día en que los parlamentarios se sientan en sus curules, sino en toda esta etapa previa.
—Volviendo al tema del diálogo, ¿cree que este llamado del gobierno a dialogar, en un momento en el que aparentemente se avecina una crisis económica, es una señal de debilidad o es un buen reflejo político?
—Curiosamente, cuando hay claridad en el poder, el pacto es de los fuertes y fortalece al poder. No veo la idea de un pacto como expresión de debilidad. Al contrario. La convocatoria al AN fue en un momento de transición, cuando el gobierno de Alejandro Toledo todavía estaba fuerte. La reforma constitucional que se hizo en Argentina en los años ’90, llamada “Pacto de Olivos”, fue cuando el gobierno (de Menem) se encontraba en un buen momento. Es cierto que hay otros pactos que se plantean en momentos de debilidad, pero creo que pactar la defensa económica del país no es sinónimo de debilidad, porque la economía peruana tiene argumentos que le permiten salir airosa. No usaría la palabra crisis, porque creo no ayudaría al pacto.
—Le preguntaba esto porque algunos analistas consideran que el gobierno de Ollanta Humala está aislado y en conflicto con todas las fuerzas políticas.
—Hay un dato real: la caída de 22 puntos de la aprobación del presidente expresa un desaliento social. Pero también hay un aislamiento de Humala de la “elite” política. Hay que recordar, sin embargo, que hace unos cinco meses el presidente tenía 52% de aprobación, e igual estaba peleado con esta “elite”. Tenía una mayoría social, pero tenía una minoría política. Hoy el gobierno tiene minoría social y política. Ese es un aislamiento que resulta complicado. Sin embargo, me preocupa más la minoría social que tiene Humala en este momento, porque este gobierno llegó con un mensaje de cambio sustantivo para un sector de la población. Ahora, hay otro dato de la realidad: que es un gobierno acosado. Hay sectores que quieren desvestir al gobierno, que se quite las prendas de su programa político todos los días: que Nadine diga que no va ser candidata, que no compre Repsol. Eso desgasta a cualquier gobierno, por más fuerte que sea. Hay sectores que quieren que el gobierno pase de ser acosado a tutelado, y de algún modo lo están logrando. Y así se desgasta.
—¿Cree que esas son las intenciones de la oposición, al querer sumarse al diálogo?
—Hay dos oposiciones. Una es la del “establishment”, que busca una pugna para desgastar al gobierno, pero con matices. Por ejemplo, la oposición de Acción Popular, del Partido Popular Cristiano, de Solidaridad Nacional, es una oposición distinta, que no quiere sujetar al gobierno. Veo en estos días un cambio muy importante en el Apra, que ha dicho que participará en el diálogo. Pero sí creo que hay una oposición irreductible, que es la del fujimorismo, que no se nota con claridad hacia dónde quiere llegar. Porque hasta en temas de fondo, como el de La Haya, Keiko Fujimori no quiso ir a Palacio de Gobierno. También tenemos una oposición social, que reclama el Gasoducto del Sur, el cumplimiento de las promesas, la modernización de la Refinería de La Pampilla. En este escenario, me ocuparía de las dos oposiciones, tanto del “establishment” como la social, que se mostró muy fuerte en julio.
—Hablando del fujimorismo, ¿qué piensa de esta actitud cerrada que tiene el fujimorismo?
—No le favorece, porque si ellos tuvieran planteada claramente una perspectiva de gobierno hacia el 2016, deberían proponerse una apertura hacia otros sectores de la oposición, no aislarse. Siendo oposición dura, podrían contribuir al aislamiento del gobierno, pero también contribuyen al aislamiento de la oposición dura, que termina en un “córner” del cual le es difícil salir. En un esquema de confrontación muy abierto, mi impresión es que en el caso peruano, pierden los dos extremos. Pierde el confrontado, y pierde el que genera el acoso.
…..
DEBEN PARTICIPAR
La izquierda y las fuerzas sociales
—Usted acaba de mencionar el tema de la reunión sobre el proceso de La Haya, en el que Keiko Fujimori no quiso participar. Pero en ese mismo foro no fueron convocados los partidos y sectores sociales vinculados a la izquierda. ¿Es importante que esté presente este sector político en este diálogo propiciado por el gobierno?
—De hecho, en el AN hay varios sectores sociales que expresan a la izquierda. Se supone que por ser un partido legal, inscrito en el Jurado Nacional de Elecciones, debería estar Tierra y Libertad. También está la CGTP. Pero tengo la sensación de que habría que incluir en varias formas de diálogo a lo que denomino la “izquierda social”, que se expresa en algunos gobiernos regionales, municipales; que probablemente no esté en el “establishment”, pero tiene una voz importante. En todo caso, al gobierno le corresponde relacionarse con los diversos espacios de representación del país. El AN no es el único espacio de diálogo.
—¿Qué otros espacios de diálogo podría abrir el gobierno?
—Tenemos la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, la asamblea de municipios rurales, Remurpe. También está la concertación agraria, que es otro mecanismo. El gobierno debe empezar a usar estos mecanismos, que también existen, pero que han estado abandonados durante mucho tiempo.
……..
ADVERTENCIA
“Guerra política” desgasta a todos
—¿Este diálogo puede darle algún respiro al régimen, en este momento de baja aprobación?
—Por lo menos permitirá recentrar la política, porque estos últimos seis meses hemos vivido una “guerra política”, que ha desgastado a todos los actores. Creo que no se puede llegar a un escenario del 2016, con una guerra política tan intensa. Entonces, se reposiciona una agenda con temas sustantivos, porque hoy importan mucho asuntos como la seguridad ciudadana, que la desaceleración de la economía mundial no nos afecte, estimular la inversión privada y el consumo, así como la inversión pública. El uso de las redes sociales, y hablo aquí de todos los políticos, para hacer política menuda y darse golpes bajos, en vez de una gran política, no es lo que merece el país; puede corresponderle a una nación que se está desangrando en una guerra civil, que no es nuestro caso. En cambio, la concertación a través del diálogo que se está estableciendo, implica establecer una gran política, es lo que merece un país como el nuestro, que crece 5% anual, que casi ha duplicado su PBI, que redujo la pobreza en 30 puntos porcentuales.
……….
Hay dos oposiciones. Una es la del “establishment”, que busca una pugna para desgastar al gobierno, pero con matices. Por ejemplo, la oposición de Acción Popular, del Partido Popular Cristiano, de Solidaridad Nacional, es una oposición distinta, que no quiere sujetar al gobierno. Veo en estos días un cambio muy importante en el Apra, que ha dicho que participará en el diálogo. Pero sí creo que hay una oposición irreductible, que es la del fujimorismo, que no se nota con claridad hacia dónde quiere llegar.
No es solo una crisis del gobierno, es una crisis que aleja a la gente de la política y la vuelve contestataria, aún cuando no se manifieste abiertamente en las calles, en marchas multitudinarias. Tengo la impresión de que hay que encarar este pacto. Esto es importante porque al Perú le faltan pactos. Es un país donde pactar es tradicionalmente una cosa mala, fea.